Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Crear las condiciones para vivir
experiencias de lectura
Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura
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Consejo Nacional de Fomento Educativo
DISTRIBUCIÓN GRATUITA / PROHIBIDA SU VENTA
“Este programa es público, ajeno a cualquier partido político.
Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”.

Crear las condiciones para vivir
experiencias de lectura
Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura

Directorio institucional
Alonso Lujambio Irazábal
Secretario de Educación Pública
Arturo Sáenz Ferral
Director General del Consejo Nacional de Fomento
Educativo
María Teresa Escobar Zúñiga
Directora de Administración y Finanzas
Lucero Nava Bolaños
Directora de Educación Comunitaria
Miguel Ángel López Reyes
Director de Planeación
Juan José Gómez Escribá
Director de Medios y Publicaciones
Dolores Ramírez Vargas
Titular de la Unidad de Programas Compensatorios
Rafael López López
Titular de la Unidad Jurídica
Fernando Sánchez de Ita
Titular del Órgano Interno de Control
El Consejo Nacional de Fomento Educativo agradece la participación a los responsables estatales de la estrategia,
instructores culturales y coordinadores académicos de las siguientes de Delegaciones: Chiapas: Rosa Ivonne
Niño Ruiz, Mari Cruz Vázquez Vázquez, Miguel Ángel Velasco Estrada, Raymundo López Gómez, Ernesto Entzin
Méndez; Hidalgo: Mario Vicente Caciano Anicacio, Emmanuel Cortés Rodríguez, Jéssica Sevilla Castro; Nayarit:
José Ramón Luján Montes, Pedro López Carrillo, Román Carrillo de la Cruz; Guerrero: Melquíades Martínez
Zamudio, David García Radilla, Alejandro Lorenzo Luna; Chihuahua: Claudia Leticia de la O Hernández, Luis
Humberto Hernández Delgado, Francisco Estrada García; Jalisco: Gerardo Bustillos Gámez, Aldo Mauricio Macías
Montes, Julio Cesar Ramírez Ávalos; Michoacán: Moisés Moya García, Guadalupe Jiménez Lara, Diego Espinosa
Carmona; Durango: Ambrocio Santillán Morales, Marcial Soto Ciriano, Gumersindo Soto Flores; Oaxaca: Aurea
Berenice Dominguez Pérez, José Antonio Ruiz Torres, Norallely Vargas Ortiz, Genaro Salva Chávez, Jairo Raúl
Carrasco Ruiz; Puebla: Yolanda Hernández Candelero, Rodrigo Cisneros Severiano, Leopoldo Andrade Hernández;
San Luis Potosi: Obed Hernández Jiménez, Roberto Rubio Silva, Rosalba Domingo Hernández, y Veracruz:
Armando Illescas Galindo, Orlando Abimael Olvera Moreno, Remigio Martínez Hernán.
También agradecemos la colaboración de personal de Oficinas Centrales: Dolores Ramírez Vargas, Carmen Gladys
Barrios Veloso, Daniel Ledesma Rivera, Jovana Monserrat Morquecho Sánchez y Laura Isela Loredo Ruelas.

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experiencias de lectura
Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura

Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura
Consejo Nacional de Fomento Educativo
Edición
Alma Carrasco Altamirano
Verónica Macías Andere
Ana María Márquez Rosano
Martha Beatriz Soto Martínez
Pablo González Díaz de la Serna
Ignacio Islas Don Juan
David Reyes Méndez
Autores
Mónica González Dillón
Coordinación general
Scarlet Rocío Galindo Monteagudo
Ilustración
Édgar Ayala Arroyo [pp.8,12,20,22,30,34,38,40,57,59,72 y 100]
Verónica Macías Andere [pp.7, 45, 68, 82, 86 y 94]
Fotografía
Mireya Guerrero Cercós
Scarlet Rocío Galindo Monteagudo
Diseño
Verónica T. Martínez Sánchez
Supervisión editorial
Elena Santibáñez
Efrén Calleja Macedo
Corrección de estilo
Andrea Aguilar Álvarez / Marcos Rendón
Formación
Primera edición: 2011
Primera reimpresión: 2012
D.R. © CONSEJO NACIONAL DE FOMENTO EDUCATIVO
Insurgentes Sur 421, edificio “B”, Conjunto
Aristos, col. Hipódromo, CP 6100, México, D.F.
www.conafe.gob.mx
ISBN: 978-607-419-129-5
Impreso en México
Printed in Mexico
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada
o trasmitida en manera alguna ni por ningún medio, sin permiso previo del editor.

Índice
Introducción 7
Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores 11
1.1 Hablemos de lectura… 11
1.2 Hablemos de libros… 15
1.3 Hablemos de lectores 16
1.4 Y ahora... hablemos de ti 21
Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura 25
2.1 Conocer y caracterizar el acervo 25
2.1.1 Clasificaciones disponibles 26
2.1.2 Reseñar, comentar y recomendar libros 27
2.2 Retos acerca de los libros y los lectores 28
2.2.1 Tipos de libros recomendados para el acervo 28
2.2.1.1 Libros para los más pequeños (de 3 a 6 años) 29
2.2.1.2 Libros para los que empiezan a leer (de 6 a 9 años) 30
2.2.1.3 Libros para los lectores autónomos (de 10 a 12 años) 30
2.3 Hablar de libros en plural 30
2.3.1 Experimentar la lectura de múltiples maneras 31
2.3.2 Reconocer las tentaciones de los lectores mediadores 31
2.4 Diferenciar la lectura escolar de la promoción de la lectura 33
2.4.1 Ventajas de un club de lectura 34
2.4.2 Rasgos deseables de formación de lectores desde el aula 34
2.4.3 Pedir siempre algo a cambio puede alejar a los lectores 36
2.4.4 Clarificar los propósitos 37
2.5 La biblioteca es el lugar de encuentro 37
2.5.1 A muchas cosas le llaman biblioteca 37
Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura 43
Actividad 1. La biblioteca del aula: organización y mantenimiento 47
1.1 Objetivo general 47
1.2 Materiales necesarios 47
1.3 ¿Cómo realizar la actividad 47
1.4 ¿Cómo organizar el seguimiento del uso de la biblioteca 50
Actividad 2. El club de lectura: organización y mantenimiento 51
2.1 Objetivo general 51
2.2 Materiales necesarios 52
2.3 ¿Cómo realizar la actividad 52
2.4 Seguimiento del club de lectura 56

Actividad 3. Recomendaciones para leer regularmente en el horario escolar 58
3.1 Objetivo general 63
3.2 Materiales necesarios 63
3.3 ¿Cómo realizar la actividad 63
3.4 ¿Cómo dar seguimiento a la lectura en el aula 64
Actividad 4. Producción de materiales para enriquecer la biblioteca 65
4.1 De mole, rajas y dulce: antologías de temas comunitarios 65
4.2 Susurradores: palabras al oído 67
4.3 Todos tenemos algo que contar: el libro artesanal 71
4.4 Audiolibros: nuestras voces cuentan y cuentan mucho 78
Capítulo 4. Citas y sugerencias 85
1. ¡Prohibido aburrir! 85
2. La hora del cuento 86
3. La lectura es un aprendizaje recurrente 87
4. Cuando se trata de leer y que otros lean 87
5. Sugerencias para el éxito del fomento a la lectura y la
escritura en las Caravanas Culturales 88
6. Para ti, ¿qué es leer 89
7. Libros 90
8. Ligas de Internet 94
Biblografía 95
Anexos 99
Anexo 1. Formatos para la observación de eventos y prácticas lectoras 101
Anexo 2. Etiquetas de colores para clasificar el contenido de los libros 108
Anexo 3. Credencial para el alumno 109
Anexo 4. Cuaderno de control de préstamo y entrega de libros 110
Anexo 5. Carteles de difusión para el uso de la biblioteca 111
Anexo 6. Letreros para las categorías, series o colecciones de libros
existentes en comunidad 112
Anexo 7. Reglamento para el uso y préstamo de libros de la biblioteca 113
Anexo 8. Palabrario 114
Anexo 9. Logros del estudiante de preescolar 116
Anexo10.Recomendaciones para el seguimiento de las actividades
por parte del instructor comunitario 117

Introducción
Instructor cultural, tienes en tus manos la Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura, que te
apoyará en tu labor en la Estrategia Caravanas Culturales del Conafe, cuyos lineamientos operativos
establecen que:
El trabajo de las Caravanas Culturales, desde el enfoque de la Educación Comunitaria, propone
generar una práctica educativa de diálogo, intercambio, reflexión y construcción de acciones
hacia la realización de proyectos de vida y de futuro. Este diálogo e intercambio resulta al
conocer, valorar y respetar la realidad cultural de cada población, por lo tanto, los saberes
y prácticas culturales son concebidos como las diferentes maneras de vivir, cuidar la salud,
comunicarse, relacionarse con los demás, resolver conflictos, dar respuesta a necesidades
individuales y enfrentar problemas.
Para cumplir con ese lineamiento, la labor de las Caravanas Culturales traspasa los límites del aula
escolar para integrarse al reconocimiento y valoración de la sabiduría comunitaria, contribuyendo
al intercambio armónico y al contacto con otros conocimientos y culturas.
Tu tarea como instructor cultural del Conafe estará orientada a tres líneas de acción: el teatro
didáctico, la música y el fomento a la lectura y la escritura, además será itinerante y consistirá
en visitar –en cada ciclo escolar– un grupo de comunidades situadas en los municipios con mayor
grado de marginación social, en alguna de las 12 entidades federativas asignadas.
Una vez ahí, te pedimos que tu permanencia tenga dos momentos; en el primero que durará una o
dos semanas durante el ciclo escolar, deberás instalar ciertos procedimientos y competencias con
tus contrapartes: el promotor comunitario de lectura, el instructor comunitario y, apoyándolos,
estarán algunos de los niños más avanzados en labores como la de bibliotecario encargado de la
biblioteca del aula. Recuerda que con tu labor en el fomento a la lectura no sólo saldrán beneficiados
los niños y jóvenes que estudian en las aulas del Conafe, sino también los propios instructores
comunitarios, los padres de familia y otros adultos de la comunidad. En el segundo momento
tendrás la oportunidad de supervisar y evaluar personalmente los resultados obtenidos por tus
contrapartes y, dado el caso, llevar a cabo los cambios correspondientes.
Tu intervención deberá enfocarse en cuatro proyectos:
• La biblioteca de aula.
• El club de lectura.
• Recomendaciones para leer regularmente en el horario escolar.
• Producción de materiales para enriquecer la biblioteca.
Dado que tu intervención como instructor cultural tendrá dos momentos y se enfocará en cuatro
actividades, tu Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura incluye una descripción detallada de los
procedimientos y materiales que necesitarás para realizar tu labor.

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Esta Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura es el resultado de un proceso de planeación y
preparación que culminó con la realización del taller “Leer es una buena costumbre”, que se llevó
a cabo del 21 al 25 de junio de 2010 en la Ciudad de México. A este evento asistieron instructores
culturales, asistentes educativos y coordinadores académicos provenientes de las Delegaciones
Estatales del Conafe en Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán,
Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz.
Tu guía consta de cuatro capítulos: Hablemos de lectura, libros y lectores; Los retos de la intervención
cultural en materia de lectura, Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura, y Citas y
referencias.
En la Delegación del Conafe que hay en cada una de las 12 entidades federativas asignadas para
ejecutar las acciones de esta estrategia, hay un responsable estatal de Caravanas Culturales, quien
te apoyará para coordinar tu labor.
Leer para otros.

Un libro, como un viaje, comienza con
inquietud y se termina con melancolía.
José Vasconcelos

Compartiendo la lectura

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros
y lectores
Cuando alguien no ha tenido la suerte de disponer de libros en su casa,
de ver leer a sus padres, de escuchar relatar historias,
las cosas pueden cambiar a partir de un encuentro.
Michèle Petit.
1.1 Hablemos de lectura…
Instructor cultural del Conafe, si acabas de leer la presentación de esta Guía de Fomento a la
Lectura y la Escritura te preguntarás: ¿qué tanto hay en leer y escribir –acciones aparentemente
sencillas– que requieren una intervención educativa especial además de la que se imparte en las
aulas del Conafe
Michèle Petit, cuyas palabras iniciales encabezan este capítulo, es una investigadora francesa
especialista en la promoción de la lectura en el medio rural, principalmente en comunidades cuyos
habitantes tienen un alto grado de marginación social. Ella nos ofrece un pensamiento que podría
ayudarnos a responder esa pregunta.
Cada hombre y cada mujer tienen derecho a pertenecer a una sociedad, a un mundo, a través de lo
que han producido quienes lo componen: textos, imágenes, donde escritores y artistas han tratado de
transcribir lo más profundo de la experiencia humana (Petit, 2002:24).
Así es, leer –y también escribir– nos hace pertenecer al mundo en que vivimos. Pero no sólo “estar
ahí” sino ocupar plenamente un lugar digno, desde donde participemos en una activa toma de
decisiones y gocemos de las mismas oportunidades que los demás.
Si bien la lectura y la escritura son un poderoso agente de cambio, también nos permiten conocer,
interactuar, experimentar y ejercitar la imaginación, los sentimientos y el lenguaje, entre otras
ventajas.
Pero, te preguntarás: ¿qué es la lectura, ¿qué se lee, ¿cómo se lee, ¿cuándo se lee A lo largo de
los tres capítulos y varios anexos de esta guía te ofreceremos elementos para responder a éstas y
otras interrogantes.
En primer lugar, es necesario hacer de la lectura y la escritura una experiencia de vida, para lo cual
se tienen que dejar atrás sólo las buenas intenciones y pasar a la práctica diaria de leer y escribir.
Como habrás comprobado por tu propia experiencia como lector, la lectura y la escritura no se
aprenden por decreto, ni rápidamente, sino que exigen dedicación, esfuerzo, paciencia y tiempo,
así como la determinación de construir espacios y momentos adecuados para ello.

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Graciela Montes (1998:84), una especialista en temas de lectura de origen argentino, dice:
“¿Quién dijo que leer es fácil ¿Quién dijo que leer es contentura siempre y no riesgo y
esfuerzo Precisamente porque no es fácil, es que convertirse en lector resulta una conquista”.
Algunas definiciones de lectura
Es importante definir qué es la lectura, ya que las ideas que tenemos sobre el acto de leer
determinarán aquello que hagamos o dejemos de hacer para fomentar o no su práctica habitual en
la vida cotidiana de nuestros beneficiarios.
Recuerda que en esta Guía entendemos la lectura, no sólo como el desciframiento de un código o
alfabeto, y de unas reglas gramaticales, sino que la consideramos como el acto que nos define como
personas capaces de conocer, actuar y transformar el mundo donde vivimos.
La definición del Diccionario de la Real Academia Española (2002:920) es muy útil porque
complementa a la anterior. Nos dice que la palabra “lectura” proviene del latín lectūra y significa:
“La acción de leer. Interpretación de un texto. Interpretación del sentido de un texto y también es
una disertación, exposición o discurso.
Cunningham y Fitzgerald (1996) señalan que hay cuatro formas de conceptualizar la lectura. Estos
conceptos se han construido en diferentes épocas”:
Momentos
Transferencia de
información
Explicaciones y conceptos asociados
El lector comprende un texto cuando es capaz de extraer el significado
que éste le ofrece. Implica reconocer que el sentido del texto está en las
palabras y oraciones que lo componen y el papel del lector es descubrirlo.
Interacción
Los lectores utilizan sus conocimientos previos para interactuar
con el texto y construir significado. La lectura es vista como
un proceso del lenguaje (Goodman, 1982) y en ese proceso de
interacción el lector construye el sentido del texto (Smith, 1980).
Transacción
Construcción social
La obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el
texto. Esta relación es una transacción a fin de enfatizar el circuito
dinámico, fluido, el proceso recíproco en el tiempo, la interfusión del
lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado, se
trate de un informe científico o de un poema (Rosenblatt, 1985).
El lector construye significados al utilizar muchos tipos y niveles de
conocimiento social y culturalmente compartidos. La lectura sólo
puede ser pensada como actividad social, como el resultado de la
participación en prácticas sociales en las que la lectura tiene sentido
para el grupo y para el individuo (Barton, D. y M. Hamilton, 2004).

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores
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Esta tabla fue elaborada partir del planteamiento de Alma Carrasco, en Entre libros y estudiantes.
Guía para promover el uso de las bibliotecas en el aula, México, Paidós, 2006, p. 23.
Nuestra propia experiencia como lectores nos enseña que la lectura también es un conjunto de
habilidades que sirve a las personas para intercambiar información; leer es una actividad individual
y social, que progresa cuando el entorno comunitario favorece su realización.
Para formar a otros como lectores, es importante tomar en cuenta que dos personas nunca
comprenderán un mismo texto de la misma forma. Como se dice “cada cabeza es un mundo”;
nosotros agregamos, y cada lector también.
Leer –y nos referimos al acto de leer que transforma– no es sencillo, pero tampoco es una labor
que deba hacernos sentir abrumados. Se trata más bien de conquistar la lectura, como dice Graciela
Montes, y de hacerlo a partir de un compromiso personal. Por eso estamos convencidos que todas
las personas de la comunidad pueden incorporarse a actividades de fomento a la lectura y la
escritura.
Para terminar con las definiciones, es necesario recordar que leer debe convertise en una experiencia
interesante y placentera. Tiene que asombrarnos y también hacernos reír; ponernos tristes y llenar
nuestras horas con ilusión y esperanza.
A continuación aparece el cuadro que describe las etapas lectoras, según Yolanda Reyes:
Etapa lectora
Características
Yo no leo, alguien
me lee, me descifra
y escribe en mí.
Los niños no leen, sino que otros “lo leen” y se extiende desde
el nacimiento hasta el inicio de la lectura alfabética. La voz
de quien cuenta es un modelo lector: sus pausas, sus tonos
cuando interroga, cuando exclama o susurra, expresa que las
palabras tienen tonos, cadencias, matices, sonoridades.
Yo empiezo a
leer con otros.
El niño comienza a leer con otros y, por lo general, suele
coincidir con el ingreso a la educación formal y con el proceso de
alfabetización. Se da desde la total dependencia del lector hasta
el logro de la lectura autónoma, es un largo tramo de tránsito y
se constituye quizás, en la época más difícil para su formación.
Lector autónomo
En esta etapa es muy importante que se mantenga viva la fe en la
magia de los libros y en sus poderes de desciframiento, de ahí que siga
siendo necesario que alguien le lea historias complejas y profundas.

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
En muchas ocasiones, el ambiente determina que los niños se acerquen o no a los libros. Marinsalta
(2003) expresa así las condiciones y beneficios del espacio para la lectura:
Condiciones para cultivar
Crear un clima cálido, seguro, de
cercanía física y afectiva.
Repetir y repetir, tanto como el
niño pida el mismo cuento.
Armar juegos para completar,
ordenar, pintar, señalar, narrar.
Ponerse cómodo sin dejar de compartir
dibujos y texto; señalar lo que se va leyendo.
Involucrarse, dialogar, responder a preguntas,
relacionar con experiencias propias.
Cambiar roles, que el niño “lea”,
y papá y mamá escuchen.
Relajarse en compañía. Dormirse
después de un cuento compartido.
Beneficios para cosechar
El niño se siente atendido, querido,
contenido y hasta “premiado”.
Da confianza y oportunidad para
asociar lo auditivo con lo visual.
Lo involucra y facilita el relato
por parte del niño.
Favorece la comprensión de relaciones
importantes entre lo que se ve
y se escucha.
Ofrece oportunidades riquísimas
de comunicación, comprensión,
expresión, atención, observación.
Lo hace protagonista del acto lector.
Es el premio que, sin duda,
realiza “el sueño cumplido”.
Creando un libro artesanal

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores
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1.2 Hablemos de libros…
Instructor cultural: las acciones de fomento a la lectura y la escritura que llevarás a cabo en
comunidades atendidas por el Conafe no están orientadas exclusivamente a los niños y jóvenes de
educación básica, sino también a los instructores comunitarios, padres de familia y otros miembros
de la comunidad.
Literatura infantil y juvenil, un poco de historia
Los libros para niños y jóvenes forman una verdadera especialidad literaria. Las primeras
recopilaciones de textos infantiles fueron publicadas en el siglo XVIII, cuando nuestro país no se
llamaba México sino que todavía era parte de España.
Caperucita, Piel de Asno, Pulgarcito y El Gato con Botas son verdaderos clásicos de este tipo de
literatura, que empezaron su vida como tradiciones populares en Francia e Italia. Un francés llamado
Charles Perrault (1628-1703), quien primero fue abogado y luego escritor, los recopiló, los escribió
según la sensibilidad de su época y después los publicó en un libro titulado Historias o cuentos del
pasado, que llegó a ser más conocido como Cuentos de mamá Oca.
A principios del siglo XIX, dos hermanos de apellido Grimm: el primero de nombre Jacob y el
segundo llamado Wilhelm, nacieron en lo que hoy conocemos como Alemania. Sus estudios de
las tradiciones populares los llevaron a coleccionar cuentos tradicionales, que publicaron en dos
volúmenes entre 1812 y 1815 con el título Cuentos de niños y del hogar.
En ese mismo siglo vivió Hans Christian Andersen (1805-1875), un escritor nacido en Dinamarca
quien, a diferencia de los anteriores, no fue simplemente un recopilador de narraciones populares
tradicionales, sino que él mismo escribió cerca de 150 cuentos infantiles. Algunos de los más
famosos son: El patito feo, La reina de las nieves y La Sirenita.
Pero el mundo de los libros es amplio, ¡muy amplio!, ¡es enorme y muy rico! Por ese motivo, también
es literatura la letra de una canción tomada del cancionero popular mexicano, como lo demuestra
el siguiente ejemplo:
Soñé vagar por bosques de palmeras
cuyos blancos plumajes al hundir
su disco el sol en las lejanas sierras
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa
la superficie límpida y azul
y a las orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y el bambú.

