DOS X UNO - GalerÃa Recomienda
DOS X UNO - GalerÃa Recomienda
DOS X UNO - GalerÃa Recomienda
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Sin Silenciador<br />
la típica pulpa latina –tratemos de<br />
no ser mezquinos– pero lo cierto es<br />
que el tamaño de mi estimado trasero<br />
es bastante promedio. Bueno,<br />
esto tampoco es cierto. Yo a mi cola<br />
no le tengo estima. Por ahí la cultivo<br />
un poco, la envuelvo en prendas<br />
que le brinden soporte… pero, ¿estimarla?<br />
No, no. Si acaso, me estimo<br />
el poto tanto como me lo estiman<br />
los bancos que me envían cartas<br />
que empiezan con ESTIMADO (A) y,<br />
sin embargo, no saben ni escribir mi<br />
nombre. Pero nada, estas divagaciones<br />
vienen justamente a cuento para<br />
demostrar que mentir es un talento.<br />
Un ejemplo. Es mentira que tengo<br />
el borrador de este artículo hecho<br />
hace una semana; es mentira que lo<br />
voy a enviar al editor luego del mediodía;<br />
y es mentira que la frase de<br />
Nietzsche que encabeza esta página<br />
la haya sacado de la Moleskine roja<br />
que siempre llevo en el bolsillo.<br />
Otro ejemplo. Es mentira que no<br />
soporte a la gente que dice brassiere.<br />
Mi mamá dice brassiere y sus<br />
amigas dicen trusa. Las quiero.<br />
Esto último es mentira. A mi madre<br />
la quiero, pero a sus amigas no las<br />
aguanto. Otra vez estoy mintiendo.<br />
A veces no quiero a mi mami, sobre<br />
todo cuando me pregunta quién me<br />
gusta: no me gusta nadie, mamá.<br />
El primer ejemplo demuestra<br />
cómo uno puede mentir para que las<br />
cosas suenen más bonitas y aun así<br />
seguir diciendo la verdad: el borrador<br />
de este artículo lo tenía, pero en<br />
mi cabeza. El texto lo envié después<br />
de mediodía, solo que no del día que<br />
el editor estaba esperando. La Moleskine<br />
roja existe y la llevo siempre<br />
conmigo. A Nietzsche le tengo cariño<br />
y su cita la busqué en Google.<br />
El segundo ejemplo demuestra<br />
cómo uno puede mentir para evitar<br />
la fatiga, sin faltar a la verdad. Es<br />
mentira que no me guste nadie en<br />
particular, pero pasa que me causa<br />
profunda pereza tener que explicar<br />
que veo a un par de chicos con credenciales<br />
para ser novios, que miro<br />
a otros tantos con perfil de salientes<br />
y que, además, tengo un largo listado<br />
de hombres con los que me gustaría<br />
tener un ya-tu-sá con sá-sá-sá,<br />
incluido. Entonces, para evitar las<br />
explicaciones opto por el genérico<br />
“no me gusta nadie” que, en realidad,<br />
es una doble negación e implica<br />
que me gustan todos.<br />
¿Cuál es mi punto? Que la verdad<br />
y la mentira son hermanitas. Que<br />
para inventar con éxito uno debe ser<br />
extremadamente sincero, prepararse<br />
mucho y ser ágil de-mente. No se<br />
puede mentir por mentir, porque la<br />
consecuencia es quedar como un<br />
mentiroso y a los mentirosos nadie<br />
les cree.<br />
Ya lo dice en Música para camaleones<br />
el alcohólico, drogadicto,<br />
homosexual y genio de Truman Capote:<br />
“Cuando Dios te da un don,<br />
también te da un látigo, y el látigo es<br />
únicamente para auto-flagelarse”.<br />
Es verdad. Mis mentiras y yo vivimos<br />
en un nalgueo que no tiene, ni<br />
quiere tener, final.<br />
Agradecimientos especiales a los<br />
astros que contribuyeron a que no<br />
me estrelle en lugares comunes durante<br />
el desarrollo de este tema:<br />
Al desaparecido dúo Sin Bandera,<br />
por la revelación en la que me<br />
hicieron caer con su “mientes tan<br />
bien, que me sabe a verdad todo lo<br />
que me das”; porque es un hecho de<br />
la vida que la gente miente para que<br />
le den y para poder darle a otros.<br />
A la sandunguera Olga Tañón y<br />
a su marido, que hicieron oídos sordos<br />
a su éxito “miénteme, condéname,<br />
encadéname, sedúceme” y se<br />
declararon en quiebra para evitar<br />
que a ella la condenen y encadenen,<br />
y que al marido lo seduzcan en alguna<br />
cárcel de Miami.<br />
Finalmente, a los colombianos<br />
del grupo Niche, que no tienen nada<br />
que ver con la mentira, pero que<br />
me salieron como resultado cuando<br />
buscaba en Google la cita de Nietzsche,<br />
y si hay algo que disfruto en la<br />
vida, es que hasta Internet se burle<br />
de mí.<br />
Mentir es un talento.<br />
Si opinan lo contrario,<br />
es probable que<br />
ustedes no lo tengan<br />
y hablan por la herida<br />
que les genera la<br />
carencia.<br />
Agradecimiento: Nido Pinceladas<br />
65