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Untitled - Besana Portal Agrario

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Sostenibilidad de la Producción de Olivar en Andalucía<br />

evolución de los sistemas de plantación del olivar. Hasta hace una década, el patrón de modernización<br />

consistía en intensificar la densidad (con el objetivo de aumentar la superficie<br />

útil de hojas fotosintéticamente activas bajo las condiciones de no limitación de otros recursos<br />

como los nutrientes o el agua) haciendo al mismo tiempo compatible la arquitectura<br />

del árbol con la maquinaria, especialmente la que permite la recolección mecanizada. Las<br />

plantaciones en seto, por el contrario, obligan a repensar todo el sistema productivo. Las alineaciones<br />

continuas de pequeños árboles que alcanzan densidades superiores a 1.000 ó 1.500<br />

plantas por hectárea requieren de una agronomía específica que dé respuesta a necesidades<br />

como el forzamiento de la arquitectura para conseguir setos de altura limitada a 3 ó 4 metros,<br />

la obtención de nuevas variedades plenamente adaptadas a este sistema productivo o<br />

un enfoque diferente para el control de plagas y enfermedades.<br />

La plantación en seto es un extremo que ayuda a ilustrar otro de los aspectos del cultivo del<br />

olivo que ha experimentado una gran evolución: el modelo de planta y su arquitectura. Los olivos<br />

más viejos que han llegado hasta nuestros días (en las comarcas de las Alpujarras granadina<br />

y almeriense, en el Valle de Lecrín granadino o en el río Nacimiento en Almería) son<br />

ejemplares de un único tronco cuya copa alcanza muchos metros sobre el suelo. Parece ser que<br />

la tendencia natural del olivo cuando no es sometido a podas periódicas es a crecer en altura,<br />

aunque bien es verdad que existen variedades con mayor tendencia al crecimiento en vertical<br />

que otras. La comodidad en la recolección y otras labores fijaron la necesidad del rebaje permanente<br />

del árbol. Este carácter moderno de la olivicultura entra en contradicción con los atributos<br />

propios de los árboles de gran envergadura: se consigue una gran cosecha en un único<br />

árbol, lo que tiene un valor indudable en los lugares en donde la disponibilidad de terreno es<br />

una severa limitación; proveen leña periódica sin que, al mismo tiempo, exijan un cuidado permanente<br />

en las labores de limpieza y poda; protegen al suelo o a los pisos inferiores de inclemencias<br />

meteorológicas (incidencia del cierzo o de heladas, cobijo ante temporales, etc.). El<br />

porte desmesurado exige, obviamente, soluciones específicas como la recolección mediante<br />

plataformas elevadas realizadas con cuerda trenzadas o maderos, o bien directamente del suelo<br />

conforme el fruto se va cayendo; el manejo de plagas y enfermedades prácticamente inexistente<br />

(salvo los tratamientos aéreos contra la mosca del olivo que se realizaron desde el final de la<br />

década de los setenta hasta finales de la de los noventa); o el auxilio puntual al aclareo de las<br />

ramas y brotes del interior de la copa para favorecer la aireación.<br />

Las plantaciones regulares se han formado con olivos de planta única o con olivos de varios<br />

pies o patas. Es difícil extraer reglas generales: defensores de uno y otro sistema ha habido<br />

tanto en el ámbito científico como entre los agricultores. Una buena muestra de ello es que<br />

incluso actualmente conviven distintos tipos de olivares en una misma comarca. Los argumentos<br />

que han sustentado los defensores de los olivos de varios pies son principalmente<br />

dos: se aumenta la superficie útil de la planta (entendida como el conjunto de pies), y si en<br />

un momento dado ocurriera un accidente, éste probablemente no afectaría a todo el olivo,<br />

sino sólo a una de las patas. Se detecta, en cualquier caso, una cierta relación entre la calidad<br />

del terreno para la producción olivarera y el tipo de árbol: en las comarcas menos productivas<br />

son más frecuentes los olivos de un solo vástago (que, en general, están dispuestos<br />

en marcos más estrechos), mientras que en las más productivas frecuentemente se ha recurrido<br />

a los olivos de varios pies.<br />

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