16.02.2015 Views

El Tajo que habló - Calzada de Valdunciel

El Tajo que habló - Calzada de Valdunciel

El Tajo que habló - Calzada de Valdunciel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ANTONIO GORDILLO ASUNCIÓN


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 2<br />

Hoy yo, Antonio, pretendo escribir un relato <strong>de</strong> lo <strong>que</strong> conocí<br />

durante varios años <strong>de</strong> mi vida. Lo titulo: EL TAJO QUE HABLÓ.<br />

Nací en el año 1933 en el pueblo <strong>de</strong> <strong>Calzada</strong> <strong>de</strong> <strong>Valdunciel</strong>, a<br />

catorce kilómetros al norte <strong>de</strong> Salamanca capital. Pertenece a la<br />

comarca <strong>de</strong> la Armuña; el terreno tiene algunos pe<strong>que</strong>ños cerros,<br />

siendo más bien llano. Produce cereales, leguminosas y algo <strong>de</strong><br />

ganado, tiene pocas huertas y arboleda. Por la parte norte hay un<br />

monte <strong>de</strong> encinas y alcorno<strong>que</strong>s, a unos seis o siete kilómetros.<br />

Quiero comentar cómo eran las casas antiguas <strong>de</strong>l pueblo,<br />

cómo las hacían y cómo vivían sus habitantes.<br />

<strong>El</strong> suelo <strong>que</strong> ocupan las casas <strong>de</strong>l pueblo es <strong>de</strong> arcilla algo<br />

arenosa; tiene unos metros <strong>de</strong> <strong>de</strong>snivel, más alto en el sur <strong>que</strong> en el<br />

norte, por don<strong>de</strong> pasa un arroyo (regato) por el cual corre el agua<br />

varios meses al año.<br />

LAS CASAS<br />

Cuando se proponían hacer una casa, se tenían <strong>que</strong> adaptar a<br />

los pocos recursos <strong>de</strong> <strong>que</strong> disponían; calcular el terreno para la casa y<br />

cuadras para el ganado; pajar y corral.<br />

Por fin ya tenían <strong>de</strong>cidido dón<strong>de</strong>, cómo y quién haría la casa. <strong>El</strong><br />

trabajo <strong>de</strong> albañilería lo hacía el albañil Manuel y sus hijos, pero<br />

también le ayudaría la familia -<strong>que</strong> era numerosa, como la mayoría<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>l pueblo- <strong>de</strong>l <strong>que</strong> sería el dueño <strong>de</strong> la futura casa.<br />

Lo primero <strong>que</strong> había <strong>que</strong> hacer era el pozo, <strong>de</strong>l <strong>que</strong> utilizarían<br />

el agua para hacer la obra, y <strong>de</strong>spués <strong>que</strong>daría para el consumo <strong>de</strong> la<br />

familia y <strong>de</strong>l ganado. <strong>El</strong> lugar don<strong>de</strong> se hace el pozo es el <strong>que</strong> será el<br />

corral <strong>de</strong> la casa. Al pozo le suelen dar una profundidad <strong>de</strong> cuatro o<br />

seis metros y un diámetro <strong>de</strong> uno y medio aproximadamente. Se<br />

hace cavando la tierra con azadón, pico y pala. Sacaban la tierra y<br />

posible peña, agua y barro por medio <strong>de</strong> un torno, polea o a mano.<br />

Cuando ven <strong>que</strong> va manando ya el agua suficiente <strong>que</strong> necesitan, ya<br />

no lo hacen más hondo. Al pozo lo recubren en su interior, con<br />

piedras pegadas a las pare<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo, hasta sobresalir unos<br />

noventa centímetros <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong>l suelo. Esa parte saliente se<br />

llama brocal; hace <strong>de</strong> barrera o <strong>de</strong>fensa para <strong>que</strong> no se caigan <strong>de</strong>ntro<br />

personas, animales o cosas.<br />

Empiezan la obra y lo primero <strong>que</strong> hacen es un replanteado <strong>de</strong><br />

cómo será la casa, el corral y el resto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias. Una vez<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 3<br />

trazado, se hacen unas zanjas, cavando con azadón y pala, como <strong>de</strong><br />

unos cincuenta centímetros <strong>de</strong> hondo por cincuenta centímetros <strong>de</strong><br />

ancho. Estas zanjas se rellenan con piedras <strong>de</strong> arenaza, <strong>que</strong> se sacan<br />

<strong>de</strong> una cantera <strong>que</strong> está a unos diez kilómetros <strong>de</strong>l pueblo, y son<br />

porteadas con carros tirados por bueyes o mulas, hasta la obra;<br />

también se emplean en ello pedruscos, todo ello asentado con barro.<br />

Los cimientos se siguen subiendo en unas hiladas más <strong>de</strong> la<br />

superficie, hasta una altura <strong>de</strong> unos cincuenta o sesenta centímetros.<br />

Cuando ya está seca la mampostería, se sigue subiendo la pared; en<br />

los huecos para las puertas y las ventanas se van colocando las<br />

jambas, con piedras <strong>de</strong> arenaza, labradas las caras, hasta la altura en<br />

<strong>que</strong> serán colocados los dinteles o carga<strong>de</strong>ros. Esta misma operación<br />

se hace en las esquinas <strong>de</strong> las casas. En las zonas intermedias <strong>de</strong> las<br />

pare<strong>de</strong>s se colocan los tapiales -mol<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>smontables- y<br />

se van rellenando con tierra húmeda apisonada, hasta la altura <strong>que</strong><br />

se da a la casa.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 4<br />

CONSTRUCCIÓN DE PARED POR MEDIO DE TAPIALES<br />

En esta obra el tejado será a dos aguas -vertientes-; las<br />

pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la fachada y trasera serán <strong>de</strong> una altura <strong>de</strong> dos metros y<br />

medio y las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los costados -cumbres- serán <strong>de</strong> tres metros<br />

y medio. Las casas no se hacen muy altas por<strong>que</strong> cuanto más altas,<br />

son mas caras, el peso es mayor, el agua <strong>de</strong> lluvia y el viento las<br />

azotan más y duran menos años. Una vez <strong>que</strong> la estructura <strong>de</strong> la<br />

casa -pare<strong>de</strong>s- está ya a la altura <strong>de</strong>seada, se empieza a hacer el<br />

tejado <strong>de</strong> la casa. Se compone <strong>de</strong> lo siguiente: las vigas, <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<br />

<strong>de</strong> chopo o pino, se colocan, compartidas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una pared <strong>de</strong><br />

cumbre a la <strong>de</strong>l otro extremo, cumbre. Una viga en el centro <strong>de</strong>l<br />

cumbre y suelen colocarse otras dos o tres compartidas, según el<br />

espacio en cada vertiente. Para <strong>que</strong> se mantengan lo más rectas<br />

posibles se colocan unos puntales, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las vigas, hasta el suelo.<br />

