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núm 514 - Revista Acofar

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prescripción<br />

32<br />

revistaacofar. diciembre 2011. <strong>núm</strong>. <strong>514</strong><br />

En lo que se refiere a las faringitis crónicas,<br />

en la mayoría de los casos existe<br />

una debilidad constitucional de la mucosa<br />

faríngea que predispone a sufrir<br />

la enfermedad. Sobre esta base actúan<br />

una serie de factores externos lesivos:<br />

agentes químicos o físicos (polvo en<br />

suspensión, aire acondicionado seco,<br />

climatología con frío intenso y seco),<br />

enfermedades crónicas (sinusitis<br />

o bronquitis crónica), alteraciones endocrinas<br />

(climaterio, déficit de vitamina<br />

A, hipotiroidismo), alergias y uso incorrecto<br />

del aparato fonador (maestros,<br />

vendedores, cantantes, etc.). Estos<br />

factores actúan de forma recurrente en<br />

el tiempo dando lugar a cuadros repetitivos<br />

de faringitis.<br />

Síntomas<br />

Los síntomas difieren en función de la<br />

etiología. En las faringitis crónicas los<br />

síntomas que existen son variados,<br />

pero en general muy distintos a los de<br />

las faringo-amigdalitis infecciosas. La<br />

forma más común de faringitis crónica<br />

es la simple, cuya sintomatología típica<br />

consiste en una sensación de presencia<br />

de un cuerpo extraño, con carraspeo,<br />

tos irritativa, y sensación de sequedad<br />

o de secreciones adherentes<br />

en la faringe, así como molestias intermitentes<br />

en la deglución. En la forma<br />

hiperplásica o granulosa, se observa<br />

inflamación granulosa de la parte posterior<br />

de la faringe, con enrojecimiento,<br />

y secreción abundante, densa e incolora,<br />

apareciendo una gran sensibilidad<br />

con facilidad de inducción de náuseas<br />

y vómitos. También es común en adultos,<br />

y sobre todo en ancianos, un tipo<br />

de faringitis crónica denominada seca,<br />

debida a la atrofia de la mucosa faríngea<br />

asociada al envejecimiento. Este tipo<br />

de faringitis crónica suele empeorar<br />

en climas secos y cálidos y, por el contrario,<br />

evoluciona favorablemente en climas<br />

húmedos y templados.<br />

En el caso de las faringitis agudas, la<br />

diferencia entre las de origen vírico y las<br />

causadas por bacterias no siempre es<br />

fácil de apreciar (ver Tabla 1). Las faringitis<br />

víricas pueden aparecer en cualquier<br />

época del año y a cualquier edad,<br />

presentando un período de incubación<br />

variable, entre 2 a 7 días, y un inicio<br />

gradual de los síntomas. Éstos suelen<br />

ser moderados, afectando básicamente<br />

a la faringe, con dolor en la deglución,<br />

enrojecimiento e inflamación de<br />

las mucosas, tos o carraspeo, y afonía<br />

o disfonía. Junto con estos síntomas<br />

aparecen otros más generalizados, similares<br />

a los del resfriado común: febrícula<br />

o fiebre, sinusitis, conjuntivitis y, en<br />

algunos casos, diarrea. En lactantes,<br />

puede aparecer irritación, trastornos<br />

del sueño y de la alimentación. En los<br />

casos de infecciones por adenovirus o<br />

por Virus de Epstein-Barr puede aparecer<br />

amigdalitis aguda con exudado<br />

purulento, de forma muy similar al que<br />

se produce en la faringo-amigdalitis<br />

bacteriana.<br />

La faringitis estreptocócica es mucho<br />

más frecuente en el otoño e invierno<br />

y en niños entre 5 y 12 años; en este<br />

sentido es preciso indicar que entre un<br />

5-15% de niños en edad escolar pueden<br />

ser portadores asintomáticos del<br />

estreptococo. Tiene un inicio brusco,<br />

con fiebre alta, frecuentemente superior<br />

a 39° C, dolor de garganta intenso<br />

que dificulta la deglución y ganglios linfáticos<br />

agrandados y dolorosos. También<br />

se observan placas con exudado<br />

blanquecino o grisáceo en las amígdalas.<br />

En niños no es excepcional la presencia<br />

de dolor abdominal, y cuando<br />

hay incremento del tamaño de las vegetaciones,<br />

aparece también obstrucción<br />

nasal, respiración bucal y ronquido<br />

nocturno. Las faringitis estreptocócicas<br />

pueden dar lugar a complicaciones leves,<br />

como abscesos (flemón periamigdalino),<br />

otitis media o sinusitis, pero en<br />

algunos casos pueden aparecer complicaciones<br />

más graves como la fiebre<br />

reumática, con afectación de las válvulas<br />

cardíacas, glomerulonefritis y escarlatina<br />

en niños. En los últimos años<br />

se ha observado un aumento en la frecuencia<br />

de complicaciones, que se ha<br />

atribuido a un cambio en la agresividad<br />

del EBHGA o bien a la reducción del<br />

tratamiento antibiótico de las faringitis.<br />

Diagnóstico<br />

Como ya se ha comentado anteriormente,<br />

la diferenciación entre faringitis<br />

vírica y bacteriana es compleja. Lo<br />

ideal sería realizar un cultivo de frotis<br />

faríngeo, pero su resultado diferido le<br />

resta utilidad práctica. También existen<br />

tests de detección rápida de antígeno<br />

estreptocócico, cuyo resultado se obtiene<br />

en 10-30 minutos. Sin embargo,<br />

este tipo de test es poco utilizado, ya<br />

que aunque son muy específicos, su<br />

sensibilidad es inaceptablemente baja,<br />

lo que obliga igualmente a practicar<br />

cultivo en el caso de resultados negativos.<br />

Recientemente, una nueva técnica<br />

basada en inmunoensayo óptico<br />

ha mostrado sensibilidades suficientemente<br />

elevadas y una buena relación<br />

coste beneficio, aunque su uso no se<br />

ha generalizado. Así pues, de forma<br />

mayoritaria el diagnóstico sigue basándose<br />

exclusivamente en el juicio clíni-<br />

Faringitis vírica Faringitis bacteriana<br />

Inicio gradual Inicio brusco<br />

Normalmente no hay pus en la garganta<br />

Con frecuencia hay secreción de pus<br />

en la garganta<br />

Sin fiebre o fiebre leve Fiebre moderada o alta<br />

Ganglios linfáticos normales o ligeramente<br />

agrandados<br />

Pruebas de laboratorio:<br />

• Recuento de glóbulos blancos normal<br />

o ligeramente elevado<br />

•Frotis faríngeo negativo<br />

• Cultivo de laboratorio: negativo para<br />

bacterias<br />

Tabla 1: Diferencias entre la faringitis vírica y la bacteriana<br />

Ganglios linfáticos agrandados ligera o<br />

moderadamente<br />

Pruebas de laboratorio:<br />

• Recuento de glóbulos blancos ligera<br />

o moderadamente elevado<br />

• Frotis faríngeo positivo<br />

• Cultivo de laboratorio: positivo para<br />

bacterias

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