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Estas estrofas pertenecen a una canción tradicional mexicana que fue recopilada 1944 en
Cuernavaca, Morelos, por Alfonso del Río y publicó después Vicente T. Mendoza, en su libro La
canción mexicana. Ensayo de clasificación y antología.
Nuestro propósito al introducir este fragmento de un poema popular, es invitarte a fomentar la
lectura de poesía entre los niños y jóvenes que estudian en las aulas del Conafe, y desde luego
a hacerlo también con los instructores comunitarios, padres de familia y otros miembros de la
comunidad.
Pon atención en la forma tan extraordinaria que tiene el poeta popular –un anónimo de quien sólo
conservamos su buen gusto– de referirse con sencillez a una puesta de sol en una laguna a orillas
del mar, precisamente cuando las garzas descienden sobre los árboles que se encuentran en las
riberas para pasar la noche.
Veamos otro ejemplo. En su poema en verso titulado “El encanto del libro”, el poeta mexicano
Francisco González León (1862-1945), nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, se refiere a los libros de
la siguiente forma:
Parte de mi existencia a la suya va unida.
Los miro con amor y con remordimiento;
cambié mi vida propia por la suya fingida
para vivir los siglos con un solo pensamiento.
Este poeta formó parte del movimiento literario llamado Modernismo, que entre 1880 y 1910 atrajo
a algunos de los mejores poetas mexicanos de aquella época: Amado Nervo, Manuel Gutiérrez
Nájera, Salvador Díaz Mirón y José Juan Tablada, entre otros.
En este fragmento, Francisco González León confiesa con elegancia, pero también con dolor, que
dedicó la mayor parte de su vida a leer, y en consecuencia a vivir a través de los autores de aquellos
libros que leyó, sin importarle la propia vida. Su satisfacción –nos confiesa el poeta– radica en haber
vivido no una existencia, sino siglos enteros con sólo el poder de su pensamiento.
Este poeta, historiador y farmacéutico, fundó junto con el zacatecano Ramón López Velarde, la
llamada Poesía de Provincia, que buscaba en el pequeño mundo provinciano las imágenes que
después la creatividad del escritor convertiría en poemas elegantes y profundos.
1.3 Hablemos de lectores
Ya hablamos de la lectura y de los libros, pero aún no hemos hablado de los lectores, de su diversidad,
avances y retrocesos, así como de los ambientes que favorecen la construcción de significados que
dan sentido a lo que se lee. Éste es un punto clave sobre el que te presentamos una detallada
exposición.

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores
17
En realidad, no hay muchas pistas para reconocer avances de lectura, por ese motivo es importante
que en tu labor de fomento a la lectura analices con detenimiento en qué consiste una trayectoria
de lectura.
Por trayectoria de lectura entendemos el camino que hay entre un momento anterior y uno posterior:
antes de poder gozar de la lectura y después; antes de leer críticamente un libro y después; antes de
un autor que se lee por vez primera y después de leerlo; antes de conocer un género literario, por
ejemplo: la novela, el cuento, la biografía, y después.
Si la experiencia de lectura en alguno de esos trayectos fue exitosa, entonces notarás que el lector
puede elaborar significados directamente relacionados con su situación de vida; en ese caso
estamos frente a un avance notable. De otra forma, nos encontramos ante un retroceso y será
necesario buscar la causa del problema y resolverla.
Es preciso insistir en la cuestión de la construcción de significados. Recuerda que al inicio de este
capítulo leímos una reflexión de la investigadora francesa Michèle Petit, en la que nos hablaba de la
lectura como una forma de transformar activamente el mundo donde vivimos.
La apropiación constructiva y responsable de la realidad que nos rodea a través de la lectura, sólo
puede llevarse a cabo si, cuando leemos, vamos relacionando lo leído con nuestra vida cotidiana.
Por decirlo de una forma más clara: los textos que leemos tienen que hablarnos de tú, de frente y
mirándonos a los ojos.
Por ese motivo, es importante que la propia comunidad, directamente o a través del promotor
comunitario de lectura, participe en la selección de los materiales de lectura que se leerán en el
club de lectura (consulta el Capítulo 3).
Acerca de la diversidad de lectores, la primera gran diferencia es la que hay entre un lector que ha
participado de alguna experiencia satisfactoria de lectura, y otro que no la ha tenido. Ferdinand Buisson
nos dice al respecto:
¿Cómo iban a poder los maestros hacer partícipes a otros de una experiencia que no conocen, la de ese
libro que se lee de un tirón, que proporciona descanso y satisfacciones de calidad (Chartier, 2009:42).
Instructor cultural del Conafe, como la contraparte más importante que tendrás al realizar tu labor
de fomento a la lectura será el promotor comunitario de lectura, creemos que resultará de tu
interés lo siguiente:
Mucho se ha dicho sobre la importancia de que los promotores de lectura; es decir, de los mediadores
entre los libros y los lectores, también sean lectores que aman leer. Ello, ciertamente, los hará más
sensibles para reconocer y atender las necesidades de quienes apenas empiezan a acercarse a los
libros; es decir, al gozo de leer más allá de las obligaciones escolares o profesionales.
Pero no sólo el promotor comunitario de lectura es un mediador entre los lectores y los libros en
las comunidades que visitarás como parte de una Caravana Cultural del Conafe, sino que también
tú lo eres.

18
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Considera que tú eres quien inicia todo el proceso de fomento a la lectura en la comunidad.
Entonces, si no has logrado encontrar en los libros y en su lectura una forma de sentirte más a gusto
con el mundo en que vives, te será muy difícil –por no decir imposible– transmitir a los demás el
placer de leer. Sin embargo, no podemos esperar a ser un lector experto para acercar a otros a la
lectura, pero esperamos que sí te comprometas a estar genuinamente interesado en los libros.
Retomemos ahora la cuestión de clasificar a los lectores, porque al llegar a una comunidad atendida
por el Conafe tendrás apenas dos semanas para dejar instalados procedimientos, y orientar a tus
contrapartes (promotor comunitario de lectura, bibliotecario del aula e instructor comunitario)
sobre la mejor forma de realizar las cuatro actividades de fomento a la lectura que te explicaremos
en el Capítulo 3.
Una clasificación posible es aquella que distingue a las personas que viven la experiencia de la
lectura en su vida cotidiana y las que no. Una más tiene que ver –como ya dijimos– con el hecho
de que leer sea placentero y significativo, y además haga del lector un factor de transformación
constructiva y positiva del mundo en que vive.
Otro criterio de diferenciación de lectores consiste en considerar sus gustos o preferencias lectoras.
De esta forma podremos, por ejemplo, distinguir a quienes prefieren leer libros informativos, o los
que se interesan más por las obras literarias que son el resultado de la creatividad de su autor.
En función de la experiencia de lectura vivida, otras clasificaciones podrían ser: contar o no con un
autor preferido; disponer o no de libros en casa; contar o no con alguna persona que lea en voz alta
para ellos; haber participado o no en la presentación o recomendación de algún libro; disponer o
no de una biblioteca amplia, que se ubique cerca de su domicilio y a la que se pueda acceder de
forma regular; tener el interés y la oportunidad o no de conversar con otras personas sobre lo que
se está leyendo.
También podemos diferenciar a los lectores por el grado de dominio que tienen de la lectura. En
este sentido, Margaret Meek (2004:52-53) nos dice:
Todos los lectores expertos entienden de manera práctica y consciente cómo funciona la lectura […].
Lo que hace eficientes a los lectores […] es el hecho de saber en qué consiste el acto de leer, y esto
incluye las sensaciones al momento de leer y las posibilidades que abre la lectura.
Siguiendo con Meek, “Los usuarios poderosos de la cultura escrita son los que leen mucho y que
saben cómo moverse en el mundo del texto impreso. El hábito queda establecido desde temprana
edad, pero también puede adquirirse cuando se comprende lo que la lectura permite”. Uno de los
retos del promotor de lectura es contribuir al establecimiento de hábitos lectores. Ello es posible
si se pasa de la exhortación sobre las distantes virtudes de la lectura, a la práctica en las cercanas
experiencias de lectura regular.
Como comprenderás, tu reto principal al fomentar la lectura en comunidades atendidas por el
Conafe es ayudar a crear el hábito de la lectura entre sus miembros. Tu labor es crear buenos
lectores. Y eso será una realidad sólo si tú mismo eres un buen lector y se los demuestras leyendo
con ellos.

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores
19
Recuerda que ahora hay más lectores de los que hubo antes, también hay más –muchísimos más–
libros entre los cuales escoger. No hay vuelta atrás a los tiempos aquellos cuando había pocos libros
buenos que leer sobre tal o cual tema, ni una única manera de leer. Hoy día la lectura es diversidad:
¡por fortuna así es!
A continuación te propondremos algunas reflexiones y recomendaciones que consideramos útiles
para que reconozcas los avances o retrocesos de los lectores. Te sugerimos que las compartas con
tus contrapartes en la comunidad (consulta el Capítulo 3).
Las personas que, como tú acompañan a otras que se van formando como lectores, deben distinguir
los rasgos que claramente muestren que se lee mejor. Considera, por ejemplo, sus avances al leer
en silencio, tanto como la velocidad o la dicción de la lectura en voz alta, hasta la comprensión
crítica de lo leído. Esto es muy importante.
Consideramos que uno de los aspectos en los que debes poner más atención para medir el avance
de los lectores, es su capacidad para asumir una postura crítica frente a lo que se lee. Recuerda que
ésta es una característica que debes fomentar desde las primeras experiencias de lectura, para que
con el tiempo el lector no sea sólo un mero repetidor de las palabras escritas, sino un intérprete que
las sitúa en su propia realidad con el propósito de transformarla.
Pretendemos hacerles vivir experiencias lectoras del tipo de las que propone Margaret Meek
(2004:62), aquéllas que le hagan decir:
• Aprendo a crear significados, a analizar significados.
• Leo a mi propio ritmo y de la forma como yo quiero: de corrido, saltándome fragmentos, yendo
directamente hacia el final, haciendo pausas.
• Leer hace que me entusiasme con ideas, sucesos y personas.
• Lo que leo se convierte en una aventura capaz de sorprenderme.
• Cuando leo me siento como en una ensoñación o, por el contrario, lo leído me requiere un
arduo trabajo.
Finalmente, los mejores rasgos de avances en el camino de hacerse lector son, precisamente,
aprender a crear sentido y significados propios de lo leído y el estar dispuestos a seguir leyendo.
Pero, sin duda, la mejor forma de empezar es hacerlo desde el principio y poniendo manos a la obra.
Recuerda lo que decía el cantautor español Joan Manuel Serrat: “caminante no hay camino, se hace
camino al andar”. Nada parecido hay a una ruta fácil y corta: se tiene que leer y leer bien, y ayudar
a los demás a leer bien.
Hay que hacer como los niños: primero tocar los libros, abrirlos, hojearlos. Luego vendrá la lectura en voz
alta, después la lectura compartida, y más tarde la que se hace para uno mismo, en silencio.
Recuerda que un libro que se ofrece a alguien es como la mano que se extiende a un amigo. Tiene
que hacerse bien y de buenas, es una invitación, no una imposición. Hazlo poco a poco y respetando
siempre el derecho del otro a no querer leer en ese momento.

20
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Sin duda, el mejor indicador de crecimiento por parte de alguien que está aprendiendo a gozar
cuando lee, es su amistad con los libros y la lectura. Si observas que están juntos el lector y su libro,
todo va viento en popa. Si notas que se pelean y el lector abandona a su amigo-libro, no te alarmes,
cuando se reconcilien, el compromiso entre ellos será mayor.
Esa amistad entre el lector y los libros, que en muchas ocasiones termina siendo un feliz romance y en
otras tristemente un divorcio, necesita de condiciones propicias para hacerse presente. Sí, efectivamente,
te conviene crear entre ellos un ambiente íntimo, cómodo y seguro hasta donde las condiciones lo
permitan. Te sugerimos acondicionar el aula, si es posible, o buscar el apoyo de los padres de familia u
otros miembros de la comunidad, para encontrar soluciones alternas.
Si el promotor comunitario de lectura (consulta el Capítulo 3) y tú han elegido el aula como espacio
de fomento a la lectura, entonces te pedimos tomar en cuentas las siguientes consideraciones:
Lo natural y lo forzado
Lo natural
• Dejar los libros al alcance de los niños.
• Permitir que interactúen libremente con los textos.
• Respetar tiempos de lectura.
• Dejar que los niños pregunten sobre lo que se les lee.
• Respetar su opinión ante un texto y aceptar la diversidad de comentarios.
• Planificar la lectura en voz alta que se hará ante ellos.
Lo forzado
• Preguntar después de cada lectura: de qué trató la historia, quiénes eran los personajes
principales, qué aprendieron con la lectura.
• Pensar que para leer hay que estar bien sentados, tomar el libro de determinada forma y estar
todo el tiempo calladitos.
• Pensar que todos los niños aprenden de la misma forma.
• Pedir que elaboren un dibujo o un resumen después de cada lectura.
Tiempos, momentos y espacios para leer
En muchas ocasiones nos preocupa saber cuándo, cuánto y dónde leerle a los niños. Por ello te
proponemos lo siguiente:
• Es recomendable que en el salón esté bien diferenciado el espacio donde se encuentren los
libros y que éstos se encuentren clasificados, lo que permitirá encontrar fácilmente lo que se
quiera leer.
• Tener un horario fijo de lectura en voz alta, que puede ser al inicio de clases, después de alguna
actividad o al terminar las labores escolares.
• El que se tenga un momento fijo para leer no significa omitir lecturas, las cuales se pueden
realizar en el patio, a la hora del almuerzo, para festejar el cumpleaños de alguno de los niños.

Capítulo 1. Hablemos de lectura, libros y lectores
21
• Leer debe convertirse en una situación interesante y placentera: podemos aprender cosas,
reirnos, sentirnos tristes, disfrutar aventuras, hacer experimentos, compartir con otros y
enriquecernos individualmente.
• En lo que se refiere al tiempo, dependerá de cada lectura. En cuanto al calendario escolar, hay
que leerles durante todo el ciclo y, si es posible, hacer préstamo de libros para las vacaciones.
1.4 Y ahora... hablemos de ti
Además de ser tú mismo un lector capaz de gozar intensamente la lectura, y de adquirir las
habilidades para fomentar la lectura y la escritura, creemos que hay una rica variedad de acciones
que podrías llevar a cabo. A continuación te señalamos sólo algunas.
¿Se te ha ocurrido que tú mismo podrías aprovechar el ir y venir de una comunidad a otra, para
pedir a las mamás y papás de mayor edad que te cuenten las antiguas historias y relatos de ese
lugar
Sería muy interesante que hicieras tu propia recopilación de los cuentos e historias tradicionales,
así como de letras de canciones, y luego te esfuerces por escribirlas, e invites a hacer lo mismo
a los niños y jóvenes que estudian en las aulas del Conafe, así como a sus mamás y papás, a los
instructores comunitarios y a otros miembros de la comunidad.
¿Lees poesía, o quizás escribes poemas de vez en cuando, ¿te gustaría formar con otros instructores
un grupo de jóvenes y poetas, quienes a partir de las imágenes de lugares y personas que encuentras
en las comunidades escriban sus propios poemas
También puedes leer novelas, escribir cuentos y obras de teatro, sin olvidar el ensayo y otras formas
de escritura que producen textos como, por ejemplo, la caricatura humorística. Piensa que el cine
también se “lee” y ni qué decir de las pinturas y esculturas que se exponen en los museos.
Y si de leer se trata, considera la posibilidad de “leer” la vida de las comunidades que visitas como
instructor cultural del Conafe, poniendo especial atención en las condiciones de marginación
social de sus habitantes. Entonces quizá te decidas a “escribir” junto con la comunidad nuevas
oportunidades de inclusión social para ellos.
Leer y escribir es como respirar y comer porque te mantienen vivo y feliz. Aunque por
supuesto no te recomendamos que dejes de vivir una vida rica e intensa de experiencias y
te dediques solamente a leer libros y a escuchar los versos de nuestro cancionero popular
mexicano. Lo que sí te pedimos es que lleves la lectura y la escritura a tu vida cotidiana.
Creemos que sólo así podrás transmitir a los niños que estudian en las aulas del Conafe,
así como a sus padres, a otros adultos de las comunidades y a los instructores comunitarios, una
verdadera pasión por leer y escribir.
Te deseamos mucha suerte y te invitamos a seguir adelante con el estudio cuidadoso del siguiente
capítulo de tu Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura.

Leyendo los libros artesanales

La experiencia de la lectura (como la de la escritura)
es uno de los últimos reductos de libertad que tiene el hombre.
María Teresa Andruetto

Escribiendo el libro artesanal.

Capítulo 2. Los retos de la intervención
cultural en materia de lectura
Instructor cultural del Conafe: creemos que favorecer acciones de lectura como práctica social
regular exige el diseño de propuestas de intervención cultural.
Frente a la insuficiente cantidad de bibliotecas para atender a la población infantil y juvenil, desde
el año 2001 se ha estado impulsando la conformación de colecciones de acervos para las aulas, en
especial aquellas que se encuentran en el medio rural con mayor grado de marginación social. Un
paso adelante en ese sentido son las bibliotecas del aula que hay en comunidades atendidas por el
Conafe, donde el reto es asegurar que exista un acervo cada día más completo.
A partir de una colección inicial de material de lectura, los retos para favorecer la biblioteca del
aula se presentan en dos direcciones: 1.desde los lectores: se trata de buscar la mejor forma de
atenderlos; 2.desde los acervos: se busca organizar y cuidar los libros, enriquecer el acervo, a partir
de la producción de libros y antologías que recuperen saberes, tradiciones e información importante
para las comunidades.
Emplear el concepto “intervención cultural” exige contemplar el diseño de propuestas y la creación
de condiciones materiales para favorecer realizaciones individuales y sociales de lectura. La lectura
es recurso y expresión de cultura.
Nuestra propuesta se sitúa en el concepto amplio de usuarios de la cultura escrita: quienes han adquirido
habilidades textuales porque se han encontrado con textos escritos, han tomado la decisión de leerlos,
están dispuestos a compartir con otras personas comentarios, recuentos, observaciones sobre lo que
leen y promueven la circulación de libros y se reúnen en torno a éstos.
El reto de impulsar la formación de lectores desde el aula y desde la propia comunidad consiste,
precisamente, en acceder como grupo y como individuo a un uso pleno de la cultura escrita.
2.1 Conocer y caracterizar el acervo
No se pueden promover acciones de lectura sin conocer el acervo. Hablamos de “libros en plural”:
agrupados en colecciones, ofrecen a los lectores posibilidades de encuentro que responden a un
orden, el caos puede limitar los encuentros con los libros porque los estudiantes no saben por
dónde buscar.

26
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
El recurso más espontáneo de los lectores es la búsqueda directa; sin embargo, en la biblioteca, los
niños deben tener la oportunidad de descubrir libros a partir del apoyo de los bibliotecarios: “Una
función esencial de la biblioteca es mostrar los libros de cuya existencia no se tenía sospecha alguna
y sobre los cuales se descubre que tienen para nosotros la mayor importancia” (Patte, 2008:143).
“Para ayudar a los niños a orientarse, la biblioteca les propone primero una organización material,
un orden de los documentos claro y evidente” (Patte, 2008:144). Ello les ayuda a distinguir
diferencias entre materiales y a reconocer los que les interesan. En segundo lugar, es importante
tener una estantería que favorezca el libre acceso a los libros; sólo de esta forma se asegura que
los estudiantes se encuentren con los libros. Al encontrarse con los libros pueden vivir hallazgos.
Creemos que el principal reto de una buena biblioteca de estantería abierta, es decir, aquella en la
que se tiene libre acceso a los libros, es el de favorecer la autonomía del lector. Para hacerlo, nos
dice Geneviève Patte (2008), se recomienda ofrecer a los jóvenes lectores, apoyos como catálogos,
fichas de libros recomendados por otros lectores y exhibiciones temporales de material de lectura
apoyándose en criterios específicos.
En el Anexo 1 encontrarás el Formato 5, el cual contiene una lista de cotejo que puede contribuir a
caracterizar la biblioteca del aula.
2.1.1 Clasificaciones disponibles
¿Qué criterios hay que seguir para ordenar los libros y materiales de la biblioteca del aula Se
propone que los libros seleccionados se dividan en informativos y literarios. En cada rubro hay
categorías para clasificar los materiales.
En la página 66 se encuentra la clasificación propuesta por el Plan Nacional de Lectura. Con esto se
familiariza a los estudiantes con las categorías empleadas en todas las escuelas. Los textos literarios
son conocidos como “literatura de ficción”, por contraste los de “no ficción” serían los informativos.
Anne Marie Chartier (2009) presenta a la literatura juvenil como el patrimonio inmaterial que
resulta de la acción conjunta de actores en escuelas, familias, editoriales y bibliotecas.
Reflexiona cómo se combina lo útil y lo grato –el pan y la rosa– en materia de formación de lectores:
Mediante textos que engloban realidad y ficción, documentos y narraciones, lengua e imagen,
códigos culturales varios y estructuras simbólicas estables, los niños van descubriendo poco a poco
cuántos goces y penas hay en el mundo, cuántas maravillas y cuántos peligros, pero también cuántos
conocimientos por adquirir, cuántos enigmas o misterios por entender, cuántos seres humanos por
descubrir (Anne Marie Chartier, 2009:27).

