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adyacente á la c. Onoba (Huelva): repitieron alli los sacrificios,<br />
creyendo podia ser este el térra, de su viaje; mas por<br />
el examen de las victimas, hubieron de retirarse igualmente.<br />
Verificada la tercera espedicion, asentaron en Cádiz , edificando<br />
la c. y el templo , dedicado al Hércules Ibero , en el<br />
oriente de la isla. Este fue su primer establecimiento en la<br />
Tartessis , desde donde estendieron luego numerosos y ricos<br />
puntos de comercio á lo largo de la costa. Muy verosímil es<br />
que la Tartessis venga ya conocida bajo el nombre de aquella<br />
región abundantísima en oro y otros efectos de comercio,<br />
llamada Tharsis, en las sagradas letras. En el lib. 3 de los<br />
Reyes, cap. 10 , v. 21, se espresa, llegaban de ella cada tres<br />
años las naves de Salomón, rey de los israelitas, y del fenicio<br />
Hirara, cargadas de oro, plata, monos y pavos, de modo<br />
que este oro habia hecho decaer la estimación déla plata en la<br />
corte del primero, en cuya casa, asi como en la que tenia en el<br />
bosque del Líbano, no se usaban otros vasos para beber, que de<br />
oro puro importado de Tharsis. Este concepto se repite en el<br />
lib. 2 de los Chronicos ó Paralipomenos (cap. 9, v. 21), y en<br />
el cap. 20, v. 30 del mismo hb. se espresa , que los reyes<br />
Josaphat y Oczias enviaron igualmente á esta región sus<br />
naves construidas en el puerto de Asiongaber. Las naves fabricadas<br />
con deslino á tan largos viajes, eran tan fuertes, que<br />
el profeta David para dar una idea del poder divino , dijo,<br />
que las 'estrellaría con solo un soplo. Se las llamaba de Tharssis,<br />
por el viaje á que estaban destinadas. Negándose el profeta<br />
Jonás á cumplir con el precepto divino , que le encargaba<br />
la predicación de la penitencia á los ninivitas, se embarcó en<br />
una nave que en el puerto de Jope botaba á Tharssis. El profeta<br />
David predijo que los reyes de Tharssis doblarían su rodilla<br />
y ofrecerían dones al Mesias. Eran muy célebres los ne<br />
gociantes de esta región, como resulta del profeta Ezequiel<br />
(cap. 38, v. 13.). La doctrina geográfica emanada de estos<br />
antecedentes, que indica una región riquísima, distante del<br />
puerto de Asiongaber, de modo que costaba tres años su viaje<br />
entre ida y vuelta , comerciándosc con ella también por mar<br />
desde Jope y la costa de Siria, á ninguna región es tan conveniente<br />
como á la Tartessis. Este nombre da el de Tharsis,<br />
aspirada la a y perdida la silaba te por síncopa; prescindiendo<br />
deque este pais hubiese podido tomar el nombre Tharsis del<br />
patriarcado este mismo nombre, como quieren muchos; era<br />
Tartessis la región mas abundante en oro que conocieron los<br />
antiguos; criánse aun hoy muchos monos en el monte Calpe;<br />
y podían cargarse dientes de elefantes y pavos en la costa del<br />
Océano, dando desde Asiongaber la vuelta á toda el África,<br />
cuya vuelta,"por el Cabo de Buena Esperanza, cuando la dieron<br />
las naves de Necao, rey de Egipto, viniendo desde el mar<br />
Rojo á las columnas de Hércules, no seria tan desconocida<br />
como lo era la navegación del mar de la India, al verificar<br />
Nearco su espedicion desde el Indo al golfo Pérsico. Los viajes<br />
desde Asiongaber, Jope y la costa de Siria, eran mas naturales<br />
á esta región que á la India oriental, contra lo que han querido<br />
algunos; pues ademas de que no habían sido aun frecuentados<br />
sus mares por los traficantes de Pericia cuando la espedicion<br />
de Nearco ; por lo que hace al puerto de Asiongaber, desde él<br />
no hubieran costado tanto , como se ha dicho , los viajes al<br />
mar de la India. Quien examine los peligros y lo largo y costoso<br />
del viaje desde Assiongaberá tarso, en Cilicia, pudiendo<br />
haber verificado aquellos reyes su comercio con tanta mas<br />
comodidad desde los puertos del Mediterráneo, hallará menos<br />
probable aun la reducción del nombre geográfico Tharsis<br />
á estac. , que han pensado otros ; y lo mas infundado es la<br />
conjetura de los que han interpretado el nombre Tharsis por<br />
el mar mismo. Algunos eruditos escritores han sostenido la<br />
identidad de Tharsis con Tartessis ó Tarlesso, y al menos no<br />
es de negar la verosimilitud. Como los Fenicios, sus discípulos<br />
los griegos también acudieron k esplotar la riqueza de<br />
Tartessis: ocuparon, dice Herodoto, el Adriático, el Thyr-<br />
reno, la Iberia y la Tarteside. Por estas mismas palabras se<br />
infiere que su llegada á Tartessis fue en la 2. a<br />
espedicion que<br />
verificaron á nuestras costas. Esta fue la que veriíicóColco ó<br />
Coleho, Samio , quien dirigiéndose á Egipto fué arrojado por<br />
un viento subsolano desde Therea á las columnas de Hércules<br />
V desembarcó en Tartcsso. Los fenicios parece no frecuentaban<br />
ya tanto estas costas, según el testimonio de Herodoto<br />
, que dice, acudían á Cádiz tan pocos comerciantes , qué<br />
este mercado ó emporio estaba casi en su total integridad.<br />
