AFRO_ECUADOR

Situación socioeconómica de la población afroecuatoriana
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7. En este sentido, un informe
de la CEPAL destaca la
importancia de la tenencia de
la tierra por parte de los grupos
étnicos minoritarios (Comisión
Económica para América
Latina y el Caribe, 2005). En
este sentido, cabe destacar
que el asentamiento de la
población afrodescendiente y
de los pueblos descendientes
de indígenas en el territorio
ecuatoriano tiene distintos
orígenes, dado que los
primeros no son originarios
de este territorio y los
segundos sí lo son. Aunque
los reclamos y las demandas
más acentuados fueron
realizados hasta el momento
por los grupos indígenas,
los afrodescendientes
también cuentan con arraigo
ancestral en el territorio
y se han movilizado por
el reconocimiento de sus
derechos. En el citado informe
de la CEPAL se destacan
algunos de los logros que
ambos grupos han alcanzado
de forma conjunta en el ámbito
de los derechos colectivos
(Comisión Económica para
América Latina y el Caribe,
2005). La ya mencionada
creación de la Comisión
Nacional de Estadísticas
para Pueblos Indígenas y
Afroecuatorianos (CONEPIA)
en el año 2007 es uno de ellos.
La población afrodescendiente
en Ecuador
El continente latinoamericano se
caracteriza por contar con una elevada
heterogeneidad en la composición
étnica de su población. Asimismo, diversos
estudios muestran que los altos
niveles de desigualdad y de exclusión
social que caracterizan a algunos grupos
étnicos de la región están relacionados
con fenómenos vinculados con
la discriminación racial. La discriminación,
que afecta principalmente a los
afrodescendientes y las comunidades
originarias indígenas, se manifiesta
tanto en la brecha de ingresos como
en el acceso desigual de estos grupos
a la educación, la salud y los servicios
públicos en general, y también se
evidencia en el ámbito de la toma de
las decisiones políticas (Atal, Ñopo y
Winder, 2009).
Asimismo, la población ecuatoriana se
caracteriza por presentar un alto grado
de mestizaje. Esta población cuenta
además con la presencia de pueblos
originarios indígenas, comunidades
afrodescendientes y descendientes de
blancos europeos. De acuerdo con la
comparación de fuentes de información
realizada por el proyecto regional “Población
afrodescendiente de América
Latina” del PNUD, Ecuador es uno
de los países de América Latina que
cuenta con mayor proporción relativa
de población indígena y afrodescendiente.
Tal como se afirma más adelante,
más allá de los logros obtenidos en
las últimas décadas en materia de la
mayor visibilidad de estos grupos en
las estadísticas oficiales, las estimaciones
sobre la presencia y la dimensión
de las poblaciones afrodescendiente
e indígena en la región varían ampliamente
según la fuente consultada en
cada caso.
En cuanto al origen histórico de la
población, gran parte de los afroecuatorianos
son descendientes de
los sobrevivientes de los buques que
transportaban esclavos, encallados en
la costa norte del país entre el siglo XVII
y el siglo XVIII (Comisión Nacional de
Estadísticas para Pueblos Indígenas y
Afroecuatorianos, 2008). Los primeros
afrodescendientes se asentaron en
la época colonial, alrededor del siglo
XVII, en la costa norte y la sierra norte
del país (provincia de Esmeraldas) para
trabajar en las plantaciones de caña
y de algodón de las congregaciones
jesuitas. Luego, hacia fines del siglo
XVIII tuvo lugar el arribo del segundo
contingente de afrodescendientes. En
ambos casos los inmigrantes provenían
de África occidental. Posteriormente,
en los siglos XIX y XX tuvo lugar otra
ola migratoria, que respondió a la demanda
de mano de obra generada por
la construcción del ferrocarril entre las
poblaciones de Durán y Quito. En este
caso, los afrodescendientes que llegaron
al territorio ecuatoriano provenían
de Jamaica (Comisión Nacional de
Estadísticas para Pueblos Indígenas y
Afroecuatorianos, 2008).
Tradicionalmente, los grupos minoritarios
en Ecuador, y en especial los
indígenas, se han congregado en las
áreas rurales, donde se concentran los
principales focos de pobreza y de indigencia.
La principal fuente de ingresos
de los habitantes de estas áreas está
relacionada con las actividades del
sector agrícola. Asimismo, los habitantes
de las zonas rurales en su mayoría
trabajan tierras de baja productividad
y cuentan con un acceso limitado a la
tenencia de la tierra y de otros activos.
Esto refleja, entre otros fenómenos, las
barreras institucionales de acceso a los
bienes y los servicios, las cuales datan
de las épocas coloniales (Gallardo y
Ñopo, 2009) 7 .