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
27
Es un reto reconocer la importancia de contar con textos literarios e informativos, asegurar que los
lectores se acerquen a ellos en sus jornadas escolares. Algunos estudios aseguran que a muchos
niños les gustan más los textos informativos que los literarios. Nos cuesta trabajo reconocer a
quiénes les gustan estos textos si sólo ofrecemos textos literarios. Ken Goodman (2006) nos explica
que todos leemos para obtener información.
Para Geneviève Patte (2008:77), la lectura de un libro literario pone en juego mecanismos
psicológicos que, de cierta forma, expresan la vida interior y las experiencias de una persona, ya
que “leer un libro es jugar e identificarse a la vez”. Para Quevedo (2009:48), las fabulaciones que
la literatura nos cuenta brindan lenguaje, palabras, diálogos, “algunas de esas historias (aunque no
todas) son la única vía posible para decir, de forma parcial y provisional, una cuantas verdades”.
En las bibliotecas escolares y en las pequeñas bibliotecas siempre existe la tentación de ensayar
diversos ordenamientos del material, por ejemplo, por temas. Se sugiere utilizar la clasificación con
etiquetas de colores que se muestra en el Anexo 2 y los letreros por categorías, series o colecciones
del Anexo 6, que se encuentran al final de esta guía.
2.1.2 Reseñar, comentar y recomendar libros
Conocer los libros de la biblioteca hace posible diferenciarlos y expresar las razones para
recomendarles.
Reseñar un libro se asemeja a realizar una síntesis del contenido general del mismo siguiendo un
orden, que puede o no ser el del libro.
Comentar un libro implica tener algo que decir sobre la obra. Un comentario puede ser más libre
y no exige el tratamiento completo del mismo; responde a una selección arbitraria del lector que
sugiere un acercamiento a la obra.
Recomendar un libro, por último, consiste en combinar una reseña y un comentario con el propósito
de motivar a otras personas para que lo lean; es una invitación fundamentada, porque la obra ha
sido leída y entendida.
Alguien puede también “no recomendar” un libro y para ello, debe seguir los criterios de la
recomendación, pero con el propósito de “no invitar a leer ese libro”. Sugerimos esto cuando los
libros no sean de calidad.
Para saber cuáles son los libros de calidad, se pueden consultar los catálogos del Plan Nacional de
Lectura publicados en www.librosdelrincon.dgme.sep.gob.mx.
Reseñar, comentar y recomendar libros es necesario y resulta una forma práctica de asegurar el
conocimiento del acervo. Es el difícil pero apasionante reto de “facilitarles el acceso a libros que no van a
pedir en forma espontánea simplemente porque son víctimas de un sistema de distribución masiva que
favorece y multiplica los libros mediocres en detrimento de los más originales” (Patte, 2008:71).

28
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
El esfuerzo que existe detrás de la selección de libros para niños y jóvenes, posibilita reconocer y
hablar de libros de calidad, e impone a los editores la exigencia de seguirlos produciendo.
2.2 Retos acerca de los libros y los lectores
La relación y conocimiento entre los niños y los libros lleva su tiempo, va de los primeros
acercamientos en donde el adulto (instructor, padre/madre de familia) le lee, al logro de autonomía
que le permite decidir lo que leerá.
Creemos que los libros no pueden ser vistos en sí mismos; sin una buena mediación resultará difícil
a muchos niños acercarse a ellos. La mediación es la clave de la formación de un lector (consulta el
apartado sobre lectores en el Capítulo 1).
¿Por qué leer con los más pequeños
• Porque desarrolla la imaginación.
• Porque estimula la curiosidad.
• Porque refuerza los lazos afectivos.
• Porque enriquece el lenguaje.
• Porque es una manera de disfrutar y divertir (Cfr. Patte, 2006).
¿Qué hacen los libros por los niños
• Le hablan a cada uno.
• Les hacen hablar.
• Les abren las puertas al mundo y al conocimiento.
• Les dan confianza, independencia.
¿Qué hace el lector con los libros
• Elegir qué, cómo y cuándo leer.
• Autocontrolar la comprensión de lo que está leyendo.
• Atreverse a leer textos difíciles (Cfr. Lerner, 1998).
2.2.1 Tipos de libros recomendados para el acervo
Cuando pensamos en libros, nos damos cuenta de que existe una variedad inmensa de textos para
niños de todas las edades, unos de mejor calidad que otros. Podemos encontrar temas diversos.
El acercamiento del lector se facilita si la organización del material responde a una clasificación:
garantiza que se puedan volver a encontrar. Categorizar o tipificar los libros ayuda a reconocer
criterios para organizar el mundo, comprenderlo y definir el campo (temas, tipos de libros, formatos,
tipografías, ilustraciones).

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
29
Ahora te proponemos una clasificación propuesta por Yolanda Reyes (2003):
Tipos
Posible clasificación
Libros sin páginas
Tienen que ver con toda la tradición oral. Lo que cuenta aquí es la
forma en que se narra, la palabra une al niño con el adulto. Incluyen
canciones de cuna, retahílas, juegos, chistes, refranes, leyendas,
que permiten la interacción y la apropiación de su tradición oral.
Libros de imágenes
Son libros sencillos, con o sin palabras, que cuentan historias
o muestran objetos cercanos a la experiencia de los niños
pequeños: libros álbum, libros juguete con diferentes texturas,
que proponen un sinnúmero de lecturas ligadas al desarrollo
sensorial; libros que huelen o que suenan, libros artesanales,
elaborados por los padres de familia, hechos con material
resistente para facilitar la manipulación de los más pequeños.
Libros informativos
Lecturas para responder preguntas y explorar
hipótesis propias, de lenguaje sencillo.
Cuentos
Historias de hadas, tradicionales, contemporáneos,
con personajes fantásticos. Se recomienda que
sean de autores nacionales y extranjeros.
Poesía
De la tradición oral a la poesía de autor. Porque a
los niños también hay que leerles poesía.
2.2.1.1 Libros para los más pequeños (de 3 a 6 años)
• Libros sin texto que invitan a los niños a contar sus propias historias.
• Historias de capítulos cortos para ser leídos en voz alta.
• Libros informativos que utilizan un lenguaje sencillo.
• Libros álbum: aquéllos en los que la ilustración y el texto tienen función narrativa; para que la
historia adquiera sentido se requiere de ambos.
Recomendaciones
• Seleccionar historias interesantes, con temas atractivos para los niños.
• Buscar de preferencia ilustraciones originales, no estereotipadas, que acerquen a los niños a su
sensibilidad estética.

30
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
2.2.1.2 Libros para los que empiezan a leer (de 6 a 9 años)
• Libros álbum.
• Fábulas, leyendas, cuentos tradicionales.
• Poesía tradicional y de autor para ser leída en voz alta.
• Novelas de capítulos cortos para ser leídas individualmente.
• Novelas y cuentos más largos para ser leídos por capítulos en voz alta.
• Libros que contengan actividades: cocina, experimentos, elaboración de juguetes con material
reciclable.
• Libros de adivinanzas, trabalenguas, acertijos.
• Libros informativos.
2.2.1.3 Libros para los lectores autónomos (de 10 a 12 años)
• Narraciones de aventuras, viajes, misterio, amor, espionaje, terror, situaciones en la escuela,
historias que les suceden a niños de su edad.
• Novelas fantásticas de contenido maravilloso o sobrenatural.
• Novelas realistas que retratan experiencias cercanas o aproximan a otras culturas.
• Colecciones de cuentos y antologías.
• Obras de teatro.
• Series que refuerzan el interés por continuar la lectura en cada nuevo libro.
• Libros de poesía.
• Biografías.
• Libros de chistes, adivinanzas, leyendas y mitos; materiales de tradición popular.
• Cómics.
• Libros álbum con historias más complejas.
• Libros informativos: ciencias naturales, geografía, deportes, historia, técnicas de arte,
matemáticas (¿Qué libros para qué edad, Venezuela, Banco del Libro).
En el caso de los libros literarios, porque apela a la noción de autor. Clasificar por autores, sin
embargo, no ayuda cuando se agrupan libros informativos, en este caso resulta más útil hacer una
clasificación por temas (consulta el Anexo 2).
Debemos seguir un criterio de orden; el amontonamiento de libros desmotiva al lector, pues no
encuentra la manera de dirigir su lectura. El libro desordenado estorba.
2.3 Hablar de libros en plural
• Porque la variedad permite conocer diferentes formatos, estilos, tipo de textos, formas de ver
y organizar el mundo.
• Porque la práctica de lectura es de libros, en plural. Si fuera leer un libro, en singular, sería un
“ejercicio de lectura”.

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
31
• Porque cada libro nos lleva a otro libro y, en este tránsito, la ruta es interminable.
• Porque cada libro nos habla de otro libro, porque los lectores gustan de buscar relaciones entre
textos. Porque al formar lectores, formamos personas que demandarán más libros, porque su
lectura no concluye cuando termina la lectura del acervo del aula o de la escuela.
2.3.1 Experimentar la lectura de múltiples maneras
En la formación de lectores, “ciertas prácticas se construyen como memorables (es decir se pueden
recordar a voluntad) y otras no” (Chartier, 2004:113). La pregunta que habrá de plantearse es: ¿qué
hace, o puede hacer, que una lectura se convierta en un evento memorable El principio de acción
para promover la lectura de muchas formas es buscar siempre lecturas memorables.
Ahora bien, es necesario insistir que una condición para las lecturas memorables es la existencia de
libros de calidad, por el lado de los acervos y, por el lado de los lectores, el reconocimiento de las
diferencias culturales existentes ellos y sus familias.
2.3.2 Reconocer las tentaciones de los lectores mediadores
Instructor cultural: ¿qué opinas de la siguiente reflexión “Sin un adulto como mediador, los niños
con frecuencia no pueden adquirir más que palabras vacías, a falta de la experiencia que les da a las
palabras su sustancia vital” (Patte, 2008:40).
Un elemento importante en tu labor de fomento a la lectura es leer en voz alta, ya que ayuda a las
personas a situar el sentido de las palabras que a veces no alcanzan a distinguir durante la lectura
en silencio. Ello sucede, generalmente, cuando las personas tienen poco contacto con los libros;
muchos niños sólo están familiarizados con los libros de texto o escolares.
Una persona que se compromete a mediar entre libros y lectores debe aprender a amar los libros,
a disfrutarlos. Chartier señala que en su formación para la docencia, los estudiantes de escuelas
formadoras de maestros: “No han recibido una formación que los prepare para combinar la lectura
estudiosa con lo que se llama a la sazón ‘lectura recreativa’. En la escuela normal […] aprenden por
lo tanto, a usar los libros, no a disfrutar de ellos; a utilizarlos, no a amarlos” (2009:37,38)
Un colega, profesor de secundaria, Sebastián Gatti (citado en Carrasco, 2006:132), afirma:
La auténtica lectura, me parece, es una experiencia liberadora y libertaria, y quienes no se atreven a
permitirla suelen estar menos preocupados por sus alumnos que por sus propios temores, pudores,
vergüenzas. Aceptar que los demás tengan derecho a decir sus palabras es algo que solamente tiene
sentido si estamos además dispuestos a escucharlas, aunque no nos gusten, aunque no estemos de
acuerdo, aunque nos duelan. En ello consiste precisamente la libertad de expresión.

Escribir a partir de imágenes.

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
33
2.4 Diferenciar la lectura escolar de la promoción
de la lectura
El trabajo escolar marca límites que son definitorios de lo que en la escuela se realiza. Trabajar en
grupo, organizar el trabajo en horarios, planear la clase y evaluar avances de aprendizaje, marcan,
entre otras cosas, la rutina de la escuela.
Delia Lerner (2001) señala que, es un desafío de la escuela incorporar a todos los alumnos a la cultura
de lo escrito, lograr que todos los ex alumnos lleguen a ser miembros plenos de la comunidad de
lectores y escritores, personas que utilizan activa y eficazmente la escritura y/o la lectura para cumplir
diversas funciones socialmente relevantes. En este sentido, sugiere la autora, es necesario distinguir
entre lo real, lo posible y lo necesario en materia de lectura y escritura escolar.
Lo necesario
• Hacer de la escuela una comunidad de lectores y escritores.
• Preservar el sentido del objeto de enseñanza para el sujeto del aprendizaje.
• Asegurar que la lectura y la escritura sean prácticas vivas; preservar en la escuela el sentido que
estas actividades tienen como prácticas sociales.
Lo real
• La tarea es difícil para la escuela porque las prácticas tienen rasgos que obstaculizan su
escolarización.“Son totalidades indisociables que se resisten tanto al análisis como a la
programación secuencial, que aparecen como quehaceres aprendidos por participación e
implican conocimientos implícitos y privados” (Lerner, 2001:29).
Los saberes útiles en el aula son explícitos, públicos y secuenciales
• Los propósitos escolares son diferentes de los que orientan prácticas fuera de la escuela. Se
enfrenta la siguiente paradoja: “Si la escuela enseña a leer y escribir con el único propósito que
los alumnos aprendan a hacerlo, ellos no aprenderán a leer y escribir para cubrir otras finalidades”
(Lerner, 2001:29).
• La inevitable distribución de contenidos en el tiempo parcela el objeto de conocimiento.
• Paradoja: “Si se intenta parcelar las prácticas, resulta imposible preservar su naturaleza y su
sentido para el aprendiz; si no se las parcela, es difícil encontrar una distribución de los contenidos
que permita enseñarlas” (Lerner, 2001:30).
• Hay un conflicto de intereses entre la enseñanza y el control porque la escuela necesita conocer los
resultados de aprendizaje, pero ello lleva a priorizar unos aspectos en detrimento de otros.
• Es desigual la distribución de derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos. Como la
evaluación es privativa del docente, los estudiantes tienen pocas oportunidades para desarrollar
estrategias de autocontrol o autocorrección de sus prácticas.

34
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Lo posible
• Desarrollar una estructura escolar de la lectura y la escritura lo más cercana a la versión social
de estas prácticas.
• Formular como contenidos de enseñanza no sólo los saberes lingüísticos, sino los quehaceres
del lector y del escritor.
• Trabajar por proyectos que permitan articular propósitos didácticos. Orientar acciones hacia el
cumplimiento de una finalidad compartida. El trabajar por proyectos “además de favorecer la
autonomía de los alumnos, contrapone la parcelación del tiempo y del saber” (Lerner, 2001:34).
• Organizar proyectos institucionales y no sólo de aula.
Recuerda que en la línea de lo posible se proponen proyectos que pueden alimentar versiones más
sociales de la lectura. En la línea de lo necesario se recomienda impulsar acciones de lectura dentro
del horario escolar.
2.4.1 Ventajas de un club de lectura
En el Capítulo 3 de esta Guía de Fomento a la Lectura y la Escritura se ofrece una propuesta para
la organización de un club de lectura. Aquí se presenta como opción que favorece en sí misma la
experiencia de leer.
Te proponemos como parte del contenido curricular la lectura y estudio de obras clásicas. Las
obras de literatura universal de las que se han conocido fragmentos en la escuela o a las que se ha
obligado leer a los estudiantes, son parte de una propuesta de contenido curricular o formativo,
pero no necesariamente se diseñaron pensando en los lectores.
Para Mauger (2004), la literatura, al volverse obligatoria y universal, puede perder su calidad de
entretenimiento como valor distintivo. Por ello, se pregunta si entre los alumnos que han concluido su
educación básica, el paso por la escuela ha significado una pérdida de interés por la lectura, debido a la
imposición escolar de leer textos literarios que deberían leerse por placer.
Una forma alternativa de leer consiste, precisamente, en hacer de la lectura de literatura clásica la
finalidad de un círculo de lectura. Ello exige proponerse leer a lo largo de varias sesiones una obra
que por su extensión resulta imposible leer en una sola tarde. Exige también hacer explícitos los
criterios de elección de obra y comprometerse con la participación en su lectura acompañada. Se
puede pensar en lo que dice un texto, cómo lo dice, quién lo dice o la voz que expresa el contenido
del texto.
2.4.2 Rasgos deseables de formación de lectores desde el aula
El primer rasgo deseable del que fomenta la lectura es reconocer sus propias concepciones acerca
de la lectura.
Patte (2008:49) plantea que “las oportunidades que tiene el niño para leer dependen muy
estrechamente del concepto de los libros, de la lectura, de la escuela que tiene su maestro. También
depende de la organización pedagógica de la escuela”.

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
35
Un segundo rasgo está asociado con reconocer que cada texto puede significar algo diferente para
cada lector. El rasgo sería respetar al lector.
Parte de nuestras dificultades para ayudar a los niños a aprender a leer proviene de la creencia
de que los mismos textos significan siempre lo mismo, y que cada nuevo lector debe leerlos de la
misma manera. En realidad, sucede exactamente lo contrario: no sólo debemos aprender a leer las
palabras, los textos o incluso una variedad de discursos, sino los contextos y las convenciones con
que operan dichos discursos (Meek, 2004:55).
Un tercer rasgo sería ayudar a los lectores a ser independientes apoyándolos en su lectura para
reconocer lo que el dice el texto; es decir, analizar con ellos lo que explícitamente plantea el texto,
la manera que lo dice, lo que deja fuera. No se trata de “pensar libremente” o de pensar cualquier
cosa, la materia de nuestro pensamiento, nos dice Moreno (2004), debe proceder del texto.
El significado construido por cada lector debe provenir de lo que aporta el texto, entenderlo es
requisito fundamental. Ello es importante para los textos informativos y exige que las asociaciones
con lo leído se hagan explícitas, que se argumente sobre ellas.
Debemos advertir que, aunque “es la escuela la que sueña con introducir en esa institución las
modalidades de lectura informal que pertenecen a los ámbitos privados. Por más que haga intentos
de acomodarlas de forma marginal, no puede convertir esas lecturas en un proyecto pedagógico”
(Quevedo, 2009:47).
Éste es el cuarto rasgo: asumir que formar lectores no es tarea sencilla y que podemos correr el
riesgo de apoyar sólo la formación de lectores escolares o para la escuela, cuando lo que intentamos
es formar lectores para la vida.
“En vez de llenar los anaqueles con libros de muy mediana calidad, incluso realmente mediocres,
las mejores bibliotecas se esmeran en multiplicar los títulos de singular calidad” (Patte, 2008:61).
Ciertamente, podemos confiar en la selección de calidad hecha por las personas e instancias que
participan en el proceso de selección de los acervos.
Eso no implica aceptar los libros sin críticas; los lectores pueden y deben enfrentar críticamente los
libros. El quinto rasgo del promotor cultural sería contar con criterios para valorar los acervos de
calidad.
En síntesis, te proponemos cinco características que debes desarrollar en tu labor de fomento a la
lectura en las comunidades atendidas por el Conafe:
1. Reconocer y hacer explícitas sus concepciones de lectura.
2. Respetar los significados personales que cada lector asigna a un texto.
3. Ayudar a los lectores a reconocer que la materia de nuestro pensamiento procede del texto.
4. Reconocer la diferencia entre lectura escolar, asignada, obligatoria, y lectura libre y voluntaria.
5. Contar con criterios para valorar acervos de calidad.

36
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
2.4.3 Pedir siempre algo a cambio puede alejar a los lectores
Se tiende a “escolarizar toda la literatura”; solemos tratar por igual la lectura de un clásico y la de
un libro contemporáneo o de “vanguardia”. Al exigir la lectura de una novela para hacer un reporte,
lo que hacemos es contribuir a que una lectura que podría ser de entretenimiento se convierta
en obligación. Evidentemente ello puede afectar a aquellos estudiantes que de por sí no les gusta
mucho leer.
Es necesario distinguir entre lectura estética y eferente. Louise Rosenblatt (2004) ofrece un libro
para documentar que los lectores leen tanto eferente como estéticamente. Por eferente nos
referimos a leer para obtener información, por estético a hacerlo con sentimiento o por placer.
Ambos tipos de lectura pueden ocurrir con un mismo libro o durante un mismo acto de lectura. Si
se le pide al estudiante que lea por placer, el propósito podría ser, precisamente, comentar qué fue
lo que le causó más placer al leer.
Establecer explícitamente el propósito de la lectura, ofrece pistas a los lectores. En la página 62 de
este material hay una lista de propósitos posibles, que puede crecer y que no exige que se produzca
un texto escrito después de leer.
Libros con imágenes

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
37
2.4.4 Clarificar los propósitos
Es necesario recordar lo leído, habilidad que debe ser desarrollada. Víctor Moreno (2004) reflexiona
sobre la importancia de reconocer que la memoria no es una virtud, sino una habilidad que
se desarrolla. Un propósito esencial de la lectura es el de recordar datos de forma integrada.
Si el propósito es recrear una lectura, debemos reconocer que la recreación es una actividad
personal, y por lo tanto no conviene escolarizarla.
Poder leer y ser lectores no son exactamente lo mismo. La habilidad de leer para fines prácticos, por
muy importante que sea, difiere de la lectura que complace a los que son lectores, la que los vuelve
adictos a leer. Dicha lectura es llamada, con cierto desdén pero con razón, “recreativa”. Los lectores
saben que se recrean cuando leen; no sólo porque se familiarizan con nuevos hechos o ideas, sino
más en lo particular, porque descubren que los textos crean nuevos mundos, realidades diferentes
de las que ellos habitan (Meek, 2004:60).
Si el propósito es recrear una lectura, no molestemos al lector solicitándole resúmenes de lo leído;
lo importante es hacer explícito al lector en la escuela para qué estamos leyendo un texto y respetar
el propósito señalado, evitar a toda costa hacer trampa, cambiándolo a mitad del camino.
2.5 La biblioteca es el lugar de encuentro
Un proyecto inicial en esta etapa de las Caravanas Culturales será revitalizar la biblioteca escolar.
Ello exige organizarla y mantenerla funcionando.
2.5.1 A muchas cosas le llaman biblioteca
Un espacio con miles de libros, pero que para acceder a ellos se requiere de una solicitud por escrito
y una larga espera; un mueble viejo, con libros polvosos y olvidados, como la “Muñeca fea”, de Cri
Cri; un estante en buen estado con libros apilados sin orden ni concierto; un baúl en un salón de
clases; una vitrina bajo llave, en la oficina del director; un montón de libros que van en burro de
una comunidad a otra; un espacio con libros diversos y gente que asiste a él a leer, a pedir libros
prestados, a participar de un círculo de lectura o de un taller. Todo eso es una biblioteca. La que se
usa y la que no; la que invita a leer y la que ahuyenta al incauto que quiera acercarse a ella; la fija
y la móvil; la que prohíbe y la que promueve; la abierta y la cerrada; la nuestra y la de otros. Son
bibliotecas tan distintas como la gente que las maneja y que asiste a ellas.

