AMI AMI - Funcas

AND AND 289
de cada parr. entre los de mayor probidad é inteligencia, naturales
del valle, y que residan en él. Los bailes conocen y
sentencian en las causas civiles en primera instancia, consultando
en algunos casos con los ancianos, ó con el asesor que el
gobierno andorrano nombra y paga en la c. de Urgel. Las
partes litigantes pueden acudir á aquel de estos funcionarios
que mejor les parezca, y ellos tienen su corte ó curia en cualquier
punto del valle, si bien generalmente se constituyen
en tribunal en el pueblo ó parr. á que pertenecen los pleiteantes.
Cuando el valor déla cosa litigada no escede de 10 libras
catalanas, los procesos son verbales , y se consignan las sentencias
en un registro que el escribano lleva ad hoc: la sentencia
causa ejecutoria, si no se apela de ella dentro del término
de 13 dias. Los bailes, cuyo empleo dura tres años, son
subalternos de los vegueres para celar sobre el orden y sosiego
del pais , son superiores de los capitanes, denarios y denias
oficiales de justicia. Para los casos de apelación hay un juez
con cargo perpetuo, á no intervenir inhabilitación fisica ó moral
: es nombrado alternativamente por cada uno de los conseñores;
el que existe en la actualidad es francés. La imparcia
lidad y pureza conque los bailes proceden en la adm. de justicia,
es causa de que sean muy raras las apelaciones, y también
las ha hecho mas difíciles y repugnantes la legislación del
pais con los grandes gastos que ocasionan; pues sin contar con
otras pequeneces, el juez de apelaciones tiene señalado como
emolumento el 15 p.g del valor del objeto que se litiga, con
preferencia al que gana el pleito , y con antelación á la toma
de posesión de la cosa que se le adjudica en virtud de la sentencia
pronunciada; ademas el juez no tiene obligación de
trasladarse á Andorra, y por consiguiente las partes se ven
en la precisión de acudir á su domicilio, y este es otro motivo
para abstenerse de apelar. En última instancia se puede recurrir
al conseñor que nombró el juez de apelaciones, quien
prevenido, señala un tribunal ó nombra un magistrado, para
que en su nombre conozca y sentencie: por lo regular el rey
de Francia comete estos negocios á la Court-Royal de Tolosa,
y el ob. de Urgel á un consejo ecl., ó bien á su veguer, que
antiguamente lo era el ale. m. de la c. de Urgel.
Cada parr. ó común tiene un capitán nombrado por el consejo
general, á propuesta de los respectivos Consejos parr.;
aunque funcionarios de los comprincipes, bajo la inspección
de los vegueres y bailes, mandan la compañia de su común.
Los pueblecitos y ald. de que la parr. se compone son ad
ministrados por denarios ó decuriones, cuyo nombramiento
hacen los consejos párr. Tanto el cargo de estos funcionarios
, como el de los capitanes, es anual, pero pueden
ser reelegidos. El veguer aprueba el nombramiento; y en
nombre de este y de los bailes cuidan del orden público en
sus respectivas demarcaciones. Los denarios son los oficiales
subalternos de las compañías, y se da crédito á su simple pa
labra ante los tribunales. Antiguamente habia un solo notario
ó escribano en todo el valle, elegido alternativamente por el
rey de Francia y el ob., á propuesta del consejo general, que
al efecto presentaba dos personas de la mayor probidad é inteligencia.
Los candidatos eran examinados en la c. de Urgel,
por delegados del ob.: posteriormente se crearon dos notarios
mas, pero el decano suele ser el secretario del concejo, y archivero.
El último fnncionario en la adm. de justicia es el
nuncio ó portero nombrado por el veguer, á quien también se
da crédito por su simple palabra ó relato. Todos los precitados
funcionarios de los compríncipes al tomar posesión de sus
respectivos cargos, prestan juramentos de fidelidad; los ca
pitanes y denarios, notarios y nuncio, ante el veguir, y este,
el juez de apelaciones y bailes, ante el consejo general, después
de haberle presentado sus respectivos titulos, lo que se
verifica con la mayor ceremonia. Dada una- sucinta razón de
los diferentes agentes de los comprincipes y de los tribunales,
que en nombre de aquellos administran justicia, vamos ahora
á enterar á nuestros lectores de las varias corporaciones populares
que en el valle existen; de los funcionarios que las componen
, y de las atribuciones que ejercen. La primera, y mas
preeminente, es el consejo general de los veinte y cuatro; el
cual se compone de doce cónsules y doce consejeros que hay
entre las seis parr.; estos eligen el presidente, quien toma el
nombre de sindico-procurador-general, el vice-presidente ó
sub-sindico, y su secretario y archivero, que, como se dijo,
lo es comunmente el notario decano. Los tres destinos son vitalicios,
pero los nombrados pueden renunciarlos, y elcon-
TOMO II.