Encima <strong>de</strong> las vigas, en sentido transversal, se colocan unos rollos o<br />

cuarterones, rajados al medio y a lo largo, clavados a las vigas, a una<br />

distancia <strong>de</strong> cuarenta o cincuenta centímetros. Se cubre todo el<br />

espacio <strong>que</strong> <strong>que</strong>da, <strong>de</strong> rollo a rollo, encima con ramas <strong>que</strong> tienen las<br />

hojas ver<strong>de</strong>s o ripio. Una vez hecho este entramado, se cubre todo<br />

ello con una capa <strong>de</strong> barro, mezclado con paja <strong>de</strong> cereales, trillada.<br />

Cuando la capa <strong>de</strong> barro está bien seca se proce<strong>de</strong> a colocar las<br />

tejas, curvas, hechas <strong>de</strong> barro <strong>de</strong> cerámica, cocidas en hornos.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 5<br />

Tejas<br />

Barro con paja<br />

Verdasca o ripio<br />

Cuartones o rollos (medios)<br />

Vigas<br />

MODELO DE CONSTRUCCIÓN DE CASA ANTIGUA<br />

Ya tenemos hecho lo principal <strong>de</strong> la casa, pare<strong>de</strong>s y tejado,<br />

pero hay <strong>que</strong> seguir haciendo el resto <strong>de</strong> la casa. Antes <strong>de</strong> hacer la<br />

casa también se había calculado el espacio <strong>que</strong> ocuparía cada<br />

habitación. Para ello hay <strong>que</strong> hacer los tabi<strong>que</strong>s. Los tabi<strong>que</strong>s <strong>de</strong> la<br />

casa <strong>que</strong> estamos comentando, se hacen así: primero unas pe<strong>que</strong>ñas<br />

zanjas, como <strong>de</strong> unos cuarenta centímetros <strong>de</strong> hondo por igual<br />

medida <strong>de</strong> ancho, se rellenan con piedras, se suben unas hiladas, <strong>de</strong><br />

otros cuarenta centímetros aproximadamente y encima <strong>de</strong> esta pared<br />

<strong>de</strong> piedra se sigue haciéndola ya con adobes, <strong>de</strong> barro mezclado con<br />

paja y sin cocer, asentados también en barro. <strong>El</strong> ancho <strong>de</strong> estos<br />

tabi<strong>que</strong> suele ser <strong>de</strong> un pie. Cuando se llega a la altura <strong>de</strong>seada, y<br />

una vez seco, se le da, por toda la superficie, una capa también <strong>de</strong><br />

barro -liviano, enfoscado y liso. Esta operación se hace a todos los<br />

tabi<strong>que</strong>s <strong>de</strong> la casa. Cuando están todos secos se le dan varias manos<br />

<strong>de</strong> cal viva. Terrones <strong>de</strong> cal cocida en hornos, estos terrones se<br />

echaban a un cal<strong>de</strong>ro con agua ya calentada, cocía todo ello y<br />

<strong>que</strong>daba un tipo <strong>de</strong> pasta -cal- <strong>que</strong> se daba a las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la casa.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 6<br />

Nuestras madres o hermanas solían encalar con escobillas las<br />

pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las habitaciones, cada uno o dos años, para limpiarlas y<br />

<strong>de</strong>sinfectarlas. !Qué olor tan agradable <strong>que</strong>daba en la casa, durante<br />

un tiempo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> encalarlas¡<br />

NOTA: Las familias más pudientes hacían en la fachada un portal, en<br />

la puerta principal, con piedras labradas.<br />

HABITACIONES<br />

La casa se componía <strong>de</strong> dos salas dormitorios. Una <strong>de</strong> ellas con<br />

dos alcobas. Otra sala dormitorio. Un cuarto dormitorio. Una<br />

<strong>de</strong>spensa. Una cocina amplia, es don<strong>de</strong> se hace la vida diaria <strong>de</strong> la<br />

familia. Un portal interior. Un pasillo. No había retrete, para ello se<br />

usaba uno <strong>de</strong> los cuartos o casetos <strong>de</strong>l corral.<br />

Los suelos antiguos eran <strong>de</strong> tierra apisonada. Después se<br />

hacían <strong>de</strong> lanchas <strong>de</strong> piedra. Luego <strong>de</strong> baldosas <strong>de</strong> barro cocido y<br />

asentadas en tierra húmeda apisonada.<br />

Las puertas y ventanas <strong>de</strong> la casa las hacía el carpintero. Las<br />

ventanas antiguas eran <strong>de</strong> una hoja, pe<strong>que</strong>ñas, no llevaban cristales.<br />

Se abrían y cerraban con goznes y una aldaba, por <strong>de</strong>ntro, para<br />

cerrarlas. Después las ventanas, ya <strong>de</strong> esta casa, son <strong>de</strong> dos hojas,<br />

con cristales, cubriéndolos con cuarterones o postigos, o sea, una<br />

segunda hoja <strong>que</strong> tapa los cristales. Los sistemas <strong>de</strong> abrir y cerrar<br />

son los goznes, fallebas, aldabas y pasadores hechos por el herrero.<br />

Las puertas eran, y algunas siguen siendo, <strong>de</strong> quicio. Este tipo<br />

<strong>de</strong> puerta lleva apoyo en el larguero <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong>l giro, abajo y<br />

arriba; el cierre <strong>de</strong> la puerta es <strong>de</strong> aldaba, clavija o tranca -picaporte.<br />

Las puertas son <strong>de</strong> un armazón fuerte <strong>de</strong> largueros; travesaños o<br />

cavios y tablas gruesas clavadas con puntas o tachuelas. La puerta<br />

principal <strong>de</strong> entrada a la casa es <strong>de</strong> dos partes -portones- partida al<br />

centro aproximadamente en sentido horizontal. La parte <strong>de</strong> abajo<br />

está siempre carrada, con picaporte, clavija o tranca, y la parte <strong>de</strong><br />

arriba durante el día está entreabierta; esto hace <strong>que</strong> en el portal, el<br />

pasillo o la cocina entre la luz -claridad. No hay luz eléctrica.<br />

La obra seguía y lo <strong>que</strong> se hacía <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminar la casa<br />

eran las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l corral, hasta cerrarlo. En el corral <strong>de</strong> esta casa<br />

se han hecho unas puertas fuertes, <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra -carreteras- <strong>de</strong> dos<br />

hojas. En una <strong>de</strong> las hojas lleva una puerta pe<strong>que</strong>ña para pasar los<br />

animales y las personas por ella. Para pasar el carro uncido con los<br />

bueyes es necesario abrir las dos hojas gran<strong>de</strong>s, por eso se llaman<br />