38
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Te proponemos que la biblioteca del aula sea un entorno de lectura y escritura como un espacio de:
• Libertad: donde se está porque se quiere estar y no por deber. Donde los usuarios tengan
la oportunidad de elegir entre varias alternativas, el libro que prefieran, que puedan
explorarlo o pedir que el mediador se los lea.
• Encuentro: que favorezca una comunicación real con la lectura, que convoque e incluya
a gente diversa y permita reducir la brecha entre niños provenientes de hogares donde
la palabra escrita sea algo cotidiano y aquéllos cuya experiencia sea opuesta, formando
lectores, promoviendo su voz y ampliando sus horizontes.
• Tender puentes: los niños habituados a los libros y a la lectura desde pequeños tienen
un puente más sólido entre su casa y la escuela. Una biblioteca pública que tienda, para
todos, dicho puente a través de un mediador que facilite el encuentro entre los lectores
y los libros y que conozca a los usuarios; una biblioteca que promueva la voz de éstos a
través de diferentes actividades de lectura y escritura, que permita a los niños apropiarse
del conocimiento y transformarlo, darles la palabra para expresarse, para ser escuchados
y tomados en cuenta; una biblioteca que promueva al lector como sujeto activo, capaz
de encontrar otros sentidos en los textos, que además de encontrarse con muchos libros
por interpretar y reinterpretar, pueda participar en talleres y actividades de escritura para
ubicarse desde otro lugar, verse a sí mismo como protagonista.
• Invitación: que la organización del espacio rompa con la idea rígida y estricta de las
bibliotecas, donde no sólo se lea sentado en una silla y apoyando el libro en una mesa, sino
que se brinden otras posibilidades más cómodas. Donde se elimine el “Guarde silencio” de
las paredes. El papel del mediador es indispensable para invitar o alejar a los usuarios, así
como los materiales que se ofrecen y la disponibilidad de éstos para todos.
• Múltiples prácticas: los libros y otros recursos de lectura, como periódicos, revistas y
otras publicaciones, así como las antologías producidas por integrantes de la comunidad;
prácticas diversas que se promueven desde la organización de la biblioteca como espacio
abierto y las actividades que ofrece. Bibliodiversidad que convoca a lectores distintos
con propósitos de lectura diferentes. Espacios con sillas, petates, tapetes. Lugar donde
puede leerse en voz alta; leer entre amigos; leerle a la madre, al hijo, el nieto al abuelo
o en silencio. Leer por leer, para sí mismo, con la finalidad de sentir o por una necesidad
escolar. Ofrecer múltiples actividades que favorezcan la lectura en voz alta, el comentario
confiado, socializar, escuchar, hablar de libros, conocer a otros lectores, entre otras
experiencias.
Cuando el espacio de los libros se convierte en punto de reunión, cuando la biblioteca se
reconoce como espacio familiar, los niños se llevan libros a sus casas para compartirlos con
sus padres, hablan, preguntan, aprenden, ríen, lloran, conocen a otros.
La biblioteca del aula debe ser un espacio donde la comunidad pueda encontrar elementos
propios de su cultura. Un lector requiere un espacio donde su voz sea escuchada y atendida,
y esta voz puede estar expresada en tepehuano, en mazateco, en otras lenguas.

Capítulo 2. Los retos de la intervención cultural en materia de lectura
39
Una biblioteca del aula en una comunidad atendida por el Conafe debe buscar en forma
permanente atender a la diversidad de textos, lectores, propósitos por los cuales se asiste a
una biblioteca, prácticas, interpretaciones, palabras, voces, tiempos.
Como plantea Luz María Chapela (2010): “Es necesario incluir en una biblioteca cuentos
diversos, con temas alternativos y temas cotidianos, con finales felices y tristes, con conflictos
y soluciones, con personajes imitables e indeseables, con historias de la naturaleza, la ciencia,
el tiempo y la humanidad misma. Los libros agrandan corazones, pies y brazos de los niños,
ensanchan sus horizontes”.
Se trata de favorecer la lectura, principalmente entre aquellos que tienen pocas experiencias
con la lengua escrita, en un espacio donde se pueda encontrar información, pero también la
experiencia de leer por leer y donde leer sea un verbo transitivo. Hacer un lugar que convoca
y puede incluir a todos, para que la lectura no sea actividad de unos cuantos.
Una biblioteca debe ser un espacio que favorezca nuevas prácticas de lectura que toquen a
cada participante para convertirse en alguien que desea leer:
El elemento constante en el juego es el deseo: querer y realizar. El deseo es algo más profundo
que cualquier cosa que podamos entender superficialmente como placer […]. Cuando jugamos
convertimos nuestro deseo en actividad significativa al exigirnos concentración y esfuerzo.
Tomamos a quienes son buenos para lo que queremos llegar a hacer […]. Los niños que no
disfrutan la lectura son, por lo general, los que nunca han descubierto qué es lo que convierte a
esa actividad en una fuente de deseo, el hecho de poder ser buenos para algo si lo intentan y si
perseveran (Meek, 2004:115, 116).
Contribuyamos a hacer de las bibliotecas en los Cursos Comunitarios del Conafe, un espacio
de lectura en el que los estudiantes y sus familias, así como los instructores, los niños y los
adultos, estén a gusto para sentarse a leer o para seguir la lectura de un libro que otras
personas hacen para formar parte de esta casa de los libros y la lectura.
A manera de cierre
Finalmente, reflexiona sobre los que a tu juicio son los dos principales retos de organizar y mantener
la biblioteca del aula, para ello apóyate en las siguientes interrogantes:
• ¿Qué dificultades enfrentamos para hacerlo
• ¿Se cuenta con suficientes libros en cada aula para que los estudiantes puedan reconocer cada
categoría, ¿cuáles faltarían
• ¿Cómo conseguir de los libros faltantes
• ¿Es posible reagrupar periódicamente los libros en función de los lectores
• ¿Reconozco la diferencia entre la lectura escolar y obligatoria, de la lectura extraescolar y
voluntaria
• ¿Qué ha cambiado en mí como lector a partir de proponerme seriamente acercar a otros
algunas oportunidades y experiencias de lectura

40
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Lectura individual

La biblioteca que necesitamos es
perpetuamente impulsada a moverse,
a dejar sus hábitos y sus cuatro paredes
para acercarse a todos, sin exclusividad.
Geneviève Patte

Recomendando libros

Capítulo 3. Actividades básicas para
fomentar la lectura y la escritura
Instructor cultural del Conafe: hay diversas formas de fomentar la lectura y la escritura; tú mismo, con
tu experiencia y conocimientos, podrás proponer algunas actividades. Sin embargo, te proponemos
que consideres las siguientes como indispensables:
• Biblioteca del aula.
• Club de lectura.
• Recomendaciones para leer regularmente en el horario escolar.
• Producción de materiales para enriquecer la biblioteca.
En este capítulo, en los apartados correspondientes a las tres primeras actividades, se exponen los
pasos a seguir y los materiales que te sugerimos utilizar, mismos que te ayudarán a realizar esas
actividades.
Ahora bien, en el apartado dedicado a la producción de materiales para enriquecer la biblioteca, las
actividades son más libres. Buscamos crear las condiciones propicias para alentar el desarrollo de la
creatividad tanto de los niños y jóvenes que asisten a las aulas del Conafe, como de los padres de familia,
otros miembros de la comunidad y, por supuesto, de los instructores comunitarios.
Te recordamos que tu permanencia en la comunidad se lleva a cabo en dos momentos. En el
primero, que durará dos semanas durante el ciclo escolar, deberás promover ciertos procedimientos
y competencias con tus contrapartes: el promotor comunitario de lectura, algunos de los niños y
jóvenes más avanzados en sus labores y la persona encargada de la biblioteca del aula, quienes darán
seguimiento a las actividades durante el ciclo escolar, apoyándose en el instructor comunitario.
También ten presente que tu labor en el fomento de la lectura no sólo tendrá como beneficiarios
a los niños y jóvenes que estudian en las aulas del Conafe, sino también a los propios instructores
comunitarios, padres de familia, otros adultos de la comunidad y a ti mismo.
En el segundo momento, tendrás la oportunidad de supervisar y evaluar personalmente los resultados
obtenidos por tus contrapartes y, dado el caso, llevar a cabo los cambios correspondientes.
Es indispensable que, para tu primer momento de intervención, prepares lo necesario con el
propósito de realizar las cuatro actividades, pero hay un tiempo entre tu primera visita y la segunda,
en el que no podrás estar presente para garantizar la buena marcha de la biblioteca del aula, el
club de lectura, la producción de materiales para enriquecer la biblioteca, o recomendar la lectura
permanente en el aula. Estas actividades te servirán para el desarrollo de las otras dos Líneas de
Acción: Teatro didáctico y Música.
Con la finalidad de ayudarte a resolver ese problema, te pedimos que durante tu primera
intervención de dos semanas, te apoyes en el instructor comunitario, los padres de familia y otras
personas de la comunidad para elegir a quienes hemos llamado tus contrapartes.

44
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
El promotor comunitario de lectura
Tu contraparte de mayor importancia es el promotor comunitario de lectura; se trata de una
figura perteneciente a la propia comunidad que, en tu ausencia, continuará supervisando el buen
funcionamiento de la biblioteca del aula, el club de lectura y la producción de materiales para
enriquecer la biblioteca.
El promotor comunitario de lectura es el continuador de tu labor en el fomento a la lectura y la
escritura en las comunidades atendidas por el Conafe.
Al elegirlo, te pedimos, en forma coordinada con el instructor comunitario, que consideres
preferentemente a un padre o una madre de familia, o algún alumno de tercer nivel si existe el
servicio de Secundaria Comunitaria, que radique en la comunidad y pueda comprometerse con su
labor, dependiendo del número de habitantes puede ser rotativo. Asimismo, es recomendable que
se trate de algunas de las personas con mayor escolaridad, que tengan el hábito de leer y quizás
hasta guarden algunos libros en su casa.
Asegúrate de ofrecer una capacitación adecuada al promotor comunitario de lectura en cuanto a la
aplicación de los procedimientos y el uso de los materiales de apoyo que te ofrecemos.
El bibliotecario del aula
Otra de tus contrapartes será el bibliotecario del aula. En este caso, se trata de alguno de los niños
de mayor edad que estudian el nivel tres o uno de los jóvenes de secundaria.
El bibliotecario es una figura comunitaria clave para el buen funcionamiento de la biblioteca del
aula cuando tú ya no estés presente, porque se encargará de mantener funcionando los servicios
bibliotecarios sin que el instructor comunitario se distraiga de sus ocupaciones docentes.
Será necesario que apliques tu criterio dependiendo de la situación específica de cada comunidad,
porque tal vez en algunos casos el bibliotecario sea un niño o joven muy responsable que realmente
se comprometa a realizar su labor durante todo el ciclo escolar. En otros casos, quizás resulte mejor
que el bibliotecario quede bajo la supervisión del promotor comunitario de lectura. De cualquier
forma, recuerda que el trabajo en equipo entre el instructor comunitario, el promotor comunitario
de lectura y el bibliotecario, siempre será el mejor camino.
Desde luego, esperamos que, si es necesario, tú mismo definas alguna otra figura educativa
comunitaria, o las modalidades de su participación. Por ejemplo, en lugar de un solo bibliotecario o
promotor comunitario de lectura, será mejor que asignes a dos, en caso de que el primero no pueda
comprometerse a desempeñar su labor durante todo el ciclo escolar. Para tomar estas decisiones,
te sugerimos nuevamente que consideres las opiniones del instructor comunitario y del promotor
comunitario de lectura.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
45
El instructor comunitario
Recuerda que el instructor comunitario no forma parte de las Caravanas Culturales, pero sin su
apoyo definitivamente no podrás realizar tu labor con éxito. Él tiene encomendadas diversas
responsabilidades, por lo que no debemos distraerlo de su labor docente; sin embargo, debe
cumplir con la encomienda de dedicar 15 minutos diarios a la lectura en el aula. Por ese motivo te
pedimos que apoyes su labor recomendándole estrategias de fomento a la lectura en el horario
escolar. Toma en cuenta que en tu ausencia, él será la contraparte que garantice que los niños y
jóvenes que estudian en las aulas del Conafe desarrollen su competencia lectora.
Ésta es la única actividad donde el instructor comunitario del Conafe será tu contraparte, aunque,
por supuesto, esperamos que, dado el caso, le expongas las ventajas de tomar decisiones y actuar
coordinadamente con el promotor comunitario de lectura.
Recuerda aportar al instructor comunitario la asesoría que te solicite sobre la adecuada aplicación
de las recomendaciones de fomento a la lectura en el horario de clase.
Algunos criterios para evaluar resultados
Si sigues estas recomendaciones de mecánica operativa, cuando regreses a la comunidad durante tu
segunda visita en el ciclo escolar, comprobarás que tu esfuerzo inicial está dando buenos frutos. Sin
embargo, durante tu segunda intervención, te sugerimos que realices una evaluación comparando
la situación que encuentres al regresar con el funcionamiento ideal de cada una de las cuatro
actividades: la biblioteca del aula, el club de lectura, la producción de materiales para enriquecer
la biblioteca y la lectura regular en el horario escolar. Te serán muy útiles algunos indicadores
relacionados con el cumplimiento del objetivo de cada una de las cuatro actividades (consulta el
Anexo 1, Formatos 3, 4, 5 y 6).

Libros artesanales. Comienza el proceso de escritura.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
47
Actividad 1. La biblioteca del aula:
organización y mantenimiento
La biblioteca que necesitamos es
perpetuamente impulsada a moverse,
a dejar sus hábitos y sus cuatro paredes
para acercarse a todos, sin exclusividad.
Geneviève Patte
El responsable de la actividad es el instructor cultural con los alumnos, promoviendo
constantemente la participación de los padres de familia en cada actividad.
La biblioteca es un espacio educativo, un lugar de aprendizaje, encuentro y comunicación. Es, además,
un lugar favorable al estudio, a la investigación, al descubrimiento y, desde luego, a la lectura.
1.1 Objetivo general
Organizar el funcionamiento permanente de la biblioteca del aula para crear un espacio de lectura
y recreación.
1.2 Materiales necesarios
• Libros existentes en la biblioteca del aula o comunidad.
• Etiquetas de colores para clasificar el contenido de los libros y la tabla de contenido.
• Credencial para el uso de la biblioteca.
• Cuaderno de control de préstamo y entrega de libros.
• Carteles de difusión para el uso de la biblioteca.
• Letreros para las categorías, series o colecciones de libros existentes en la biblioteca.
• Reglamento para el uso y préstamo de libros de la biblioteca.
• Canastas, huacales, baúles, cajas de reja, tablas, botes, todo lo que sirva para acomodar los
libros.
• Tapetes, petates.
1.3 ¿Cómo realizar la actividad
Antes de comenzar, si es posible, invita a los alumnos y padres de familia para que juntos
realicen la organización de la biblioteca; les será útil para que tengan un primer acercamiento
a los libros. De esta manera será más sencillo que se involucren y vean la biblioteca como un
espacio de todos y para todos.

48
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
1. Realización del inventario inicial
Para realizar el inventario inicial utiliza el “Formato 6. Inventario de acervo existente en la
comunidad”, que encontrarás en el Anexo 1, así sabrás qué hay y qué falta, lo que te permitirá
solicitar, conseguir y crear materiales que cubran las necesidades de la comunidad. Por supuesto,
también sirve para que de manera inmediata pienses en la forma de distribuir el material existente.
Es importante incluir textos en la lengua propia y que todos se sientan representados
por los materiales con los que la biblioteca cuenta, incluyendo sus memorias, sus
experiencias.
2. Organización de los materiales de lectura
Es importante que los materiales estén bien organizados para que todos puedan ubicarlos cuando los
requieran. Cada libro debe tener una etiqueta (consulta el Anexo 2), la cual debe indicar la categoría a
la que pertenece, de acuerdo con su contenido.
Realiza con anterioridad las etiquetas para que al terminar de clasificar las categorías, series
o colecciones, explores el contenido y pegues la etiqueta que le corresponde, según la hayas
clasificado.
3. Instalación de un espacio cómodo y agradable
Puedes ubicar los libros en repisas, canastas, huacales, respetando la clasificación y poniendo letreros
de las categorías, series o colecciones (consulta el Anexo 6). Es importante que los materiales estén
al alcance de todos. Trata de crear un espacio para leer: coloca petates, tapetes, elabora cojines. Se
busca que la biblioteca sea un espacio que convoque a todos e invite a quedarse a leer.
Asegúrate de exhibir y poner al alcance de los lectores todos los libros. Ofréceles la oportunidad
de “tropezarse” con ellos. Un recurso empleado en las bibliotecas de Escandinavia, región del
norte de Europa, es mostrar los libros desde sus portadas. Se trata de crear entornos incluyentes
que:
• Ofrezcan oportunidades para experimentar la lectura.
• Convoquen a las personas con una promesa, una posibilidad de repetir cierta experiencia.
• Existan de forma regular y permanezcan para expresar compromiso al construir una tradición.
• Se asegure al lector el acceso directo para seleccionar los libros que le interesen.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
49
4. Elaboración de credenciales
Junto con los alumnos y miembros de la comunidad, elaboren las credenciales para el uso de la
biblioteca (consulta el Anexo 3).
5. Elaboración del cuaderno de control
Elabora el cuaderno de control para el uso de los materiales de la biblioteca, junto con los alumnos
de nivel III para que lo puedan personalizar. Explícales cómo se debe utilizar y realicen un rol para
decidir qué alumno será el bibliotecario del aula y cuánto tiempo durará la responsabilidad de
registrar el uso de los materiales (consulta el Anexo 4).
Las responsabilidades del bibliotecario del aula son:
• Registrar el préstamo y entrega de los materiales.
• Colocar en su lugar los libros que se entregan.
• Promover los libros existentes en la biblioteca.
• Mantener la biblioteca ordenada.
• Informar sobre algún problema al instructor comunitario.
Es importante que no descartes la participación de los miembros de la comunidad para que sean
bibliotecarios del aula. Se sugiere que el alumno o el adulto encargado de la biblioteca lleve una
relación de aspectos como:
• Número de asistentes por día/semana/mes/año.
• Número de libros consultados.
• Quiénes asisten y cuáles son los libros que se llevan.
• Cuáles son los materiales más consultados.
• Cuáles son los materiales que casi nadie pide.
Estos registros se pueden hacer en el cuaderno de control.
6. Elaboración del reglamento interno de la biblioteca
Elabora, conjuntamente con los alumnos de tercer nivel, un reglamento para el uso de los
materiales de la biblioteca dentro y fuera del aula (consulta el Anexo 7) donde se especifique:
• Cómo usar la credencial y el cuaderno de control.
• Momentos para usar los libros en el aula.
• Tiempo de préstamo a domicilio.
• Número de libros prestados cada vez, etcétera.

50
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Si ya existe un reglamento elaborado previamente por los niños y el instructor, debes respetarlo. No
obstante, si no incluye las reglas para el uso de los materiales, puedes completarlas.
7. Elaboración de carteles de difusión
Elabora carteles de difusión para acercar a los miembros de la comunidad a conocer los materiales
de la biblioteca (consulta el Anexo 5). Te recomendamos ponerte de acuerdo con el instructor
comunitario para que esta tarea sea parte de las actividades escolares.
1.4 ¿Cómo organizar el seguimiento del uso de la biblioteca
Antes de retirarte de la comunidad elige a los bibliotecarios y organízate para realizar un rol a lo
largo del ciclo escolar. En caso de que se incorpore un miembro de la comunidad, explícale sus
responsabilidades y funciones mencionadas en el paso 5.
Ejemplo de formato:
Bibliotecario
Susana Ledesma Trujillo
Periodo
Del 12 al 25 de agosto
Es importante que el instructor comunitario esté bien enterado de la organización y apoye el
seguimiento.
Finalmente te sugerimos algunas tareas complementarias que se pueden realizar en la biblioteca:
• Lectura en voz alta: los niños a los papás, los papás a los niños, los niños a otros niños, el
instructor a los niños, los niños al instructor y otras posibilidades.
• Talleres.
• Sesiones de cuenteros: donde se relaten leyendas, experiencias personales.
• Elaboración de libros escritos por los asistentes.
• Grabación de audiolibros.
• Pláticas.
• Presentaciones de libros a cargo de los alumnos.
• Concursos de carteles, de reseñas, etcétera.
• Realización de un periódico que recomiende libros, dé noticias de la comunidad y difunda los
materiales y las actividades de la biblioteca.
• Encuentros para susurrar poemas.
• Intercambio de cartas y textos varios con otras comunidades.
Te sugerimos consultar el “Capítulo 4. Citas y sugerencias”, donde hallarás algunas páginas de
internet que pueden apoyar tu labor.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
51
Actividad 2. El club de lectura: organización y
mantenimiento
El responsable de esta actividad es el instructor cultural.
Un club de lectura está formado por un grupo de personas que se reúnen regularmente para leer.
Algunos deciden leer un mismo libro en un periodo determinado y los encuentros se organizan para
que la lectura se realice y/o para comentar o debatir lo que han leído. Otros deciden reunirse para
compartir la lectura en voz alta de fragmentos de obras temáticas o de una selección de las obras
de un mismo autor.
2.1 Objetivo general
Conformar un grupo de lectura con las personas y los alumnos de la comunidad para:
• Ofrecer oportunidades para la práctica regular de la lectura.
• Favorecer la formación del hábito de leer.
• Fomentar el diálogo y el comentario sobre lo leído.
• Ofrecer nuevas posibilidades para organizar el uso compartido del tiempo libre.
• Crear un punto de encuentro y de referencia para los participantes del club.
• Promover el reconocimiento, uso y enriquecimiento del acervo de la biblioteca.
¿A quién va dirigido el club de lectura
A los niños, jóvenes y adultos de la comunidad.
¿Cuáles son los beneficios que ofrece un club de lectura a sus participantes
• Viven la experiencia de leer libros completos.
• Aprenden a disfrutar de la lectura en compañía.
• Descubren cómo otros interpretan los textos.
• Se enriquecen con las opiniones y perspectivas de los demás.
• Participan en la construcción de una comunidad local de lectores.
• Desarrollan sus habilidades lectoras practicando la lectura.
• Disfrutan actividades culturales al alcance de todos y pueden hacer amigos.
• Al disfrutar la lectura, pueden acercarse libremente a cualquier texto que les interese,
fortaleciendo su autonomía.

