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El infierno de Dante, de William Blake (1827)<br />
Año 8 | Número 51<br />
abril - mayo 2014<br />
CONSEJO EDITORIAL<br />
Adolfo de Vincenzi<br />
Jorge González<br />
Luz Henríquez<br />
Antonio Dalto<br />
DIRECCIÓN<br />
Jorge González<br />
EDICIÓN<br />
Carla Pandolfo<br />
COORDINACIÓN<br />
Hugo Cayssials<br />
Melina Dorfman<br />
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN<br />
Raúl Bruno | Preciada Imagen, Inc.<br />
FOTOGRAFÍA<br />
Silvana Sergio<br />
CORRECCIÓN<br />
Esteban Bertola<br />
COLABORAN EN ESTE NÚMERO<br />
Florencia Álvarez, Laura Berti, Juan Manuel Cibeira,<br />
Antonela de Alva, Horacio de Dios, Eduardo Dubains,<br />
María Inés Falconi, Carlos Dante García,<br />
Marina García, Martín Garrido, Nancy Giampaolo,<br />
Silvia Hopenhayn, Nadia Koval, Roger Alan Koza,<br />
Christian Kupchik, Mauro López Oyanarte,<br />
Felipe Pigna, Gabriel Rolón, Lucila Rolón,<br />
Emilia Simison, Damián Tabarovsky,<br />
Maximiliano Tomas, Mónica Tracey, Esteban Ulrich,<br />
Sergio Varela y Gonzalo Villamayor.<br />
PUBLICIDAD Y REDACCIÓN<br />
Tel.: 4943-8219/22<br />
Patagones 2463 | c1282aca | CABA<br />
Correo: revistaquid@ilhsa.com<br />
Web: yenny-elateneo.com / Sección <strong>Quid</strong><br />
REVISTA QUID<br />
Grupo Ilhsa S.A. es propietaria de <strong>Quid</strong>, publicación de<br />
Yenny y El Ateneo. Queda prohibida la reproducción<br />
del contenido de esta publicación, aun mencionando<br />
la fuente.<br />
Los editores no son responsables por las opiniones<br />
vertidas por los colaboradores, entrevistados, las notas<br />
firmadas y el contenido de los mensajes publicitarios.<br />
Registro Nacional de la Propiedad Intelectual<br />
Nº 506670. ISSN 1669738-3.<br />
Distribución en locales Yenny y El Ateneo de la Ciudad<br />
de Buenos Aires, GBA e interior del país.<br />
Fue el segundo de los cinco hijos de un lencero moderadamente próspero.<br />
A los nueve años comenzó a tener visiones: un árbol lleno de ángeles con sus<br />
brillantes alas resplandeciendo como estrellas en cada rama y figuras angélicas que<br />
se movían entre campesinos segando un campo.<br />
Sus padres accedieron al pedido del niño de no ser enviado a la escuela. En su<br />
lugar, asistió a una academia de dibujo. Tras siete años de aprendizaje montó su<br />
taller de grabado y a los 25 se casó con la hija analfabeta de un hortelano. Aunque<br />
su padre se opuso al enlace por considerar que la joven era de una clase más baja<br />
que la de su familia, el matrimonio fue feliz. A ella le enseñó a leer y a escribir y se<br />
convirtió en su compañera de trabajo, incluso aprendió a imprimir<br />
sus grabados.<br />
Más tarde tomó a su hermano menor como aprendiz en el taller, al cabo de dos<br />
años este murió y él vio cómo se separaba el Espíritu de su cuerpo dando palmas<br />
de alegría.<br />
Alguna vez escribió: “El hombre que nunca cambia de opinión es como el agua<br />
estancada: engendra reptiles de la mente”.<br />
A los 52 años expuso sus grabados y poemas y mereció sólo una reseña:<br />
“Un desgraciado lunático… unos pocos dibujos lamentables… un fárrago de<br />
sinsentido…”.<br />
William Blake murió a los 70 años, sentado en su cama, cantando sus propias<br />
canciones de dicha y alabanza.<br />
Disfruten este nuevo número de <strong>Quid</strong>.<br />
Adolfo de Vincenzi<br />
Director General<br />
Grupo Ilhsa