Lo verdadero y lo falso - Juventud Rebelde
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En Cuba no hay serpientes venenosas<br />
El joven Seriocha Amaro Valdés, bió<strong>lo</strong>go del Centro Nacional de Biodiversidad (CeNBio) del<br />
Instituto de Eco<strong>lo</strong>gía y Sistemática del CITMA, ha estudiado el tema de las serpientes y nos<br />
ofrece interesantes apreciaciones<br />
Seriocha Amaro Valdés. Foto: Roberto Morejón<br />
por LUIS HERNÁNDEZ SERRANO<br />
COMO el periódico ha publicado algunos criterios<br />
acerca del majá de Santa María y este animal<br />
se ha convertido en noticia hasta en periódicos<br />
de otros países, decidimos entrevistar<br />
a un joven bió<strong>lo</strong>go del Centro Nacional de<br />
Biodiversidad (CeNBio) del Instituto de Eco<strong>lo</strong>gía<br />
y Sistemática del CITMA, quien explica detalles<br />
de mucho interés sobre este animal y<br />
en general acerca de las serpientes cubanas.<br />
—¿Cuántas especies de serpientes hay<br />
en Cuba?<br />
—Se han registrado hasta el momento 38<br />
especies. «El Centro a que pertenezco, le tributa<br />
anualmente a la Oficina Nacional de Estadística<br />
(ONE), en colaboración con especialistas<br />
de diferentes instituciones científicas,<br />
las cifras de la diversidad biológica cubana. Por<br />
supuesto, damos la información de las especies<br />
que han sido registradas, o sea, las conocidas<br />
por la ciencia.<br />
—¿A qué familias pertenecen?<br />
—A cuatro: Typh<strong>lo</strong>pidae (con nueve especies);<br />
Colubridae (con 12); Tropidophiidae (con 16);<br />
y Boidae (con una), esta última justamente el<br />
majá de Santa María.<br />
—¿Qué importancia tienen las serpientes<br />
de nuestro archipiélago?<br />
—La importancia del grupo es, reitero, que<br />
desempeñan un papel relevante como controladores<br />
biológicos en <strong>lo</strong>s ecosistemas, en<br />
particular de las especies que fueron introducidas<br />
en nuestro país, perjudiciales al hombre,<br />
como las ratas y <strong>lo</strong>s ratones. Por cierto,<br />
estos son depredados eficazmente por el majá<br />
de Santa María y por el jubo cubano, las dos<br />
especies que con mayor probabilidad pueden<br />
morder de las 38.<br />
«Además, debemos resaltar el alto endemismo<br />
o exclusividad de nuestras serpientes,<br />
pues de las familias que poseemos, 34 son<br />
exclusivas de nuestro territorio. Aclaramos, de<br />
paso, que estas cuatro familias mencionadas<br />
pertenecen al suborden de las serpientes u<br />
ofidios.<br />
—¿Cuáles son las cuatro especies nuestras<br />
que viven también en otros países?<br />
—El jubo cubano y el catibo de río, que se<br />
encuentran en Islas Caimán, y en el caso del<br />
jubo, también en la Isla Swan. Además, el catibo<br />
de estero, habita en la F<strong>lo</strong>rida, Estados Unidos,<br />
y una de las nueve especies de las llamadas<br />
culebritas ciegas (Typh<strong>lo</strong>ps lumbricalis)<br />
que vive en las Islas Bahamas.<br />
—¿Cuáles son las que pudieran morder<br />
de las 38?<br />
—So<strong>lo</strong> las especies de las familias Colubridae<br />
(el jubo cubano y <strong>lo</strong>s catibos); y Boidae<br />
(el majá de Santa María).<br />
—¿Son peligrosas las serpientes cubanas?<br />
—No, ni siquiera esas especies que pudieran<br />
morder. Todo <strong>lo</strong> contrario, son beneficiosas<br />
porque controlan las poblaciones de otras especies<br />
de nuestra fauna, como las ranas, lagartijas,<br />
aves pequeñas, y de esta forma mantienen<br />
el equilibrio ecológico en la naturaleza.<br />
—¿Algunas de las 38 especies son venenosas?<br />
—Ninguna. Aprovecho para decir que es<br />
necesario conservar estas especies, debido<br />
precisamente a sus va<strong>lo</strong>res como destructoras<br />
de plagas, a su exclusividad o endemismo,<br />
a su carácter inofensivo, muchas de ellas de<br />
gran belleza no so<strong>lo</strong> por <strong>lo</strong>s dibujos de sus pieles,<br />
sino, por su curioso co<strong>lo</strong>rido, sobre todo<br />
<strong>lo</strong>s popularmente conocidos como «majasitos<br />
bobos».<br />
«Aclaro que el majá de Santa María no está<br />