carreteras. Se llaman <strong>de</strong> quicio por<strong>que</strong> en el larguero <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong><br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 7<br />

giro, lleva en la base una escuadra con un pivote <strong>de</strong> hierro, redondo<br />

con punta roma, <strong>que</strong> asienta en un tejuelo. Esto es un trozo <strong>de</strong> hierro<br />

grueso, como <strong>de</strong> unos ocho centímetros cuadrados, por dos <strong>de</strong><br />

grueso, con una hendidura, hecha en caliente con un punzón, en el<br />

centro, para acoplar el pivote <strong>que</strong> lleva la escuadra <strong>de</strong> hierro. <strong>El</strong><br />

larguero <strong>de</strong> giro <strong>de</strong> la puerta lleva un saliente <strong>que</strong> se ha hecho<br />

cilíndrico, como <strong>de</strong> unos seis a ocho centímetros <strong>de</strong> largo. Este<br />

cilindro se acopla a un agujero redondo <strong>que</strong> se ha hecho en el<br />

carga<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, en las partes ya calculadas, antes <strong>de</strong> colocarlo<br />

en su sitio, con lo cual ya tiene los dos puntos <strong>de</strong> apoyo para girar la<br />

puerta, arriba y abajo. La puerta pe<strong>que</strong>ña <strong>que</strong> lleva acoplada una <strong>de</strong><br />

las dos hojas, lleva un sistema <strong>de</strong> giro, abrir y cerrar, por medio <strong>de</strong><br />

unos goznes o pernibandas hechos por el herrero. Para cerrar las dos<br />

hojas mayores lleva una falleba, dos clavijas <strong>de</strong> hierro y abajo un<br />

pasador <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>que</strong> se acopla en un agujero cuadrado <strong>que</strong> se ha<br />

hecho en una piedra ya fijada en el centro. La puerta <strong>de</strong> paso,<br />

pe<strong>que</strong>ña, lleva un picaporte para cerrarla, dos clavijas <strong>de</strong> hierro, una<br />

en la parte <strong>de</strong> arriba y otra en la parte <strong>de</strong> abajo, y una aldaba.<br />

Una vez <strong>que</strong> ya entra el carro, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las puertas carreteras,<br />

se ha hecho un tejado, cobertizo o cabañal para <strong>que</strong> <strong>que</strong><strong>de</strong><br />

resguardado <strong>de</strong> la intemperie.<br />

Debajo <strong>de</strong> las puertas carreteras, en el suelo y junto a una <strong>de</strong><br />

las pare<strong>de</strong>s, se le ha hecho una regatera o albañal, para <strong>que</strong> cuando<br />

llueve salga por ahí el agua <strong>que</strong> cae al corral. Esta agua va a la calle.<br />

Es un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>sagüe exterior.<br />

PUERTA DE QUICIO EN SU SITIO<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 8<br />

PUERTA SALIDA DE SU SITIO –DESQUICIADA -<br />

Seguimos en la obra; se han hecho otros <strong>de</strong>partamentos: un<br />

pajar, para meter la paja y los aperos <strong>de</strong> labranza. Un establo<br />

come<strong>de</strong>ro, para los bueyes y el burro. Un caseto para los cerdos. Otro<br />

caseto para las gallinas. Otro local para meter sacos <strong>de</strong> grano y<br />

aperos. Otro local para retrete. Una tinada, con unas ma<strong>de</strong>ras<br />

puntales y vigas, formando un cobertizo cuyo techo está formado por<br />

ramas con hojas, <strong>de</strong> encina y sarmientos; todo ello sirve <strong>de</strong> almacén<br />

<strong>de</strong> leña para la lumbre.<br />

En las cuadras y casetos para el ganado se le echa paja en el<br />

suelo, <strong>que</strong> les sirve <strong>de</strong> cama cuando se echan. Los animales hacen<br />

ahí sus necesida<strong>de</strong>s; por ese motivo es necesario hacerle limpieza<br />

cambiándole las pajas sucias por limpias. Las sucias se hachan al<br />

muladar <strong>de</strong>l corral. También las basuras <strong>de</strong>l corral se limpian cada<br />

cierto tiempo, se sacan a las afueras <strong>de</strong>l pueblo, a una tierra<br />

<strong>de</strong>dicada a eso, a ir almacenando las basuras en montones - cada<br />

vecino las suyas- para en el mes <strong>de</strong> septiembre llevarlas a sus<br />

tierras y esparcirlas en ellas, a modo <strong>de</strong> abono, en la sementera.<br />

<strong>El</strong> pajar, local cerrado, es para almacenar paja trillada limpia,<br />

para el ganado, y para hacer la lumbre diaria <strong>de</strong> la casa. La paja<br />

trillada es transportada en el carro, con unas re<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las eras<br />

hasta el pajar <strong>de</strong> la casa; se vacía en la calle y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se eleva con<br />

una bielda o torna<strong>de</strong>ra hasta el bucarón o ventana <strong>que</strong> se encuentra<br />

situado a unos dos metros y medio <strong>de</strong>l suelo, en la pared. Una vez<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l pajar se separan los dos tipos <strong>de</strong> paja: la <strong>de</strong> cereales, para<br />

alimentación <strong>de</strong> los bueyes y el burro o mula y para echársela en el<br />

suelo como cama, y la <strong>de</strong> legumbres, para hacer la lumbre <strong>de</strong> la casa<br />

(dura más y da más calor <strong>que</strong> la <strong>de</strong> los cereales).<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 9<br />

<strong>El</strong> resto <strong>de</strong> los locales, casetos, cumple cada uno su cometido,<br />

formando parte <strong>de</strong> la vida diaria <strong>de</strong> la casa con sus habitantes.<br />

DESCRIPCIÓN DE LAS HABITACIONES DE LA CASA<br />

CON SUS MOBILIARIOS Y ENSERES<br />

La habitación principal tiene una cama para el matrimonio, en<br />

el fondo; en la parte <strong>de</strong>lantera existe un espacio -salón- en el cual<br />

hay: una cómoda con varios cajones gran<strong>de</strong>s en los <strong>que</strong> se mete la<br />

ropa <strong>de</strong> cama, mantas, mantones, toquillas, manteles y algunos<br />

utensilios.<br />

Hay un armario <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra maciza <strong>que</strong> se utiliza para meter las<br />

prendas <strong>de</strong> la familia, trajes, vestidos u otras cosas.<br />

También hay una mesa <strong>de</strong> comedor con seis sillas alre<strong>de</strong>dor.<br />

Otras cuatro sillas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, torneadas y el asiento <strong>de</strong> espadaña<br />

trenzada en fino. Un espejo; unos cuadros con fotos <strong>de</strong> la familia.<br />

