Yo oro por ti, - WMU

Familias en
Misiones
Families on
Mission
Ayuda mediante el Fondo
del Hambre Mundial
Helping Through the World Hunger Fund
Ministerio al niño con limitaciones
y sus padres
Ministering to a Challenged Child and His Parents
Ayuda para
los padres
Help for
Parents
Cuando ELEVamos la oración que Jesús enseñó a
sus discípulos (Lucas 11:2–4), oramos para que Dios nos
dé el pan de cada día. Al considerar el hambre extensa
y la pobreza por todo el mundo, nos acordamos de esta
oración y de la necesidad que todos tenemos del alimento:
“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Eso
quiere decir a todos nosotros.
Las necesidades de los que sufren hambre son enormes.
Los desastres naturales han asolado el paisaje y, más
importante, a la gente del mundo.
En los Estados Unidos, con un aumento en la tasa
de desempleo y la subida de los precios de comida y de
gasolina, los ministerios domésticos relacionados con el
hambre, los cuales reciben apoyo del Fondo del Hambre
Mundial de los Bautistas del Sur, están más ocupados que
nunca. Las necesidades son abrumadoras.
Siguen algunas sugerencias sobre cómo usted y su
familia pueden ayudar:
1. Obtenga una alcancía “Bread Bank”* y póngalo en
la mesa donde comen. Anime a cada miembro de la
familia a contribuir una moneda o más antes de cada
comida. Pida que cada persona ore en voz alta por los
que sufren hambre.
2. Como familia, decidan
algunas cosas que pueden
dejar, para poder ofrendar
más al Fondo del Hambre
Mundial. Ejemplos: refrescos,
postre o el alquiler de
una película.
3. Escriban a los oficiales
elegidos, federales y estatales,
para pedirles que
apoyen leyes que ayuden a
los que sufren hambre. Se
encuentran los nombres
y las direcciones de ellos
al poner su zip code en el
lugar indicado en www
.congress.org.
*Para pedir las
alcancías reutilizables
World Hunger
Fund Bread Banks,
vaya a www.wmu
store.com o llame al
1-800-968-7301.
r
*For reusable World
Hunger Fund Bread
Banks, visit www
.wmstore.com or call
1-800-968-7301.
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe”
(Gálatas 6:10).
Un informe de la oficina del censo de los Estados
Unidos (2005) indica que el 19 por ciento de los estadounidenses
pueden clasificarse como personas con alguna
limitación. 1 ¿Cómo se refleja este porcentaje en el ministerio
infantil de su iglesia? Muchas iglesias no tienen
un programa existente para ministrar eficazmente a los
niños con necesidades especiales y sus familias.
Siguen algunas maneras en que su iglesia puede ser
más eficaz y más segura al ministrar a estas personas.
1. Prepárese. Desarrolle un plan y un programa. Las
opciones incluyen un sistema de “amigos” en el cual se
empareja un niño con un voluntario adulto. Pueden estar
en la clase apropiada para su edad o en una clase diseñada
según las necesidades de los niños con limitaciones.
2. Tenga un formulario de información para identificar
las necesidades especiales del niño y las mejores
maneras específicas en que el “amigo” puede suplir esas
necesidades.
3. Sea realista. Al principio, tal vez necesita limitar las
horas en que este ministerio puede ofrecer la ayuda de
voluntarios. Por ejemplo, nuestra iglesia primero ofreció
a amigos voluntarios solamente
durante las actividades de
domingo por la mañana, pero
ahora podemos incluir las actividades
de miércoles por la noche y
algunos eventos especiales.
4. Enseñe. Los miembros de
su iglesia necesitan estar conscientes
de la necesidad de tener
este ministerio y de las maneras
específicas en que pueden servir.
De ser posible, pida la ayuda de
alguien que en su trabajo se relaciona
con personas con necesidades especiales, como
terapeutas, maestros de niños con limitaciones, etc., para
asesorar al coordinador y los voluntarios.
Foto: Thinkstock/Goodshoot
Mientras los miembros de nuestra iglesia muestran
el amor de Cristo en acción, ¡Dios multiplica las
bendiciones!
1
http://www.census.gov/newsroom/releases/archives/income_wealth/
cb08-185.htm. Disponible en mayo 2011.
When we pray the prayer that Jesus taught His disciples
(Luke 11:2–4), we pray that we will be given our daily
bread. As we consider the vast hunger and poverty in the
world, we are reminded of Jesus’ prayer and the need for
food that we all have: “Give us each day our daily bread.”
That means all of us.
Hunger needs continue to be tremendous. Natural disasters
have devastated the landscape and, more importantly,
the people of the world.
In the United States, with an increase in unemployment,
rising food prices, and gasoline costs at record levels, the
domestic hunger ministries that receive support from the
Southern Baptist World Hunger Fund are busier than ever.
The needs are overwhelming.
Here are some things you and your family can do to
help:
44 septiembre–octubre–noviembre 2011
1. Place the World Hunger Fund Bread Bank* on your dining
table and encourage each member of your family to
place one or more coins in it at each meal. Ask each family
member to voice a prayer for those who are hungry.
2. Decide, as a family, some things you can do without in
order to give more to the Southern Baptist World Hunger
Fund. For example: soft drinks, dessert, or a movie rental.
3. Write a letter to your federal and state elected officials,
asking them to support laws that help hungry people. You
can find their names by entering your zip code at www
.congress.org.
“Therefore, as we have opportunity, let us do good to all
people, especially to those who belong to the family of
believers” (Galatians 6:10).
—Kristy Carr, ministry consultant, national WMU ®
A report from the U.S. Census Bureau (2005) indicates
that 19 percent of Americans were classified as a person
with a disability. 1 How is this percentage reflected in your
church’s children’s ministry? Many churches do not have a
program in place to effectively minister to children with special
needs and their family members.
Here are some ways that your church can become more
effective and confident in ministering to them:
1. Be ready. Develop a plan and program. Options include
an inclusion buddy system that pairs a special needs child
with a volunteer adult buddy in that child’s age-appropriate
classroom, and/or a class designed with the needs of children
with disabilities in mind.
2. Have an information form to identify the special needs
of challenged children and the specific ways the buddy can
best meet those needs.
3. Be realistic. To start, you may need to limit the times the
special needs ministry can provide volunteer services. For
example, our church first offered volunteer buddies during
Sunday morning activities only, but we have now expanded
to include Wednesday night activities and special events.
4. Educate. Your church body needs to become aware of
the need for special needs ministry and the specific ways
they can serve. If possible, recruit the help of someone in a
field related to special needs services—therapists, special
needs educators, etc.—to advise your coordinator and
volunteers.
As our church members show Christ’s love in action, God
multiplies the blessings!
1
www.census.gov/newsroom/releases/archives/income_wealth/
cb08-185.htm. Available May 2011.
An excellent site for more information on this topic is http://
theinclusivechurch.wordpress.com/.
—Laura N. DiFatta, Birmingham, Alabama
Nuestra Tarea 45