en peligro de extinción. En la Lista Roja de la<br />
Unión Internacional para la Conservación de la<br />
Naturaleza y <strong>lo</strong>s Recursos Naturales (UICN)<br />
aparece bajo la categoría de Casi Amenazada.<br />
Esta categoría le fue asignada también por especialistas<br />
cubanos en el Taller para la Conservación,<br />
Análisis y Manejo Planificado (CAMP) de especies<br />
de la fauna cubana,celebrado en 1997.<br />
—¿Qué opina del reciente suceso de la niña<br />
mordida por un majá de Santa María en el<br />
municipio de Cerro, en Ciudad de La Habana?<br />
—En la noticia dada por <strong>Juventud</strong> <strong>Rebelde</strong><br />
las personas entrevistadas citaron algunos<br />
mitos o leyendas que se tejen alrededor de estas<br />
especies en Cuba, y que fueron debidamente<br />
desmentidos en su momento por el zoó<strong>lo</strong>go<br />
cubano, ya fallecido, Mario Buide, en su libro<br />
Reptiles en Cuba, publicado por la Editorial<br />
Gente Nueva, en 1985, un texto sumamente<br />
valioso desde el punto de vista científico.<br />
—¿Se refirió Buide al mito o leyenda de<br />
que el majá de Santa María toma leche materna?<br />
—Sí, al respecto él escribió que es inverosímil<br />
ya que el majá no bebe leche en absoluto<br />
y so<strong>lo</strong> se alimenta de presas vivas. Su boca<br />
no está dispuesta para la succión, ni siquiera<br />
para la masticación.<br />
«Y, además, pregunta el zoó<strong>lo</strong>go en su texto:<br />
“¿Se puede aceptar que una mujer recién<br />
parida, dotada por esa razón de la hipersensibilidad<br />
materna, se deje mamar del supersensible<br />
seno sin que despierte? Imposible”».<br />
—¿Cita Buide alguna otra leyenda?<br />
—Sí, desmiente la leyenda de una supuesta<br />
capacidad de hipnotizar de estos animales,<br />
pues, como es lógico, no poseen raciocinio.<br />
Tal creencia obedece a que sus grandes<br />
ojos redondos carecen de párpados y en esa<br />
expresión se apoya semejante mito.<br />
«Comenta el citado autor que también existe<br />
la creencia de que el majá de Santa María<br />
o cualquier otra serpiente tienen la propiedad<br />
de poder unir las partes de su cuerpo, después<br />
de haber sido cercenadas completamente por<br />
un machetazo. Y argumenta que es imposible<br />
porque la serpiente —como cualquier otro animal,<br />
incluso el hombre— tiene un esqueleto<br />
óseo, cuya estructura no se puede quebrar<br />
Jubo cubano cautivo en el Zoológico Nacional. Foto: Alexánder Arango<br />
violentamente, ni cortar, ni separar, so pena<br />
de perecer.<br />
«Todavía estas y otras leyendas, sin basamento<br />
científico alguno, atentan contra la vida<br />
de estas especies e incitan a matarlas.<br />
«Se cree también que <strong>lo</strong>s “majasitos bobos”,<br />
con el extremo de su cola de un co<strong>lo</strong>r diferente<br />
al del resto de su cuerpo —especies totalmente<br />
inofensivas—, son venenosos, <strong>lo</strong> que<br />
mueve a <strong>lo</strong>s que creen tal falacia, a privar<strong>lo</strong>s<br />
de la vida».<br />
—¿Hay más amenazas contra estos reptiles?<br />
—Sí, una que también atenta contra la<br />
vida del majá de Santa María, además de la<br />
pérdida de su hábitat natural, es su caza indiscriminada,<br />
<strong>lo</strong> que se hace en parte para utilizar<br />
su piel, su carne y su grasa. Igualmente<br />
conspira contra su vida el rechazo que existe<br />
ante estas especies y el daño que puede ocasionar<br />
a las aves de corral, muchas veces exageradamente<br />
atribuido al propio majá de Santa<br />
María, cuando puede ser obra de otros animales,<br />
como la mangosta (mal llamada hurón)<br />
o <strong>lo</strong>s perros jíbaros.<br />
«Considero que uno de <strong>lo</strong>s beneficios que<br />
el majá de Santa María y el jubo cubano reportan,<br />
la eliminación de ratas y ratones, supera<br />
con creces el daño que puedan ocasionar a<br />
las aves de corral».<br />
—¿Se ha reportado algún caso de persona<br />
afectada por mordeduras de serpientes cubanas?<br />
—La única especie de serpiente de la que<br />
se han registrado algunos casos de mordedura<br />
con ciertas complicaciones es el jubo cubano<br />
