LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI

LA MUJER QUE OPERARON EN UN OVNI
Hasta el momento todo se presentaba normal; de pronto el ruido del motor a explosión y
el ingreso a NUESTRA parcela de tierra de un vehículo arrastrando un tráiler con una
embarcación, seguido a los pocos minutos de otro, me hizo volver a la realidad. Mi mente
comenzó a plantearse una serie de ideas que consideré presagiarían más tarde inconvenientes
para el grupo. NO ESTABA EQUIVOCADO.
Aproximadamente a las 21,30 horas pude visualizar tres luces o manifestaciones que
suelen preceder al avistamiento de naves; se lo hice saber así al resto del grupo, y a partir de
ese instante comenzaron a manifestarse movimientos en las zonas “Y”, “B” y “Z” (ver plano de
Casilda 1). Con la ayuda de prismáticos observamos luces de escasa magnitud, color brillante y
en algunas ocasiones de tono rojo, desplazándose sobre la horizontal de los puntos antes
citados.
A las 23,26 horas y en forma instantánea hacen aparición en el punto “B” dos naves que
presentan un gran resplandor de color brillante muy similar al anterior encuentro, destellantes,
variando la intensidad lumínica; creo haber visto como si se acercaran. Tomo dos fotografías y
verifico un desplazamiento horizontal.
En el libro LOS HOMBRES DE NEGRO EN LA ARGENTINA, de Héctor Antonio Picco,
comentamos con Mónica todo lo horrible que ocurrió de repente, y realicé a pedido de la
Editorial unos dibujos de lo observado, ya que las fotografías... ¡no salieron!. Ni una sola.
Inexplicablemente, pues preparé el equipo como siempre, o con más meticulosidad todavía,
por las circunstancias que esperábamos vivir.
Más que nunca comprendo ahora quien es Mónica Pérez, la autenticidad de lo que
representa, las fuerzas terribles del ocultamiento sufrido por ella, y las oscuras oposiciones que
aquella noche, según contamos en detalle en el libro antes citado, hicieron bien su deleznable
“trabajo”.
Remito al lector a Los Hombres de Negro en la Argentina, me causaría casi
aprehensión hacer el mismo relato por segunda vez; fue demasiado tremendo lo vivido, no
motiva precisamente placer recordarlo...
S.R.
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