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nuciosa descripción que no permiten los estrechos lím. de un
art. de Diccionario ; asi pues nos concretaremos á presentar
los puntos mas cardinales y que con tanta exactitud describió
D. Ángel del Arenal, en el suplemento de Miñano, si bien
rectificaremos las variaciones á que el tiempo transcurrido
ha dado lugar, y cuyos datos hemos merecido á nuestro amigo
é ilustrado colaborador D. José Maria Montero y Arostegui.
El Sr. Arenal después de describir la ria del Ferrol, nos
presenta la historia de los arsenales que tuvieron origen después
de la derrota ocasionada, mas por los temporales que por
las fuerzas enemigas , á la grande armada que D. Felipe II
destinó á invadir las costas de Inglaterra; el Gobierno español
habia reconcentrado los restos de las escuadras en la bahia de
Cádiz, y se preparaba de nuevo para atacar á la Inglaterra y
fomentar la insurrección de Irlanda , pero los ingleses con el
fin de impedirlo, dirigieron sobre Cádiz en 1596 las fuerzas navales
que comandaban el conde de Eses y el almirante Howard,
que apoderándose de la hahia y plaza, causó á nuestros
buques una pérdida que , sin contar otros gravísimos daños,
se reguló en 20 millones de ducados. Lisboa fué el punto donde
se reunieron las naves españolas que se salvaron de aquella
sorpresa y desde allí se trasladaron al Ferrol por la seguridad
y abrigo que su puerto ofrecía: desde aquí salió otra nueva
espedicion para las costas británicas, pero una violenta
tempestad dispersó los buques, sin que este nuevo acontecimiento
hiciese desistir á D. Felipe II de su proyecto. Reunidas
se hallaban en la ria del Ferrol las reliquias de aquella espedicion
y otras nuevas fuerzas que se preparaban para el
desembarco de las costas enemigas, cuando la reina Isabel animada
por la ventaja que obtuvo en las aguas de Cádiz y creyendo
conseguir igual triunfo en las del Ferrol, envió á esta
ria 40 buques de guerra y 70 de trasporte con tropas para el
desembarco, pero el conde de Eses no se determinó á internarse,
no obslante que entonces solo defendían la entrada su
áspera y escarpada costa y dos malo3 castillejos, pues tanto
el conde como el citado almirante, conocieron la grande diferencia
que mediaba entre la defensa que tan ventajosamente
proporciona la situación del Ferrol, y este suceso vino á patentizar
el partido que podia sacarse de la ria como punto de
reunión para nuestras escuadras; pero la rápida decadencia
de la monarquía española en los 3 últimos reinados de la dinastía
austríaca , dice el Sr. Arenal, no permitió que se atendiese
á la conservación y aumento de la marina cuyo ramo
tan abandonado como los demás, encontró á su avenimiento
al trono el Sr. D. Felipe V: las guerras de sucesión y las de
Italia, impidió á este monarca dar impulso á la marina ; sin
embargo, en 1726 se principió de su orden un arsenal en la
v. de la Grana , procediéndose con tal actividad en la construcción
de edificios y gradas, que en los años de 1730 á 1735
se construyeron alli los navios el Galicia y el León, de 70 cañones
, la fragata Ermiona de 36 , un buque para arbolar y
otro para tumbar á la quilla ; mas construidos estos buques,
se observó que en la ribera oriental del sitio llamado Esteiro,
habia un paraje mas oportuno y hondable en donde podia darse
á la construcción cuanta ostensión se quisiese, se determinó
hacer alli algunas gradas, y en ellas se principió la construcción
por los navios Asia , San Fernando y Castilla, la
fragata Galga y el paquebote San Miguel.
Estos ensayos manifestaron la acertada elección del nuevo
astillero, y el Sr. D. Fernando VI dispuso se procediese en el
Ferrol á un establecimiento naval de primer orden, cuyas
obras hidráulicas continuó D. Carlos III, siendo esta una de
las empresas que con tanto empeño fomentó aquel monarca.
La estension, magnificencia y solidez de estas obras y la rapidez
con que fueron ejecutadas la mayor parte de ellas , dicen
el empeño que formaron aquellos reyes en crear una poderosa
marina, y manifiestan que no desconocían que una nación
peninsular, que por sí misma habia sido mirada siempre
como de las grandes potencias de Europa , y que poseia
ademas colonias inmensas, separadas de la metrópoli por toda
la estension del Océano, debia sostener grandes fuerzas navales.
Ojala , dice también el Sr. Arenal, que la fatal alianza
con Francia no nos hubiera privado de las escuadras que ellos
hicieron construir, y ojalá que las vicisitudes y las calamidades
posteriores no hubiescí impedido reparar con actividad las
pasadas pérdidas.
