Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
31
• Porque cada libro nos lleva a otro libro y, en este tránsito, la ruta es interminable.
• Porque cada libro nos habla de otro libro, porque los lectores gustan de buscar relaciones entre
textos. Porque al formar lectores, formamos personas que demandarán más libros, porque su
lectura no concluye cuando termina la lectura del acervo del aula o de la escuela.
2.3.1 Experimentar la lectura de múltiples maneras
En la formación de lectores, “ciertas prácticas se construyen como memorables (es decir se pueden
recordar a voluntad) y otras no” (Chartier, 2004:113). La pregunta que habrá de plantearse es: ¿qué
hace, o puede hacer, que una lectura se convierta en un evento memorable El principio de acción
para promover la lectura de muchas formas es buscar siempre lecturas memorables.
Ahora bien, es necesario insistir que una condición para las lecturas memorables es la existencia de
libros de calidad, por el lado de los acervos y, por el lado de los lectores, el reconocimiento de las
diferencias culturales existentes ellos y sus familias.
2.3.2 Reconocer las tentaciones de los lectores mediadores
Instructor cultural: ¿qué opinas de la siguiente reflexión “Sin un adulto como mediador, los niños
con frecuencia no pueden adquirir más que palabras vacías, a falta de la experiencia que les da a las
palabras su sustancia vital” (Patte, 2008:40).
Un elemento importante en tu labor de fomento a la lectura es leer en voz alta, ya que ayuda a las
personas a situar el sentido de las palabras que a veces no alcanzan a distinguir durante la lectura
en silencio. Ello sucede, generalmente, cuando las personas tienen poco contacto con los libros;
muchos niños sólo están familiarizados con los libros de texto o escolares.
Una persona que se compromete a mediar entre libros y lectores debe aprender a amar los libros,
a disfrutarlos. Chartier señala que en su formación para la docencia, los estudiantes de escuelas
formadoras de maestros: “No han recibido una formación que los prepare para combinar la lectura
estudiosa con lo que se llama a la sazón ‘lectura recreativa’. En la escuela normal […] aprenden por
lo tanto, a usar los libros, no a disfrutar de ellos; a utilizarlos, no a amarlos” (2009:37,38)
Un colega, profesor de secundaria, Sebastián Gatti (citado en Carrasco, 2006:132), afirma:
La auténtica lectura, me parece, es una experiencia liberadora y libertaria, y quienes no se atreven a
permitirla suelen estar menos preocupados por sus alumnos que por sus propios temores, pudores,
vergüenzas. Aceptar que los demás tengan derecho a decir sus palabras es algo que solamente tiene
sentido si estamos además dispuestos a escucharlas, aunque no nos gusten, aunque no estemos de
acuerdo, aunque nos duelan. En ello consiste precisamente la libertad de expresión.