14.05.2013 Views

Rosa Regàs - Asociación de Vecinos El Espinillo

Rosa Regàs - Asociación de Vecinos El Espinillo

Rosa Regàs - Asociación de Vecinos El Espinillo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

por la mañana, porque el padre <strong>de</strong> Sandra era cirujano y ya empezábamos a<br />

conocerle, y seguro que antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sayunar nos recetaría una nueva ducha y<br />

si no al tiempo.<br />

Volvimos todos a nuestras camas <strong>de</strong>l día anterior, no sin antes preguntar el<br />

padre <strong>de</strong> Sandra,<br />

- ¿cuándo os vais?<br />

Todos nos miramos, ninguno teníamos prisa, yo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no me quería<br />

marchar <strong>de</strong> allí nunca, no sabíamos que <strong>de</strong>cir<br />

- Papa, ya lo hablamos mañana, dijo Sandra<br />

Y menos mal que dijo eso porque ya estaba alguno <strong>de</strong> nosotros dispuesto a<br />

pronunciar las palabras “nos vamos mañana”, y eso significaba no volver a ver<br />

a Sandra, y ahora no podía renunciar a ella, no se que haría en ese caso. Mi<br />

viaje, si me fuera mañana, se convertiría en un vía crucis, seguro.<br />

La perspectiva <strong>de</strong> una nueva chica animó mucho a todos, se avecinaba pelea<br />

<strong>de</strong> gallos.<br />

Esa noche, pasadas un par <strong>de</strong> horas, apareció Sandra en mi habitación. Sólo<br />

puedo <strong>de</strong>cir que si el Paraíso existe, esta aquí.<br />

»<br />

Cuando me <strong>de</strong>sperté, Sandra ya no estaba a mi lado. Instintivamente la<br />

busqué con mi mano pero el sueño en el paraíso había acabado y recordé que<br />

hoy nos esperaba el palacio <strong>de</strong> Versalles.<br />

Escuché revuelo tras la puerta <strong>de</strong> mi habitación, voces y risas, así que me<br />

vestí rápido y salí a ver que pasaba.<br />

Estaban ya todos <strong>de</strong>spiertos y haciendo un corro alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> alguien. Me<br />

asomé y vi en el centro a Sandra al lado <strong>de</strong> una chica tan preciosa como ella,<br />

así que supuse que sería su prima.<br />

- Juanito, te presento a mi prima Segolene.<br />

La verdad es que el nombre era curioso, me temía que me pasaría el día<br />

confundiéndome, llamándola <strong>de</strong> mil maneras distintas.<br />

Mis amigos estaban con una sonrisa <strong>de</strong> oreja a oreja. La verdad es que <strong>de</strong><br />

momento, sin mucho esfuerzo por nuestra parte, nos pasábamos el día<br />

ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> chicas.<br />

De pronto José se acercó a Segolene y cogiéndola por el hombro le dijo:<br />

.- Pues nada, Sagonia, ya verás que día tan estupendo pasamos...<br />

La prima <strong>de</strong> Sandra se reía, sin enten<strong>de</strong>r nada. Mejor, pues todo apuntaba a<br />

que nadie iba atinar con su nombre.<br />

»<br />

A mí me tocó montarme en el coche <strong>de</strong> los padres <strong>de</strong> Sandra, junto a ella y<br />

Segolene. Los <strong>de</strong>más tras arrancar la furgoneta a empujones, nunca mejor<br />

dicho, nos seguían <strong>de</strong>trás.<br />

Sandra era tan alta como yo, <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> medir uno setenta y cinco y con el<br />

pequeño tacón que llevaba la ponía a mi altura o un poco más. Segolene era

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!