Vidente Darly Chagas da Silva, 'Flor de Trigo' - Apariciones de ...

(1 Credo, 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, 1 Gloria)
Hija, agradezco tu oración. Tú creces cada día más en tu responsabilidad como un soldado que
lucha contra el mal que está proliferando día a día en la Tierra. Eres Mi ayuda y protección.
Sigue adelante.
Mi Señor y mi Dios, Os doy gracias por Vuestro amor por mí, por Vuestra protección, éste es el
consuelo que renueva mi vida.
Hija, te daré una visión ahora, escribe y transmite al mundo tal como es la visión.
¡Señor mío y Dios mío, estoy a Vuestro servicio! Dame la fuerza, la comprensión para no errar,
sabiduría y la humildad para ponerme junto a todos y con coraje para no caer en la
desesperación.
La Visión:
"Dios mío, veo el cielo oscurecerse, es de día, la noche no es así, estamos en la mitad
del día, algo extraño comienza a dar señales de que se acerca un momento difícil. La
gente ya está sintiendo algo diferente. Ya se están asustando, todo indica que va a caer una
tormenta terrible. El viento es muy fuerte. Ya comienzan a caer gotas fuertes.
Mi Dios, envía Ángeles del Cielo para ayudarnos.
Yo sé que los Ángeles del Cielo son muchos, envíalos, Señor, creo que no va a ser fácil para
nadie. ¡Ayúdanos, Señor, ten piedad de nosotros! Basta que tengamos la certeza de la
presencia de ellos para estar más tranquilos.
Ven, Señor, Tú eres el Refugio para nuestras vidas.
Ahora la visión se desvanece y yo estaba muy asustada."
Hijita, regresaste ahora de la visión, eres feliz ahora que has visto, todos necesitáis rezar
más antes de este día y ya está muy cerca, no olvidéis de rezar todos los días. Vosotros
necesitáis buscar más fuerza en Mí para permanecer preparados, vosotros venceréis.
Ahora profetiza a Jerusalén, Mi Iglesia, Mi pueblo.
Sí, mi Señor y mi Dios, soy toda Tuya, haré Vuestra Voluntad, yo profetizaré.
La Profecía:
«Jerusalén, escucha, he aquí otra profecía para ti, levántate y ponte de pie para
saber lo que debes hacer de aquí en adelante.
Ya viene llegando el tiempo de tu purificación.
Pon en práctica lo que has oído por tanto tiempo o serás derrotada por tu propia
culpa.
Mira, no te acuerdas de cuánto ilumino tu corazón, cuántos dones te di, esto es
prueba de Mi Amor por ti.
Tú, Jerusalén, cometiste ingratitudes, unas sobre otras, no eres capaz de humillarte y
pedirme perdón de tus pecados sin ser presionada por el sufrimiento.
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