52
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
2.2 Materiales necesarios
Se requieren los siguientes ingredientes para que un club de lectura pueda funcionar:
• Libros existentes en la biblioteca del aula y otros que los lectores utilicen.
• Lectores.
• Lugar y tiempo.
• Promotor.
2.3 ¿Cómo realizar la actividad
A continuación te presentamos los pasos a seguir para realizar un club de lectura.
1. Participación de la comunidad
Realiza una reunión con la comunidad y los alumnos para informarles sobre el club de lectura,
en qué consiste, cuáles son sus objetivos, los materiales y el apoyo que se requieren para
realizarlo.
El club va dirigido a los niños, jóvenes y adultos de la comunidad que tengan deseos de leer y
compartir esta actividad.
2. Elegir el lugar adecuado
Junto con el instructor comunitario, la comunidad y los alumnos, elijan un espacio donde se
pueda llevar a cabo el club de lectura.
Este espacio debe facilitar la permanencia y participación de sus miembros. Las aulas escolares
constituyen un buen lugar de reunión. Para la elección del espacio, es necesario considerar
que los participantes deben colocarse en círculo, viéndose las caras.
3. Elección del horario
Elijan el día y la hora más adecuados para asegurar que asistan los alumnos y padres de familia, de
preferencia por la tarde, una vez a la semana en sesiones de hora y media aproximadamente.
Una vez que se ha elegido el lugar y el tiempo en que se llevará a cabo, decidan la fecha en que
iniciará el club de lectura.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
53
Debe formarse un grupo inicial pequeño que asegure el diálogo y el intercambio. Todos los
asistentes deben tener la posibilidad de intervenir, y cuando el grupo es muy numeroso esta
posibilidad se reduce. La dinámica del club indicará si el número de particiantes puede crecer o
debe reducirse.
Para el número de participantes se recomienda:
• Niños: 5 como mínimo y 15 máximo.
• Jóvenes: 5 mínimo y 10 máximo.
• Adultos: 3 mínimo y 15 máximo.
• Multiedad: 5 mínimo y 20 máximo.
4. Selección de los materiales de lectura
Después de la reunión con los miembros de la comunidad es recomendable que explores los libros
disponibles en la biblioteca, los intereses de los alumnos y personas de la misma, para que los
orientes y motives a iniciar una lectura de su interés en el primer club de lectura.
Para el caso de los niños y jóvenes en edad escolar, es importante el conocimiento de distintos
géneros (informativos y literarios), pues los familiariza con estructuras textuales que les ayudarán
en su aprendizaje e irán definiendo sus gustos y preferencias. Un club de lectura es el sitio ideal
para leer colectivamente obras de mayor extensión o complejidad de las que cada participante está
dispuesto a leer solo.
5. Funcionamiento de un club de lectura
Para iniciar el club de lectura, es conveniente que sean los mismos participantes quienes decidan
cómo quieren trabajar:
• Leer un libro entre todos los integrantes.
• Leer libros diferentes por participante para comentar al final.
Algunos clubes deciden leer un mismo libro en un periodo de tiempo determinado y los encuentros
se organizan para que la lectura se realice y/o para comentar o debatir lo que han leído. Otros,
deciden reunirse para leer en voz alta fragmentos de obras diversas.
Si es posible y el grupo se presta, realicen la selección de libros para leer en el club de lectura.

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Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
6. Procedimiento de lectura
Se elige el libro para leer colectivamente, o cada participante elige el libro para leer individualmente.
Pueden elegir una colección de libros para leer en algún tiempo determinado si así lo desea el grupo.
Si los asistentes al club de lectura desconocen los materiales de la biblioteca, es conveniente que
los invites y les des un tiempo determinado para que la exploren. Recuerda que la lectura se puede
realizar no sólo en el aula, sino también debajo de un árbol, en la casa de alguna de las familias de
la comunidad, en el campo.
Muchas comunidades no cuentan con biblioteca escolar, o los ejemplares que tienen son insuficientes
para todos los miembros del club. Este problema se puede solucionar a través de estas vías:
• Organizarse regionalmente para compartir los acervos de las bibliotecas.
• Solicitar el apoyo de editoriales, librerías, bibliotecas e instituciones interesadas en promover la
lectura.
• Leer en voz alta los textos que se van a comentar.
7. Tipos de lectura
El grupo puede decidir si lleva a cabo la lectura colectiva o individual.
En el caso de la lectura colectiva decidan la mecánica de trabajo. Te sugerimos que esta decisión
la tomes en función del número de participantes; cada uno puede leer una página completa o
un párrafo. Para ello destina de 15 a 20 minutos de lectura involucrando a todos los participantes y
posteriormente propicia que cada uno exprese sus comentarios acerca de la lectura.
En el caso de la lectura individual, destina unos 10 minutos; este tiempo debe aumentar conforme
los participantes se van familiarizando con la lectura. Después de la lectura, organizados en círculo,
cada uno comenta sus impresiones sobre lo que leyó.
Antes de iniciar la lectura, es necesario que definas las reglas para que el club se convierta
en un espacio donde exista confianza para el lector. Menciónales que es importante que los
participantes se animen entre sí, eviten reírse de como lee el compañero, de los comentarios
que realiza, además que deben respetar el nivel de lectura y comprensión.
Es importante que te asegures que todos los lectores participen haciendo comentarios de manera
voluntaria.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
55
El nivel de las habilidades lectoras de los participantes determina la participación de cada miembro
del club de lectura. Cuando sus integrantes son lectores autónomos, es posible acordar la manera
como se irá avanzando en la lectura y el tipo de textos que serán revisados. Cuando no lo son,
requieren de la lectura en voz alta de un acompañante (familiar o maestro) que les permita apreciar
el texto y comentarlo. Experiencias como ésta motivan al lector a progresar.
La lectura en voz alta también puede hacerse cuando no existen materiales suficientes para una
lectura anticipada. Así, se inicia la sesión con la lectura del texto y después se hacen los comentarios.
¿Cómo detectamos si los participantes del club están leyendo más o mejor
Un club de lectura ha propiciado el desarrollo de sus lectores cuando se observa que:
• Asisten con regularidad.
• Comentan las lecturas usando un lenguaje más amplio o complejo.
• Participan con mayor frecuencia en el intercambio de ideas.
• Leen textos que cada lector elige.
• Están atentos cuando se lee en voz alta.
• Mejoran sus habilidades de lectura y escritura.
• Disfrutan la lectura compartida.
• Sugieren nuevos textos para ser adquiridos por la biblioteca.
• Recomiendan libros que han leído por su cuenta.
• Llevan nuevos miembros al club.
8. Para terminar la sesión de lectura
El cierre de cada sesión del club de lectura lo puedes realizar con algún juego, por ejemplo, el de
la papa caliente, la botella, la vaca lechera o cualquier otro que te sirva para que los integrantes
participen al azar, con comentarios, sugerencias u opiniones.
Las participaciones deben estar encaminadas a cómo se sintieron, qué les agradó de la actividad, o
proponer actividades para el siguiente club de lectura.
9. Difusión continua del club de lectura
Una vez que finalizó la primera sesión del club de lectura y después de observar la participación de
los asistentes, es importante que continúes con la difusión del club.
Invita a todos los miembros de la comunidad a integrarse al club de lectura a través de volantes,
carteles, visitas. Los niños que asisten a las aulas comunitarias pueden ser un magnífico medio para
invitar a los padres y familiares. Aprovecha las semanas de las Caravanas Culturales, en las que se
realizan actividades que incluyen la promoción de la lectura.

56
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Es importante que te coordines con el instructor comunitario para que te apoye en la difusión
y mantenimiento del club. Puedes consultar el Anexo 10 en donde encontrarás algunas
recomendaciones para mantener activo al club.
2.4 Seguimiento del club de lectura
Tú como instructor cultural, serás quien dará inicio al club, y los instructores comunitarios serán
los encargados de dar seguimiento a las actividades, no como promotores del club de lectura sino
como coordinadores, como parte de su trabajo de promoción de la lectura.
Debes elegir un promotor de la lectura entre los miembros de la comunidad; recuerda que lo ideal
es que sea un integrante de la misma, no el instructor comunitario.
¿Quiénes podrán ser promotores de lectura
Todas las personas que deseen y tengan entusiasmo por acercar a los niños a la lectura: padres y
madres de familia, estudiantes. Es conveniente que el promotor conozca las inquietudes, aficiones e
intereses de los asistentes y su realidad contextual. ¡Todos podemos animar a la comunidad a leer, a
interesarse y a gozar de la lectura!
¿Cuánto tiempo destinará el promotor a esta actividad
No es necesario mucho tiempo, basta con unas cuantas horas al mes. Sin embargo, es recomendable que
una vez asumido el compromiso como promotor, permanezca durante todo el ciclo escolar.
¿Qué necesita el promotor para comenzar
1. Conocer los materiales existentes en la biblioteca de la comunidad para poder promoverlos
según la edad y los intereses del lector.
2. Estar informado de cómo desarrollar las sesiones del club de lectura: primero dar la bienvenida
al grupo y luego definir cómo se va a trabajar.
3. Realizar la lectura elegida:
• Motivar la participación.
• Dar la palabra a los asistentes.
• Organizar los comentarios.
• Estimular la permanencia del grupo.
• Darles nuevas propuestas para leer.
• Recomendar libros que nadie conoce.
• Mencionarles a los participantes sus avances.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
57
4. Mantener vigente el club de lectura:
• Realizar difusión del club de lectura en la comunidad.
• Realizar visitas domiciliarias para invitar a participar en el club.
• Dar a conocer libros que son de nueva adquisición.
• Establecer una buena relación con la comunidad.
5. Promover actividades complementarias como:
• Buscar en la biblioteca otros libros del autor leído o sobre el tema del libro.
• Ver películas relacionadas con el material o el tema que se revisa.
• Investigar sobre el autor y el contexto en que fue escrito el libro.
• Recomendar e intercambiar libros.
• Prepararse para realizar la grabación de un audiolibro de alguna obra clásica leída.
• Dedicar tiempo en el club para que cada participante lea en silencio lo que más le interese.
Después de elegir al promotor de lectura, capacítalo para que dé seguimiento del club junto con el
instructor comunitario, quien lo auxiliará en esta actividad.
Sitios para obtener información adicional sobre la formación de un club de lectura:
http://ruidera.uclm.es
http://www.educarm.es
http://www.juntadeandalucia.es
http://i-elanor.typepad.com/casadelarbol/actividades-para-fomentar.htm
Mis favoritos

58
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Actividad 3. Recomendaciones para leer
regularmente en el horario escolar
Éste es un fragmento de la carta que Albert Camus, escritor argelino, escribió a su profesor tras
recibir el Premio Nobel de Literatura en 1957. Él provenía de un hogar donde no conocían los
periódicos, ni los libros, ni la radio, donde sólo había objetos de utilidad inmediata. Fue a través de
su maestro, el profesor Germain, que Camus conoció y se interesó por las letras.
He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé
primero en mi madre y luego en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que atendió al niño pobre que
era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada
importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha
sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted
puso con ello, continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares que, pese a los años, no ha dejado
de ser su alumno agradecido.
El párrafo anterior ejemplifica el papel de los docentes en la formación de los niños como mediadores
de lectura: pueden habilitarla u obstaculizarla, provocar que los lectores busquen más libros y más
lecturas o ponerle la vacuna a sus alumnos contra ella. Pensemos al mediador como alguien que
posibilita cosas, como el caso de muchos profesores como éste, cuya enseñanza y ejemplo fortalece
el desarrollo de cada uno de sus alumnos.
En el horario escolar se lee por obligación. Como resultado, se han formado muchos lectores, porque
es precisamente en este cerrado espacio escolar donde niños y jóvenes han tenido la oportunidad
de experimentar la lectura.
Es fundamental entender que “educar es un proceso lento y difícil, dos adjetivos que en nuestra
época se han convertido en fallos en vez de expresiones de elogio. Hoy día parece casi imposible
convencer a la mayoría de nosotros de los méritos de la lentitud y el esfuerzo deliberado” (Manguel,
2004:49). Educar en la lectura es un buen ejemplo de lentitud y dificultad, promover la lectura en la
escuela es dedicar muchas horas, durante muchos días, muchos meses, y reconocer las dificultades
de los lectores.
No es sorprendente que en español el verbo “cultivar” conserve esos dos significados: el de trabajar
en un jardín y de volverse culto. El cuidado de nuestro jardín, así como el cuidado de nuestros
libros, requieren, con referencia a la palabra cultivar, una devoción, una paciencia y una persistencia
equivalentes y también un sentido práctico de orden. En ambos casos, la verdad está sometida a la
revisión (Manguel, 2004:88).

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
59
Esta actividad se encuentra en el plan de clases del instructor comunitario; coordínate con él para
llegar a acuerdos de cómo realizarla y definir cuánto tiempo le dedicarán. Así será más sencillo
para él darle seguimiento a dicha actividad.
La lectura en el salón de clases
Comúnmente se asocia la lectura a un fin: el aprendizaje de otros contenidos, hacer una tarea,
encontrar información. Se pone especial atención en la forma, no en el fondo; es decir: se busca que
los niños lean bien, lean mucho y lean rápido, cuando lo más importante es posibilitar que vivan la
experiencia de la lectura. Por ello, te sugerimos utilizar las siguientes estrategias:
• El aula debe ser un entorno de lectura, contar con libros diversos y que estén al acceso de
los niños.
• El aula y la biblioteca deben ser espacios de libertad, donde los niños puedan elegir qué
leer.
• Habilitar la lectura libre en silencio: que lean el libro que cada uno elija, sin otro propósito
que leer lo que a cada uno le interese.
• No pedir siempre algo a cambio. Como plantea Pennac (1999), no debemos convertir el
momento posterior a la lectura en un examen o en un cuestionario. El lector debe tener la
libertad de comentar o no, lo que leyó y qué le pasó a él con la lectura.
• Es importante que los libros del aula estén al alcance de los niños en diferentes momentos
del día, previo acuerdo entre el instructor y los niños. Por ejemplo, entre una clase y otra,
cuando hayan terminado un ejercicio, en el receso.
• Se recomienda contar siempre con un diccionario al cual puedan acudir los niños cuando
lo consideren necesario: mientras leen un texto libremente, mientras buscan información
en un libro.
• Contar con momentos de lectura en voz alta donde los niños y los instructores puedan
elegir qué libros leer.
• Es importante plantearse retos, como leer un libro completo entre todos.
• Siguiendo la propuesta de Sebastián Gatti, buscar la lectura lúdica en la escuela: la que se
lleva a cabo espontáneamente, sin propósitos posteriores definidos y que asociamos con
el placer.
• Tradicionalmente, en la escuela se lee un libro único–el de texto–y se buscan interpretaciones.
Permitamos que existan muchos libros y múltiples interpretaciones para un mismo texto.
• Buscar que la relación con la lectura no sea artificial. Cuando leemos, no dibujamos lo
que nos dejó pensando el libro; en cambio, sí elegimos lo que leemos, decidimos con qué
velocidad lo hacemos, en qué momento detenernos. Tratemos de que la lectura en el salón
de clases sea una práctica natural, para la vida, de lo contrario, al dejar de ser estudiantes,
probablemente dejarán de leer.
• Muchos adultos, lectores asiduos, hablan de su hábito “a pesar de la escuela”; debemos
luchar porque esta institución la promueva y no la obstaculice.

60
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Algunos proyectos posibles
Una novela corta de la biblioteca de aula puede tener más páginas de las que es posible leer en el
tiempo destinado a la lectura voluntaria. Se propone la lectura de al menos una novela completa.
Las siguientes orientaciones pueden apoyar a esta tarea:
• Seleccionar una novela.
• Hojear la novela para ver cómo está organizada, reconocer el tipo de letra e identificar secciones.
• Proponer una organización de lectura por secciones o páginas. Debe preverse terminar la
lectura en un punto y aparte, de preferencia en un cambio evidente sugerido en la novela.
• Dividir las secciones entre los participante; cada uno se hace responsable de preparar la lectura
para leer con buena dicción, entonación y ritmo el día que le toca leer.
• Realizar la lectura de la novela los días y horarios previstos. Evitar cambios y suspensiones de
lectura.
• Al terminar la lectura de la novela, invitar a los lectores a expresar su opinión.
Recomendaciones
• Recapitular brevemente lo leído, antes de leer cada nueva sección.
• Expresar abiertamente al grupo las dudas surgidas durante la lectura.
• Hablar y escuchar a otros sobre lo que la novela sugiere o hace evocar.
• Evitar solicitar algo a cambio; el propósito es la experiencia de leer una novela.
En la lectura regular del libro de texto, es necesario reconocer y aprovechar su estructura. Muchos
estudiantes, incluso muchos docentes, no reconocen ni emplean la organización estructural de los
libros de texto como recurso para situar el tema o la sección que se lee en clase.
Cada vez que se lea una sección del libro de texto, se recomienda hacer una presentación como la
siguiente:
Recuerden las otras lecciones o secciones de esta unidad _______________________ y
____________________________. ¿Qué información creen que vamos a encontrar en esta
sección
¿Recuerdan que su libro contiene información organizada en ___________ unidades Hemos
visto ya las unidades __________ y _________. Hoy toca la unidad _________.
Recuerden que cada unidad ofrece un texto central, una serie de actividades, algunas definiciones.
En este libro encontramos en cada unidad ________________________________________
________________.
Vayamos al índice y localicemos el contenido que revisaremos hoy.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
61
Escribiendo
El género del mes: leer libros del mismo tipo durante un mes
Reconocer los libros de un mismo género puede apoyar a los estudiantes a valorar los rasgos del
mismo para determinar si son libros que les interesa seguir leyendo. Guiar a los estudiantes en la
lectura de géneros o categorías de libros, impone reconocer ritmos y formas de lectura distintos.
Por ejemplo, los libros que corresponden a la categoría de juegos, actividades y experimentos, se
leen de forma distinta que los que pertenecen a poesía o a biografías. Cada libro, su diseño, su
estructura, ofrecen formas de leer que pueden ser aprovechadas por los lectores. El propósito
de lectura que se establezca para leer distintos libros de un mismo género, apoyan al lector para
imaginar nuevas formas de lectura personal en el futuro.
Reflexionemos sobre qué lugar queremos que ocupe la lectura en las aulas y qué papel queremos
que juegue tanto el instructor como los niños en el proceso de formación de lectores.
A continuación se exponen ocho propósitos para libros literarios e informativos, se sugiere
abordarlos dos veces por semana. Es importante contar con ocho libros de la categoría seleccionada.

62
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Propósitos sugeridos de lectura
Libro
informativo,
categoría:
Propósitos sugeridos
Libro
literario,
categoría:
Propósitos sugeridos
Analizar la estructura del
libro para comentar qué
nos dice el índice.
Leer para reconocer el
sonido de las palabras y lo
que ellas nos evocan.
Leer la introducción del libro
para responder a las preguntas:
• ¿Qué sugiere el autor
• ¿Cómo abordará el tema
Leer el primer capítulo
del libro, para identificar
a los personajes.
Seleccionar una de las secciones
del libro para leer en voz alta.
Describir los lugares
que se mencionan en la
lectura en voz alta.
Leer una sección del libro y
anotar tres ideas relevantes.
Escuchar la lectura, para
comentar lo que no nos
gustó de la misma.
Leer la introducción para
compararla con la de otro libro.
Comparar la forma de escribir
en esta obra, con la forma en
la que estaba escrita otra obra
literaria sobre el mismo tema.
Buscar algunos conceptos o
definiciones relacionadas con el
tema presentado en el libro.
Releer algunas partes de
las obras leídas. Identificar
previamente qué partes
quieren releer.
Seleccionar y leer las reseñas
o notas de la contraportada
de todos los libros que hemos
leído, para ver si se parece
lo ahí expresado, a lo que
nosotros entendimos.
Escuchar la lectura y
buscar los motivos por
los que los personajes
actuan como lo hacen.
Releer algunos fragmentos de
libros, para recordar lo leído.
Mientras leemos, imaginar
cómo serán los lugares
que describen. Si nosotros
empleáramos las mismas
formas para describir
nuestra comunidad, ¿qué
diríamos de ella

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
63
3.1 Objetivo general
Propiciar que los alumnos pasen de ser lectores pasivos a ser lectores activos, descubriendo el
gusto por la lectura.
3.2 Materiales necesarios
• Libros existentes en la comunidad.
• Revistas.
• Periódicos.
• Diccionario.
Recomendaciones
• Antes de leer, practica la lectura.
• Lee en voz alta un cuento de manera adecuada, cambiando la voz en cada personaje y
gesticulando de acuerdo con la trama de la historia.
• Después de leer, realiza las actividades relacionadas con la lectura, que permitan despertar el
interés de los niños por conocer más.
3.3 ¿Cómo realizar la actividad
1. Acondiciona un espacio adecuado en el aula, para generar un ambiente de confianza en los
niños.
2. Permite que revisen previamente los libros existentes en la comunidad, para que ellos realicen
una selección de los mismos que permitan realizar las lecturas que se programen durante el
horario escolar.
3. Es muy importante motivar a los niños unos días antes de la lectura, puedes seguir los modelos
de propaganda que se emplean en el cine, la televisión, la radio, y otros medios, para lograr
despertar el interés y, por consiguiente, generar efectos positivos en el rendimiento intelectual.
4. Antes de involucrar a los alumnos para que lean, realiza una lectura en voz alta para ellos.
5. Organiza con los alumnos la primera selección del libro que quieren leer, tomando en cuenta
que las lecturas pueden ser en forma grupal o individual, para favorecer el aprendizaje
cooperativo.
Considera que la lectura consta básicamente de cuatro pasos:
• La visualización: es un proceso espaciado, ya que la mirada no se desliza de manera continua
sobre las palabras.
• La fonación: consiste en la articulación oral, consciente o inconsciente, a través de la cual la
información pasa de la vista al habla.
• La audición: representa la información para el oído.
• La cerebración: la información llega al cerebro y culmina el proceso de comprensión.

