• Pocitos y 1920: comienza hacia el Este la <strong>de</strong>riva ve raniega <strong>de</strong> los símbolos <strong>de</strong>l "status". 52
camiento economICO y <strong>de</strong> conservatismo social <strong>de</strong>l que la misma estabilización es instrumento, resulta casi pleonástico <strong>de</strong>cir que ella se' costea inevitablemente con los ingresos reales <strong>de</strong> los niveles medios y <strong>de</strong> los más <strong>de</strong>sfavorecidos <strong>de</strong> la población y que la represión -variable en "maneras" pero inexorable también- es el correlato <strong>de</strong> toda resistencia, por mesurada que sea, <strong>de</strong> los estratos sociales afectados más gravemente. No será la presente la primera vez que se señala que tal política representó la clausura <strong>de</strong> toda una larga etapa <strong>de</strong> la vida uruguaya en cuanto ella estuvo caracterizada por un extenso "regateo" <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones económico-sociales esenciales, por un complicado "compromiso" entre todos los sectores sociales involucrados, <strong>de</strong> los que surgía un equilibrio relativo pero también una po<strong>de</strong>rosa fuerza legitimadora. Extensos núcleos <strong>de</strong> población sienten tan drástico cambio como una pérdida irremediable; menos cuantiosos son quienes contemplan en él un duro pero tónico y promisorio <strong>de</strong>snudamiento <strong>de</strong> los antagonismos sociales que ¡¡.quel estilo embozaba. APOGEO DEL "INTRUSO POLlTICO" Pero como es el alto nivel <strong>dirigente</strong> el que aquí nos importa, es esencial subrayar que una política <strong>de</strong> tal naturaleza necesita quienes la cumplan, quienes la implementen, Y aquí toco el punto central <strong>de</strong> mi tesis ...:-seguramente discutible- sobre el sector <strong>dirigente</strong> uruguayo. Tal tesis, explícitamente, conlleva la afirmación <strong>de</strong> una "predisposición estructural" <strong>de</strong> los altos niveles sociales a cuajar en "sector <strong>dirigente</strong> unificado", una· predisposición que en toda estratificación <strong>de</strong> <strong>clase</strong>s según pautas capitalistas está siempre latente. Pero esta predisposición estructural hubiera seguido siendo tal si no se hubiera dado una "coyuntura" especial que actualizó tal potencialidad y que está representada entre nosotros tanto por los fenómenos antes aludidos como por la variable que poco más abajo se individualizará. Se ha discutido hace poco qué móviles pue<strong>de</strong>n llevar a una <strong>clase</strong> propietaria y empresaria a apoyar una política económica estabilizadora y a ajustar (relativamente) a ella sus comportami~ntos. <strong>La</strong> pregunta cabe, en especial habiendo sido tan obvias las ventajas, <strong>de</strong> muy fácil recapitulación, que le <strong>de</strong>paró una etapa agudamente inflacionaria. Es <strong>de</strong> creer, empero, que tal óptica <strong>de</strong> examen <strong>de</strong>scarta <strong>de</strong>masiado ligeramente la pertenencia <strong>de</strong> las <strong>clase</strong>s a una sociedad global y el peso <strong>de</strong> las experiencias comunes respecto al que pue<strong>de</strong>n tener las originadas en la condición peculiar <strong>de</strong>l obrero, <strong>de</strong>l empleado, <strong>de</strong>l industrial o <strong>de</strong>l estanciero. Decisivas unas u otras razones, lo cierto es que hacia fines <strong>de</strong> 1967 el elenco político <strong>dirigente</strong> fue siendo <strong>de</strong>splazado pausada pero firmemente <strong>de</strong> los altos cuadros <strong>de</strong> mando por el nivel empresarial. El recurso, la apelación a las luces y el apoyo <strong>de</strong> las «fuerzas vivas" -una expresión que no se empleaba· <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong>l fenecido riverismo-- se hizo casi cotidiano. <strong>La</strong> acción empresaria transferida al gobierno importa modalida<strong>de</strong>s muy específicas y el optar por ella ya implica también escoger por un estilo <strong>de</strong> comportamiento político.. <strong>La</strong> irrupción <strong>de</strong>l "intruso político" -como le llama la sociología <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Milis al magnate económico que salta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>simplicancia a las más altas responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Estado-- arrastra tras <strong>de</strong> él, <strong>de</strong> modo general, <strong>de</strong>terminada perspectiva. Es una perspectiva <strong>de</strong> tipo "productivista" gerencial y aun exteriormente tecnocrática, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que se centra la atención en el logro <strong>de</strong> ciertas metas cuantitativas y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que son, por esencia" indiferentes los efectos secundarios, en especial los sociales, los concretamente. humanos, que la implementación acarree. <strong>La</strong> ac: 53