Vidente Darly Chagas da Silva, 'Flor de Trigo' - Apariciones de ...

Dios, Verdadero Hombre, el Camino del Cielo, Yo no soy el Camino, pero puedo llevaros en Mi
Manto para entregaros a Jesucristo, Yo soy Su Madre y hago lo que Él pide.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy acerca de la importancia de conocer
lo que Dios quiere de vosotros. Habla sobre el amor y el amor es lo que falta en los seres
humanos. El hombre aprende todo con facilidad, pero tiene grandes dificultades para aprender
a amar, sobre todo la dificultad de dar gracias a Dios por la vida que recibe de Él.
¿Sabéis por qué, Mis hijos? Os pregunto y os digo, tenéis mayores dificultades, ya que habéis
estado aprendiendo con los paganos, quienes dicen que ellos viven porque lo quieren, que no
pidieron vivir, por lo que no están obligados a amar a alguien.
Ved, Mis hijos, ellos cometen el pecado de ingratitud, arrogancia y vanidad, porque son
incapaces de someterse a la Voluntad de Dios.
El Plan de Dios es eterno, Él crea lo que Él quiere y lo que crea debe someterse a Su
Voluntad.
Un día vais a entender que vosotros sois un tesoro para Dios, Él nos creó para darnos
la felicidad, Él quería que viviésemos felices, unidos, que pusiésemos en práctica todo lo
bueno, toda la justicia, pero como el diablo quería vengar su derrota, entró en medio de la
humanidad sembrando odio, sembrando amargura, aún hoy en día, hace del hombre un
esclavo, quita de él lo bueno y lo alienta a las ofensas a Dios.
El hombre tiene dificultad para saber lo que es bueno y lo que es malo. El diablo le enseña al
hombre a ser inteligente con el fin de conseguir lo que quiere y el hombre cae en esta trampa,
él roba, mata, comete todo lo que es injusticia y barbarie.
Así, que Dios Me envió al mundo a caminar con vosotros, a enseñaros a orar más, a enseñaros
el valor de la oración y a enseñaros a cultivar todo lo bueno que Dios ha sembrado en vosotros.
En primer lugar, vosotros debéis cambiar esa tierra improductiva que está dentro de vuestros
corazones, tierra seca, que no es buena para que la semilla germine. Vamos a renovar esta
tierra buscando el agua bendita, el agua de la vida, renovando vuestro Bautismo, entonces con
la oración, pedidle al Espíritu Santo que inunde vuestros corazones con amor y os caliente cada
día más con Su Calor. Ahora la semilla crecerá, se convertirá en un árbol, y tendréis frutos para
que Jesucristo coseche y entregue a Dios Padre.
En todo, vosotros necesitáis de la Santísima Trinidad. El Padre os ha creado, el Espíritu Santo
os calienta, os enseña a valorar vuestra vida y Jesucristo llevará esta vida que ha llegado a ser
hermosa, que ha aprendido, que ha buscado la Luz de Dios, se ha convertido en una vida de
gran valor para ser llevada a la Padre, Él, Jesucristo murió en la Cruz y Resucitó al tercer día,
para salvaros.
Así que, hijos, aprended a amar, aprended a hacer justicia, decid ‘no’ al pecado y ‘Sí’ a Dios.
Dios os está preparando para entrar a la Eternidad. Así que el Cielo y la Tierra están
tan unidos en este tiempo, porque vosotros finalmente conoceréis la verdadera
Felicidad.
La felicidad en el mundo es temporal, no es eterna.
La felicidad del mundo está enredada en trampas peligrosas, es una ilusión; a la vez que la
persona es feliz, viene una tristeza, una enfermedad, una muerte en la familia, un accidente,
una decepción, la separación; los niños, en un reino dividido, en una hora están con los padres,
en otra hora están con las madres, algunos animan a los niños a rechazarse uno al otro y todo
es así. Pero la Felicidad eterna es diferente, es unión, es todo lo bueno, todo amor, todo salud,
todo felicidad.
33