El Tajo que habló - Calzada de Valdunciel

EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 10
En el pasillo hay unos percheros de madera donde se cuelgan
algunas prendas de uso diario de la familia, dos sillas de madera, una
mesa pequeña, de madera, la cubre un mantel de lienzo blanco con
bordados de contenido rústico, todo ello rematado con una puntilla y
hecho a mano. Encima del mantel hay colocada en el centro una
cesta de mimbre -en su color- que dentro lleve una calabaza pequeña
amarilla. Debajo de la mesa hay un barril-botijo de barro, cocido en
cerámica. El agua que contiene el barril se conserva durante el año,
cambiándosela, a una temperatura ideal para beberla a chorro.
LA DESPENSA.
Es una habitación más bien pequeña, está situada en la parte
norte de la distribución de la casa, tiene una puerta de madera, de
quicio, una ventana pequeña, lo suficiente para ver las cosas que hay
en ella durante un día normal. El suelo es de lanchas de piedra de
arenaza fijadas en tierra apisonada. Las paredes están encaladas,
blancas; las suelen encalar las mujeres una vez al año, para limpiarla
y desinfectarla. En las paredes hay clavados unos clavos fuertes
hechos por el herrero, y de una pared a otra hay unos varales. Estos
varales tienen colgados varios chorizos, farinatos y morcillas, ya
curados; también hay varios huesos de cerdo, con poca carne,
salados, y algunas jetas, también de cerdo. En los clavos hay
colgado: tres hojas de tocino, cuatro jamones, un atado de cebollas,
unas ristras de ajos y unas ramas de laurel.
Hay un tajón de madera, fuerte; este tajón-mesa se utiliza
mucho para hacer la matanza, colocar el cerdo encima para matarle.
Lo sujetan tres o cuatro personas, el matarife le mete el cuchillo en la
zona de la papada, sale la sangre, que es recogida en un barreño, en
el suelo, que sostiene una mujer dándole vueltas, moviéndola para
que no cuaje, con el fin de mezclarlo con rebanadas de pan mojadas,
para hacer la masa de la cual se hacen las morcillas.
Encima del tajón se seguía el proceso de matanza y se
descuartizaba el cerdo; se colocaba la máquina de picar la carne -
chichas para hacer la masa- y una vez aderezada, seguidamente, se
hacían los chorizos. Cuando se habían secado algo ya las hojas de
tocino del cerdo, se colocaban encima - planas- del tajón echándole
sal para salarlas.
El tajón sigue siendo útil para colocar cosas encima; ahora
tiene varios fardeles que contienen alubias, fréjoles, lentejas, arroz y
otras viandas. En la despensa hay un saco de patatas y un costal que
contiene harina. De ese costal van sacando parte de harina que se
lleva a la panadería. Las mujeres hacen la masa para el pan. La
Antonio Gordillo Asunción