La Cita “La vida puede ser aceptada o cambiada. Si no es aceptada, debe ser cambiada. Si no puede ser cambiada, debe ser aceptada.” Anónimo
Carta Abierta Estimados VIPs de discotecas, bares, barracones y demás lugares de ocio: Siendo nosotros parte del grupo de asistentes a los locales que ustedes custodian, les dirigimos esta carta porque existen ciertos temas que nos gustaría poner sobre la mesa, de modo que, por primera vez, puedan tranquilamente entender nuestro punto de vista sobre las situaciones en las que tenemos que compartir tiempo y espacio. Los puntos a tratar son los siguientes: 1. No me quiero colar. No quiero alborotarles el gallinero, armar mayor escándalo, ni meter botellas encaletadas de vodka. Si estoy en la puerta del local y dirigiéndome a ustedes, es probablemente porque quiero consultarles algo. No ayuda en nada que a gritos me manden al final de la cola. 2. ¿Por qué la rubia escotada y minifaldera de 14 años puede entrar y yo tengo que esperar que alguien determine mi suerte? En todo caso, sé menos obvio al hacer pasar a tu amiguita. 3. Saben que voy a entrar igual, ¿por qué demonios harían el proceso más lento y tortuoso cuando ambos ya conocemos el desenlace? 4. Reality check, estimados: no son dueños del local. 5. En algunos aspectos, los entendemos. Siempre existe un malcriado que te grita porque no lo quieres hacer entrar, una desubicada que se inventa que ella +30 están en lista o el borracho aleatorio que da de alaridos “llama al Chato, yo soy su pataza”. Pero les pedimos ver las diferencias. Yo me estoy ganando, tanto como ustedes, con el desagradable espectáculo. 6. No me vengan con el cuento de las horas. Con invitación hasta la 1 a.m., en lista hasta las 2 a.m., y si te metes por la alcantarilla es hasta las 3 a.m. Saben perfectamente que es un saludo a la bandera, ya que la gente hace lo que le da la gana, así que si ya llegué (en un estado decente) y cuento con cualquiera de las opciones mencionadas, déjenme entrar, por favor. 7. Quizá este punto es meramente masculino y aplicable solo en verano, pero merece ser comentado: no me digan que no puedo entrar en short. Acaban de pasar seis chicas portando una cantidad de tela que sumada en metraje es menor a la de mi short. Si la idea de esta premisa pasa por un tema de decoro en la vestimenta, entren rápidamente a sacar a la manada de calatas que acaba de cruzar por su umbral. Creemos firmemente que tomando en cuenta estos planteamientos vamos a poder, poco a poco, encontrar un punto medio en el cual coexistamos en paz y con la capacidad de conversar para resolver cualquier inconveniente. No queremos arruinarles el trabajo, como tampoco queremos que nos arruinen la juerga. Atentamente,