ada 10 mm 4/4/08 15:33 Página 1 - Portal de Cultura de Defensa ...

LIBROS Y REVISTAS
Experiencia muy similar a la vivida por otros hijos de oficiales de la Armada
asesinados en 1936, en la que refleja con gran realismo y credibilidad las
estrecheces y penurias de la mayoría de las familias de la Armada, que paradójicamente
pertenecían al bando vencedor, y cómo vivieron la tragedia de la
pérdida del padre de familia o la de un familiar próximo. Al respecto, no hay
que olvidar que el 75 por 100 del escalafón de oficiales del Cuerpo General
fue cercenado en 1936.
La segunda parte trata de las vivencias de una dotación española en Estados
Unidos para la entrega de un buque de la Marina norteamericana a la
Armada, que en este caso se trata de un submarino. La mayoría de los oficiales
de Marina de la segunda mitad del siglo XX vivieron experiencias parecidas,
pues fueron muchas las unidades transferidas a lo largo de 40 años: desde
1954 en que se entregaron los dragaminas, a los que siguieron destructores,
buques anfibios, cazaminas, un portaaviones, etc., hasta finales de 1994 en
que lo hicieron los últimos, Pizarro y Hernán Cortés, que todavía continúan
en servicio.
Es en esta segunda parte se reencuentran el hijo de un oficial de Marina
asesinado en 1936 y el hijo de un miliciano republicano que murió defendiendo
Madrid. El encuentro es lejos de la patria, en el Estado norteamericano
de Connecticut, cada uno con sus ideas pero exentos de odio y rencor.
Aquí la obra se convierte en un canto a la reconciliación de las dos Españas.
En la tercera parte el autor nos hace vivir junto a él, en la Base de Submarinos
de Cartagena, las tensas horas del 23-F, tal como ocurrieron en la realidad,
que mezcla con la ficción con lo acaecido a dos submarinos (uno de
ellos, el S 36, que nunca ha existido) que se encuentran aquel día atracados en
Valencia y Málaga y cuyos comandantes vivirán aquella jornada de forma
bien distinta. Buena amanecida es una obra de fácil lectura, de las que enganchan
al lector en las primeras páginas y se leen de un tirón.
El que suscribe estas líneas fue testigo presencial de muchas de las escenas
que se narran en este libro, que he leído dos veces, y tengo que confesar
que disfruté más con la segunda lectura, más sosegada, en la que pude percatarme
que, exenta de hojarasca superflua, está muy elaborada, sin que ello se
n o t e .
Benito Chereguini es un gran narrador y compagina, con gran oficio, soltura
y ritmo la realidad con la ficción. Éste es el tercer libro que publica y le
auguramos el mismo éxito que tuvo el primero —por cierto, el único libro que
prologó en su vida don Juan de Borbón, conde de Barcelona— y del que en
fecha próxima la Editorial Noray publicará una nueva edición.
M. J. F.
554 [Abril