Rosa Regàs - Asociación de Vecinos El Espinillo

a mantener, más bien si ella las iba a mantener, yo seguro que las iba a
acrecentar, ya contaba los díasque me quedaban hasta Paris.
Decidí a partir de ese punto ser un observador más de todo lo que estaba
aconteciendo. Ver como se desenvolvían Paco y Julio al lado de Corinne, ver a
José y sus miraditas furibundas a la vez que seguía siempre cerca de Selina, y
seguir a la enigmática Ainara que cada vez ponía más distancia con nosotros,
sólo el Buho era capaz de entenderla, lo que daba a mis sospechas sobre Julio
como totalmente desacertadas.
Esa mañana no tuvo desperdicio.
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Durante el paseo la tensión fue en aumento. Ainara se fue por su cuenta y
quedamos con ella en casa del tío de José.
Lo que más me ha gustado es el río Loira, magnífico, sobre todo la vista que se
extiende desde la colina de Santa Ana, el Barrio medieval de Bouffay y El
Castillo de los Duques de Bretaña. En lo único que ha habido consenso ha
sido en el muscadet, un vino típico de esta zona que ha hecho que al final no
haya pasado nada entre nosotros.
Vamos a comer nuevamente en casa de Rafael, espero que tenga más suerte
con el primer plato en esta ocasión. Imagino que esta tarde partiremos rumbo
a Paris, tenemos que hablarlo, aunque más de uno va a ser partidario de
quedarnos un día más, pero José, yo y probablemente El Búho optaremos por
seguir la marcha. No podemos abusar más de esta extraordinaria familia que
nos hemos encontrado.
En la comida nos han comentado que la ruta de los Castillos del Valle del
Loira son patrimonio de la Humanidad, que no nos la podemos perder. Esta
comida si que me está sentado bien, de primero nos ha puesto espinacas con
gambas, deliciosas, luego una carne muy exquisita con salsa de manzana,
para terminar con los quesos de siempre. Pero esta perspectiva de los castillos
del Loira me tiene subyugado. Nos han recomendado especialmente el de Blois
y el de Amboise. El Búho se ha mostrado muy interesado, lo que le está
cambiando Ainara, y parece que los veremos, esto promete.
Ya tenemos la furgoneta arreglada gracias a las gestiones de Rafael y al final
hemos decidido partir sin más dilación. La despedida ha sido emotiva, con
alguna lágrima del tío de José. Paco y Julio no han conseguido su propósito,
excepto las promesas de verse en España, teléfonos, y direcciones.
Se nos abre ahora un abanico de posibilidades, desde hacer turismo fluvial en
algún punto de este río camino de Orleáns, hasta sacarnos una tarjeta para
ver toda la zona y entrar gratis en todos los castillos. Francia es realmente
bonita. El paisaje a veces es espectacular y sus ciudades están bien cuidadas,
de momento lo único que echamos en falta son unas noches como las
madrileñas, más largas y más locas. Aquí todo acaba muy pronto.
José sigue un poco enfadado con Paco y Julio, el Búho está ausente mientras
está con Ainara y el ambiente festivo de los tres primeros días se está
diluyendo.