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N - Prensa Libre

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20 Opinión :<br />

DOMINICAL<br />

PRENSA LIBRE : Guatemala, 10 de julio de 2011<br />

» DISEÑO: Rodolfo Fabián Alfaro » TEL.: 2412-5600 » FAX: 2220-5128 » CORREO ELECTRÓNICO: opiniones@prensalibre.com.gt<br />

EDITORIAL<br />

Facundo Cabral,<br />

un hombre de paz<br />

Estupor. Rabia. Indignación,<br />

Dolor. Impotencia. Rechazo.<br />

Pero sobre todo, vergüenza.<br />

FUNDADO EN 1951<br />

CASA EDITORA PRENSA LIBRE S.A.<br />

13 calle 9-31 zona 1, Guatemala<br />

Presidenta:<br />

Vicepresidente:<br />

Director editorial:<br />

Gerente general:<br />

La tan sufrida Guatemala no merece<br />

esto. Facundo Cabral no merecía terminar<br />

su vida así.<br />

El asesinato de ese cantautor argentino<br />

de nacimiento pero ciudadano del<br />

mundo, de ese hombre de paz, constituye<br />

un crimen contra una población guatemalteca<br />

inocente. Es un atentado a la cultura,<br />

un insulto a la paz del mundo y de<br />

nuestro continente latinoamericano, un<br />

hecho que provoca en todos un dolor lacerante<br />

como muy pocas veces se había<br />

causado en un país como el nuestro, donde<br />

la violencia se ha enseñoreado tantos<br />

años y parece no tener fin.<br />

Somos una sociedad que ya debe decir<br />

¡basta! En nuestra tierra ha muerto de<br />

manera violenta tanta gente que ello se<br />

ha convertido en una naturalidad aberrante.<br />

Cada vez que alguien pierde la vida<br />

por violencia criminal, el país se hunde<br />

un poco. Pero en casos como este, cuya<br />

calidad de absurdo lleva a alcances inconmensurables,<br />

los inevitables efectos<br />

colaterales contra Guatemala y del resto<br />

de guatemaltecos sin duda serán descomunales<br />

y permanecerán durante largo<br />

tiempo en muchas e insospechadas<br />

áreas.<br />

El esclarecimiento del asesinato de<br />

Facundo Cabral debe convertirse en un<br />

tema de Estado para el país. Una de las<br />

pocas maneras de demostrar nuestro repudio<br />

y consternación es precisamente<br />

investigarlo hasta las últimas consecuencias.<br />

Es inaceptable un no se puede<br />

hacer nada, nadie vio nada, nadie quiere<br />

decir nada.<br />

Tampoco es suficiente que las autoridades<br />

al más alto nivel manifiesten su<br />

repudio y su pesar al mundo. Deben actuar,<br />

y eficientemente. Los millones de<br />

hispanoparlantes que por ello comprendían<br />

mejor el mensaje de sus canciones,<br />

de sus reflexiones, acompañarán a los<br />

guatemaltecos en una ansiosa espera<br />

para saber qué, por qué, quién.<br />

Desde la perspectiva de conciertos<br />

de cantantes populares, Guatemala queda<br />

fuera. Desde la perspectiva del turismo,<br />

muy pocas personas desearán visitar<br />

a un país donde pueden ocurrir esta<br />

clase de crímenes. Desde la perspectiva<br />

social interna, el hecho afianza la existente<br />

desesperanza generalizada.<br />

¿A quién dar el pésame? En primer lugar,<br />

a la familia de Facundo Cabral. Pero<br />

además a los argentinos, a los latinoamericanos,<br />

y a los guatemaltecos. Una<br />

vez más, el nombre de Guatemala asociado<br />

a hechos de sangre. Una vez más<br />

un crimen que solo afianza la imagen y<br />

la realidad del retroceso nacional. Por<br />

eso es necesario que la sociedad despierte<br />

de manera unificada y hable. El<br />

silencio muchas veces es sinónimo de<br />

tácita complicidad.<br />

La pesadumbre que a todos los guatemaltecos<br />

nos invade debe dar paso a la<br />

exigencia. La sangre hermana de Facundo<br />

Cabral será en vano si queda en el olvido.<br />

Eso no debemos permitirlo, no podemos<br />

permitirlo.<br />

María Mercedes Girón de Blank<br />

Mario Antonio Sandoval<br />

Miguel Ángel Méndez Zetina<br />

Luis Enrique Solórzano C.<br />

Teléfono: 2412-5000 = Redacción: 2412-5600 = Fax: 2251-8768<br />

Suscripciones: 1716 = Fax: 2220-5137<br />

Internet: http: www.prensalibre.com = Correo electrónico: nacionales@prensalibre.com.gt<br />

