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17<br />
En el programa de radio de Jeff Sykes tuve oportunidad de conocer a un<br />
Donald Shimoda para mí desconocido. El programa empezó a las nueve<br />
de la noche y se prolongó hasta las doce. Se difundía desde un estudio no<br />
mayor que el taller de un relojero, cuyas paredes estaban cubiertas de<br />
mandos, sintonizadores e hileras de anuncios comerciales grabados en<br />
cinta magnetofónica.<br />
Sykes preguntó en primer término si no era hasta cierto punto ilegal volar<br />
por el país en un avión antiguo, recogiendo pasajeros.<br />
La respuesta debería haber sido negativa. No había nada de ilegal en eso, y<br />
los aviones eran inspeccionados tan escrupulosamente como cualquier<br />
reactor de transporte. Eran más seguros y resistentes que la mayoría de los<br />
aviones modernos de metal laminado, y lo único que hacía falta era la<br />
matrícula y la autorización del dueño del campo. Pero Shimoda no dijo<br />
nada de eso.<br />
- Nadie puede prohibirnos que hagamos lo que queremos hacer, Jeff -<br />
respondió.<br />
Lo cual era muy cierto, pero implicaba una falta de tacto, siendo así que<br />
hablaba al público de la radio, ansioso por saber que significaba esa<br />
historia de los aviones que andaban por todas partes. Apenas un minuto<br />
después empezó a parpadear la lucecita del teléfono instalado en la mesa<br />
de Sykes, que comunicaba con la centralita.<br />
- Tenemos una llamada en la línea uno - anuncio Sykes -. Sí, señora.<br />
- ¿Estoy en antena?<br />
- Sí, señora, está en antena y nuestro invitado es el señor Donald Shimoda,<br />
piloto. Adelante, está en antena.<br />
- Bien, me gustaría decirle a ese individuo que no todos pueden hacer lo<br />
que quieren y que algunas personas deben trabajar para ganarse la vida y<br />
tienen la responsabilidad suficiente para no andar haciendo payasadas por<br />
las alturas.<br />
- Las personas que trabajan para ganarse la vida hacen lo que más les place<br />
- respondió Shimoda -. Lo mismo que las que se ganan la vida jugando…<br />
- Las escrituras dicen que ganarás el pan con el sudor de tu frente y lo<br />
comerás con dolor.<br />
- También somos libres de proceder así, si lo deseamos.<br />
- "¡Haz lo que quieras !" Estoy harta de que personas como usted repitan<br />
"¡haz lo que quieras, haz lo que quieras !" Si permitimos que todos se<br />
desboquen, destruirán el mundo. Ya lo están destruyendo. ¡Fíjese en lo<br />
que está ocurriendo con las plantas, con los ríos y con los océanos !