Vidente Darly Chagas da Silva, 'Flor de Trigo' - Apariciones de ...

Mi Amor es el mismo para todos, pero los que prefieren la desobediencia, pisotean el Amor que
doy a ellos y estos merecen ser corregidos con un peso mayor.
Está bien claro, cada uno escoge como reconocerme.
Yo Soy Dios, Soy lo que Soy. Sólo entrará en la Tierra Prometida los que crean en Mí.
Mi Señor y mi Dios, Vos Sois Justo, si merecemos un peso mayor sé que lo tendremos, pero
aún así me atrevo a pediros. Señor, ten compasión de nosotros que somos los peores
pecadores, ayúdanos, Vos podéis transformar nuestros corazones y darnos, aunque sea en
nuestros últimos segundos de vida, una oportunidad de reparar por nuestros pecados y de
pediros perdón. Por favor, atrasad un poquito el tiempo, si no, no conseguiremos reflexionar en
nuestra vida, del principio al fin, para hallar todo lo que hemos hecho mal.
Así como Vos podéis apresurar el tiempo, podéis también atrasarlo, para que cada pecador
recupere el premio perdido. A todos fue dado el derecho de ir a morar al Paraíso Celestial, pero
muchos lo perderán en el último día, lo sabemos.
Hijita, muchos lo perdieron porque escogieron no creer en Mi Existencia, si creyesen
no perderían la Salvación, mas el tiempo que el mundo tiene ahora es corto, más corto
es para los que mueren cada día sin reconocer que recibieron de Mí una vida para ser bien
cuidada. Muchos de los que mueren cada día que pasa, no reconocieron que Yo Soy el
Dios Verdadero. Soy Justo, nadie cae en el infierno sin merecer ir allí. No cometo
error en lo que hago.
Mi Señor y mi Dios, hágase siempre Vuestra Voluntad, tanto aquí en la Tierra como también en
el Cielo. Divino Espíritu Santo, una vez más insisto, tal vez si Vos permitieseis que Nuestra
Madre María Santísima entrase en cada hogar y Apareciese a todos los pecadores, ellos todavía
podrían dejarse apasionar por la dulzura de Ella y volver sus corazones hacia Vos, conceded a
todos esta Gracia, nosotros confiamos en Vuestra Compasión. Ten piedad de todos nosotros.
Hijita, sé que confías en Mí y otros también han confiado antes de que pensaras así, sabes que
ya he dado todas las oportunidades a todos los pecadores. El resultado será el día del Juicio
Final.
Ahora quiero que tú profetices a Jerusalén, Mi Iglesia, Mi pueblo.
Mi Señor y mi Dios, Divino Espíritu Santo, Consolador de nuestras almas en peligro, aquí estoy
para serviros. Concededme el perdón si soy impertinente, mas estoy triste al pensar si alguien
puede todavía ir al Infierno.
Estoy lista para profetizar Vuestra Voluntad, agradecida, mi Señor, por tener paciencia con
nosotros.
Derramad sobre mí vuestro Espíritu para que yo comprenda la Profecía y para sembrarla por
toda la Tierra.
La Profecía:
“¡Jerusalén, Jerusalén! He aquí una Profecía más para ti, levántate y permanece de
pie para escucharla.
Yo Soy tu Dios, Soy tu Vida, Soy la Luz que te ilumina todos los días de tu existencia.
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