(Alsophis cantherigerus). En 1873, Felipe<br />
Poey reportó el caso de un hombre de 60<br />
años mordido por esta especie que presentó<br />
inflamación en la mano, el brazo y parte del<br />
pecho.<br />
«En fecha más reciente, en 1980, <strong>lo</strong>s zoó<strong>lo</strong>gos<br />
Miguel Jaume y Orlando Garrido, de la<br />
Academia de Ciencias registraron otro hombre<br />
afectado.<br />
«Recientemente se atendieron dos casos<br />
en <strong>lo</strong>s hospitales pediátricos docentes Ángel<br />
Arturo Aballí (2006) y William Soler (2008),<br />
ambos de la capital del país. Esto ocurrió porque<br />
<strong>lo</strong>s niños <strong>lo</strong>s tomaron como mascotas y<br />
<strong>lo</strong>s animales reaccionaron mordiéndo<strong>lo</strong>s. Estos<br />
casos obedecen al hecho de que el jubo<br />
cubano —como ocurre con la especie afín de<br />
Puerto Rico— es el único colúbrido en nuestro<br />
país que posee saliva tóxica, aunque carece<br />
de glándula venenosa. Quizá tal reacción en las<br />
personas afectadas se haya debido al posible<br />
estado deprimido de su sistema inmune.<br />
«Se conocen muchos casos de personas<br />
mordidas por el jubo, que no han tenido ninguna<br />
reacción adversa, por <strong>lo</strong> que no debe haber<br />
una injustificada persecución de la especie<br />
por esta causa. Quiero enfatizar, por último,<br />
que ninguna de nuestras serpientes son<br />
venenosas».<br />
UN informe de la Organización<br />
Mundial de la Salud (OMS) sostiene<br />
que las irregularidades laborales<br />
pueden afectar la salud<br />
de las personas al someterlas<br />
a elevados niveles de estrés, y<br />
con el<strong>lo</strong>, a todos <strong>lo</strong>s mecanismos<br />
de reacción que se generan<br />
en el organismo ante presiones<br />
externas, <strong>lo</strong> cual tendría<br />
un 50 por ciento más de riesgo<br />
de provocar enfermedades coronarias<br />
graves.<br />
El equipo investigador del Centro<br />
para la Adicción y la Salud<br />
Mental determinó que una<br />
salud mental y física disminuida<br />
puede estar muy relacionada<br />
con <strong>lo</strong>s trabajos precarios, es<br />
decir, con contratos temporales<br />
o a tiempos parciales, bajos salarios<br />
y escasos beneficios.<br />
Mientras, <strong>lo</strong>s trabajos de mayor<br />
demanda, bajo control y cuyo<br />
esfuerzo no se ve recompensado<br />
debidamente, son factores<br />
agravantes del riesgo de sufrir<br />
problemas físicos y psíquicos,<br />
entre <strong>lo</strong>s que se encuentran la<br />
depresión y la ansiedad.<br />
De acuerdo con la OMS, en<br />
el mundo existen 340 mil<strong>lo</strong>nes<br />
de personas que sufren depresión,<br />
una buena parte de ellas<br />
no son atendidas o no reconocen<br />
su padecimiento. Quienes<br />
la padecen suelen sentirse agobiados<br />
por la tristeza y <strong>lo</strong>s sentimientos<br />
de culpa, hasta llegar<br />
a creer que han fracasado por<br />
completo.<br />
El estrés es una respuesta<br />
o reacción de emergencia emitida<br />
por el organismo en situaciones<br />
de alarma o de peligro.<br />
Pero cuando la persona mantiene<br />
esa conducta por tiempo<br />
pro<strong>lo</strong>ngado, la reacción puede<br />
traducirse en tensión muscular,<br />
hipertensión arterial, producción<br />
anormal de azúcar en sangre,<br />
entre otras afectaciones.<br />
Esta tensión influye negativamente<br />
por varias vías como<br />
<strong>lo</strong>s cambios de hábitos relacionados<br />
con la salud, las alteraciones<br />
producidas en <strong>lo</strong>s sistemas<br />
fisiológicos (el sistema nervioso<br />
autónomo y el sistema inmune),<br />
o por <strong>lo</strong>s cambios cognitivos<br />
que pueden afectar la conducta,<br />
las emociones, y aumentar<br />
conductas no saludables como<br />
el tabaquismo, el alcoholismo<br />
y la comida en exceso.<br />
De ahí que <strong>lo</strong>s doctores insistan<br />
en que el individuo debe<br />
adaptarse, no so<strong>lo</strong> a las crisis o<br />
<strong>lo</strong>s golpes imprevistos del «destino»,<br />
sino también a las constantes<br />
e imprecisas exigencias<br />
de la vida diaria.