PRESENCIA Y FUNCIÓN DEL MITO EN LE ROMÃN ... - InterClassica
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<strong>PRES<strong>EN</strong>CIA</strong> Y FUNCIóN <strong>DEL</strong> <strong>MITO</strong> <strong>EN</strong> <strong>LE</strong> ROMáN DE LA ROSE 1049<br />
2.- En los versos 10797-10.800, vuelve a aparecer a propósito de un<br />
juramento de Cupido, que recuerda su extraordinario nacimiento: 'Mes par sainte<br />
Venus, ma mere,/ et par Saturne, son viell pere,/ qui ja l'angendra jenne touse,/<br />
mes non pas de sa fame espouse/'.<br />
3.- La historia propiamente dicha comienza en 13.810 y en boca de<br />
Vieja, que recomienda que la mujer actúe de manera que su amante crea que lo<br />
ama locamente y que ella es más celosa que lo fue Vulcano. Este dios, ejemplo<br />
del celoso, da pie a la narración de la historia: sorprendió a Venus con Marte en<br />
plena falta; con una red que había forjado los apresó unidos pues los había<br />
espiado; luego -el necio- convocó a la risa a los dioses, que enmudecieron al ver<br />
la belleza de Venus, que se lamentaba avergonzada en la red.<br />
Como es natural, se justifica que Venus se uniese a Marte, el que no<br />
amase a su marido, pues las mujeres nacieron libres; la Naturaleza las hizo<br />
libres 24 , "a todas para todos y a todos para todas, cada una igual a cada uno y<br />
cada uno igual a cada una" (vv. 13855-13858); por eso intentan recuperar su<br />
libertad si son desposadas. Volverá a insistir en la libertad que enseña Naturaleza<br />
(vv. 13987-14008) y en que por ello hay que excusar a Venus, que sólo<br />
pretendía usar su libertad, como todas las damas que se entregan a los juegos de<br />
amor, aunque estén comprometidas por el matrimonio: Es Naturaleza quien las<br />
empuja a recobrar la libertad. Naturaleza es una gran fuerza, pues vence incluso<br />
a la educación; de nuevo en 14128-30 se afirma: 'Así nos gobierna Naturaleza,<br />
atizando nuestros corazones hacia el placer, y por eso Venus no merece<br />
desprecio por haber amado a Marte". Y continúa Vieja diciendo que muchos<br />
dioses se hubiesen cambiado por Marte, y que el propio Vulcano debió disimular<br />
para seguir gozando del amor de Venus (14131-14156). Esa es la enseñanza del<br />
mito, la libertad de las mujeres, lo peligro de los celos y el beneficio de fingirlos<br />
(así comenzaba el pasaje que encuadra la leyenda).<br />
La última pincelada sobre el tema ocurre en los versos 18031-18099 a<br />
propósito de la utilidad de los espejos. Si Venus y Marte los hubiesen puesto<br />
debajo del lecho no habrían sido atrapados en la red; Vulcano no hubiese<br />
probado el adulterio y ellos habrían ido a yacer en otro paraje en el que pudiesen<br />
ocultar mejor su secreto. O de otro modo, podría Marte haber roto la red con su<br />
espada y acostarse con Venus en el mismo lecho; ella, incluso, podría haber<br />
inventado mil mentiras para justificar la presencia de Marte al ver llegar a<br />
Vulcano.<br />
3.3. Los imperativos de Natura.<br />
3.3.1. Los condenados del infierno. Del mito se sirve también el poeta<br />
para apoyar los dictados de Naturaleza; ella gobierna los corazones y manda<br />
24 vv. 13.845-13.848: 'D'autre part el sunt franches nees; loi les a condicionees, que les<br />
oste de leur franchises ou Nature les avoit mises'.