sejo exonerarles si lo tiene á bien: del nombramiento de sindico
general hay que dar cuenta al intendente de Barcelona y
obtener su aprobación, porque sin este requisito no serian
admitidos los certificados en la aduana de Urgel, para la espedicion
de guias de los prod. andorranos ; y ademas el nombrado
debe prestar juramento ante aquel funcionario, de conducirse
bien y legalmente en el despacho de certificados. El
consejo se reúne en la capital (Andorra la Vieja) en una gran
casa llamada Casa del Valle, en la que hay dos espaciosos salones
, y una capilla, dedicada á San Hermengol, ob. que fue
de Urgel, y principe de Andorra. Celebra cinco sesiones al
año, pero suele reunirse estraordinariamente, cuando asuntos
imprevistos lo requieren. También se celebra á las veces junta
general, á la que asisten un cónsul, ó un cónsul y un consejero
por cada parr.: en las juntas se tratan cosas «de menor
interés, y los cónsules y consejeros que á ellas asisten, traen
poder de sus demás colegas. Pertenece al consejo general todo
lo relativo á policia, economía, y lo contencioso en materias
comunales. Hace ordenaciones y leyes con la aprobación y
sanción de los conseñores, mira por el bien del pais, cela por
la observancia de sus usos, leyes y privilegios, y determina
sobre los negocios esteriores que se ofrezcan con España y
Francia, con otras muchas facultades y prerogativas. Cuando
el consejo general no se halla reunido, el sindico general, ó
bien el sub-sindico en su ausencia, ó los dos juntos, le representan
y obran en su nombre ; pero en cosas de importancia
lo convocan. El sindico procurador general es el ejecutor
de los acuerdos del consejo, á quien da cuenta del resultado,
asi como de lo que ha hecho ó ha providenciado, en
uso de sus atribuciones. Siguen á la anterior corporación los
consejos parr., equivalentes á nuestros ayunt.: se componen
de dos cónsules, mayor y menor, y de dos consejeros
: sus atribuciones consisten en administrar los bienes de
sus respectivos comunes, resolver en las cosas de los mismos
en lo económico y administrativo, y elegir sus empleados y
dependientes. Para ciertos asuntos asisten también á estos
consejos los pro-hombres, y hasta los cabezas de familia que
sean elegibles para los cargos de república. Los consejos
parr. se renuevan todos los años : los cónsules y consejeros
salientes eligen á los entrantes, cuya elección aprueba ó
reprueba el consejo general en la sesión que celebra el dia de
Sto. Tomas Apóstol; y los elegidos toman posesión el dia de
los Inocentes. Los cónsules cesantes quedan de consejeros-natos
durante otro año; pero no comienzan á funcionar hasta la
Pascua de Pentecostés, que es cuando cesan los consejeros
salientes. Ademas del consejo comunal hay en cada parr. un
mustafá, un veedor y un manador; el mustafá cela sobre la
legalidad de los pesos, medidas , precio y calidad de los comestibles
: este encargo se confiere al prohombre que en los
dos anteriores años ha sido cónsul mayor y consejero: el
veedor decide sobre las contiendas que se suscitan en la parr.
respectiva sobre lindes, paredes, pertenencia de terreno, etc.;
si con su decisión no se conforman los interesados, recurren
al consejo comunal, y cuando tampoco la decisión de este, es
bastante á cortar la contienda, se constituyen en tribunal los
seis veedores, practican los oportunos reconocimientos, y
sentencian sin ulterior recurso: el cargo de veedor corresponde
al prohombre, que en los dos años anteriores fue cónsul
menor y consejero. El manador es el encargado de comunicar
y hacer que se ejecuten las órdenes, que emanan del consejo
parr.; es elegido entre los ciudadanos hábiles para los cargos
municipales, y sirve de escala para ascender al consulado.
También los cuarts en que una parr. se halla dividida, tienen
su consejo compuesto de los individuos arraigados en el respectivo
cuarto, bajo la presidencia del cónsul de la parr.: sus
atribuciones se limitan á las cosas concernientes al mismo
cuarts., como en pastos, bosques, caminos, fuentes, acequias,
puentes, etc.; castigan á los inobedientes á sus determinaciones
, pero de las multas y penas impuestas puede apelarse
al consejo parr., en segunda instancia al general, y en tercera
á los mismos compríncipes.
En la casa del Valle se halla el archivo del Gobierno, guardado
bajo seis llaves que tienen en su poder otros tantos cónsules
, uno por cada parr., y que no se abre sin la asistencia de
estos seis magistrados: se le mira como cosa sagrada, sin permitir
á ningún estrangero ver los papeles que contiene; consiste
en un armario, fijo en la pared de uno de los salones,
donde permanece intaeto y respetado desde la espulsion délos
19