Negocios
Sólo el 9% de las empresas en Colombia son innovadoras, y de acuerdo al Índice Global de Innovación del INSEAD, Colombia ocupaba en el 2012 el puesto 65 entre 141 países de la muestra, y su porcentual aplicado a la Investigación y Desarrollo (I
Sólo el 9% de las empresas en Colombia son innovadoras, y de acuerdo al Índice Global de Innovación
del INSEAD, Colombia ocupaba en el 2012 el puesto 65 entre 141 países de la muestra, y su porcentual
aplicado a la Investigación y Desarrollo (I
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La Cometa<br />
Finalmente, el índice de pagos<br />
de regalías (Tabla 3) que corresponde<br />
al reconocimiento económico de las<br />
ideas, muestra la cultura hacia el pago<br />
de regalías que ubica a Irlanda en el<br />
primer lugar, así como también de lo<br />
consecuentes que son las economías<br />
de Estados Unidos, Japón, Reino Unido<br />
y Alemania en esta materia. Cuando en<br />
el año 2010 en Estados Unidos el mercado<br />
de licenciamiento de propiedad<br />
intelectual fue de 33 billones de dólares,<br />
en Colombia fue apenas del 1% de<br />
esa cifra, ubicándolo en el puesto 41 y,<br />
sin embargo, dichos pagos son en gran<br />
proporción para patentes extranjeras.<br />
La realidad<br />
colombiana<br />
Los bajos índices de aplicaciones<br />
de patentes realizadas por colombianos<br />
no se deben entonces a una falta<br />
de innovación, por el contrario tendemos<br />
a ser reconocidos internacionalmente<br />
por la recursividad a la que nos<br />
llevan las circunstancias de nuestra<br />
historia. Más bien se deben a la falta de<br />
políticas ágiles, incentivos, educación<br />
en propiedad intelectual y a la falta de<br />
confianza.<br />
En el mundo, la dinámica de<br />
innovación es impulsada tanto por<br />
la industria (unidades de I+D de las<br />
empresas) como por el sector científico<br />
(universidades y centros de investigación).<br />
Existe también una dinámica<br />
de trabajo conjunto impulsada por la<br />
relación Universidad-Empresa-Estado<br />
que, en países en vía de desarrollo, ya<br />
es armoniosa. En muchos casos las<br />
inversiones conjuntas y los desarrollos<br />
compartidos permiten apalancar<br />
proyectos de alto potencial con<br />
beneficios mutuos tanto en la fase de<br />
investigación (a riesgo compartido y<br />
apalancado con dineros destinados<br />
al apoyo de I+D) como en la explotación<br />
comercial (donde se espera una<br />
retribución económica en el mercado,<br />
consecuencia de la innovación obteni-<br />
da). La diferencia con nuestro entorno<br />
comercial es que en los países desarrollados<br />
las empresas son conscientes<br />
de los términos legales que implica un<br />
proceso de protección de la propiedad<br />
intelectual y su respectiva explotación<br />
comercial.<br />
Para cambiar la historia, es el Estado<br />
colombiano el invitado a agilizar<br />
las políticas en torno a la propiedad<br />
intelectual. Entidades como la Superintendencia<br />
de Industria y Comercio<br />
(SIC), a pesar de sus evidentes recientes<br />
mejoras tales como la certificación<br />
integral de calidad, aún requieren ser<br />
más visibles y socializar cada vez más<br />
las regulaciones de propiedad intelectual.<br />
Y para que este esfuerzo tenga<br />
sentido, debe hacerse por igual tanto a<br />
la propiedad industrial como a los derechos<br />
de autor, los cuales permanentemente<br />
se violan en centros comerciales,<br />
esquinas y semáforos.<br />
Así mismo las empresas colombianas<br />
son las invitadas a apoyar y a<br />
crear incentivos para los inventores,<br />
pues tienen el papel de reconocer<br />
bajo la figura de regalías, pagos únicos,<br />
entre otros, el valor de las ideas. No<br />
obstante mecanismos como regalías<br />
aún no son bienvenidos, quizás por<br />
tendencias regionales a cuestionar lo<br />
que gana el prójimo más allá del propio<br />
beneficio o que aún se percibe más<br />
confianza por ideas extranjeras que por<br />
ideas autóctonas. Un cambio positivo<br />
en la figuración de nuestro país en<br />
los índices de innovación comenzará<br />
cuando la industria esté preparada<br />
jurídicamente para agilizar contratos y<br />
convenios en donde la propiedad intelectual<br />
no sea una piedra en el zapato,<br />
sino la cereza del pastel.<br />
En cuanto a la educación en<br />
propiedad intelectual, es la Universidad<br />
quien debe promover la cultura<br />
de usar herramientas tan básicas como<br />
un Acuerdo de Confidencialidad,<br />
realizar vigilancias tecnológicas, talleres<br />
de redacción de patentes y finalmen-<br />
te, fomentar la viabilidad del<br />
licenciamiento de las ideas. Así<br />
mismo las entidades gubernamentales<br />
que trabajan de<br />
la mano del sector productivo<br />
tales como Cámaras de Comercio<br />
y la ANDI deben incrementar<br />
la educación continua y<br />
capacitación de empresarios<br />
alrededor de este tema.<br />
Por último, la falta de<br />
confianza por el potencial de<br />
nuestras ideas es responsabilidad<br />
de todos, pues lamentablemente<br />
en repetidas ocasiones<br />
seguimos cargando con<br />
el adjetivo de la patria boba.<br />
Prueba de ello es que las aplicaciones<br />
a patentes realizadas<br />
por residentes en Colombia<br />
son aproximadamente 130 al<br />
año, mientras que las realizadas<br />
por no-residentes en Colombia<br />
son aproximadamente 1700 al<br />
año. En resumen, por cada colombiano<br />
que confía en patentar<br />
su idea en Colombia, hay<br />
13 extranjeros que igualmente<br />
A falta de<br />
confianza por<br />
el potencial de<br />
nuestras ideas es<br />
responsabilidad<br />
de todos, pues<br />
lamentablemente<br />
en repetidas<br />
ocasiones<br />
seguimos<br />
cargando con el<br />
adjetivo de la<br />
patria boba.<br />
46 <strong>Negocios</strong> - La Revista www.mdc.org.co