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El cerro en Contulmo
«Trabajamos con comunidades llamadas «del cerro», que están en realidad «detrás»
de un cerro. Un camino que nace «detrás» del retirado pueblo de Contulmo lleva hacia
allá, hacia arriba... Una vez arriba desde ese alto tan distanciado de casi todo, se ve en un
día despejado cualquiera, el mar y una isla en el mar, como también un lago y una isla en
el lago. Allí comienza nuestro lugar de trabajo. El camino desde allí va internando el
horizonte en un valle que contiene la vista. A medida que se desciende, se acerca el lago y
aparecen unos esteros que van indicando los sitios de todas las tierras, las primeras
comunidades desde arriba son criollas y las últimas pasadas el valle de Huillinco son
mapuches.
Se convive bien, porque comparten un hecho común: tienen un lago precioso, el
Lleu-Lleu, en la falda de sus predios y han sido todos bastante obviados en el tiempo, lo
que creemos les ha dado a muchos un carácter duro e iniciativa casi obligada.
Hay innovación con lo disponible, lo que significa que aún miran su entorno y
hacen desde un lugar. Como por suerte no es fácil llevar maquinaria al lugar, para trabajar
en oficios ajenos, sólo llegan camiones de forestales que contribuyen igual a la explotación.
Hay algunos que quieren conservar lo suyo, porque saben que las maneras de hacerlas
propias pueden atraer presencias de «otros» y no sólo «manos interesadas en extraer». Es
una manera de salvar el lugar de ser devorado: «cargarlo de un peso tan propio, que no
quede otra cosa que dejarlo que así sea...».
Huillinco es un valle olvidado en la comuna de Contulmo, que puede llegar a ser
algo más que un vertedero de erosiones. Lleu-Lleu significa «encuentro de aguas», nos
imaginamos que puras».
Equipo Servicio País
Andrés Pérez, Claudia Hernández y Pablo Azúa
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