Junio de 2011 Liahona - The Church of Jesus Christ of Latter-day ...
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Humphrey<br />
no saben dón<strong>de</strong> encontrarlas. Las instituciones<br />
educativas han aceptado la<br />
falsa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que las normas morales<br />
las <strong>de</strong>fine cada persona y que, por lo<br />
tanto, varían.<br />
Sin embargo, al vivir las normas<br />
<strong>de</strong> tu fe, pue<strong>de</strong>s ayudar a las personas<br />
<strong>de</strong> tu edad a ser testigos <strong>de</strong> la<br />
estabilidad, la confianza, la paz y el<br />
gozo que provienen <strong>de</strong>l Evangelio.<br />
Tu ejemplo pue<strong>de</strong> ayudar a preparar<br />
a los <strong>de</strong>más para que sean receptivos<br />
a las enseñanzas <strong>de</strong>l Evangelio<br />
restaurado. Mi Deber a Dios, para los<br />
hombres jóvenes, y el Progreso Personal,<br />
para las mujeres jóvenes, pue<strong>de</strong>n<br />
ayudarte a acercarte más a Dios y a<br />
ganar la confianza <strong>de</strong> los adultos y <strong>de</strong><br />
las personas <strong>de</strong> tu edad.<br />
El ejemplo máximo<br />
Seas un hombre joven o una mujer<br />
joven, tú honras el sacerdocio al vivir<br />
<strong>de</strong> tal manera que comuniques a las<br />
personas <strong>de</strong> tu edad, y a los <strong>de</strong>más<br />
que te ro<strong>de</strong>an, que realmente sigues<br />
al Salvador. La vida <strong>de</strong>l Salvador<br />
cuando era joven es un maravilloso<br />
ejemplo para ti. Cuando tenía sólo<br />
doce años, fue cautivado por la obra<br />
<strong>de</strong> Su Padre Celestial, aun cuando<br />
honraba a Sus padres terrenales. En<br />
las Escrituras dice que Él enseñó a<br />
otras personas en el templo. Dejó<br />
asombradas a personas mayores y<br />
eruditas con Su comprensión <strong>de</strong> la<br />
50 <strong>Liahona</strong><br />
doctrina (véase Lucas 2:42–52). El Salvador<br />
<strong>de</strong>mostró que la edad <strong>de</strong> doce<br />
años no es <strong>de</strong>masiado pronto para<br />
comenzar a enten<strong>de</strong>r los asuntos pr<strong>of</strong>undos<br />
<strong>de</strong>l Evangelio si somos dignos<br />
<strong>de</strong> tener el Espíritu con nosotros.<br />
Las Escrituras <strong>of</strong>recen muchos<br />
ejemplos más <strong>de</strong> jóvenes que fueron<br />
valientes en la fe: José, el hijo <strong>de</strong><br />
Jacob; Daniel; Nefi y otros. A<strong>de</strong>más,<br />
po<strong>de</strong>mos acudir a los pr<strong>of</strong>etas y<br />
apóstoles mo<strong>de</strong>rnos para encontrar<br />
ejemplos <strong>de</strong> nuestra época.<br />
La restauración <strong>de</strong>l Sacerdocio<br />
Aarónico es una prueba <strong>de</strong> que el<br />
Padre Celestial confía en los hombres<br />
y en las mujeres jóvenes <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él espera que uste<strong>de</strong>s, los hombres<br />
jóvenes, utilicen el sacerdocio para<br />
ben<strong>de</strong>cir a los hijos <strong>de</strong> Él, tanto jóvenes<br />
como ancianos. Esto lo hacen al<br />
enseñar el Evangelio, al bautizar, administrar<br />
la Santa Cena, ayudar a los<br />
enfermos y afligidos, visitar hogares<br />
para fortalecer a las familias y prestar<br />
servicio <strong>de</strong> acuerdo con las asignaciones<br />
que les dé su obispo o presi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong> rama. Mediante el servicio<br />
que uste<strong>de</strong>s prestan en el Sacerdocio<br />
Aarónico, las personas llegan a sentir<br />
el amor que el Padre Celestial tiene<br />
por ellas. Del mismo modo, uste<strong>de</strong>s,<br />
las mujeres jóvenes, pue<strong>de</strong>n seguir el<br />
ejemplo <strong>de</strong>l Salvador al vivir dignas<br />
<strong>de</strong> ir al templo, servir a las personas<br />
que las ro<strong>de</strong>an, cuidar <strong>de</strong> los necesitados<br />
y <strong>de</strong>sarrollar sus virtu<strong>de</strong>s y<br />
talentos.<br />
En muchas unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia,<br />
he visto hombres jóvenes que realizan<br />
estos <strong>de</strong>beres <strong>de</strong>l sacerdocio<br />
con reverencia y dignidad. También<br />
he visto mujeres jóvenes que sirven<br />
con todo el corazón y con toda el<br />
alma. Ese servicio, y el modo en que<br />
se <strong>of</strong>rece, fortalece su fe en Dios el<br />
Padre y en Su Hijo, Jesucristo. También<br />
pue<strong>de</strong> edificar la fe <strong>de</strong> aquellos<br />
a quienes sirvan. ◼<br />
SE PUEDE<br />
CONFIAR EN JULIET<br />
Uste<strong>de</strong>s, las mujeres jóvenes, dan el<br />
ejemplo <strong>de</strong>l mismo modo que los<br />
hombres jóvenes: al vivir el Evangelio.<br />
Al trabajar en el Progreso Personal,<br />
apren<strong>de</strong>rán principios que las ayudarán<br />
a saber quiénes son como hijas <strong>de</strong> Dios<br />
y lo que el Padre Celestial espera <strong>de</strong><br />
uste<strong>de</strong>s.<br />
Juliet es un ejemplo <strong>de</strong> ello. Es<br />
miembro <strong>de</strong> la Rama Westlands y fue<br />
bautizada en la Iglesia al ser una niña<br />
inscrita en los registros. Pese a difíciles<br />
circunstancias, entre ellas el ser criada<br />
por una madre soltera que no contaba<br />
con un ingreso regular, Juliet tenía valores<br />
elevados, los cuales impresionaron <strong>de</strong><br />
tal modo a las autorida<strong>de</strong>s escolares que<br />
fue nombrada <strong>de</strong>legada <strong>de</strong> su escuela.<br />
Ella es, literalmente, la alumna en quien<br />
más confían en la escuela.<br />
Juliet ha aprendido que contribuye a<br />
honrar el sacerdocio al vivir las normas<br />
<strong>de</strong>l Evangelio. Su ejemplo <strong>de</strong>muestra que<br />
los hombres y las mujeres jóvenes que<br />
honran el sacerdocio pue<strong>de</strong>n ganar la<br />
aceptación <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la humanidad.