LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI

LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI
diálogos que relato; no los esperaba... jamás, ¡jamás! Pero, en la Memoria Magnética del
Mundo, en ese Registro Akásico eterno están.
Y a ese Testimonio Inmortal me remito; no podrá ser negado ni borrado nunca.
NUNCA.
LA PROTAGONISTA
NIÑEZ, ADOLESCENCIA, JUVENTUD
Mónica Pérez Sales nace en Vicente López (provincia de Buenos Aires, Argentina) el 29 de
octubre de 1953, bajo el signo astrológico de Escorpio, con ascendente en Acuario. Hija de
padre con ascendencia basko-francesa y madre con antepasados libaneses-musulmanes, todo
en ella pareciera ya configurar una herencia de estirpe fuerte, con tan siquiera un leve toque
genético del ser primordial, ya casi inexistente, perdido en la larga Noche de la Caída.
Es la menor de tres hermanas; le han precedido nataliciamente María Cristina y Ana
Graciela, fallecida hace muy poco tiempo, víctima de una incurable dolencia. Las niñas fueron
desde siempre muy unidas, grandes compañeras. De juegos y sueños, ¿por qué no? (Quienes
conocemos a Mónica podemos dar fe de la dedicación prestada por ella a Ana, en el penoso y
largo proceso de su enfermedad; a veces, durante meses, no pudimos concretar entrevistas
investigativas, circunstancia que aprendimos a respetar, aunque se retrasara mucho el proceso
de evaluación del caso).
Su infancia fue, por lo tanto, muy feliz, dentro de una familia de vida modesta,
encabezada por un padre empleado ferroviario primero, y luego obrero municipal. Mónica cursa
estudios primarios solamente; después, buscando una salida laboral, realiza cursos de
cosmetología y maquillaje. Le gusta transcurrir largos períodos en el campo, ama la Naturaleza,
su vegetación, los pájaros y las mariposas. Y siempre “algo” denotó en ella un cierto toque
especial: manifestaba, por ejemplo, “estoy percibiendo aroma de flores, alguien va a fallecer...”.
Y el hecho ocurría a las pocas horas, con respecto a gente del conocimiento familiar, parientes,
muchas veces en el tiempo que las personas “señaladas” gozaban del mejor estado de salud.
Ella recuerda aún, con inocultable nostalgia en su semblante, como gustaba de mirar
por horas enteras al cielo estrellado, ver los dibujos animados cuyos personajes eran Odín,
Thor, Sansón, las Musas. También eran de su predilección las películas de Walt Disney, y los
“Cuentos de la Selva” del incomparable escritor nacido en Salto (Uruguay) HORACIO
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