Una galería con estor, en la ventana. Debajo <strong>de</strong> todas las camas <strong>de</strong> la<br />

casa hay un orinal para utilizarlo por las noches si es necesario.<br />

Otra habitación tiene dos alcobas al fondo con una cama en<br />

cada una; estas camas llevan un somier y encima un jergón <strong>que</strong><br />

<strong>de</strong>ntro lleva hojas <strong>de</strong> espadaña seca; las camas son <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />

sencillas. (La cama <strong>de</strong> la otra habitación <strong>de</strong> matrimonio es la única<br />

<strong>que</strong> tiene colchón <strong>de</strong> lana, las <strong>de</strong>más <strong>de</strong> la casa llevan jergón). En<br />

una <strong>de</strong> las camas se acuestan dos hermanas, una <strong>de</strong> ellas <strong>de</strong> quince<br />

años y la otra <strong>de</strong> diecinueve años. En la otra cama se acuestan otra<br />

hermana, la pe<strong>que</strong>ña, <strong>de</strong> diez años, y la abuela <strong>de</strong> setenta y tres<br />

años. En la parte <strong>de</strong>lantera <strong>de</strong> la habitación hay una mesa-camilla, <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra, con un soporte <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>ntro para colocar el brasero y<br />

en el exterior lleva faldillas. Junto a la mesa hay cuatro sillas <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra, normales, con el asiento trenzado <strong>de</strong> espadaña, corriente.<br />

También hay un baúl gran<strong>de</strong> <strong>que</strong> sirve para meter ropas en general.<br />

Hay un soporte <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra para colocar encima una palangana y una<br />

toalla, en la parte <strong>de</strong> abajo lleva un jarrón <strong>de</strong> porcelana conteniendo<br />

agua, o sea, lo necesario para utilizarlo como lavabo. Un espejo. Dos<br />

estores, uno en cada puerta <strong>de</strong> las alcobas, y otro en la ventana <strong>de</strong> la<br />

habitación.<br />

Otra habitación, más pe<strong>que</strong>ña, tiene dos catres <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<br />

individuales con jergones <strong>de</strong> hoja <strong>de</strong> espadaña seca encima <strong>de</strong> los<br />

somieres. En cada una <strong>de</strong> estas camas se acuesta un hermano; uno<br />

tiene doce años y el otro veintidós años. Existe un baúl gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra, para meter mantas, sábanas y otras cosas. Un espejo. Un<br />

estor con galería para la ventana.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 10<br />

En el pasillo hay unos percheros <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra don<strong>de</strong> se cuelgan<br />

algunas prendas <strong>de</strong> uso diario <strong>de</strong> la familia, dos sillas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, una<br />

mesa pe<strong>que</strong>ña, <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, la cubre un mantel <strong>de</strong> lienzo blanco con<br />

bordados <strong>de</strong> contenido rústico, todo ello rematado con una puntilla y<br />

hecho a mano. Encima <strong>de</strong>l mantel hay colocada en el centro una<br />

cesta <strong>de</strong> mimbre -en su color- <strong>que</strong> <strong>de</strong>ntro lleve una calabaza pe<strong>que</strong>ña<br />

amarilla. Debajo <strong>de</strong> la mesa hay un barril-botijo <strong>de</strong> barro, cocido en<br />

cerámica. <strong>El</strong> agua <strong>que</strong> contiene el barril se conserva durante el año,<br />

cambiándosela, a una temperatura i<strong>de</strong>al para beberla a chorro.<br />

LA DESPENSA.<br />

Es una habitación más bien pe<strong>que</strong>ña, está situada en la parte<br />

norte <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong> la casa, tiene una puerta <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, <strong>de</strong><br />

quicio, una ventana pe<strong>que</strong>ña, lo suficiente para ver las cosas <strong>que</strong> hay<br />

en ella durante un día normal. <strong>El</strong> suelo es <strong>de</strong> lanchas <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong><br />

arenaza fijadas en tierra apisonada. Las pare<strong>de</strong>s están encaladas,<br />

blancas; las suelen encalar las mujeres una vez al año, para limpiarla<br />

y <strong>de</strong>sinfectarla. En las pare<strong>de</strong>s hay clavados unos clavos fuertes<br />

hechos por el herrero, y <strong>de</strong> una pared a otra hay unos varales. Estos<br />

varales tienen colgados varios chorizos, farinatos y morcillas, ya<br />

curados; también hay varios huesos <strong>de</strong> cerdo, con poca carne,<br />

salados, y algunas jetas, también <strong>de</strong> cerdo. En los clavos hay<br />

colgado: tres hojas <strong>de</strong> tocino, cuatro jamones, un atado <strong>de</strong> cebollas,<br />

unas ristras <strong>de</strong> ajos y unas ramas <strong>de</strong> laurel.<br />

Hay un tajón <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, fuerte; este tajón-mesa se utiliza<br />

mucho para hacer la matanza, colocar el cerdo encima para matarle.<br />

Lo sujetan tres o cuatro personas, el matarife le mete el cuchillo en la<br />

zona <strong>de</strong> la papada, sale la sangre, <strong>que</strong> es recogida en un barreño, en<br />

el suelo, <strong>que</strong> sostiene una mujer dándole vueltas, moviéndola para<br />

<strong>que</strong> no cuaje, con el fin <strong>de</strong> mezclarlo con rebanadas <strong>de</strong> pan mojadas,<br />

para hacer la masa <strong>de</strong> la cual se hacen las morcillas.<br />

Encima <strong>de</strong>l tajón se seguía el proceso <strong>de</strong> matanza y se<br />

<strong>de</strong>scuartizaba el cerdo; se colocaba la máquina <strong>de</strong> picar la carne -<br />

chichas para hacer la masa- y una vez a<strong>de</strong>rezada, seguidamente, se<br />

hacían los chorizos. Cuando se habían secado algo ya las hojas <strong>de</strong><br />

tocino <strong>de</strong>l cerdo, se colocaban encima - planas- <strong>de</strong>l tajón echándole<br />

sal para salarlas.<br />

<strong>El</strong> tajón sigue siendo útil para colocar cosas encima; ahora<br />

tiene varios far<strong>de</strong>les <strong>que</strong> contienen alubias, fréjoles, lentejas, arroz y<br />

otras viandas. En la <strong>de</strong>spensa hay un saco <strong>de</strong> patatas y un costal <strong>que</strong><br />

contiene harina. De ese costal van sacando parte <strong>de</strong> harina <strong>que</strong> se<br />

lleva a la pana<strong>de</strong>ría. Las mujeres hacen la masa para el pan. La<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 11<br />

pana<strong>de</strong>ra hace los panes, gran<strong>de</strong>s, con rescaños, ocho o diez. Una<br />

vez en la <strong>de</strong>spensa se conservan varios días. Los sacos <strong>que</strong> hay en la<br />

