estratos - Enresa

T EYENDO libros, ya lo
L saben ustedes, se pueden
aprender cosas. Inglés
«Basic», técnicas sexuales
acrobáticas, filosofía medieval
o historia de Inglaterra.
Quiero decir que, leyendo libros,
se aprende a vivir, a
defender aquello que uno
realmente es. Ya que esta
página se está convirtiendo
en una lenta «sección de libros»,
se me ocurre dedicarla
hoy al último que he leído
y gracias al cual he aprendido
por qué conviene ser un
poco libertario. Lo ha escrito
Antonio Escohotado, se
titula Majestades, crímenes
y víctimas y acaba de editar­
Ao «Anagrama».
Escohotado es profesor
de Filosofía, ha publicado
varios libros interesantes y
no es infrecuente ver artículos
suyos en la prensa. Pertenece,
como otros españoles
de estos tiempos, a una
línea ininteligente y divertida
de ensayistas que, sin hacer
del todo caso omiso a los
principios generales, tratan
de pensar acerca de las cosas
que nos pasan de verdad
ahora y aquí, en la mera calle.
Además, Escohotado escribe
con pulcritud, no es
pedante y parece saber muchas
cosas.
Lo que he aprendido esta
vez es muy útil. Cosas sobre
la libertad de conciencia, sobre
los peligros de la gloria,
sobre los productos farmacéuticos
y sus sucedáneos,
sobre Rockefeller y sobre
casi todo. También sobre la
energía nuclear y por eso se
me ocurre que tal vez no sobre
hacer aquí una referencia.
Uno de los ensayos se titula
«Una grieta en los cofres
de Pandora». Se publicó
en «El País» hace tiempo,
pero no creo que lo recuerde
mucha gente. Dice
Escohotado que, según Hesíodo,
«Zeus se encolerizó
con Prometeo porque había
De por qué conviene
ser un poco
libertario
«Aun
sea ara
sobrevivir
no está mal ser
___ ..::..: U :..::...c n oco
___ -=-::...c libertario».
LIBROS
dado a los hombres el fuego».
añade que para remediar
la cosa en parte, consiguió
que Afrodita y Hefesto
«produjesen» una chica,
Pandora, dueña de un baúl
repleto de tesoros. El hermano
de Prometeo se llamaba
Epimeteo y, por lo que se
sabe, era medio tonto, como
casi todos nosotros, y no
tardó en incurrir, como todos
nosotros, en una estupidez
muy repetida: quedarse
con Pandora y con el baúl.
Luego, abrió el baúl. Salió
el infierno y se extendió.
Creo que se sigue extendiendo.
Es muy posible que el argumento
siguiente de Escohotado
sea molesto, pero lo
peor de todo es que parece
cierto. Nosotros, las gentes
listas -como Epimeteodel
siglo XX, hemos abierto
el cofre de la energía nuclear.
Sólo un poquito en
general, lo justo para enchufar
la televisión, aunque a
veces un poco más para machacar
Hiroshima y Nagasaki
o tener a medio mundo en
un puño. Ha bastado esa
rendija para que nos levantemos
cada mañana pensando
que se va a armar la de
Dios es Cristo, para que tengamos
que reunir cantidades
impensables de dinero, para
que se enfaden continuamente
las personas que disfrutan
con los bosques, para
que unos u otros mientan,
calumnien, exageren o pongan
series interminables de
otros países a cualquiera de
sus afirmaciones.
Bueno, Escohotado dice
muchas más cosas. Pero esta
recensión es sólo un intento
de abrir a los lectores
el apetito. Si luego comen en
erio descubrirán que, aunque
sólo sea para sobrevivir,
no está mal ser un poco libertario.
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Felipe MELLIZO
ESTRATOS 47