64
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Recomendaciones
• Si los niños aún no saben leer, los instructores deberán leer en voz alta algún cuento, de
preferencia corto, y usar técnicas narrativas. También puede realizar lecturas de frecuencia
gráfica.
• Toma en cuenta la opinión de los alumnos de cómo quieren realizar la lectura. Si es de manera
individual, pídeles que platiquen al grupo de qué trata el libro que eligieron, y si es grupal,
permíteles expresar sus ideas a cerca de la lectura.
• En el momento de la lectura no debe faltar ningún material considerado en las actividades,
incluyendo un diccionario.
• Observa atentamente a los niños mientras leen, con la finalidad de apoyarlos cuando
encuentren dificultades de comprensión (palabras o frases).
3.4 ¿Cómo dar seguimiento a la lectura en el aula
Tendrás que ponerte de acuerdo con los instructores comunitarios para dar seguimiento a esta
actividad; te proponemos las siguientes actividades:
• Promueve la lectura libre en silencio: que lean el libro que cada uno elija y sin otro propósito
que leer lo que a cada uno le interese.
• Realiza con los alumnos un álbum de ilustraciones con los personajes más conocidos de los
libros seleccionados y leídos por ellos.
• Realiza trabajos individuales de lectura, ilustración o narración oral de fragmentos o
argumentos de las lecturas realizadas por los alumnos.
• Organiza jornadas de análisis, donde los alumnos realicen exposiciones de los libros, hagan
comentarios breves y utilicen recursos que llamen su atención.
Entrega al instructor comunitario el Anexo 10 desprendible para que registre los avances de las
actividades de seguimiento.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
65
Actividad 4. Producción de materiales para
enriquecer la biblioteca
4.1 De mole, rajas y dulce: antologías de temas comunitarios
Una antología es un conjunto de textos seleccionados que guardan relación entre sí, principalmente
temática. Las antologías son encuentros de voces que se niegan a ser olvidadas; voces que
normalmente no se encuentran en los libros, que pasan de generación en generación por vía oral,
pero que corren el riesgo de perderse en el camino y olvidarse.
¿Para qué hacer antologías
• Para conocer.
• Para compartir.
• Para registrar.
• Para recordar.
Las antologías buscan registrar y hablar de eso que normalmente no se escribe. Para hacerlo, hay
que conocer el tema: se requiere una investigación. Implica también compartir eso que sabemos, y
que otras personas compartan con nosotros sus experiencias, sus saberes, sus recuerdos.
Las antologías registran y ayudan a las comunidades a escribir su historia, su experiencia, su cultura.
Cada comunidad guarda historias que merecen ser contadas y protegidas contra la corta memoria.
Es importante que recordemos de dónde venimos y cómo era y es el lugar del que somos originarios.
¿Qué se puede reunir en una antología
• Historias comunitarias a partir de acontecimientos como desastres naturales, la llegada de
algún servicio o personaje importante, los testimonios de algún miembro del lugar.
• Remedios caseros para el hipo, para el susto, para el mal de ojo.
• Medicina tradicional: tratamientos medicinales, rituales.
• Dichos populares utilizados en la comunidad.
• Leyendas.
• Historias de espantos y aparecidos como “La llorona”, “El charro negro”.
• Juegos.
• Canciones: nanas, corridos.
• Recetas de lo que se come en las fiestas, el café, los moles.
• Fiestas de la comunidad: del Santo Patrono, el carnaval.
• Historias de vida: personajes importantes en la comunidad o que tengan mucho que contar
sobre ella.
• Tradiciones: bodas, danzas y música.
• Lugares para visitar: cascadas, ríos, conventos.

66
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Para realizar una antología de temas comunitarios, considera los siguientes puntos:
• Una antología requiere investigación más o menos profunda, dependiendo el caso.
• La entrevista es una herramienta muy importante; deben buscarse informantes claves.
• Conocer si existe información sobre el tema en periódicos, libros.
• Elegir si el trabajo se hará de manera individual o colectiva.
• Sería una experiencia muy rica que las antologías circularan por otras comunidades, y mantener
un diálogo con las historias y los recuerdos de otros. Esto puede realizarse a través de los
instructores culturales.
Todas las comunidades tienen mucho qué decir y hay mucha gente que sabe contar y quiere hacerlo.
Las antologías son una posibilidad para dar la palabra y reivindicar la memoria.
Debes asegurarte que la antología tenga los siguientes apartados:
• Portada.
• Portadilla.
• Página legal.
• Índice general.
• Prólogo.
• Presentación.
• Capítulo 1.
• Capítulo 2.
• Capítulo 3.
• Índice temático.
• Agradecimientos y reconocimientos.
• Colofón.
Para obtener mayor información sobre las partes de un libro te proponemos consultar el texto: El
libro y sus orillas de Roberto Zavala Ruiz (1991) UNAM: México.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
67
4.2 Susurradores: palabras al oído
Quería escribir poesía porque me había enamorado de las palabras.
Los primeros poemas que conocí fueron canciones infantiles,
y antes de poder leerlas, me había enamorado de sus palabras,
sólo de sus palabras.
Dylan Thomas
En el año 2001, con la intención de “desacelerar el mundo”, un grupo de franceses se lanzó a las
estaciones del metro de París a susurrar poesía al oído de los desconocidos. Se autodenominaron
“Les souffleurs”, que literalmente significa “Los sopladores”, o “Los susurradores”. Años más tarde,
la estación del metro Insurgentes, en la Ciudad de México, también se llenó de poemas, en ese caso,
de Jaime Sabines y de Octavio Paz.
¿Qué sintió esa gente al escuchar al oído los poemas que un grupo de desconocidos vestidos de
negro y con acento extranjero les leían ¿Qué resonancia tuvo en cada persona esa voz, ese poema
Quienes hemos experimentado la poesía, a través de un susurrador, sabemos que hay una diferencia
grande entre escuchar que alguien nos lea al oído, o si lo hace de manera convencional, con una
distancia de por medio. Es más privado, asemeja un secreto, una complicidad, una relación de dos.
Las palabras se quedan y nos dejan su resonancia, hacen eco en nuestro interior, traen memorias,
recuerdos, tal vez un arrullo, un consuelo materno, una palabra de amor… Un poema susurrado al
oído puede despertar un sinfín de sensaciones y emociones. Para entenderlo, basta con sentirlo.
Mirta Colangelo, destacada promotora de lectura y responsable de haber diseminado en Argentina,
su país natal, la fiebre de los susurradores, cuenta que en 2007 leyó lo que hacían los franceses,
le gustó la idea y de inmediato se fabricó un susurrador con un tubo de cartón donde se enrollan
telas, lo pintó con aerosol negro y salió a la inauguración de una exposición en un museo:
Sin comentarios, vestida de negro, susurrador en mano, fui susurrándoles pequeños textos poéticos
a unas 60 personas. Verles las caras a medida que el texto pasaba desde mi boca hasta el oído de las
buenas gentes me fascinaba y me impulsaba a seguir. En la semana siguiente recibí 12 mails de gente
que agradecía el susurro. De ahí en más, no he parado de susurrar, en los talleres que coordino por
todo el país, y en todo sitio por donde ando trabajando o contando cuentos, la idea del susurrador se
multiplica (Colangelo, 2009, registrado por Verónica Macías en un taller con la autora).
Los poemas, ya sea leídos de un libro, escritos en una hoja del cuaderno para enamorar a alguien
o susurrados al oído, nos ayudan a expresar eso que sentimos y a decírselo a otros; nos permiten
identificarnos con los sentimientos del que escribe y darnos cuenta de que es semejante a lo que
nosotros sentimos; nos hace más conscientes de que somos parte de un mismo mundo.

68
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
¿Qué se puede susurrar
Principalmente se puede susurrar poesía, podemos probar otras formas literarias que consideremos
se puedan leer al oído. A continuación incluimos algunos ejemplos que pueden susurrarse:
Forma literaria
Un poema
Ejemplo
El corazón es agua
que te acaricia y canta.
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.
Miguel Hernández.
Una copla
Ayer pasé por Conafe,
alcé los brazos y pedí,
un aumento que me alcance
he reclamado para mí.
Creación colectiva realizada
en el taller de junio de 2010.
Un haikú
Los peces brincan
y la luna se ríe.
¡No la alcanzan!
Martha Riva Palacio Obón.
Un microrrelato
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán.
Una adivinanza
Mientras más lejos, más cerca.
Mientras más cerca, más lejos.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
69
Una bomba
Del cielo cayó un pañuelo
bordado con mil colores,
y en la puntita decía:
mestiza de mis amores
¡Bomba!
Un refrán
El que más temprano se moja
más tiempo tiene para secarse.
¿Cómo se hace un susurrador
1
2
3
Decóralo como quieras,
puedes pintarlo, forrarlo
de papel o tela.
Consigue un tubo de cartón de aproximadamente
140 cm de largo. Lo puedes encontrar
en las tiendas donde venden telas.
4
5
Haz una selección de poemas cortos
para susurrar, también pueden ser
microrrelatos, adivinanzas, coplas,
bombas o haikús.
Susúrrale a tus compañeros y deja
que ellos te susurren.
¡A seguir susurrando!
Scarlet Galindo.

70
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
¿Cómo se puede susurrar
Para susurrar se necesitan:
• Dos personas: una que lea y otra que escuche (pueden intercambiar roles). Ambas deben
colocar el susurrador muy cerca de la boca y el oído, respectivamente.
• Un susurrador: cilindro de cartón de aproximadamente 140 centímetros.
• Poemas u otras formas literarias que puedan susurrarse.
¿Quién puede susurrar y para quién
Todos pueden susurrarle a todos, chicos a grandes, grandes a chicos, entre pares, entre desconocidos.
Lo importante es comenzar a susurrar, y la poesía se encarga del resto. Finalmente: “Leer poesía es
poder leer lo invisible” (Colangelo, 2009).
Un rato de lectura.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
71
4.3 Todos tenemos algo que contar: el libro artesanal
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no
hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o
por los poros o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a
los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada
Eduardo Galeano
Un libro artesanal es un ejemplar único, irrepetible, hecho a mano; los escritos en papiro y en
pergamino y, posteriormente, los libros elaborados en la Edad Antigua son objetos exclusivos y
forman parte de este tipo de libros.
Que los niños elaboren libros artesanales implica:
• Una estrategia de promoción de lectura: permite a los niños apropiarse del lenguaje y generar
con la lengua escrita una relación real y duradera.
• Una relación diferente con la cultura escrita: quienes normalmente son destinatarios, cambian
de rol y se vuelven protagonistas del proceso editorial, al escribir, ilustrar o editar. Se promueve
una actitud más activa en los niños, y de ser consumidores pasan a ser creadores.
• Un cambio de destinatario / lector: normalmente en la escuela el docente es quien lee lo que
los niños escriben, quedando así como una tarea o un ejercicio que se circunscribe al espacio
escolar. Sin embargo, los libros artesanales creados por los niños convocan a otros lectores: los
mismos compañeros, los familiares. Y es importante, como plantea Yolanda de la Garza (2010),
que los niños “imaginen lectores”.
• Desmitificar al autor: un autor no sólo es el que publica en casas editoriales y vende sus
libros, también es quien escribe y lo comparte en su entorno. La escritura implica un proceso
donde otros ojos miran y opinan sobre eso que se escribió, donde el autor corrige y, de ser
necesario, reescribe, para luego publicar (hacer público) su libro ante otros, que pueden ser sus
compañeros de escuela o los miembros de la comunidad.
• Un cambio en la concepción de la escritura: no como algo exclusivo de unos cuantos, sino
como algo que se desarrolla y se aprende (Finocchio, 2007).
• Mayor seguridad y confianza: aquel que escribe y lo comparte va adquiriendo seguridad en sí
mismo, y va convenciéndose de que tiene algo que decir y compartir.
• Deseo y necesidad por saber más: el hecho de escribir requiere de la adquisición de saberes
para dominar el código. Frecuentemente en el proceso de escritura, los niños consultan
cuestiones de puntuación, ortografía y sintaxis que, de ser impartidas como reglas en la clase,
habrían sido rechazadas o vistas con indiferencia.

72
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Algunas técnicas para elaborar libros artesanales
• Libros bordados: cuentan historias mediante el bordado de imágenes en páginas de tela que se
unen para formar un libro. Si las letras no son del uso de los padres y ellos quieren contar una
historia a sus hijos, o viceversa, los libros de tela son una buena alternativa.
• Libros de sellos: cuentan historias a través de las marcas que dejan los sellos hechos con
distintas verduras (papa, zanahoria, calabaza); acompañados o no de palabras. Además, pueden
utilizar verduras características de la comunidad, que aporten también un factor de identidad.
Por ejemplo, una localidad productora de cebollas puede contar su historia con sellos hechos
de esta verdura.
• Libros de papel y/o cartón: existen diferentes técnicas y se prestan para abordar temas
diversos. En esta guía incluimos un modelo muy fácil de libro artesanal de papel, propuesto por
la asociación venezolana Banco del Libro.
Posibles contenidos para los libros artesanales
Sea cual sea el contenido que elijamos, es muy importante que los niños estén en contacto con
diversos materiales bibliográficos, eso les dará más herramientas para escribir. Por lo tanto, se
requiere que los niños sepan que existen diferentes géneros literarios (diarios, cuentos, novelas,
guiones de teatro, crónicas), aunque no conozcan formalmente sus partes ni su estructura profunda.
Algunos contenidos son:
• Cuento: es importante mostrar a los niños que los cuentos tienen una estructura básica,
conformada por:
a Situación inicial: contexto (lugar, época).
a Conflicto / nudo.
a Acciones para solucionarlo (algunas serán fallidas y otras exitosas).
a Desenlace
a Además, se requiere también que los niños piensen en los personajes que están creando,
que los describan física y mentalmente.
• Poema: las primeras formas poéticas que conocen los niños son las nanas, las rondas y las
retahílas. A partir de ellas y de estar en contacto con diferentes libros de poesía, los niños
pueden escribir poemas, con rima o versos libres.
• Diario: debe contener datos como fecha y lugar, su redacción es libre, incluye experiencias,
pensamientos, deseos y emociones del autor. Tiene un carácter privado, forma parte de la
literatura confidencial (como la carta, la autobiografía y la memoria), aunque puede ser
compartido e, incluso, escribirse de manera colectiva. Puede ilustrarse e incluir fragmentos de
poemas o canciones relacionadas con la experiencia narrada.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
73
• Libreto: éste se escribe con la intención de ser interpretado en público. Para escribir este tipo
de texto es importante que los niños asistan a obras de teatro. Se puede adaptar un cuento
o una novela, o partir de una idea que originalmente se haya escrito para teatro. Requiere
de la descripción de los personajes y del espacio, así como del argumento. Está dividido por
escenas.
• Antología de:
a Leyendas.
a Refranes.
a Adivinanzas.
a Coplas.
a Canciones.
a Recetas.
a Historias de la comunidad.
• Biografía: Aborda los elementos más relevantes de la vida de una persona e incluye elementos
de su contexto histórico. Contrario a lo que normalmente se piensa, las biografías no sólo relatan
la vida de personajes famosos, sino de cualquier persona. La entrevista es una herramienta muy
importante para obtener información sobre la persona acerca de la cual escribiremos.
• Diccionario: los niños pueden ir agregando día a día las nuevas palabras que van aprendiendo.
También puede tratarse de un diccionario temático –flores, plantas medicinales, animales,
etcétera– que vayan construyendo individual o colectivamente.
Puntos a tener en cuenta
Los textos pueden ser escritos por niños para niños; por adultos –instructores, docentes, padres,
abuelos– para niños; por niños para adultos.
• Los niños pueden hacer e ilustrar sus propios libros, álbumes con dibujos hechos por ellos o con
fotos y recortes.
• Involucrar a los padres de familia en la elaboración. Si los niños ven que los padres valoran
actividades como éstas, será más sencillo que ellos lean y escriban.
• El proceso de corrección es indispensable. Se incluye una propuesta que puede ser útil en el
trabajo del comité editorial. Básicamente se requiere leer lo que otros escribieron, ver si es
claro, si le faltan o le sobran elementos, si es un texto que atrapa al lector o no, si logra su
propósito, si está bien escrito.
• Es importante que exista un momento para la presentación del libro, puede hacerse de manera
formal, invitando a la familia y a otros miembros de la comunidad o únicamente dentro del
salón de clases, pero es importante que no pase desapercibido. En la presentación, el propio
autor habla de su libro y sus compañeros también fungen como presentadores.
• Es importante mantener la práctica de elaboración de libros artesanales e incrementar el
acervo.

74
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
A continuación incluimos una estructura para la elaboración de un cuento, basándonos en una
propuesta realizada por el Banco del Libro:
Apartados
Tapa o cubierta (en la portada
incluir la misma información)
Contraportada
Página 1
Página 2
Página 3 y 4
Página 5
Página 6
Contenido
Título del libro
Nombre del autor
Nombre de la editorial
Comentario sobre el libro y sobre el autor.
Fecha.
Descripción del personaje principal del
cuento (quién es, dónde se encuentra
y cuándo sucede la historia).
Desarrollo del conflicto que
aqueja al protagonista.
Aventuras del personaje
para llegar a su meta.
Acción en la cual el personaje
logra su cometido.
Desenlace o final.
Reflexiones

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
75
Para la revisión de los textos te sugerimos poner anteción en las recomendaciones del siguiente
texto:
Guión para la revisión de textos
Algunas de las orientaciones para proporcionar retroalimentación en la revisión de textos son las
siguientes:
Organización de ideas
• ¿Tiene los elementos que debe tener un cuento, instructivo, reporte
• ¿Cuál es la idea principal que el escritor trató de expresar, ¿se entiende claramente
• ¿Hay apartados del texto que no se relacionan con la idea principal, ¿cuáles
• Localicen algunos apartados donde podrían darse más explicaciones, ejemplos o detalles.
Hagan preguntas sobre esos apartados.
• Localicen partes que “sobran” (se repiten, no tienen relación con el texto o no son importantes).
• ¿Hay alguna parte donde parece que se “salta” de una idea a otra, o que queda poco claro lo
que se quiso decir
• ¿Qué partes les gustaron y por qué ¿Qué partes no les gustaron y por qué ¿Cómo se podrían
mejorar
• ¿Les llamó la atención desde el principio y les dieron ganas de seguir leyendo
• ¿Pueden resumir en una oración la idea principal de cada párrafo
Aspectos gramaticales y ortográficos
• Uso de pronombres y nexos.
• Concordancia de género y número.
• Concordancia de tiempos verbales.
• Uso correcto de oraciones simples y complejas.
• Uso de signos de puntuación.
• Uso de mayúsculas y minúsculas.
• Uso de grafías correctas (z/s/c, b/v, ll/y.) (De la Garza, 2010).

76
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Instrucciones para que los niños realicen su propio libro
1. Coloca una hoja en
posición horizontal.
2. Dóblala por la mitad,
de izquierda a derecha.
3. Vuelve a doblarla por la
mitad (de arriba a abajo).
4. Dóblala de nuevo, de
izquierda a derecha.
5. Abre la hoja .
Observaras que quedó
dividida en ocho
recuadros iguales.
12 3
6. Haz un corte a lo largo
del pliegue central. Llega
hasta el punto en el que
termina el tercer recuadro.
7. Dobla la hoja de
arriba hacia abajo.
9. Cierra el acordeón
como un libro.
8. Ábrela de manera que
quede como un acordeón.
Scarlet Galindo.

77
Instrucciones para realizar la cubierta de los libros:
1 cm.
2. Dóblala de izquierda
a derecha, de manera
que sobresalga 1 cm
de la parte derecha.
3. Repite el paso 2,
pero esta vez dobla
la hoja de derecha
a izquierda.
1. Toma la cartulina y
dóblala por la mitad,
de abajo a arriba.
4. Tienes una cubierta
con lomo, ábrela.
4mm.
5. Coloca el libro
alineado con el lado
izquierdo del lomo. Haz
una marca de 4 mm a la
izquierda del borde del libro.
6. Dobla el segmento “Y”
hacia adelante para hacer
una solapa.
7. Repite los pasos 5 y 6 para
hacer la solapa derecha.
8. También puedes
hacer una variante de
la cubierta si la doblas
por la mitad, de derecha
a izquierda.
De esta manera, el cuerpo
de páginas quedará
sujeto por el lomo.
9. Inserta las páginas
exteriores del libro en
las aperturas o bolsillos
que se forman en las
solapas.
Scarlet Galindo.

