YUJA WANG - Blog del Auditorio Miguel Delibes

En lo que se refiere a Triana, que forma parte del segundo libro,
evocación y técnica compositiva se funden de forma prodigiosa:
el carácter rítmico y percutido del tema principal y la alusión,
en la melodía del segundo tema, a las sevillanas, se funde con
la evocación de palmas y taconeos de una fiesta en el barrio
sevillano de Triana.
Maurice Ravel
(Ciboure, 7-iii-1875; Paris, 28-x i i-1937)
Alborada del gracioso (1904-5)
La pieza de Ravel que cierra este recital presenta evidentes
afinidades con La soirée dans Grenade y con Triana. Por un
lado, nos reencontramos con la fusión entre impresión
y evocación de imágenes visuales en estructuras sonoras
concretas. La Alborada del gracioso pertenece a un álbum,
Miroirs, compuesto entre 1904 y 1905, esto es, en los meses
inmediatamente posteriores a Estampes. Tal como la obra
de Debussy, está formado por varias piezas, cuatro en este
caso además de la Alborada: Noctuelles [Polilla o Mariposa
nocturna], Oiseaux tristes [Pájaros tristes] y Une barque sur
l’océan. En lo que se refiere a la pieza que escucharemos en
este recital, Ravel cita las seguidillas, que se contraponen
a una copla, de cuyo afectado perfil melódico no está
exenta cierta dosis de ironía, subrayada por el contraste
con el nervioso ritmo de la danza, en el que predominia
el “staccato”. Queda así definido el retrato sonoro del
bufón de la comedia clásica española. Por otro lado,
reaparece, con esta pieza, la cuestión del uso de España
como fuente de inspiración fabulosa, cuya relación con la
realidad histórica o social es inexistente. Y, no obstante,