14.05.2013 Views

Ilusiones índice - Planeta Azul

Ilusiones índice - Planeta Azul

Ilusiones índice - Planeta Azul

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

17. "Mas la criatura se empecinó en no volver a aferrarse, y entonces la<br />

corriente la alzó del fondo y ella no volvió a magullarse ni a lastimarse.<br />

18. "Y las criaturas que se hallaban aguas abajo, que no la conocían,<br />

clamaron: ‘¡ Ved un milagro! ¡ Una criatura como nosotras, y sin embargo<br />

vuela! ¡ Ved al Mesías que ha venido a salvarnos a todas!’.<br />

19. "Y la que había sido arrastrada por la corriente respondió: ‘No soy<br />

más Mesías que vosotras. El río se complace en alzarnos, con la<br />

condición de que nos atrevamos a soltarnos. Nuestra verdadera tarea<br />

es éste viaje, ésta aventura ’.<br />

20. "Pero seguían gritando aún más alto: ‘¡ Salvador!’, sin dejar de<br />

aferrarse a las rocas. Y cuando volvieron a levantar la vista, había<br />

desaparecido, y se quedaron solas, tejiendo leyendas acerca de un<br />

Salvador."<br />

21. "Y sucedió que cuando vio que la multitud crecía día a día, más<br />

hacinada y apretada y enfervorizada que nunca, y cuando vio que los<br />

hombres le urgían para que los curara sin descanso, para que los<br />

alimentara con sus milagros, para que aprendiera por ellos y viviera sus<br />

vidas, se sintió afligido, y ese día subió solo a la cima de un monte<br />

solitario y allí oró.<br />

22. Y dijo en el fondo de su alma: "Será un Portento Infinito, si es esa<br />

tu voluntad, que apartes de mí este cáliz, que me ahorres esta tarea<br />

imposible. No puedo vivir las vidas de los demás, y sin embargo diez mil<br />

personas me lo suplican. Lamento haber permitido que sucediera todo<br />

esto. Si esa es tu voluntad, autorízame a volver a mis motores y a mis<br />

herramientas, y a vivir como todos los hombres."<br />

23. Y una voz le habló en las alturas, una voz que no era ni masculina ni<br />

femenina, poderosa ni suave, sino infinitamente bondadosa. Y la voz le<br />

dijo: "No se hará mi voluntad sino la tuya. Porque lo que tú deseas es lo<br />

que yo deseo de ti. Sigue tu camino como los otros hombres; y que seas<br />

feliz en la tierra."<br />

24. Al escucharla, el Maestro se regocijó, y dio las gracias, y bajó de la<br />

cima del monte tarareando una cancioncilla popular entre los<br />

mecánicos. Y cuando la multitud le urgió con sus penas, y le imploró que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!