78
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
4.4 Audiolibros: nuestras voces cuentan y cuentan mucho
El placer de leer es una herencia de la necesidad de decir.
Daniel Pennac
En una entrevista realizada en diciembre de 2008, Eduardo Galeano, escritor y periodista
uruguayo, dijo que “el arte de narrar se aprende escuchando […]. Para no ser mudo
hay que empezar por no ser sordo”. Y el primer acercamiento a la lectura es, en casi
todos los casos, a través de la escucha; cuentos, nanas, historias familiares, palabras
de nuestros seres queridos que nos dan la bienvenida al mundo y nos lo muestran.
Galeano nos recuerda también el primer mandamiento de la narración: “prohibido aburrir”,
mandamiento que Scherezada aplicó al pie de la letra en la lucha que cada noche tenía por mantener
la atención del rey, y así evitar que la matara como a todas sus esposas anteriores. La palabra le
salvó la vida durante las mil y una noches.
Sigamos con la palabra y tratemos de imaginarla como una cajita que guarda memorias, experiencias,
sentimientos, saberes, secretos, historias. Al narrar, hablar y escribir abrimos esa caja y compartimos
lo que tiene dentro, buscando un oído que la escuche y un corazón que la sienta y la cobije.
Las personas, los grupos, las sociedades heredamos la palabra. La heredamos junto con la tarea de
mantenerla viva, cuidarla, renovarla, recrearla y fortalecerla. Para ello necesitamos ponerla en escena,
por medio de discursos, narraciones, cantos, mantras, elegías, preguntas y poemas (Chapela, 2010).
Parafraseando a Chapela (2010), la palabra es:
• Herramienta: nos ayuda a nombrar al mundo y a nombrarnos, a organizar lo que está alrededor
nuestro, a enunciar lo que sentimos y pensamos, a escuchar a otros.
• Hogar: espacio donde podemos descansar, soñar y sentir.
• Cofre: resguarda y transporta lo que “los grupos humanos han sentido, vivido, sabido, deseado,
temido, imaginado, preferido y rechazado en el curso de los siglos”.
• Cultura: en la palabra reside lo que la persona como especie humana y la sociedad ha creado:
el arte, la ciencia, las formas de ver el mundo, los gestos.
• Suplanta: es capaz de transportar las cosas que no están aquí, permite “convocar lo ausente”.
• Producto: resultado de la vida, de las necesidades de decir, de imaginar, de nombrar.
Para existir, la palabra necesita ser dicha con otros y frente a otros (de manera oral, gestual o
escrita), porque la palabra aparece y cobra formas, texturas y sentidos únicamente cuando es leída;
es decir, cuando es significada (Chapela, 2010:XX).
En esta sección hablaremos de la palabra oral que se guarda y permanece a través de las nuevas
tecnologías, es decir, los audiolibros.
Una buena colección de éstos se encuentra en la nueva biblioteca del niño mexicano, que incluye
grabaciones de diferentes textos sobre la Independencia y la Revolución Mexicana: http://
audiolibros.bicentenario.gob.mx/descarga.html. Otro ejemplo podemos encontrarlo en http://
www.juliocortazar.com.ar/obras.htm, donde Julio Cortázar lee sus cuentos.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
79
Al escuchar, se activa nuestra imaginación, debemos recrear imágenes, poner cara y cuerpo a esa voz,
a ese personaje que habla. Debemos ponerle color y textura a las cosas; es decir, debemos imaginar.
Sobra mencionar que con la televisión eso no es necesario, el personaje está ahí, con voz, con cuerpo,
con todo, dejando poco margen de acción para imaginar.
Al leer un libro sin imágenes o escuchar una historia, teniendo al lector cerca –tal vez seamos
nosotros mismo– o a través de un aparato –radio, computadora, MP3, celular– nos queda la
libertad de imaginar y de poner mucho de nosotros mismos, de nuestra experiencia, de nuestros
deseos, pensamientos y sueños en esa imagen creada.
¿Qué podemos grabar
• Cuentos.
• Leyendas.
• Poemas.
• Novelas.
• Recetas.
• Obras creadas por nosotros mismos.
Para elegir qué leer en voz alta y qué grabar debemos considerar quién será el escucha, eso
determinará el tipo de texto y la manera de contarlo. Los audiolibros pueden ser grabados por
adultos, por niños o por ambos.
El hecho de tomar en cuenta al escucha, no quiere decir que debemos darle justo lo que quiere y no
algo más, es decir, “al público, lo que pida”. De esa manera no saldríamos de lo conocido y “lo más
vendido”. Habrá que equilibrar los intereses y gustos del destinatario con las prioridades del que lea
y haga la grabación.
Tal vez, decidamos grabar un texto que ya esté editado, es decir, que ya sea un libro. Debemos
tener cuidado con los derechos de autor. En México, en general, a partir de la muerte del autor, los
herederos tienen 100 años los derechos de la obra, después de esa fecha, cualquiera puede usar
el texto y reproducirlo cuantas veces quiera. Sin embargo, hay excepciones, algunos autores no
tienen problema por la reproducción de su obra con fines no lucrativos. Tal vez algo que facilitaría la
selección sería elegir textos clásicos, que ya son del dominio popular, para grabar novelas, cuentos
o poemas. A continuación, una pequeña lista:
• Charles Perrault: La caperucita roja, Piel de asno, El gato con botas.
• Hans Christian Andersen: La vendedora de cerillas, El patito feo, El soldadito de plomo.
• Los hermanos Grimm: El sastrecillo valiente, Hansel y Gretel.
• Julio Verne: La vuelta al mundo en 80 días, 20,000 leguas de viaje submarino, Viaje al centro de
la tierra.
• Robert Luis Stevenson: La isla del tesoro, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, El diablo en
la botella.
• Fiódor Dostoyevski: Noches blancas, El jugador.
• León Tolstoi: La muerte de Ivan Ilych.

80
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
• Sir Arthur Conan Doyle: Las aventuras de Sherlock Holmes.
• Literatura prehispánica: libros como el Chilam Balam o el Popol Vuh y autores como
Netzahualcóyotl.
• Obras de Sor Juana Inés de la Cruz.
En www.bibliotecasvirtuales.com pueden encontrarse más textos.
También podemos hacer una recopilación de leyendas del pueblo o recetas. Asimismo, si lo que
queremos es grabar un texto nuestro, debemos considerar que la escritura implica un proceso y la
publicación requiere un comité editorial.
¿Cómo grabar
Es posible utilizar grabadora de casete, grabadora digital, MP3, celular, computadora con micrófono.
Debemos guardar la grabación en un soporte que esté al alcance de los demás: discos compactos o casete.
Antes de grabar
Definido el texto, se eligen los personajes. Podemos hacer una lista de los que aparecen en el
texto, incluyendo al narrador, si lo hubiere, y decidir quién será cada uno. Es importante que los
personajes tengan algo que los caracterice; que, a partir tal vez sólo de un detalle, el oyente distinga
a un personaje de otro, aunque una persona interprete a más de uno.
El componente primordial es la voz, puede ser acompañada por efectos de sonido que la ambienten y
ayuden a situarla y a imaginar las acciones que narra y los espacios que describe. Puesto que el oyente
sólo cuenta con el sentido del oído para percibir el texto grabado, la voz debe ser clara y expresiva.
Un ejercicio posible lo presentan Silvia y María Schujer en su libro Aprender con la radio (Schujer, S.
y M. Schujer, 2006.) y consiste en lo siguiente:
• Cada participante elige un cuento breve o un chiste.
• Lo cuenta o lo lee creando la voz de alguno de los personajes que aquí se sugieren, u otros:
a Un niño pequeño.
a Un anciano.
a Una persona que habla de lejos.
a Un extranjero.
a Alguien muy tímido.
a Alguien que está resfriado.
a Tras la lectura o narración, todos comentan los aciertos y las dificultades.
a Se repite la experiencia intercambiando roles.
Debemos tomar en cuenta que los silencios juegan un papel importante, no sólo como pausa, sino
como un recurso expresivo en la narración.

Capítulo 3. Actividades básicas para fomentar la lectura y la escritura
81
Ya que tenemos a los personajes, se requiere una lista de los sonidos que acompañen y “vistan”
el texto: ladridos, pasos que se acercan, truenos, golpes a la puerta, silbidos, viento que sopla,
murmullos, un camión que pasa. En radio se les llama efectos de sonido; ayudan a evocar atmósferas
y acciones, ayudan a completar el mensaje que las palabras dan. Deben anotarse en las partes del
texto que les corresponda.
Una posibilidad de grabar cuentos es no leerlos tal cual, sino hacer una adaptación, respetando la
historia, pero convirtiendo algunos de los apartados narrados en diálogos.
Algunas posibilidades para elegir y preparar cuentos para grabar:
• Elegir un cuento que me guste.
• Elegir un cuento corto.
• Convertir los apartados narrados en apartados hablados, a través de un narrador o de algún personaje.
• Identificar las atmósferas donde se desarrolla la historia y elegir los sonidos que van a ambientarla.
• Hacer el guión, a continuación te presentamos un pequeño ejemplo de lo que debe contener:
PRODUCCIÓN: Conafe
SPOT: La biblioteca es un espacio de libertad
DURACIÓN: 30 segundos
OPERADOR: ENTRA MÚSICA, SE ESTABLECE Y BAJA HASTA DESAPARECER.
OPERADOR: ENTRAN VOCES DE ADULTOS QUE DICEN: No hagas ruido, no corras, no te muevas, no hagas
eso, no hables (bajando la velocidad y haciéndose más grave cada vez).
OPERADOR: PUENTE MUSICAL.
OPERADOR: ENTRAN VOCES DE NIÑOS, ADOLESCENTES Y ADULTOS, TANTO HOMBRES COMO MUJERES:
Compartir, soñar, imaginar, pensar, leer, crear, contar, escribir, escuchar, reflexionar, inventar, elegir,
conocer, comentar (cada voz diciendo un verbo distinto y aumentando la velocidad).
LOCUTOR: La biblioteca ofrece muchas experiencias, vívelas y compártelas.
OPERADOR: RÚBRICA.
LOCUTOR: Biblioteca del Conafe, un espacio de lectura para todos.
OPERADOR: SUBE MÚSICA, SE ESTABLECE Y BAJA HASTA DESAPARECER.
También pueden grabarse cuentos más largos, incluso novelas, pero es recomendable que
las primeras experiencias se hagan con textos cortos y con mucho diálogo. Así se adquirirán
herramientas y seguridad para enfrentar textos más complejos.
Leer en voz alta no requiere forzosamente de una actuación teatral, pero sí se trata de hacerlo
lo mejor posible; la clave es pensar que estamos contando algo y que hay alguien que nos está
escuchando.

82
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
En resumen, los elementos que debemos considerar al leer:
• Selección del texto.
• Voz, tonos y volumen.
• Ritmos, silencios y pausas.
• Climas y atmósfera.
• Oyentes.
Aspectos para tomar en cuenta al grabar
• Que nuestra voz provoque que pasen cosas, pues si no pasa algo, no hay historia.
• Que sea creíble y verosímil.
• El inicio de la grabación es muy importante para atrapar al oyente y provocar que permanezca atento.
• Jugar con los matices para transmitir distintas intenciones, a través de:
a El ritmo: jugar con la velocidad, ir más lento o más rápido.
a El volumen: más fuerte o más débil, dependiendo el caso.
a El tono: grave, agudo, medio.
Después de grabar
Es importante que otra persona escuche la grabación y nos dé su opinión. Es necesario atender sus
reacciones para saber si estamos logrando nuestro propósito. Ya que tengamos la grabación lista,
debemos ponerla al alcance de todos, en la biblioteca y continuar grabando para enriquecer nuestro
acervo. Finalmente, Schujer, S. y M. Schujer (2006) señala:
Hay voces que nunca emergen. Parece que no existieran: no se las escucha. Son las voces de los niños,
niñas y jóvenes, que no encuentran espacio. Sus voces–igual que sus cuerpos, necesidades, conflictos y
propuestas–se invisibilizan. Son silenciadas por adultos que creen tener el poder para decidir por ellos.
Para enriquecer tu audiolibro, te sugerimos cómo hacer algunos efectos de sonido:
• Cascos de caballos: golpear un par de objetos cóncavos.
• Choque: dejar caer trozos de hojalata.
• Disparo: sujetar una regla por un extremo y dejar caer el otro sobre una superficie sólida.
• Fuego: arrugar lentamente papel celofán.
• Tren: frotar dos trozos de madera con una lija.
• Lluvia: dejar caer sal sobre una hoja de papel.
• Olas: golpear con la mano agua en un recipiente.
• Pasos: pisar una caja de cartón llena de papeles o golpear con un dedal sobre azúcar y arroz.
• Viento: soplar sobre el micrófono desde distintas distancias.
• Voces: dirigir nuestra voz hacia latas, de preferencia que sean grandes, para conseguir voces
con resonancia.

Leer no nos separa del mundo.
Nos introduce en él de manera diferente.
Michèle Petit

Leyendo en voz alta.

Capítulo 4. Citas y sugerencias
1. ¡Prohibido aburrir!
El arte de contar en Las mil y una noches
Scherezada aplaza su ejecución gracias a los cuentos que cuenta. Yo la imagino así: a la luz de
la luna contando cuentos que entretengan al sultán, la técnica del tigre en el aire, del suspenso;
muchas veces corta el relato, dice: “lo seguimos mañana”. Sobre todo, ella siente un vientito
en el pescuezo, el rey le está estudiando el pescuezo y eso significa que puede aburrirse y si lo
aburre la mata. Entonces el primer mandamiento del arte de narrar es: ¡prohibido aburrir!
Ésa es la enseñanza que ella nos dejó a quienes pensamos que vale la pena contar historias
que nos permiten conocer el mundo que habitamos; los científicos piensan que está hecho de
átomos, pero yo creo que está hecho de historias.
Entrevista a Eduardo Galeano, realizada el 20 de abril de 2009, disponible en:
http://romperelcercoinformativo.blogspot.com/2009/04/galeano-y-el-oficio-de-narrar.html.
Embelesados, escuchamos a otros (fábula)
Siguiendo el ejemplo de los cuentos de Las mil y una noches, el reo comienza a relatar fábula tras fábula
a su verdugo, con el fin de entretenerle y retrasar al máximo el momento de su muerte. Pero ocurre que,
en mitad de la noche, de pronto se le acaban las historias y ya no puede encontrar ni una sola en su
cansada memoria.
Aterrado y creyendo próximo su fin, mira al verdugo, aliviado comprueba que éste se ha quedado
profundamente dormido con la afilada hacha entre sus manos. Así que ahora, ya más tranquilo,
piensa que en realidad él nunca fue un buen narrador de historias, y que sin duda alguna, ha
dormido de aburrimiento a su verdugo.
Aprovechando esta circunstancia, le quita con suavidad el hacha, y en el preciso momento que la
levanta para descargarla sobre la nuca del durmiente, éste, sonámbulo, se incorpora, comenzando
a relatar de modo tan magistral los maravillosos sueños por los que en esos instantes viaja, que el
reo queda totalmente embelesado.
Cuando amanece, el verdugo despierta y aprovechando que en virtud del dulce encantamiento el
reo duerme ahora apaciblemente, le quita a su vez el hacha, y la historia vuelve a comenzar desde
el principio, con el asustado reo contándole de nuevo fábulas al verdugo. Repitiéndose así, el
mágico tiempo circular en el que ambos se perdonan mutuamente la vida.
Julia Otxoa, “Dos veces bueno 3” en Raúl Brasca (Antol.),
Buenos Aires, Argentina, Ediciones Instituto Movilizador
de Fondos Cooperativos, 1996.

86
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Leer en voz alta para otros
Un recurso siempre disponible de convivencia es la lectura en voz alta para otros. Bien realizada, da
muestra de una habilidad que potenciará nuevas lecturas. También es necesario aprender a leer en
silencio y hacerlo por largos periodos para avanzar en el camino de hacerse lector.
Leer en voz alta un libro álbum infantil es un recurso poderoso para leer en dos lenguas. En http://www.
conafe.gob.mx/gxpsites/hgxpp001.aspx5,1,227,O,S,0,PAG;CONC;4;59;D;908;1PAG se puede ver
la lectura de “Imagina que un día”, leído en español por Martha Beatriz Soto y en tepehuano por
Gumercindo Soto Flores.
2. La hora del cuento
¿Quiere usted leerme un libro
Leer es resultado de una práctica social. La mejor forma de lograr que las personas lean es prestando
nuestra voz para leer en voz alta a otros. Esto es particularmente importante cuando se trata de
libros extensos con los que los niños no están familiarizados.
En la biblioteca, la lectura se hace de manera espontánea, alrededor de una mesa, en algún rincón
tranquilo. Puede limitarse al primer capítulo de un libro, para infundir de esa forma el gusto de ir
más adelante. ¿Cómo y por qué se debería hacer un esfuerzo si no está uno convencido de que vale
la pena Igualmente por episodios, se ofrece la lectura completa de todo un libro y esto incluso
para los más grandes o para los que ya dominan bien la lectura. A veces también algunos más
pequeños se unen a esos grupos, aunque la historia, por su complejidad se dirija a los mayores. Una
pequeña explica el porqué en su caso: “Me gusta la voz de la gente grande”.
¿Podría volver a leerme el libro
Geneviève, Patte, 2008:213.
Se lee y se relee el libro hasta la saciedad porque se sabe que una de sus virtudes consiste en ofrecer,
escondida entre las dos cubiertas de cartón, una historia siempre igual.
Ibidem, p. 210.
¿Le cuento de qué se trata el cuento
En la biblioteca–a diferencia de la clase–no se puede contar con grupos estables de niños asiduos.
Los niños que han escuchado los primeros episodios de una “lectura en secuencia” se convierten a
veces en los iniciadores para los recién llegados. Su entusiasmo pasa a través de la torpeza de su
relato, tanto más convincente cuando que nada les obliga a hacerlo.
Ibidem, p. 214.
El club de lectura descrito en el tercer capítulo ofrece un espacio para esta lectura en secuencia.

Capítulo 4. Citas y referencias
87
¿Y si salimos a leer a la calle
Las horas del cuento que, por lo regular, se realizan recurriendo a los libros y dentro de la biblioteca,
en ocasiones pueden emigrar al exterior, como a parques públicos o patios de los edificios, porque
allí cobran un sentido diferente y tal vez puedan encontrar otro público.
Ibidem, p. 204.
3. La lectura es un aprendizaje recurrente
He aquí las actividades que se inician en los primeros dos años de la escuela primaria y aparecen
recurrentemente en etapas posteriores:
• Un incremento de la independencia: tomar un libro y comportarse como un lector en formas
que son reconocibles, como pasar la página y leer un libro ilustrado hasta el final, reconociendo
el contenido como una historia.
• Hacer preguntas a un adulto sin miedo ni rechazo.
• Responder adecuadamente a los libros que se leen al grupo como un todo.
• Volver a contar la historia con mayor fluidez.
• Esperar que un texto tenga sentido; no dudar o experimentar dificultad porque el sentido
pueda ser totalmente oscuro y sólo pueda entenderse con esfuerzo.
• Releer un texto conocido.
• Intentar leer un texto desconocido con ayuda de un adulto, sin temor.
• Hacer sus propias preguntas, tomar la iniciativa en las discusiones.
• Entender que hay diferentes tonos y maneras de leer que corresponden a diferentes tipos de
escritura.
• Mostrar interés por las formas de imprenta: letras mayúsculas, cursivas, texto en globos (en las
tiras cómicas y otros textos).
• Crear historias a partir de una secuencia de imágenes; seguir el renglón de letra impresa de
izquierda a derecha (Meek, 2004:229, 230).
Al final, la lección más importante que aprenden los niños es que pueden leer y, por tanto, aprender.
4. Cuando se trata de leer y que otros lean
Recuerda lo siguiente:
• Respetar lo que dice el autor, no modifiques o cambies la historia.
• Es diferente leer en voz alta (sólo le prestas tu voz al texto), a narrar una historia.
• Leer es una actividad individual y social, que implica el encuentro entre un lector y un libro.
Formarse como lectores requiere de mucha práctica.
• Leer no es fácil, es un reto que exige el compromiso de cada persona y sus logros son individuales;
no se da de la misma forma en todos los niños.

88
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
5. Sugerencias para el éxito del fomento a la lectura y la escritura en las
Caravanas Culturales
• Haz que los instructores comunitarios, los niños y la comunidad participen. La apropiación de
las actividades de lectura por parte de los involucrados es fundamental para su éxito y
permanencia.
• Evita la improvisación. Debes tener capacidad para amoldarte a diferentes situaciones, esto no
significa improvisar. Necesitas programar y planear tus actividades, así como tener presente
varias estrategias para poder cumplir con tu objetivo.
• Lleva un registro de las actividades. Un diario de campo te ayudará a observar qué estrategias te
han resultado más útiles y qué modificaciones tienes que hacer al trabajar en otras comunidades.
También te ayudará a recuperar la experiencia vivida.
• Haz evaluaciones periódicas de lo que realizas. ¿Cómo han respondido los niños a las estrategias
utilizadas, ¿qué modificaciones han sido útiles, ¿qué has aprendido de las comunidades, ¿qué
tanto pudiste involucrar al promotor de lectura
• Comparte tu trabajo y experiencia con otros compañeros de Caravanas Culturales.
Todos a escribir.

