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y pretor en la Bética , mirando á esta provincia como su
ya, con especial inclinación , según resulta del citado fragmento,
y con esto encareció los cargos que en su oración hizo
á la provincia en general y en particular á algunas ciudades,
acusándolas de haber correspondido con ingratitudes á
sus beneficios. Después, según Dion Casio, fue cargando mas
tributos, y quitando campos á los rebeldes; al paso que premiaba
á los que le habian servido , á unos con el derecho de
ciudadanos romanos ó de municipio; á otros con el de inmunidad
; ó concediéndoles campos; aunque también recibió algún
interés por tales gracias. Con Julio Cesar, se halló en
la Bética su sobrino Octavio, llamado después Augusto, y
puesta en manos de este la España, concluida la guerra Cantábrica,
sancionó la división en "3 prov., en su sétimo consulado
, 27 años antes de J. C. Quedó entonces esta gobernación
consolidada , y fijos los lím. de la Bética cuya prov.
dejó Augusto al gobierno del Senado. Por el Occidente tocaba
con ¡a boca del Ana (Guadiana); el lado setentrional se estendia
por toda la orilla izq. de este r. hasta encontrar
la Tarraconense en la Oretañía , que alcanzaba hasta la Puebla
de Alcocer; el oriental se limitaba por una línea tirada
desde este pueblo, por el E. de Mengivar á Cazlona, y por el
O. de Baza y Guadix, á Barea ó Vera, colocada por Ptolomeo
cerca de los 12° delong.; y el lado meridional daba con el Océano,
el estrecho Hercúleo, y el mar interno, como espresa el mismo
Ptolomeo. Distintas naciones poblaban este terr. Los geógrafos
del imperio presentan á los Túrdulos mediterráneos,
estendidos en la parte oriental hasta Ecija ; su cap. era Córdoba
por el N., y Ecija desde Jaén hasta las Alpujarras (V).
Los Turdetanos propiamente dichos, pues bajo su nombre,
según Estrabon, muchos comprendían también á los Túrdulos
, como Til. Livio, que no hizo diferencia entre unos y
otros, pudiendo comprenderse igualmente todos los hab. de
la Bética, conforme al testimonio del mismo Estrabon
(V. TURDETANIA), ocupaban lo interior hasta cerca de
la costa atlántica; su cap. era Hispalis. La costa dicha
estaba dividida entre Vástidos ó Vastitanos desde el Guadia
na al Guadalquivir; y Túrdulos marítimos deste este r. hasta
Calpe. Ocupaban la costa del mar Ibérico los bástulos-poenos.
Sobre los bastitanos de la costa atlántica se estendia una
región que tomaba inmediatamente su nombre del Bétis: la
parte oriental de esta region'perleneciaálos Túrdulos; la occidental
estaba habitada por los célticos, trasladados de la Lusitania(V.
B.ETURIA). En tiempo de Plinio (imperiode Vespasiana),
las ciudades ó cabezas de repúblicas que habia en la Bética,
eran 175; y cada una tenia en su distr. ó jurisd. varios opidos,
cast., montanos, vicos, y pagos, que formaban parte de
la c. De estas c. 9 eran colonias, 8 municipios, 29 con fuero
de Lacio antiguo, 6 libres ó inmunes de tributos legales, contribuyendo
con donativos, 3 federadas y 120 estipendiarías.
Para ventilar sus pleitos estaban distribuidas en 4 conventos
jurídicos: el Cordubcnse(de Córdoba;,el Astigitano (deErija/,
el Hispalense (de Sevilla), y el Gaditano (de Cádiz/, de los
cuales los 3 primeros fueron establecidos por Augusto; Suetonio
(in Guisare) menciona el de Cádiz, visitado por Julio Cesar.
En el reinado de Othon, se unieron en lo civil á la provincia
Bética las costas mediterráneas de África : «provincia;
Bostica} Maurorum civitates, dono dedit.* (Tácito, lib. I.).
Esto fue bajo el concepto de colonias, tomando cl nombre de
España Tingitana , y quedando bajo la jurisd. de la isla de
Cádiz. Las costas de esta parte de África estaban entonces
muy pobladas y florecientes, y las dos Mauritanias eran dos
provincias pingües y de suma consideración. Sobre los
años 171, un ejército venido de las costas y del interior del
África, donde se han levantado el reino de Fez y el imperio
de Marruecos, pasó el Estrecho, para talar las prov. meridionales
de la Península ; pero el gobernador romano M. Galo ó
Valió, y Severo, cuestor á la sazón de la Bética, marcharon
al encuentro de los agresores, y aquel no solamente les arrojó
de esta prov., sino que los persiguió hasta el África, en las
costas de Tánjer. Las mayores turbaciones de la Bética, ocur
rieron en el siglo V con la entrada de los vándalos, godos y
suevos. Compadeciéndose los mismos bárbaros de los estragos
que sus mutuas hostilidades causaban en las prov., resolvieron
sortearlas, y tocó la Bcetica á los vándalos, apellidados
Silingos, según refiere Idacio en suChronicon, sobre el
año 411. Poco duró la residencia de los Silingos en ella; porque
vinienlo los godos mandados por el rey Walia, les acabó
-en el año 419. Los vándalos de Galicia, dejando á los suevos
con quienes estaban en guerra, pasaron á la Bcetica el año 420.