Algunos suponen que Sostrato, hijo de Laomedonte, natural<br />
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de Egineta, habia hecho otra espedicion á Tartcsso antes<br />
que Coleo (V. CÁDIZ). Posterior á la espedicion de Coleo<br />
se presenta la de los phocenses á la misma Tarlesso , cuyo<br />
rey, llamado Argantonio, de quien la historia tanto encarece<br />
la cultura , llevó la hospitalidad y la política hasta brindarles<br />
con el terreno que quisiesen escoger en la Tartessis,<br />
si querían establecerse en ella; pero sitiada su patria por<br />
Harpago , general de Cyro , hubieron de acudir á su socorro<br />
renunciando á estas generosas proposiciones. Los ricos presentes<br />
que les habia hecho el Tartesiano, fueron invertidos<br />
por estos cn el socorro de su patria, como dice Herodoto<br />
(lib. 1). Según Apiano aun quedaron algunos en la Tarteside<br />
(V. TAUTESSOS). Estos griegos adulteraron probablemente<br />
el nombre antiguo de la región, acomodándole á la índole<br />
de su idioma en la forma que se ha conservado y como lo<br />
adoptaron para espresar generalmente lo occidental; para los<br />
poetas valia tanto como el lugar de tinieblas, según se ha<br />
manifestado. Los mismos hubieron de dar el nombre Bcctis<br />
al r. Tartesso, que mas tardo ha distinguido toda la región.<br />
También los famosos ligares de la antigüedad, á quienes<br />
tuvieron algunos por los primeros pobladores de Italia , se<br />
establecieron en este pais, según resulta de Apollodoro , Tzetzes,<br />
intérprete de Licopbron , citado por Isaac Vosio in Melam<br />
(lib. 2 cap. 5.) y el geógrafo Scilax, y también se presentan<br />
en él, establecimientos de los celtas que se descolgaron<br />
de las sombrías regiones del setcntrion, contra la<br />
florida imaginación del abate Masdeu, que concibió la singular<br />
idea de establecer el origen de estos bárbaros en la<br />
Bética , estendiéndolos desde ella hacia el principio de donde<br />
les vieron derramarse Estrabon, Livio, y Plutarco. Cartago<br />
, que desde luego de establecida, desarrolló un carácter<br />
distinto del de todas las demás colonias fenicias, no<br />
tardó en dirigir sus ambiciosas miradas sobre la rica<br />
Rética, introduciendo en ella su dominio. Asi en el tratado<br />
que celebró con los romanos en el año 351 antes de J. C, logró<br />
escluirlos de todo el terr. comprendido desde el promontorio<br />
Charidemo ('cabo de Gata), Maslia (Raza) y las fuentes del<br />
Tarlesso, basta Cádiz. Los gaditanos acosados por los tarlesios<br />
y por Theron, régulo de la citerior, que les atacó con<br />
una armada y acaso se apoderó de Cádiz; pidiendo auxilio á<br />
los cartagineses, presentaron ocasión á esla república, según<br />
se lee en Polybio, para enviar sus tropas por primera vez á la<br />
Bética, las cuales vinieron al mando de llimilcon, y ocuparon<br />
una parte de este terr. llimilcon, ó Amilcar el mayor,<br />
murió junto á las columnas, según Silio itálico (lib. 1, v. 142j.<br />
Habia perdido ó descuidado Cartago lo que poseía en la Bética<br />
, con motivo de la primer guerra púnica; pero al punto<br />
que Amilcar Barca vio á su república algo convalecida y asegurada<br />
de las disensiones civiles, con el mismo ejército de<br />
que se sirvió para estinguirías, autorizado por su partido<br />
pasó á la Bcetica (año 238 antes de J. C), domó á los tartesios,<br />
y restableció en ella los antiguos intereses de Cartago.<br />
No tardó Boma en acudir á disputar á la república africana<br />
esta posesión tan codiciada, y 35 años después, Magon se<br />
embarcó en Cádiz, con los últimos restos de su ejército,<br />
abandonándola enteramente á los romanos. Formalizada por<br />
estos la división de España en dos provincias pretorias, con<br />
las denominaciones de citerior y idterior, la Bélica quedó<br />
en la última. También en la Bética tomaron los naturales las<br />
armas por su libertad contra Roma , y el pretor Nerón hacia<br />
la guerra contra ellos con poco éxito, cüf.ndó Marco Pocio<br />
Catón tuvo que pasar en su auxilio; siendo luego llamado por<br />
nuevas sublevaciones á la Celtiberia en el año 195 antes de<br />
Jesucristo. Al año siguiente la invadieron los lusitanos para<br />
maquear álos aliados de Roma, y Publió Cornelio Escipion<br />
Nasica los derrotó en ella. No fué esta la única vez que hubo<br />
de sufrir la Bética de Roma y de los enemigos de los romanos,<br />
aun después de echados los cartagineses de la Iberia. Los<br />
pompeyanos que ensayaron la división de España en 3 prov.<br />
formaron una de la Bética, separándola de la Lusitauia,<br />
y se encargó de su mando Pefreyo , según refiere César (in<br />
comment.belü civil, pág. 309j. En esta prov. vinieron á estrellarse<br />
los dos grandes partidos de César y los Pompeyos.<br />
(X. MCXDA). Vencidos estos , hizo aquel suyas las ciudades<br />
Bélicas que se le habían separado, y convocó los pueblos á<br />
una junta general, que se tuvo en Sevilla , donde les dirigió la<br />
arenga, cuyo fragmentóse conserva al fin del lib. de'Bello<br />
hispániemi (V¡ SEVILXA)* Había sido Julio Cesar cuesto 1