La Lectura. Rincón literario - Centro Concertado Juan XXIII Cartuja

Habla la Comunidad Educativa
N
“¡NOS VAMOS DE EXCURSIÓN!”
os encontramos en un fin de curso, inmerso
ya en el verano, estación del año que nos
invita a salir, estar con los amigos, establecer nuevas
amistades, etc.
Desde nuestro Centro Educativo, hemos
propuesto numerosas salidas extraescolares organizadas
por los diferentes departamentos, para que nuestros
alumnos se enriquezcan culturalmente, a la vez que
social y humanamente. Que adquieran destrezas de
socialización adecuadas a su desarrollo, y cómo no,
tengan oportunidad de establecer relaciones de amistad
con otros compañeros y profesores. Todo ello contribuye
a mantener una perspectiva más humana con tintes de
amistad y respeto, que en el contexto reglado y
estructurado que nos imponen las aulas y los horarios,
son difíciles de llevar a cabo.
Me encantaría, poder hacer un llamamiento tanto
a padres como a alumnos, para que estos participaran
activamente en estas “convivencias escolares“. No
tenemos que tener la menor duda de que proporcionan
un marco de aprendizaje social, rico, estructurado a la
vez que espontáneo, en el que nuestros alumnos e hijos
interiorizan normas de conducta adaptadas a situaciones
naturales, en las que el RESPETO por nuestros iguales
debe ser el primer “contenido” que enseñar y, por
supuesto “aprender”.
En cada una de nuestras conductas sociales,
deberíamos ser capaces de desarrollar y poner en
práctica la ASERTIVIDAD y la EMPATÍA. Creedme, se
mejorarían muchas de las malas relaciones entre
semejantes, dando lugar a interacciones más fluídas,
amistosas y respetuosas.
La ASERTIVIDAD, ¿qué es esto?, es la
habilidad que “deberíamos” tener las personas para
saber expresar de la manera adecuada aquello que
queremos transmitir en un momento determinado, de
tal forma que no hagamos daño a la persona o
personas a las que va dirigido, y en consecuencia, nos
sintamos satisfechos de nosotros mismos. Esto último,
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revierte de forma inmediata en la aceptación
de uno mismo y al aumento de nuestra propia
autoestima. Es una Habilidad social que, por
desgracia, en la mayoría de nosotros, debe ser aprendida;
algunos no tienen la suerte de haber nacido con ella. No
existe contexto más adecuado para su desarrollo, que la
exposición continua a relacionarnos y convivir con los
demás.
La EMPATÍA. Término que se refiere a otra de las
habilidades facilitadoras de bienestar personal y social.
Es la capacidad para ponernos en el lugar de los demás,
de esforzarnos en poder ver más allá de nuestro propio
ombligo, poder pensar y sentir “desde dentro del otro”.
Nos sería mucho más fácil comprender a los demás si
fuésemos capaces de ejercitar esta habilidad, o mejor
dicho, capacidad, englobada dentro de la tan nombrada
“Inteligencia Emocional”. Porque la inteligencia
también se entrena desde las relaciones humanas, sí, así
es, no sólo el último grito en “entrenamiento
intelectual”, llámense los “braintraining” tan
comercializados en las últimas Navidades, nos hace
mover las anquilosadas neuronas, no, también la
exposición continuada a experiencias sociales
novedosas, nos hace crecer en inteligencia, nos prepara
nuevos retos a los que enfrentarnos, y nos invita a
buscar soluciones coherentes con los “problemas”
planteados y desarrollar habilidades de expresión oral,
fluidez verbal, lenguaje no verbal, etc.
Por todo lo anteriormente expresado, considero
que es nuestro deber como profesores y educadores
animar a nuestros alumnos e hijos a participar en estas
actividades extraescolares. Nos puede gustar más o
menos el teatro, el arte prehistórico, la ciencia, el
relieve kárstico, etc…. Pero no podemos renegar de
nuestra condición de “ser social”, para el que siempre
es beneficioso y enriquecedor la relación e interacción
con nuestros iguales.
Mª Ángeles Martos Fuentes
Profesora de Apoyo a la Integración