Quiso echarles de ella el maestre de la milicia romana, llamado
Castino; les sitió de modo que llegaron ya á pensar en la rendición;
pero comprometiéndose inconsideradamente aquel en batalla,
hubo de retirarse á Tarragona por la infidelidad de las
tropas auxiliares. Los vándalos, resueltos á invadir el África,
robaron cuanto podían bajo las órdenes de su rey Gunderico.
Murió este rey, y le sucedió su hermano, quien se pasó á Mauritania
con toda su gente por mayo del año 429. De los vándalos
dedujeron muchos autores el origen déla voz Andalucía, que
últimamente se ha dado al terr. de la Bcetica. El arz. Don
Bodrigo , en la historia de los Ostrogodos ('cap. II)¡dice, que
por los Vándalos Silingos se llamó Vandalia y por el vulgo
Andalucía; pero es improbable que estos bárbaros, habiendo
reinado tan poco tiempo en la Bética, que en 8 años se acabaran
, la diesen nombre, y asimismo los otros Vándalos que
salieron de Galicia, sin permanecer en este pais mas que desde
el 420 al 425, pasándose al África en los cuatro años siguientes.
Sobre ser tan corto el tiempo de su permanencia en la Bética,
este fue de continuas guerras, desde que los godos empezaron á
inquietarles en el año 416. Prevalecieron en esta prov. los godos;
y si de los vándalos la hubiese; quedado el nombre vandalia
ó A ndalucia, no hubiera de aparecer mejor este nombre en
otro tiempo que en los inmediatos á su invasión, esto es, por
los siglos V, VI y VII; y hasta mas de 300 años después de los
vándalos no fue esta voz conocida, lo que no deja valor alguno
á la conjetura que únicamente ha podido fundarse sobre
la semejanza de los nombres Vándalos y Andulucia , en los
siglos de la oscuridad, como dice el P. Florez. QuiereBivar,
concluyendo las adicioues de San Braulio, que el nombre
Andalucía provenga del nombre Ampelusia del promontorio
de África, y no es esto mas probable quo lo de los vándalos,
sin otra autoridad igualmente que la alusión de las voces;
pues como habian pasado mas de 300 años desde que existieron
los vándalos en Andalucía, cuando empezó á conocerse
este nombre geográfico , también hacía muchos que se habia*
anticuado y aun desconocido el de Ampelusia, faltando ademas
toda razón para que un promontorio de África trajese,
en ningún tiempo su nombre á España , habiendo en la mis
ma costa á que se quiere aplicar otros promontorios mas
considerables. Su origen es sin duda de la época de los
árabes en España, algún tiempo después de su invasión,
porque, ni el Pacense, que escribió en el siglo VIH, ni
otro autor español anterior á D. Bodrigo, usan del
nombre Andalucía. Antes le adoptaron los árabes, como
aparece en la geografía del Nubiense, escritor del siglo XII;
pero fue aplicándolo á toda España; por lo que se dijo á Toledo
centro de la Andalucía, y su parte boreal á la Galicia.
En la misma geografía (Clima 4.") se espresa que la tierra de
Andalucía es la misma que se llama España. La voz arábiga
Ándalos, según D. Miguel Cassiri, espresa cosa del occidente
ó del fin de la luz, y es el sinónimo de Hesperia; aplicado
á España, y de Tarteside, si se atribuye á la ant. Bética.
El haber quedado en esta región, habiéndose estendido antes
á toda España, puede provenir de la mayor duración que
tuvo en ella el dominio de los árabes. De aqui resulta quiza
que el nombre Andalucía no se aplica precisamente á lo que
se decia antes Bcetica, estendiéndose mas por el E. en las
prov. de Jaén y de Granada, y menos por el setentrion,
dejando al nombre Estremadura la parte d"fe la prov. de Badajoz,
meridional del Guadiana, que era de aquella ant.
prov. Los suevos, ausentados los vándalos de la Bética,
continuaron las guerras en ella. Andevoto fué vencido por
Rechila, junto al r. Singilis (Genil), el año 438. A los tres
años siguientes se apoderó el mismo rey de toda la Bética.
Vito, general de los romanos, hizo, según Idacio, mucho daño
en esta región, auxiliado de los godos. Los suevos, después de
haber vencido á este ejército, tampoco fueron mas humanos. En
el año 458 llegó á esta prov. el ejército que envió el rey godo
Teodorico á España, capitaneado por Cirila. Este caudillo
regresó á las Galias al año siguiente, habiendo llegado á la
Bética el capitán godo Sunierico on mas tropas. Los godos
pasaron el estrecho, aunque no les salió bien la espedicion,
como refiere San Isidoro, hablando del rey Theudis. El sucesor
de este rey, Theodiselo, residió en la Bética y fue
muerto en Sevilla por la continencia con que miraba alas mujeres
de los mas poderosos caballeros, Agua, que reinó después