<strong>de</strong>spensa se colocan encima <strong>de</strong> unos trozos <strong>de</strong> corcho, para aislarlos<br />

<strong>de</strong> la posible humedad <strong>de</strong>l suelo.<br />

En un arcón hay varios útiles: la máquina <strong>de</strong> picar carne,<br />

cuchillos <strong>de</strong> la matanza, machetas, cazuelas, pucheros y sartenes <strong>que</strong><br />

no se usan a diario. También hay en la <strong>de</strong>spensa una artesa, <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra, <strong>que</strong> se utiliza también mucho en las matanzas, para hacer la<br />

masa <strong>de</strong> las chichas <strong>de</strong> los chorizos, <strong>de</strong> los farinatos y <strong>de</strong> las<br />

morcillas, adobar y salar carnes y huesos. Ahora tiene <strong>de</strong>ntro varias<br />

ollas <strong>que</strong> contienen rodajas <strong>de</strong> lomo algo frito y adobado, trozos <strong>de</strong><br />

costillas <strong>de</strong> cerdo adobadas y <strong>de</strong> chorizos, conservado entre una<br />

mezcla <strong>de</strong> manteca <strong>de</strong> cerdo y aceite <strong>de</strong> oliva. Este tipo <strong>de</strong> conservas,<br />

especiales, se sacan normalmente cuando se celebra algo o vienen<br />

invitados a la casa. Junto con el jamón y el chorizo gordo ya curados,<br />

son uno <strong>de</strong> los mejores manjares.<br />

Hay una garrafa -mediajuana- <strong>de</strong> vidrio, formada con un tejido<br />

hecho <strong>de</strong> mimbres por el medio a lo largo. Tiene una cabida <strong>de</strong> un<br />

cántaro. Se utiliza para traer el vino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la taberna a la casa.<br />

Otro envase <strong>de</strong> hojalata, cilíndrico, con una capacidad <strong>de</strong> ocho<br />

azumbres, o sea unos diez litros y medio <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> oliva.<br />

Esta <strong>de</strong>spensa tiene una temperatura durante el año <strong>que</strong> pue<strong>de</strong><br />

oscilar <strong>de</strong> los cinco grados centígrados en invierno a los quince<br />

grados en verano, y una humedad media propia para conservar las<br />

partes <strong>de</strong> las matanzas, siendo un año normal. Se curan mejor<br />

cuando en el invierno hay muchos días <strong>de</strong> heladas. Si hiela poco y<br />

llueve mucho, no se cura bien por exceso <strong>de</strong> humedad.<br />

COCINA<br />

La cocina es una habitación amplia, por<strong>que</strong> cuando se está en<br />

la casa es en la cocina don<strong>de</strong> se pasa la mayor parte <strong>de</strong>l tiempo, y<br />

especialmente en tiempo frío.<br />

En una <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s está la parte don<strong>de</strong> se hace la lumbre o<br />

fogón, en el suelo. <strong>El</strong> suelo <strong>de</strong> la cocina es <strong>de</strong> baldosas <strong>de</strong> barro<br />

cocido al horno, en cerámicas, asentadas en tierra apisonada. Hay<br />

una chimenea para la salida <strong>de</strong> humos; la puerta es <strong>de</strong> quicio y tiene<br />

una ventana pe<strong>que</strong>ña. En el centro <strong>de</strong>l techo hay dos tejas <strong>de</strong> vidrio<br />

transparente <strong>que</strong> hacen <strong>de</strong> tragaluz -no claraboya- <strong>que</strong> junto con la<br />

ventana aportan luz suficiente. Para ver <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cocina un día<br />

normal entra algo <strong>de</strong> luz por la chimenea. Las pare<strong>de</strong>s están<br />

encaladas. Des<strong>de</strong> los pilares <strong>que</strong> separan la lumbre -humero- hasta<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 12<br />

las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ambos lados hay unas tablas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra - vasaressujetas<br />

a las pare<strong>de</strong>s forradas con papeles vistosos. En ellas están<br />

colocados los platos, tazones, vasos y otros enseres. En las partes <strong>de</strong><br />

abajo se colocan los más pesados y <strong>de</strong> uso corriente. En las partes <strong>de</strong><br />

arriba se colocan los platos antiguos y la loza mejor, o vajilla.<br />

También hay en las pare<strong>de</strong>s más clavos fuertes clavados, hechos por<br />

el herrero, <strong>que</strong> sirven para apoyar los varales, <strong>que</strong> se colocan<br />

encima, para colgar la mayor parte <strong>de</strong> la matanza: chorizos,<br />

morcillas, farinatos, lomos, jamones y otras cosas, durante un<br />

tiempo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> hacer la matanza, para <strong>que</strong> se se<strong>que</strong>n y<br />

empiecen a curarse.<br />

Entre la ventana y un rincón hay un mueble <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, tipo<br />

armario, <strong>que</strong> tiene dos puertas; el interior está dividido en tres<br />

partes, separadas por dos tableros o baldas. En la parte <strong>de</strong> arriba, en<br />

los costados <strong>de</strong> mueble, como si fueran unas pe<strong>que</strong>ñas ventanas,<br />

lleva puestas unas telas metálicas con el fin <strong>de</strong> <strong>que</strong> pase el aire y se<br />

refrigere <strong>de</strong> una forma natural, las carnes o pescados frescos, para el<br />

día. Esto se llama fres<strong>que</strong>ra, antes no había frigorífico. En la parte <strong>de</strong><br />

arriba también se coloca la salera, esto es una caja alargada no muy<br />

gran<strong>de</strong>, con tres <strong>de</strong>partamentos, hecha <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra o corcho, sin tapa<br />

conteniendo: sal; pimiento molido; ajos. En la parte <strong>de</strong>l centro- balda<br />

se colocan la botella <strong>de</strong> vinagre; la aceitera; alguna botella <strong>de</strong> vino y<br />

las sartenes más pe<strong>que</strong>ñas. En la parte <strong>de</strong> abajo se colocan las ollas<br />

o pucheros, las cazuelas, fuentes y platos más pesados.<br />

En otro <strong>de</strong> los rincones está la mesa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, <strong>que</strong> tiene un<br />

cajón en el <strong>que</strong> se meten los cuchillos, cucharas y tenedores <strong>de</strong> uso<br />

diario y el pan.<br />

Colocados junto a las pare<strong>de</strong>s están los distintos asientos: tajos,<br />

tajuelas, ban<strong>que</strong>tas, sillas y dos sillones <strong>de</strong> mimbre.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 13<br />

