LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI

LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI
...a fines de enero de 1990 estoy conversando con el público, luego de una conferencia
sobre “Los OVNIS y la Tierra Hueca” que dicté en el Teatro Roxy de Mar del Plata (costa
atlántica), cuando una mujer rubicunda se acerca a mi ayudante, César, y en un aparte le
habla. Mi colaborador recibe de ella y viene a mostrarme enseguida un papel pequeño con el
nombre y número telefónico de esa señora, conjuntamente con la posible foto de un objeto
extraño tomada en las riberas del río Carcarañá (Pcia. de Santa Fe, República Argentina).
Quiere conversar conmigo sobre el tema; era su intención hacerlo antes de comenzar la
función, pero ha llegado tarde a la convocatoria; (después sabría, con el tiempo, que es
bastante característica su impuntualidad, salvo que se trate de hechos magnos sobre su caso:
ahí su puntualidad es absoluta y su responsabilidad total).
Le retorno la fotografía por mano de César, manifestándole que cuando regrese a la
capital argentina le llamaré. Como estoy muy fatigado, agobiado de compromisos, al llegar se
me ocurre entregarle el papelito a Dante, un colaborador “ad-hoc”, solicitándole investigue el
caso. Pocos días después recibo un sobresaltado y ansioso llamado:
-¡Ché! ¡el caso que me diste, de esa mujer del papelito, es fantástico! ¡es una auténtica
contactada!.
Con displicencia le pregunto:
-¿Cómo es que se llama?.
Dante Botador pronuncia las dos palabras que, con el correr de los años, me habrán de
saber a pura magia:
-¡MÓNICA PEREZ!.
Ahora sí, voy comenzando a re-recordar. Y decido conocerla personalmente. Dante
conviene de antemano con ella día y hora, y una lluviosa tarde de febrero de 1990, a mediados
de ese mes, ascendimos al tren ferroviario en la estación de Migueletes, para bajar diez
minutos después en la ciudad suburbana del Gran Buenos Aires donde ella mora.
Apretamos el llamador de una casa en dúplex; desde el primer piso alguien nos mira
descorriendo la cortina de un enorme ventanal de líving. Cuando transpongo la puerta de
entrada ingreso, sin sospecharlo siquiera, no a una vivienda más de otra familia como tantas.
Sino, A OTRO MUNDO.
Continuemos.
EL PRIMER ENCUENTRO
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