Capítulo 4. Citas y referencias
89
6. Para ti, ¿qué es leer
Definición
Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo
la significación de los caracteres empleados.
Referencia
Diccionario de la Real
Academia de la Lengua
(2000:1239).
Una cuestión de elección personal y se sabe que se
elige a partir de lo que se conoce, de lo que se ha
probado, de lo que se ha experimentado, de lo que
se descubre, en ocasiones, sin siquiera buscarlo.
Alma Carrasco
(2006:15).
Leer es un proceso de construcción de significados
determinados culturalmente, durante el cual el lector, con
los referentes y esquemas socialmente adquiridos, aplica
estrategias diversas para construir una comprensión de un
mensaje comunicado a través de un texto escrito. Asimismo,
es lograr, de manera independiente, a través de la lectura,
construir interpretaciones múltiples, establecer relaciones
entre los textos, revisar y actualizar procesos de lectura.
Alma Carrasco
(2006:28).
Es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso
mediante el cual el primero intenta satisfacer (obtener una
información pertinente) para los objetivos que guían su lectura.
Isabel Solé
(2000:17).
La lectura es una práctica sociocultural compleja, plural,
realizada en un espacio intersubjetivo, conformado
históricamente, en el cual los lectores comparten dispositivos,
comportamientos, actitudes y significados culturales en torno
al acto de leer. En dicho acto, se dinamizan interacciones
entre autores, lectores, textos, contextos y se ponen en
juego actividades intelectuales, afectivas con la finalidad
de lograr la comprensión y la revisión de la subjetividad.
Anna Chartier
(2004).
Mi definición:
Nombre:
Fecha:

90
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
7. Libros
Te compartimos algunas referencias de libros que pueden ser de tu interés y ligas de Internet donde
podrás encontrar información sobre estrategias y experiencias de lectura.
Referencias para el desarrollo de un proyecto de lectura con la comunidad
• Bellorín, B. y Martínez, Comunidades lectoras. Una guía para propiciar la lectura en
su entorno, Venezuela, Banco del Libro, 2006, pp. 15-16.
• Miret, Maia F., Animalitos animalotes, México, Del Escarabajo, 2009.
• Miret, Maia F., Animalitos animalotes (prehistóricos), México, Del Escarabajo,
2009.
• Miret, Maia F., La luz, México, Del Escarabajo, 2010.
• Núñez, Alonso, La luna siempre es una, México, Editorial CIDCLI, 2006.
• Baredes, Carla e Ileana Lotersztain, ¿Por qué es tan guapo el pavorreal,
Argentina, Ediciones Lamiqué, 2006.
Libros sobre historias y vocaciones
• Caramchand Gandhi, Mohandas, Gandhi, México, Tecolote, 2005.
• Tan, Shaun, Emigrantes, Italia, Barbara Fiore Editora, 2007.
• Cali, Davide, Moi, J’attends… / Yo espero…, España, Ediciones SM, 2005.
• Quin-Harkin, Las cosas de Clara, España, Austral Infantil, 1987.
• Paz, Marcela, Papelucho, Chile, Editorial Universitaria, 1975.
• Hartnett, Sonya, El burro de plata, México, Editorial Castillo, 2008.
Libros sobre los derechos de las personas y los niños
• Stinson, Kathy y Robin Baird Lewis, El rojo es el mejor, Venezuela, Ediciones Ekaré,
1998.
• Rodari, Gianni, El hombre que compró la ciudad de Estocolmo, México, Ediciones SM,
2008.
• Graves, Robert, El gran libro verde, España, Lumen, 1988.
• Binder, Hannes y Lisa Tetzner, Los hermanos negros, España, Lóguez, 1961.
• Satrapi, Marjane. Persépolis (serie cómic), España, Norma, 2002.

Capítulo 4. Citas y referencias
91
Series de libros que se ofrecen en las bibliotecas escolares y de aula
Las colecciones del Programa Nacional de Lectura están agrupadas en cuatro series; responden a una
posible clasificación de los lectores que podrían formarse desde la escuela.
Al sol solito: Para quienes inician su encuentro escolar con la lectura y la escritura: estudiantes de
preescolar y de los dos primeros grados de primaria.
Pasos de luna: Para quienes ya se han iniciado en el aprendizaje escolar de la lengua escrita:
estudiantes de segundo, tercero y cuarto grados de primaria, aunque puede gustarles a estudiantes
de todos los grados.
Astrolabio: Para quienes tienen mayor experiencia lectora: estudiantes de cuarto a sexto grados de
primaria y de primero de secundaria. Muchos estudiantes de los primeros grados de primaria y de
los últimos de secundaria también podrían interesarse.
Espejo de Urania: Para quienes poseen mayor experiencia con la lectura y escritura como resultado
de sus años formativos previos: estudiantes de secundaria. Varios lectores de primaria también
podrían interesarse.
Cometas convidados: En esta serie se reúnen libros que representan, para los alumnos, una
experiencia sensible frente a los formatos y las características materiales de una edición, con el fin
de que aprecien otros aspectos de la cultura del libro que no implican sólo al autor y al ilustrador
sino a los diseñadores, impresores, encuadernadores y editores. Las obras editadas bajo esta serie
son representativas, a su vez, de los autores nacionales y extranjeros considerados fundamentales
en el desarrollo de la cultura escrita.

92
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Libros informativos
Series para los más pequeños:
• Al sol solito
• Pasos de luna
Series para los más grandes:
• Astrolabio
• Espejo de Urania
La naturaleza
Ciencias físico-químicas
El cuerpo
Ciencias biológicas
Ciencias de la salud y el deporte
Los números y las formas
Los objetos y su funcionamiento
Las personas
Las historias del pasado
Los lugares, la tierra y el espacio
Las artes y los oficios
Matemáticas
Tecnología
Biografías
Historia, cultura y sociedad
Ciencias de la tierra y el espacio
Artes y oficios
Los juegos, actividades y experimentos
Juegos, actividades y experimentos
Diccionarios
Las palabras
Enciclopedias, atlas y almanaques

Libros literarios
Capítulo 4. Citas y referencias
93
Series para los más pequeños:
• Al sol solito
• Pasos de luna
Series para los más grandes:
• Astrolabio
• Espejo de Urania
Cuentos de aventuras y de viajes
Narrativa de aventuras y de viajes
Narrativa de ciencia ficción
Cuentos de humor
Cuentos de misterio y de terror
Cuentos de la vida cotidiana
Mitos y leyendas
Cuentos históricos
Cuentos clásicos
Narrativa de humor
Narrativa de misterio y de terror
Narrativa de la vida cotidiana
Mitos y leyendas
Narrativa histórica
Narrativa clásica
Diarios crónicas y reportajes
Diarios, crónicas y reportajes
Poesía
Narrativa contemporánea
• Universal
• Latinoamericana
• Mexicana
Poesía de autor
Poesía popular
Rimas, canciones, adivinanzas y juegos de
palabras
Teatro y representaciones con títeres
y marionetas
Teatro
Nota: Se sugiere emplear las categorías de las series para los más grandes en las aulas de primaria y
secundaria de los cursos comunitarios del Conafe, y las categorías de los más pequeños en las aulas de
preescolar.

94
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
8. Ligas de Internet
Categorías de biblioteca escolar y de aula
• http://lectura.dgme.sep.gob.mx/
Programa Nacional de Lectura (PNL)
• Clasificación de los libros de la biblioteca escolar y de aula:
http://lectura.dgme.sep.gob.mx/
Biblioburro
• Experiencia comunitaria en Colombia:
http://www.youtube.com watchv=eQMh8_TD2dI&feature=related
Palabrario
• Experiencia de trabajo con maestros de Colombia. Sugerencias para trabajar con los niños,
padres de familia e instructores comunitarios: http://www.palabrario.com/quees/default.htm
• Fundalectura: http://www.leerenfamilia.com/home.htm
• Revista Cuatrogatos: http://www.cuatrogatos.org/
• Revista Barataria: http://www.imaginaria.com.ar/
• Revista Babar: http://revistababar.com/wp/
• Revista Imaginaria: http://www.imaginaria.com.ar/

Bibliografía
95
Bibliografía
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Obligado, C., Por favor sea breve. Antología de relatos híperbreves, Madrid, Páginas de espuma,
2002.
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Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 1996.
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, Como una novela, Bogotá, Norma, 2006.
Peroni, M., Historias de lectura. Trayectorias de vida y lectura, México, SEP/Fondo de Cultura
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Petit, M., Lecturas: del espacio íntimo al espacio público, México, Fondo de Cultura Económica
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, Nuevos acercamientos a la lectura y los jóvenes, México, Fondo de Cultura Económica
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Bibliografía
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surgen-los-susurradores-de-poemas (2 de mayo de 2006).
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Germán Sánchez Ruipérez, 2002.
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en El diario de la Pampa, 2 de julio de 2009.
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Zarranz, L., Silio, F., “Entrevista a Eduardo Galeano”, en http://www.tinku.org/content/
view/3559/183/ (28 de diciembre de 2008).

Leer y dialogar.

Anexos

Libros informativos

Anexos
101
Anexo 1. Formatos para la observación
de eventos y prácticas lectoras
Formato 1. ¿Quién soy como lector
Nombre:
Fecha:
¿Qué aprendí de mí mismo a partir de haber realizado este ejercicio de reflexión

102
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Formato 2. ¿Qué me sucede cuando leo para mí mismo y cuando observo a otros leer
Nombre:
Fecha:
Realizaciones lectoras del instructor cultural o del
instructor comunitario como promotor de lectura
Todavía no
lo hago
Lo hago a veces
Lo hago
siempre
1. Permitirme descubrir y asombrarme a
partir de lo que encuentro en los libros.
2. Permitirme experimentar nuevas formas
de leer y nuevas formas de interpretar
lo leído o de relacionar lo que leo.
3. Observarme y estar atento a lo
que sucede mientras leo.
4. Reconocer avances en mi lectura personal.
5. Reconocer que mis intereses lectores
pueden no ser los intereses de
otras personas o de los niños.
6. Favorecer que otros descubran y se asombren
a partir del encuentro con los libros.
7. Mostrar formas de interpretar lo leído,
favorecer nuevas formas de interpretación
y respetar las interpretaciones
de otros sobre lo que leen.
8. Observar qué sucede cuando los niños u
otras personas leen y reflexionar sobre ello.
9. Reconocer los avances que otras
personas muestran como lectores.
10. Escuchar con atención sobre lo que
otras personas leen para indagar
más sobre sus intereses.

Anexos
103
Formato 3. Registro breve de experiencias lectoras de los niños
Nombre del niño:
Grado escolar: Edad (años y meses): Sexo F M
Comunidad:
Estado:
Indicadores
a observar
Todavía
no lo
hace
Fecha de primera
observación
Algunas
veces lo
hace
Siempre
lo hace
Todavía
no lo
hace
Fecha de segunda
observación
Algunas
veces lo
hace
Siempre
lo hace
1. Muestra interés por
los libros y la lectura.
2. Reconoce avances de
la lectura personal.
3. Da muestra de ampliar
su vocabulario y usa un
lenguaje cada vez más
correcto y formal.
4. Predice y justifica
la continuación de
los cuentos.
5. Hace comentarios sobre
el contenido de los libros.

104
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Formato 4. Autovaloración para el instructor cultural o el instructor comunitario del Conafe
Nombre:
Edad (años y meses): Sexo F M
Comunidad:
Estado:
Indicadores
a observar
1. Reconoce la variedad
de materiales
disponibles para
leer (acervo).
2. Reconoce los intereses
lectores de los niños.
3. Reconoce los avances
de la lectura de los
otros; los niños y
de los usuarios de
la biblioteca.
4. Se permite descubrir,
asombrarse.
5. Reconoce avances en
la lectura personal.
Todavía
no lo
hace
Fecha de primera
autovaloración
Algunas
veces lo
hace
Siempre
lo hace
Todavía
no lo
hace
Fecha de segunda
autovaloración
Algunas
veces lo
hace
Siempre
lo hace
6. Clasifica los materiales.
7. Apoya la organización
de los acervos
en el aula.
8. Cuenta en voz
alta historias de
la comunidad.

Anexos
105
Formato 5. Lista de cotejo para reconocer y reorganizar la biblioteca del aula comunitaria
Indicadores Sí No Sí No
Dos momentos de registro
Fecha de primera
observación
Fecha de segunda
observación
1. Se cuenta con un mobiliario
comercial o artesanalmente
manufacturado.
2. El mobiliario ofrece espacio
suficiente para hacer
división entre los libros
informativos y literarios.
3. Los libros están agrupados
conforme a las categorías
propuestas por el Programa
Nacional de Lectura.
4. La clasificación contribuye
al uso de lo que cada
libro contiene.
5. Cada libro tiene su ficha
de identificación.
6. Se cuenta con un reglamento
para el uso de la biblioteca.
7. Cada libro tiene su
papeleta de préstamo.
8. Hay al menos un libro
de cada categoría.
9. El estado de conservación
general de los libros
es bueno.
10. Los libros no están forrados
para que el lector pueda ver
y aprovechar las portadas.

106
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Formato 6. Inventario de acervo existente en la comunidad
Comunidad:
Estado:
Escuela:
Nivel del curso comunitario: Preescolar ( ) Primaria ( ) Secundaria ( )
Instructor(es) comunitario(s):
Instructores culturales:
Fecha:
Título completo
de la obra
Nombre y apellidos
del autor(es)
de la obra
Categoría PNL
Núm. de ejemplares

Anexos
107
Formato 7. Inventario de acervo. Concentrado numérico por categoría
Comunidad:
Escuela:
Fecha:
Series de textos informativos
para los más grandes:
• Astrolabio
• Espejo de Urania
Número de
ejemplares
Series de textos literarios
para los más grandes:
• Astrolabio
• Espejo de Urania
Número de
ejemplares
Ciencias biológicas
Narrativa de aventuras
y de viajes
Ciencias físico–químicas
Narrativa de ciencia ficción
Ciencias de la salud
y el deporte
Narrativa de humor
Matemáticas
Narrativa de misterio y de terror
Tecnología
Narrativa de la vida cotidiana
Biografías
Mitos y leyendas
Historia, cultura y sociedad
Narrativa histórica
Ciencias de la tierra y
el espacio
Narrativa clásica
Ciencias físico químicas
Diarios crónicas y reportajes
Artes y oficios
Narrativa contemporánea
Universal
Latinoamericana
Mexicana
Juegos, actividades
y experimentos
Poesía de autor
Diccionarios
Poesía popular
Enciclopedias, atlas
y almanaques
Teatro
Total informativos
Total literarios

108
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Anexo 2. Etiquetas de colores para
clasificar el contenido de los libros
Puedes realizar las etiquetas con cartulinas de diversos colores, dependiendo de la clasificación que
realices se sugiere que midan 5 cm de largo por 2 cm de alto, deberás pegar las etiquetas en el lomo
del libro para que indique su contenido. Para el cuadro de contenido, utiliza un pliego de cartoncillo
o pliego de papel bond, de un lado coloca una etiqueta de color y del otro escribe el contenido que
maneja.
Ejemplo:
Cuadro de contenido
Verde
Negro
Rojo
Amarillo
Verde
Negro
Rojo
Leyendas
Cuentos:
Historia

Anexos
109
Anexo 3. Credencial para el alumno
FOTO
Programa: ________________
Nombre: ____________________________________
Nivel: ______ Grado: ______ Edad: ___________
Comunidad:__________________________________
___________________________________
Firma

110
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Anexo 4. Cuaderno de control
de préstamo y entrega de libros
A este formato lo único que le tienes que agregar son los datos para el préstamo y entrega
de libros, si deseas lo puedes forrar y agregar el nombre del cuaderno, los alumnos te
pueden ayudar.

Anexos
111
Anexo 5. Carteles de difusión
para el uso de la biblioteca
El cartel es un pliego de papel con una imagen o ilustración llamativa y textos cortos, los cuales dan
información que se requiere trasmitir, en este caso vas a elaborar un cartel para difundir el uso de la
biblioteca. Para elaborar el cartel necesitas:
• Pliegos de cartoncillo.
• Pegamento o engrudo.
• Recortes de revistas y/o dibujos.
• Lápices de colores o gises.
• Cinta adhesiva.

112
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Anexo 6. Letreros para las categorías, series o
colecciones de libros existentes en comunidad
Recorta tiras de papel de 5 cm de ancho para que escribas en ellas el nombre de las series existentes
en la comunidad y las coloques debajo de donde está la serie para ubicarla con facilidad.
Ejemplo:
ASTROLABIO
CATEGORÍA:
COLECCIÓN:
AL SOL SOLITO
CATEGORÍA:
COLECCIÓN:

Anexos
113
Anexo 7. Reglamento para el uso
y préstamo de libros de la biblioteca
Utiliza un pliego de cartoncillo para elaborarlo. Te puedes basar en el siguiente ejemplo. Debes
respetar el reglamento existente en el aula y el que tú elabores enfócalo a cómo hacer uso de la
biblioteca.
Ejemplo:
REGLAMENTO DE LA BIBLIOTECA
El horario de la Biblioteca es:
• Lunes a Viernes de 9:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 17:30 horas.
• Sábado de 9:00 a 14:00 horas .
Se permite el acceso a la biblioteca sólo con un cuaderno u hojas, lápiz o pluma y goma.
El material del área de consulta y publicaciones periódicas, no se presta a domicilio.
El préstamo a domicilio es de cuatro libros por 15 días.
Se puede renovar el préstamo por dos ocasiones más, siempre y cuando no haya sido
solicitado por otro usuario.
Si el usuario no entrega los libros en la fecha indicada, se anotará en su registro. En
caso de que pase más de un mes sin renovar el préstamo, se recogerá la credencial y se
cancelará el préstamo por un lapso de seis meses a partir de ese momento.
Cuando e l usuario devuelva deteriorado o mutilado los libros que tuvo en préstamo
a domicilio, deberá reponerlos o pagar el costo de su restauración. En caso de
incumplimiento se recurrirá al ador.
Cualquier situación que se presente, que no esté contemplada en el Reglamento, se
tratará directamente con la encargada de la Biblioteca.
Atentamente
La biblioteca

114
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Anexo 8. Palabrario
El Palabrario es un proyecto que promueve y acompaña el mejoramiento de las habilidades y
prácticas de los maestros y estudiantes de preescolar a tercer grado, como lectores y escritores,
desde su quehacer pedagógico en el salón de clase.
El interés por la lectura y la escritura surge del hecho, de que ambas constituyen la base del
desempeño exitoso de los niños en la escuela y en la vida. Desde los primeros años entran en
contacto con el lenguaje. Se trata de una relación mediada por el afecto y determinante para los
procesos de construcción del conocimiento, la cual, a su vez fortalece su desarrollo psicoafectivo y
cognitivo. Consulta la siguiente dirección: http://www.palabrario.com/

Anexos
115

116
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Anexo 9. Logros del estudiante
de preescolar
Logros desde el nacimiento hasta los tres años*
• Reconoce determinados libros por su portada.
• Simula la lectura de libros.
• Sabe que los libros se utilizan
de determinada forma.
• Habitualmente comparte la lectura de los
libros con las personas que lo cuidan.
• Pasa de los balbuceos juguetones en la
cuna al placer del lenguaje rimado, los
juegos de palabras sin sentido, etcétera.
• Nombra objetos en los libros.
• Hace comentarios sobre los
personajes de los libros.
• Mira las ilustraciones en los libros y se da
cuenta de que son símbolos de objetos reales.
• Escucha relatos.
• Pide o exige que un adulto le escriba o le lea.
• En ocasiones parece distinguir
entre el dibujo y la escritura.
* Un buen comienzo. Una guía para promover la
lectura en la infancia, México: FCE, 2002.
Logros entre los tres y los cuatro años *
• Reconoce la información
impresa de su entorno.
• Sabe que lo que se lee en los
cuentos son las letras.
• Entiende que se utilizan diferentes tipos de
textos según la función de lo que se escribe
(por ejemplo, una lista de compras es
diferente de la lista de platillos de un menú)
• Presta atención a sonidos repetidos
y separables en el lenguaje.
• Utiliza vocabulario y nuevas
construcciones gramaticales al hablar.
• Entiende y sigue instrucciones verbales.
• Reacciona ante algunas secuencias de
los sucesos narrados en un relato.
• Muestra interés por los
libros y por la lectura.
• Cuando se le lee un cuento, relaciona
la información y los sucesos que ahí se
narran con sus experiencias personales.
• Sus preguntas y comentarios
demuestran que está entendiendo
el significado literal del relato.
• Hace intentos por escribir y leer, haciendo
que se fijen en él: “ Mira mi cuento”
• Escribe (garabatea) mensajes como
parte de una actividad de juego.
* Preventing Reading Difficulties in young
Children, National Academy Press, 1998.

Anexos
Anexo 10. Recomendaciones para el
seguimiento de las actividades por
parte del instructor comunitario
117
Club de lectura
Con el fin de dar seguimiento al club de lectura en tu comunidad, necesitamos de tu apoyo
en el llenado el siguiente formato, con el cual podrás llevar un control de su funcionamiento.
Núm. Fecha Título de la lectura Tipo de
lectura
1
2
3
4
5
6
7
8
Tipo de
texto
Núm. de
participantes
Tipo de lectura:
1. Un libro entre todos los integrantes.
2. Lectura de diferentes libros para comentar al final.
Tipo de texto:
I = Informativo
L = Literario
P = Prensa
A = Artículo de opinión
@ = Textos de Internet
TP = Textos de creación propia
O = Otros

118
Crear las condiciones para vivir experiencias de lectura
Lectura en el aula
Instructor cominutario, necesitamos de tu apoyo para dar seguimiento a las actividades de
lectura en el aula, ayúdanos a verificar lo siguiente:
Núm. Actividades Sí No
1
¿En tu aula se promueve la lectura libre y en silencio es
decir,¿dejas que tus alumnos lean el libro que cada uno
elija y sin otro propósito que leer lo que les interese
2
¿Realizas con los alumnos un álbum de ilustraciones
con los personajes más conocidos de los
libros seleccionados y leídos por ellos
3
¿Organizas trabajos individuales de lectura,
ilustración o narración oral de fragmentos o
argumentos de las lecturas que se realizaron
4
¿Organizas jornadas de análisis, donde los alumnos realicen
exposiciones de los libros, hagan comentarios breves y
utilicen los recursos les hayan llamado la atención

Crear las condiciones para vivir experiencias
de lectura. Guía de Fomento a la Lectura y la
Escritura se terminó de imprimir el XX de marzo
de 2012, con un tiraje de XXX ejemplares,
en Impresora y Encuadernadora Progreso (IEPSA), S.A.
de C.V., Calz. San Lorenzo 244, Col. Paraje San Juan, C.P.
09830, México, D.F.