Escaño<br />

<strong>El</strong> escaño es un banco con<br />

respaldo corrido y apoya-brazos<br />

en los costados. Es para sentarse<br />

tres o cuatro personas. Lo tenían<br />

las familias más pudientes.<br />

Banco<br />

<strong>El</strong> banco es un asiento corrido,<br />

con respaldo. Se sentaban cuatro<br />

o cinco personas. Lo tenían en las<br />

casas o familias más mo<strong>de</strong>stas.<br />

TAJO TAJUELA BANQUETA SILLA SILLÓN DE MIMBRE<br />

La lumbre o fuego se hace por la mañana, todos los días; suele<br />

hacerlo el marido o padre <strong>de</strong> familia: retira las cenizas <strong>que</strong> han<br />

<strong>que</strong>dado <strong>de</strong> la lumbre <strong>de</strong>l día anterior, trae un cesto <strong>de</strong> mimbre <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el pajar, la cantidad <strong>de</strong> paja herbaliza (es la <strong>que</strong> más dura en la<br />

lumbre, más <strong>que</strong> la paja blanca <strong>de</strong> los cereales), <strong>que</strong> necesita. En la<br />

parte central, al frente, coloca unas ramas finas o astillas, encima y<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la paja, a los lados pone unos trozos gruesos(rachizos) <strong>de</strong><br />

ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> encina o <strong>de</strong> alcorno<strong>que</strong>, secas, con el fin <strong>de</strong> <strong>que</strong> <strong>de</strong>n más<br />

calor para <strong>que</strong> cuezan la olla <strong>de</strong>l cocido y los pucheros, y se frían los<br />

torreznos <strong>de</strong> tocino; chorizos o huevos en la sartén, encima <strong>de</strong> las<br />

brasas. Colgado <strong>de</strong> las llares, en el centro <strong>de</strong>l humero, se coloca un<br />

cal<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cobre lleno <strong>de</strong> agua <strong>que</strong> encendida ya la lumbre, se<br />

calienta y se utiliza para lo <strong>que</strong> se necesite.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 14<br />

Una vez encendida la lumbre, es la mujer, jefa <strong>de</strong> la casa, la<br />

<strong>que</strong> empieza a preparar todo para hacer el almuerzo <strong>de</strong> la familia y la<br />

olla para hacer el cocido, con garbanzos, tocino, chorizo y algún<br />

hueso añejo. Con el caldo <strong>de</strong>l cocido y pan picado o rallado hace una<br />

masa, la divi<strong>de</strong> en proporciones rebozándolas en huevo batido, las<br />

fríe un poco y por último las cuece un poco con el mismo caldo; esto<br />

se llama relleno.<br />

Lo normal es <strong>que</strong> la madre llame a los hijos e hijas, <strong>que</strong> se<br />

levanten, se aseen y empiecen a ayudar a su madre en la cocina y en<br />

las tareas <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la casa. Los pe<strong>que</strong>ños cuando almuerzan se<br />

van a la escuela. <strong>El</strong> hijo mayor y el padre se encargan <strong>de</strong> cuidar el<br />

ganado y prepararlo para el trabajo <strong>de</strong> la casa y <strong>de</strong>l campo.<br />

Una vez comentado lo relacionado con la casa y algo <strong>de</strong> la familia,<br />

quiero seguir con el relato, pero <strong>de</strong>dicado al tajo <strong>que</strong> yo conocí y <strong>que</strong><br />

sigo recordando pasados ya muchos años.<br />

Un día tuve la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> escribir algo <strong>de</strong> este tajo. Antes <strong>de</strong><br />

hacerlo me he preguntado: ¿saben el resto <strong>de</strong> las personas, los<br />

jóvenes, qué es un tajo?. Esto me hizo recapacitar si merecía la pena<br />

intentarlo. Creo <strong>que</strong> sí. Para ello he <strong>de</strong>cidido empezar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

orígenes <strong>de</strong> nuestra existencia.<br />

Nos han contado <strong>que</strong> los hombres y las mujeres <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>mos<br />

<strong>de</strong> la pareja Adán y Eva. Es así según la Biblia. Los científicos nos<br />

dicen <strong>que</strong> el hombre <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> <strong>de</strong> los primates, <strong>que</strong> una rama <strong>de</strong><br />

esos primates pasó <strong>de</strong> ser cuadrúpedo a bípedo. Según algunos este<br />

proceso empezó hace unos catorce millones <strong>de</strong> años, son muchos<br />

años. Otros dicen <strong>que</strong> hace unos tres millones <strong>de</strong> años <strong>que</strong> ya pue<strong>de</strong><br />

hablarse <strong>de</strong>l Homo Erectus, y parece ser <strong>que</strong> esto ocurrió en África<br />

central. Vivían en el bos<strong>que</strong> o selvas, <strong>de</strong>scendían <strong>de</strong> los árboles,<br />

pasando parte <strong>de</strong>l tiempo en el suelo, cerca <strong>de</strong> los ríos, arroyos y<br />

pantanos. Formaban un grupo o clan familiar. Los machos- hombres,<br />

eran los encargados <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a las hembras- mujeres y niños o<br />

crías jóvenes, pues eran atacados por fieras u otros clanes u grupos<br />

<strong>de</strong> su especie. Luchaban cuerpo a cuerpo e incluso hasta la muerte.<br />

Normalmente huían ante el peligro, trepando por los árboles u otros<br />

tipos <strong>de</strong> astucias aprendidas <strong>de</strong> sus antepasados. Se alimentaban <strong>de</strong><br />

plantas; raíces <strong>de</strong> tubérculos o frutas <strong>de</strong> las plantas, árboles o<br />

arbustos y bebían el agua <strong>de</strong> los pantanos, ríos o arroyos.<br />

En las orillas <strong>de</strong> los ríos suele haber rocas rudáceas o cantos<br />

rodados, algunos <strong>de</strong> estos cantos los han tallado el agua, el aire, el<br />

sol, el calor, el frío y <strong>de</strong>más, <strong>de</strong> tal forma <strong>que</strong> son dignos <strong>de</strong> admirar,<br />

cogerlos con las manos y acariciarlos por ser tan suaves sus<br />

superficies.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 15<br />

Un día un Homo Erectus cogió uno en sus manos, lo acarició y<br />

le gustó; los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l clan lo observaron, éste se lo <strong>de</strong>jó a otro y así<br />

corrió <strong>de</strong> mano en mano a todo el grupo y a todos les gustó tanto <strong>que</strong><br />

