Conclusiones extraídas para su presentación a la gente de ... - IMO

Causas del suceso
Los buceadores descubrieron que la causa principal de la entrada de agua fue el fallo de un
manguito de empalme corto de cuproniquel 90/10 en la tubería de agua de mar que
alimentaba al enfriador auxiliar de los servicios de refrigeración y aire acondicionado. Se
localizó justo antes de una tubería de acero que se suponía que actuaba como un ánodo de
sacrificio para proteger el sistema de agua de refrigeración. Se supuso que la causa del fallo
fue una alteración de las propiedades del cuproniquel, originada en las bridas soldadas,
combinada con el prolongado periodo de servicio del buque en aguas cálidas y de elevada
salinidad. La dirección de la compañía había preparado un manual de emergencias general
con la idea de que el capitán de cada buque lo modificara para adecuarlo a cada buque en
particular. El manual incluía la asignación de responsabilidades específicas para cada tipo
de situación de emergencia. El manual también identificaba la necesidad de preparar una
lista anual de ejercicios a realizar mensualmente. El plan disponible a bordo del buque no
detallaba lo suficiente las medidas a tomar en caso de un episodio de inundación como el
que se produjo en este caso.
Otros factores que contribuyeron a la posterior pérdida del buque fueron:
el fallo en la detección de la subida de nivel de agua, hasta que llegó a estar
a una altura de 70 cm por encima de las planchas del plan;
la inaccesibilidad de la válvula de aspiración de sentinas de emergencia,
accionada manualmente y situada por debajo de las planchas del plan. Hay
que señalar que esto incumple las prescripciones del SOLAS para los
espacios de máquinas sin dotación permanente;
la inaccesibilidad de las válvulas de entrada de agua de mar accionadas
manualmente en el momento en que se descubrió la inundación; y
en el momento del incidente, el jefe de máquinas estaba en tierra por razones
médicas, así que no había suficiente personal de máquinas a bordo para
controlar y tomar las medidas de emergencia necesarias.
Conclusiones que pueden extraerse
Los sistemas de alarma de sentinas deben ponerse a prueba periódicamente.
Aunque los reconocimientos periódicos quinquenales deberían permitir
detectar el desgaste de los sistemas de tuberías, estos reconocimientos no
son infalibles y en determinados casos, aunque los componentes pasen una
prueba hidrostática, la corrosión posterior puede llegar a avanzar muy
rápidamente. Los operadores deben incluir en la planificación de sus rutinas
de mantenimiento las inspecciones oculares y los ensayos no destructivos
para los sistemas de tuberías instalados por debajo del nivel de las planchas
del plan, sobre todo cuando los buques trabajan en aguas muy agresivas con
los materiales.
Los operadores deben estar suficientemente familiarizados con la situación y
funcionamiento de las válvulas importantes, hasta el punto de que puedan
localizarlas y accionarlas en condiciones de emergencia.