Concluidas en 1751 las 12 gradas de construcción que hoy
existen, y encargado de las obras del arsenal desde el año
anterior el gefe de escuadra D. Cosme Alvarez, se hicieron
desde 1752 hasta 1770 la dársena para resguardo y seguridad
de los buques, los diques para carenar en seco toda
clase de navios , las obras del interior del arsenal y las que
en el pueblo y fuera de él pertenecen á la marina que se empezaron
comprando los terrenos que sé juzgaron convenientes.
Una buena parte del espacio que ocupaban los establecimientos
de la Grana, se ganó sobre el mismo mar , y aunque
las principales obras del Ferrol también están sobre agua,
sin embargo, como se dio una gran estension á estos establecimientos
, solo dentro del actual recinto del pueblo se
compraron 214,326 varas solares de los edificios pertenecientes
á la marina, iglesia, alameda, cuadro de Esteiro,
Campo de batallones, etc. : otras 164,754 varas de
terreno, se compraron en la ribera de Caranza y en los sitios
llamados Redonda , Palma , Preguntoiro y Montón , á
uno y otro lado de la ria, para diques de madera, para
almacén de pólvora, para pruebas de cañones y para las canteras
de donde se sacaron los materiales. Es de advertir que
ademas de estas 379,080 varas que se compraron, hubo otras
muchas cedidas gratuitamente, como lo fué el terreno que
ocupa el astillero. Estas vastas adquisiciones de terrenos, los
unos para las obras principales, y los nnts para las accesorias,
dan desde luego idea de la magnitud délos establecimientos
que se proyectaron y llevaron á cabo.
Al E. del Ferrol, á unas 300 varas de su recinto, se halla
un campo espacioso, bañado la major parte por la ria y
cercado por el lado de tierra con una muralla fuerte y alta,
que tiene de largo 685 varas próximamente. Este campo se
llama el arsenal de Caranza, y ocupa un espacio de unas
147,900 varas de superficie. Tiene una sola pue-ta y habia
en él cuerpos de guardia para tropa y para rondiues, y una
copiosa fuente. En este arsenal se fabricaba antes la arbola
dura de los buques, los ¡anchones, lanchas y todas las embarcaciones
menores: en el dia se ejecutan estas obras en
el arsenal del Ferro!. Al oriente de este campo se encuentra
un gran playazo, en donde hubo 7 diques hechos con fuer
tes estacadas, para conservar flotantes las maderas en tiempo
de las grandes construcciones. Al poniente del arsenal de Caranza,
entre este y el astillero, forma la ria una ensenada que se
ha eerrado con una estacada de altos y fuertes troncos por la
parte del Ferrol y de Caranza, y con otra doble por la de Lana.
En este dique que tiene mucha capacidad, se conservaban y
pueden conservar las maderas de conslruccion bañadas por la
marea; lo cual ya se sabe que contribuye del modo mas eficaz á
que se mantengan en el mejor estado. El astillero se halia dentro
del recinto del Ferrol, en la parte oriental de la pobl..- las
obras que le componen se fueron ejecutando sucesivamente.
Desde el año 1740 se mandaron construir en Esteiro varias gradas
y algunos buques, y en 1749 se contrataron las restantes:
ya en 1752 se construía en las 12 que hoy existen. Se entra
en el astillero por una puerta que está en el centro de la plaza
llamada Cuadro de Esteiro, y se encuentra á la izq. el cuerpo
de guardia de la tropa y de los rondines, desde donde se desemboca
en un gran corralón formado por el mismo recinto de
la plaza, por la muralla que separa el astillero de la pobl.
y por otro que forma á la der. según se entra, otro corra
Ion cerrado. Ambos sirven para depósito de maderas. En el
primer corralón hay varios tinglados para guardar, libres de
las intemperies, algunas clases de maderas y también hay
casetas para obradores. Desde este corralón se sale por 2 puertas
á la parte del astillero, contigua al .nar , y se encuentra
desde luego la sala de gálibos, que es un edificio de 2 cuerpos
, aislado por todas parles y bien construido. El primer
cuerpo es de sillería, y le forman enteramente arcos que por
el S. están cerrados con enrejados de madera y por el N.
con manipostería. El segundo cuerpo que es de ladrillo, sirve
para trazar las plantillas de los buques que se construyen y
le ocupa todo una sala que tiene de largo en la dirección E. O.,
432 pies huecos y de ancho 50 con dos puertas y 55 ventanas.
Esta gran pieza reúne cuantas ventajas se pueden desear
para el objeto á que está destinada. En el primer cuerpo hay
una oficina para la cuenta y razón, una pieza que sirve de
almacén y otras para guardar herramientas, para obrador
de utensilios de carpintería de blanco y para marineria. Cerca
de la sala de gálibos hay 3 grandes tinglados para maderas y
para trabajar la maestranza en tiempo lluvioso. Las gradas de