<strong>de</strong>spués, cada uno cogió uno y empezaron a jugar con esos cantos<br />

entre ellos. Pero en ese juego alguno <strong>de</strong> ellos se lastimó y le dolía esa<br />

parte, eran los pies, pensó <strong>que</strong> si a él le dolía si se lo lanzaba a sus<br />

enemigos también les causaría dolor y huirían. Así fue como ellos<br />

jugando con los cantos se dieron cuenta <strong>de</strong> <strong>que</strong> también les valían<br />

para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> sus enemigos. Empezó ahí una guerra <strong>que</strong> antes<br />

no conocían.<br />

ENTREGANDO, RECIBIENDO Y RECOGIENDO PIEDRAS<br />

No lejos <strong>de</strong>l río había peñas y rocas, algunas <strong>de</strong> un tamaño<br />

pe<strong>que</strong>ño, manejables. Estas rocas no eran suaves para jugar entre<br />

ellos, tenían aristas <strong>que</strong> al cogerlas y levantarlas les causaban cortes<br />

en sus manos o pies. Pensaron, igual <strong>que</strong> con los cantos, <strong>que</strong> si a<br />

ellos les causaban dolor y heridas, igual les causaría a sus enemigos,<br />

especialmente las fieras <strong>que</strong> les atacaban. Así lo hicieron; cuando los<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 16<br />

atacaban ellos les lanzaban cantos y piedras <strong>que</strong> cortaban. Vieron<br />

<strong>que</strong> a las fieras les hacían cortes en su piel; a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> golpearlos<br />

tanto algunos morían.<br />

Empezaron a acumular piedras <strong>de</strong> todo tipo para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse.<br />

Aprendieron a matar así a animales, probaron sus carnes y les<br />

gustaban, <strong>de</strong> esta forma empezaron a mezclar ya carnes con su<br />

alimentación. Pasaron <strong>de</strong> vegetarianos a carnívoros, con lo cual<br />

también empezó para ellos otra necesidad, <strong>que</strong> era tener <strong>que</strong> atacar<br />

y matar a otros animales para su nueva forma <strong>de</strong> alimentación.<br />

Las rocas con aristas cortantes las utilizaban ya para quitarle la<br />

piel y para partir en trozos a los animales <strong>que</strong> cazaban. Se dieron<br />

cuenta <strong>que</strong> con los huesos astillados <strong>de</strong> los animales <strong>que</strong> comían los<br />

podían utilizar para excavar el suelo, para sacar raíces o para hacer<br />

otras cosas sencillas.<br />

<strong>El</strong> Homo Erectus y sus antepasados hacía muchos millones <strong>de</strong><br />

años <strong>que</strong> vivían en la selva, y seguían viviendo en ella. Conocían<br />

perfectamente hasta el más pe<strong>que</strong>ño movimiento y ruidos: cánticos<br />

<strong>de</strong> los pájaros, bramidos, mugidos o gorgogeos <strong>de</strong> los animales. Los<br />

producidos por la lluvia, el viento, relámpagos y truenos, todos en<br />

general. Pero había un ruido en especial al <strong>que</strong> le tenían un tremendo<br />

pánico. Se producía los días <strong>de</strong> mucho viento y ocurría para hacer la<br />

selección natural <strong>de</strong>l arbolado. Lo barruntaban segundos antes <strong>de</strong> <strong>que</strong><br />

ocurriera, era el ruido <strong>que</strong> producían los árboles <strong>que</strong> <strong>de</strong>rribaba el<br />

viento. Ese ruido <strong>que</strong> produce el árbol cuando empieza a troncharse<br />

cerca <strong>de</strong>l suelo, en su caída, pasa rozando sus ramas con las <strong>de</strong> otros<br />

árboles <strong>que</strong> coge a su paso hasta hacer el impacto contra el suelo<br />

todo él. Le tenían tanto miedo por<strong>que</strong> la caída se producía en poco<br />

tiempo, a veces ocurría <strong>que</strong> atrapaba <strong>de</strong>bajo a alguno <strong>de</strong> su grupo y<br />

moría junto con otros animales. Sabían <strong>que</strong> a<strong>que</strong>llo siempre producía<br />

muerte. Después <strong>de</strong> caer el árbol pasaba un tiempo en el <strong>que</strong><br />

ninguno se acercaba al árbol caído, especialmente a la parte <strong>de</strong> las<br />

ramas rotas <strong>de</strong> la copa <strong>que</strong> había en el suelo. Les producían<br />

pinchazos y heridas.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 17<br />

BOSQUE, RÍO Y ÁRBOL CAÍDO<br />

Un día pasaba un grupo <strong>de</strong> ellos cerca <strong>de</strong> las ramas rotas <strong>que</strong><br />

había en el suelo y a uno <strong>de</strong>l grupo se le ocurrió coger <strong>de</strong>l suelo y<br />

levantar un trozo <strong>de</strong> rama, la observó, cogida en sus manos e hizo<br />

algunos movimientos con ella y probó a golpear a otras ramas o en el<br />

suelo. Los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l grupo le miraban y el <strong>que</strong> la levantó se la dio a<br />

otro para <strong>que</strong> hiciera igual <strong>que</strong> él con la rama. Así se la fueron<br />

pasando todo el grupo en plan <strong>de</strong> juego. Les gustó a todos tanto <strong>que</strong><br />

todos cogieron una rama, pero al jugar entre ellos alguno se lastimó<br />

produciéndole daño en la parte <strong>que</strong> sufrió el golpe. Pensaron igual<br />

<strong>que</strong> les ocurrió, hacía mucho tiempo antes, con las piedras, <strong>que</strong> sí a<br />

ellos les dolía al golpearse con las ramas y palos, también les dolía o<br />

dolería si golpeaban, a las fieras y a sus enemigos. Con esto<br />

<strong>de</strong>scubrieron otra nueva arma para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse y atacar. La<br />

empezaron a usar junto con las piedras para cazar animales.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 18<br />

A partir <strong>de</strong> ese hallazgo le siguieron teniendo miedo a la caída<br />

<strong>de</strong> los árboles pero cuando ya estaba todo en el suelo, al poco<br />

tiempo, se acercaba todo el grupo para coger las ramas rotas.<br />

También parece <strong>que</strong> a alguno se le ocurrió <strong>que</strong> si llevaban<br />

algunas piedras con las aristas cortantes, les servirían para quitar las<br />

pe<strong>que</strong>ñas ramas <strong>que</strong> <strong>que</strong>daban unidas a la rama <strong>que</strong> elegían. Lo<br />

probaron y vieron <strong>que</strong> eran útiles para quitar sus pe<strong>que</strong>ñas ramitas.<br />

Golpearon con las piedras a otras ramas <strong>que</strong> habían <strong>que</strong>dado unidas<br />

al tronco y las cortaron.<br />

Así empezó la historia <strong>de</strong>l trabajo para el hombre, jugando con<br />

las piedras <strong>de</strong> aristas cortantes y cortando ramitas <strong>de</strong> los árboles.<br />

Un día <strong>de</strong> viento y frío en <strong>que</strong> se encontraban ya trabajando<br />

parte <strong>de</strong>l equipo entre las ramas <strong>de</strong> un árbol caído, se dieron cuenta<br />

