Introducción al marxismo {PDF}
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Formación – www.revoltaglob<strong>al</strong>.net<br />
pues en un rasgo esenci<strong>al</strong> de la era imperi<strong>al</strong>ista.<br />
Este capit<strong>al</strong> se exporta a los países donde pueda conseguir una ganancia superior a la media de los dos<br />
sectores competitivos de los países imperi<strong>al</strong>istas, para estimular fabricaciones complementarias a la industria de la<br />
metrópoli. Ante todo se utiliza para desarrollar la producción de materias primas veget<strong>al</strong>es y miner<strong>al</strong>es en los<br />
países subdesarrollados (de Asia, África y América latina).<br />
Mientras el capit<strong>al</strong>ismo operaba solamente en el mercado mundi<strong>al</strong> para vender sus mercancías y comprar<br />
las primeras materias y los <strong>al</strong>imentos, no tenía ningún interés especi<strong>al</strong> en abrirse paso por medio de la fuerza militar<br />
(que sin embargo se utilizaba para destruir las barreras que impedían la penetración de mercancías; por ejemplo, las<br />
guerras del opio declaradas por Gran Bretaña para obligar <strong>al</strong> imperio chino a levantar las prohibiciones que<br />
obstaculizaron la importación de opio procedente de la India británica). Pero esta situación se modifica en el<br />
momento en que la exportación de capit<strong>al</strong>es empieza a ocupar un lugar preponderante en las operaciones<br />
internacion<strong>al</strong>es del capit<strong>al</strong>.<br />
Mientras que una mercancía vendida debe ser pagada como máximo <strong>al</strong> cabo de <strong>al</strong>gunos meses, los<br />
capit<strong>al</strong>es invertidos en un país sólo consiguen ser amortizados <strong>al</strong> cabo de muchos años. Por esta causa, las<br />
potencias imperi<strong>al</strong>istas cobran mayor interés en establecer un control permanente sobre los países en los que han<br />
invertido sus capit<strong>al</strong>es. Este control puede ser indirecto —a través de los gobiernos a sueldo del extranjero, aunque<br />
se trate de Estados form<strong>al</strong>mente independientes— en los países semicoloni<strong>al</strong>es. Puede ser directo —a través de una<br />
administración que dependa directamente de la metrópoli— en los países coloni<strong>al</strong>es. La era imperi<strong>al</strong>ista se caracteriza,<br />
pues, por una tendencia <strong>al</strong> reparto del mundo en imperios coloni<strong>al</strong>es y en zonas de influencia de las grandes potencias imperi<strong>al</strong>istas.<br />
Este reparto se efectuó en un determinado momento (sobre todo en el período 1880-1900) en función de<br />
las correlaciones de fuerza existentes en aquel momento: hegemonía de Gran Bretaña, importante fuerza de los<br />
imperi<strong>al</strong>ismos francés, holandés, belga; relativa debilidad de las «jóvenes» potencias imperi<strong>al</strong>istas: Alemania,<br />
Estados Unidos, It<strong>al</strong>ia, Japón.<br />
Estas «jóvenes» potencias imperi<strong>al</strong>istas se servirán de una serie de guerras imperi<strong>al</strong>istas para cambiar estas<br />
correlaciones de fuerza y modificar este reparto del mundo en favor suyo; guerra ruso-japonesa; primera guerra<br />
mundi<strong>al</strong>; segunda guerra mundi<strong>al</strong>.<br />
Todas estas guerras tenían como fin la rapiña para conseguir campos de inversión de capit<strong>al</strong>es, para<br />
obtener fuentes de materias primas, para hacerse con mercados privilegiados, y no eran en absoluto guerras<br />
movidas por un «ide<strong>al</strong>» político («en favor o en contra de la democracia»; en favor o en contra de las autocracias;<br />
en favor o en contra del fascismo). La misma observación puede hacerse respecto a las guerras de conquista<br />
coloni<strong>al</strong> que j<strong>al</strong>onan la era imperi<strong>al</strong>ista (destacando en el siglo xx la guerra de It<strong>al</strong>ia contra Turquía; la guerra chinojaponesa;<br />
la guerra de It<strong>al</strong>ia contra Abisinia) o las guerras coloni<strong>al</strong>istas contra los movimientos de liberación de los<br />
pueblos (guerra de Argelia, guerra del Vietnam, etc.) en las cu<strong>al</strong>es una de las partes tiene por objeto la rapiña, pero<br />
el pueblo semicoloni<strong>al</strong> o coloni<strong>al</strong> defiende una causa justa intentando escapar de la esclavitud imperi<strong>al</strong>ista.<br />
5. Países imperi<strong>al</strong>istas y países dependientes<br />
Así pues, la era del imperi<strong>al</strong>ismo no sólo ve el establecimiento del control de un puñado de magnates de la<br />
industria y la finanza en las naciones metropolitanas. Se caracteriza también por el establecimiento del .control de<br />
la burguesía imperi<strong>al</strong>ista de unos pocos países en los pueblos coloni<strong>al</strong>es y semicoloni<strong>al</strong>es, sobre las dos terceras<br />
partes del género humano.<br />
La burguesía imperi<strong>al</strong>ista extrae de los países coloni<strong>al</strong>es y semicoloni<strong>al</strong>es considerables riquezas. Sus<br />
capit<strong>al</strong>es invertidos en estos países representan super-beneficios coloni<strong>al</strong>es que se repatrian hacia la metrópoli. La<br />
división mundi<strong>al</strong> del trabajo basada en el intercambio de productos manufacturados de la metrópoli contra<br />
materias primas procedentes de las colonias desemboca en un intercambio desigu<strong>al</strong>, mediante el cu<strong>al</strong> los países pobres<br />
intercambian cantidades de trabajo superiores contra cantidades de trabajo mucho más reducidas de los países<br />
metropolitanos. La administración coloni<strong>al</strong> es pagada con impuestos arrancados de los pueblos colonizados, de los<br />
cu<strong>al</strong>es una parte nada despreciable es igu<strong>al</strong>mente repatriada.<br />
Todos estos recursos extraídos de los países dependientes son necesarios cuando se trata de financiar su<br />
crecimiento económico. El imperi<strong>al</strong>ismo es, sin lugar a dudas, una de las princip<strong>al</strong>es causas de subdesarrollo del<br />
hemisferio meridion<strong>al</strong>.<br />
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