MIEMBRO DE LA SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA<br />

CATA LEJO<br />

MARIO ANTONIO SANDOVAL<br />

Facundo Cabral,<br />

un magnicidio<br />

EN OCASIONES, UNO<br />

DEBE escribir cuando no le ha<br />

pasado la emoción producida<br />

por una noticia. Fuera el balance,<br />

fuera la objetividad,<br />

fuera todo. Simplemente, no<br />

puede ser. Me enteré del magnicidio<br />

de Facundo Cabral pocosminutos<br />

después de haber<br />

ocurrido. Su cuerpo ensangrentado<br />

aún se encontraba<br />

dentro del vehículo donde terminó<br />

su vida. Aún resonaban<br />

en el ambiente las últimas palabras<br />

suyas pronunciadas en<br />

su último concierto: “Las últimas<br />

gracias (en el sentido de<br />

agradecimiento) las daré en<br />

Quetzaltenango. Después, que<br />

sea lo que Dios quiera, porque<br />

Él sabe lo que hace”… Una profecía<br />

de alguien cuya vida, azarosa<br />

como fue, dejó huella en<br />

la generación de los sesentones,<br />

a la cual pertenezco, y<br />

también en las posteriores.<br />

ES MAGNICIDIO POR-<br />

QUE dicha palabra, según el<br />

Diccionario de la Real Academia<br />

Española,<br />

es “muerte violenta<br />

dada a una<br />

persona muy<br />

importante por<br />

su cargo o su<br />

poder”. No es,<br />

por tanto, solo<br />

aplicable a políticos,<br />

presidentes o reyes, sino<br />

a alguien de importancia y poderoso.<br />

La importancia de Facundo<br />

Cabral radicaba ensu<br />

elevado lugar dentrode la historia<br />

latinoamericana de las<br />

últimas cinco décadas, cuando<br />

el mundo era bipolar, ysu<br />

poder radicaba en la fuerza del<br />

arte representado en la música,<br />

en la letra de sus canciones,<br />

llenas de filosofía, de reflexiones,<br />

de verdades muchas veces<br />

incómodas, pero sobre todo<br />

verdades. En su última etapa,<br />

en el mundo actual se había<br />

convertido en un símbolo<br />

de la permanencia de valores.<br />

NO ERA DE AQUÍ, ni era<br />

de allá. Quería ser bombero.<br />

En una de sus canciones pidió<br />

“Nome llames extranjero”. En<br />

un tiempo, cantar una de sus<br />

canciones o simplemente repetir<br />

algunas de sus reflexiones<br />

podía ser motivo suficiente<br />

para captura, secuestro o<br />

asesinato. Esos tiempos pasaron.<br />

Desapareció el factor<br />

ideológico y quedó lo filosófico,<br />

plasmado en sus 22 libros,<br />

con un llamado al razonamiento<br />

personal de cada uno<br />

Con el magnicidio de<br />

Facundo Cabral, el<br />

sentimiento<br />

generalizado sobre<br />

todo es de vergüenza.<br />

acerca de la corrección o incorrección<br />

de la sociedad. Había<br />

pasado de ser un cantante<br />

veinteañero con barba ypelo<br />

largos, a convertirse en un<br />

hombre maduro, necesitado<br />

de caminar conlaayuda de un<br />

bastón, casi ciego yen sus últimos<br />

meses afectado por cáncer.<br />

Hasta el final habló de<br />

Dios, del diablo, por su calidad<br />

de librepensador y fustigador<br />

de la sociedad con alta dosis<br />

de humor negro.<br />

PARA DAR UNA IDEA del<br />

significado del arte de Facundo<br />

Cabral, baste este dato: en<br />

Youtube se encuentran varias<br />

de sus canciones. Una de ellas,<br />

la más famosa, es “No soy de<br />

aquí ni soy de allá”, la han visto,<br />

según un cálculo somero,<br />

más de dos millones de personas.<br />

Esa cifra puede parecer<br />

pequeña, pero no lo es porque<br />

él nunca se convirtió en una<br />

estrategia publicitaria. Sus<br />

presentaciones no eran explosiones<br />

de colorines, bailarinas,<br />

efectos de<br />

cámara, ni nada<br />

de eso. Eran<br />

simples, como<br />

lo son las de los<br />

artistas a quienes<br />

se les va a<br />

escuchar, no a<br />

ver. Por eso no<br />

importó al final el sobrepeso<br />

de Mercedes Sosa, el caminar<br />

cansino de estetrovador,cuyo<br />

ingreso a la eternidad resultó<br />

ser por la puerta grande. La<br />

muerte no lo recogió. Lo arrebató.<br />

SIENTO VERGÜENZA,<br />

por encima de los demás sentimientos.<br />

Todos somos culpables,<br />

porque permitimos al mal<br />

enseñorearse al no enfrentarlo<br />

cuando era lagartija. Ahora es<br />

cocodrilo rabioso y estamos en<br />

el pantano. Debemos cazar al<br />

saurio y salirnos de las aguas<br />

tenebrosas donde nos metimos<br />

por omisión. Debemos seguir<br />

al Popol Vuh: “Que se llame<br />

atodos; que vengan todos;<br />

que nadie quede atrás de los<br />

demás…” porque esta es la patria<br />

de todos los guatemaltecos<br />

deseosos de paz, no de los asesinos<br />

ni de quienes les dan órdenes.<br />

Todos los sesentones de<br />

hoy sentimos como si nos hubieran<br />

despojado de una parte<br />

de nuestra vida, de nuestra lejana<br />

juventud. Gracias, Facundo<br />

Cabral, porque tu sangre<br />

puede despertar a un pueblo<br />

aletargado.

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