La Lectura. Rincón literario - Centro Concertado Juan XXIII Cartuja

Hablamos con…
Don Rogelio Macías Molina
Fundador de los Centros “JUAN XXIII”
Don Rogelio Macías está siempre muy presente en el trabajo diario de los Centros Juan
XXIII. La siguiente entrevista, elaborada por un grupo de alumnos del colegio, tratará de
arrojar algunas luces sobre los orígenes de la Institución y la labor de este sacerdote cuyo
sueño en los años 60, fue proporcionar una educación digna en los barrios marginales de
Granada.
Don Rogelio, creemos que
esta entrevista puede resultar
muy enriquecedora para que los
jóvenes conozcan los orígenes de
esta Institución. ¿Qué fue lo que
le llevó a fundar los Centros Juan
XXIII?
Este Colegio fue el tercero de los
Centros Juan XXIII. El primero fue
el del Zaidín, en el año 1964, el
segundo el de La Chana, en 1967, y
el tercero fue éste, construido en
1970. Conocía muy bien esta zona
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porque trabajé aquí como vicario de
Economía de la Diócesis. La
población de Almanjáyar pertenecía
a una zona profundamente pobre.
Vine a estos barrios porque había
problemas gravísimos. Los niños
estaban en la calle, como
vulgarmente se dice apedreando
perros. A estos jóvenes había que
darles una educación adecuada. Si
eran analfabetos, ¿a qué iban a
aspirar?, ¿qué profesión iban a
tener? Así, en el año 1963, en el
Zaidín, se compró un terreno de mil
metros cuadrados con dinero
prestado. Ese mismo año
comenzaron las clases.
Inmediatamente los centros
se llenaron. Doy gracias a Dios
todos los días por llegar a donde
hemos llegado. La situación actual
es muy distinta a la de entonces, ya
que no hay problemas de
escolarización y todo el mundo
puede ocuparse mejor de sus hijos.
En cuanto a la
Institución…Tuve que pensar qué
entidad podía encargarse de los
centros. Había que formar una
institución y darle un nombre: el del
Papa Juan XXIII.
Me encontré con unos
amigos que podían constituir un
patronato. Al principio fueron diez
personas, gente no sólo con
solvencia económica, sino también
moral y ética, que podía avalar este
proyecto.
No se pidió ningún dinero a
nadie. ¿Con qué comenzamos? Con
“trampas”. Nadie ganó un céntimo
con esto, estas personas ponían sus
firmas y los bancos daban su dinero.
Hay que creer en la Providencia.
Entonces, encontró el
respaldo de gente que lo
apoyaba…
Encontré apoyo no sólo
económico, sino también desde el
punto de vista gubernativo. Fue muy
importante el que prestó el Director
General de Enseñanzas Medias. Sin
éste no habría sido posible ayudar a
estos sectores desfavorecidos de la