Introducción al marxismo {PDF}
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producto de la «natur<strong>al</strong>eza humana» sino de una evolución histórica de la sociedad. La opresión no ha existido<br />
siempre. No existirá siempre. No ha habido siempre ricos y pobres, y no los habrá por siempre.<br />
5. La rebelión contra la desigu<strong>al</strong>dad soci<strong>al</strong> a través de la historia<br />
La sociedad dividida en clases, la propiedad privada del suelo y de los medios de producción no son de<br />
ningún modo producto de la «natur<strong>al</strong>eza humana». Son el producto de la evolución de la sociedad y de sus<br />
instituciones económicas y soci<strong>al</strong>es. Vamos a ver cómo nacieron y cómo desaparecerán.<br />
En efecto, desde que apareció la división de la sociedad en clases, el hombre manifiesta nost<strong>al</strong>gia de la<br />
antigua vida comunitaria. Encontramos las expresiones de esta nost<strong>al</strong>gia en el sueño de la «edad de oro» que sería<br />
situada en los <strong>al</strong>bores de la existencia humana sobre la tierra, sueño que describen los autores clásicos chinos, y los<br />
griegos y latinos. Virgilio dice claramente que en la época de esta edad de oro las cosechas eran compartidas en<br />
común, lo que quiere decir que la propiedad privada no existía.<br />
Numerosos filósofos y sabios célebres han considerado que la división de la sociedad en clases representa<br />
la fuente de la enfermedad soci<strong>al</strong>, y han elaborado proyectos para suprimirla.<br />
He aquí cómo el filósofo griego Platón caracteriza el origen de las desgracias que se abaten sobre la<br />
sociedad: «Incluso la ciudad más pequeña está dividida en dos partes, una ciudad de los pobres y una ciudad de los<br />
ricos que se oponen (como) en estado de guerra.»<br />
Las sectas judías que pululan <strong>al</strong> comienzo de nuestra era, y los primeros Padres de la Iglesia que han<br />
continuado la tradición en los siglos III y IV de nuestra era, son así mismo feroces partidarios de un retorno a la<br />
comunidad de bienes.<br />
San Bernabé escribe: «No hablarás nunca de tu propiedad, pues si tú gozas en común de tus bienes<br />
espiritu<strong>al</strong>es, aún será más necesario gozar en común de tus bienes materi<strong>al</strong>es.» San Cipriano ha pronunciado<br />
numerosos <strong>al</strong>egatos en favor del reparto igu<strong>al</strong>itario de los bienes entre todos los hombres. San Juan Crisostomo es<br />
el primero que exclama: «la propiedad es un robo». Incluso San Agustín ha comenzado por denunciar el origen de<br />
todas las luchas y de todas las violencias soci<strong>al</strong>es en la propiedad privada, para modificar más tarde su punto de<br />
vista.<br />
Esta tradición se continuará en la Edad Media, en especi<strong>al</strong> por San Francisco de Asís y los precursores de<br />
la Reforma: los Albigenses y los Cataros, Wycleff, etcétera. He aquí lo que dijo el precursor inglés John B<strong>al</strong>l,<br />
<strong>al</strong>umno de Wycleff, en el siglo XVI: «Hace f<strong>al</strong>ta abolir la servidumbre y hacer a todos los hombres igu<strong>al</strong>es. Los que<br />
se llaman nuestros dueños consumen lo que producimos... Deben su lujo a nuestro trabajo.»<br />
Fin<strong>al</strong>mente, en la época moderna, vemos cómo estos proyectos de sociedad igu<strong>al</strong>itaria se van haciendo<br />
cada vez más precisos, claramente en La Utopia, de Tomás Moro (inglés); en La ciudad del sol, de Campanella<br />
(it<strong>al</strong>iano); en la obra de Vaurasse d'AHais (siglo XVII): en el Testamento de Jean Meslier, y en El código de la natur<strong>al</strong>eza,<br />
de Morelly (siglo XVIII) ( francés).<br />
Al lado de esta rebelión del espíritu contra la desigu<strong>al</strong>dad soci<strong>al</strong>, ha habido innumerables rebeliones<br />
materi<strong>al</strong>es, es decir, insurrecciones de las clases oprimidas contra sus opresores. La historia de todas las sociedades<br />
de clases es la historia de las luchas de clases que las desgarran.<br />
6. Las luchas de clases a través de la historia<br />
Estas luchas entre la clase explotadora y la clase explotada o entre diferentes clases explotadoras toman las<br />
formas más variadas según la sociedad que se examine y la etapa precisa de su evolución.<br />
Así en las sociedades llamadas «de modo de producción asiático» (Imperio del Oriente clásico) ha habido<br />
un gran número de rebeliones.<br />
En China, innumerables sublevaciones de campesinos j<strong>al</strong>onan la historia de las sucesivas dinastías que<br />
reinaron en el Imperio. El Japón también ha conocido un gran número de insurrecciones campesinas, sobre todo<br />
en el siglo XVIII.<br />
En la antigüedad griega y romana hay una sucesión ininterrumpida de rebeliones de esclavos —de las que<br />
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