<strong>de</strong> <strong>que</strong> sí se ponían <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las ramas <strong>que</strong> tenían hojas les<br />

protegían <strong>de</strong>l viento y el frío. Con ello <strong>de</strong>scubrieron <strong>que</strong> las ramas con<br />

hojas les servían <strong>de</strong> resguardo y refugio. Así empezó el hombre a<br />

hacer sus primeros refugios y cabañas.<br />

Siguieron empleando las piedras <strong>de</strong> aristas cortantes, para<br />

cortar ramas algo más gruesas y troncos <strong>de</strong> árboles no muy gruesos,<br />

<strong>que</strong> utilizaban para hacer sus refugios o cabañas.<br />

A otro <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> le ocurrió hacerle a las ramas algún tipo <strong>de</strong><br />

punta, en un extremo, para clavarlas en el suelo y conseguir así,<br />

hacer las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus refugios. Pasado el tiempo se dieron cuenta<br />

<strong>de</strong> <strong>que</strong> sí a las ramas y palos les hacían punta en un extremo, las<br />

podían utilizar para clavárselas a los animales <strong>que</strong> pretendían cazar y<br />

matarlos. También empezaron a utilizarlas como lanzas para<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> sus enemigos, así fueron <strong>de</strong>scubriendo <strong>que</strong> lo <strong>que</strong><br />

hacían era bueno para la guerra.<br />

A medida <strong>que</strong> iban avanzando en el manejo <strong>de</strong> las piedras<br />

cortantes, fueron cortando troncos <strong>de</strong> árboles cada vez más gruesos,<br />

por don<strong>de</strong> les parecía. Esto dio lugar a partir trozos <strong>de</strong> troncos <strong>de</strong><br />

árboles <strong>que</strong> si los levantaban y eran <strong>de</strong> una altura hasta sus rodillas,<br />

les servían para sentarse ellos encima. Fue el primer tipo <strong>de</strong> asiento<br />

hecho por ellos. Empezaron a meterlos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus cabañas para<br />

sentarse.<br />

Como ya hacían los cortes <strong>de</strong> los árboles caídos por don<strong>de</strong><br />

<strong>que</strong>rían, uno <strong>de</strong> ellos cortó las ramas <strong>de</strong> un árbol cerca <strong>de</strong>l tronco e<br />

hizo otro corte, también cerca <strong>de</strong> don<strong>de</strong> las ramas se unían al tronco<br />

<strong>de</strong>l árbol. Cuando terminó este trabajo lo abandonó y lo <strong>de</strong>jó cerca la<br />

cabaña. Otro <strong>de</strong>l grupo jugando con esa cosa <strong>que</strong> había hecho el otro<br />

hacía tiempo, una <strong>de</strong> las veces <strong>que</strong> lo movió, acertó a ponerlo en una<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 19<br />

posición tal <strong>que</strong> <strong>que</strong>dó con la parte <strong>de</strong> las ramas para abajo y acertó<br />

<strong>de</strong> tal forma <strong>que</strong> a esa cosa la empleaban ya para partir ramas<br />

encima <strong>de</strong> él o incluso para sentarse.<br />

Así sin <strong>que</strong>rer nació el TAJO. De ahí viene el dicho <strong>de</strong> poner las cosas<br />

patas arriba, cuando las cosas no están en su posición normal. Y<br />

están patas abajo, cuando las cosas están en su posición normal,<br />

bien.<br />

Las experiencias y avances <strong>que</strong> iban teniendo se las<br />

intercambiaban con otros grupos o clanes. Esto dio lugar a <strong>que</strong> el<br />

homo erectus pasara a la escala siguiente, la <strong>de</strong>l homo habilis por la<br />

práctica <strong>que</strong> cogió en fabricar utensilios. También paralelamente iba<br />

<strong>de</strong>sarrollando su imaginación y el pensamiento en su cerebro. Pasado<br />

mucho tiempo y como iban acumulando experiencias y<br />

conocimientos, pasó <strong>de</strong> homo habilis a homo sapiens.<br />

TRONCO TRONCO TAJO I TAJO II TAJÓN – MESA<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 20<br />

CON RAMAS<br />

Un día había una fuerte tormenta en la selva, y vieron algo <strong>que</strong><br />

en esa forma natural conocían hacía mucho tiempo, <strong>que</strong> fue <strong>que</strong> a<br />

través <strong>de</strong>l rayo hubo un fuego y como siempre salieron todos<br />

corriendo hacia otros lugares para no morir abrasados. Pero alguno<br />

<strong>de</strong>l grupo se le ocurrió <strong>que</strong> si podían mantener una lumbre, en una<br />

parte pe<strong>que</strong>ña y controlada le podía ser útil. Así fue, y empezaron a<br />

meter trozos <strong>de</strong> carne en una palo, lo acercaron al fuego, lo asaron.<br />

Lo probaron varios <strong>de</strong> ellos y les gustó.<br />

Pero el fuego aquél se les apagó; esto hizo <strong>que</strong> pensaran cómo<br />

podían ellos hacer fuego. Alguno se dio cuenta <strong>de</strong> <strong>que</strong> cuando ellos<br />

golpeaban piedras duras (<strong>de</strong> pe<strong>de</strong>rnal) unas con otras salía algo <strong>de</strong><br />

ellas <strong>que</strong> los <strong>que</strong>maba la piel. Se dijeron: sí ponemos unos pelos o<br />

mechones apelmazados <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> don<strong>de</strong> sale ese calor <strong>que</strong><br />

<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n las piedras duras cuando las golpeamos unas con otras<br />

conseguiremos hacer fuego. Así nació el sistema <strong>de</strong> pren<strong>de</strong>r la<br />

mecha, para a su vez hacer el fuego. Este método lo empleaban<br />

nuestros abuelos para encen<strong>de</strong>r los cigarrillos. Yo lo conocí. Con una<br />

piedra <strong>que</strong> llamaban ellos china, dándole en su vértice con un trozo<br />

<strong>de</strong> chapa <strong>de</strong> hierro o acero y poniendo <strong>de</strong>bajo un trozo <strong>de</strong> mecha la<br />

conseguían encen<strong>de</strong>r, y aproximando a la mecha la punta <strong>de</strong>l cigarro<br />

y aspirando se encendía el cigarro. Si ponían cerca <strong>de</strong>l cigarro o la<br />

mecha encendida hojas secas o papeles finos y soplaban con fuerza,<br />

se producía la llama, el fuego. Con este sistema, pero con brasas<br />

encendidas <strong>que</strong> se metían entre las cenizas calientes <strong>de</strong> la lumbre <strong>de</strong><br />

ese día, al día siguiente se sacaban esas brasas <strong>de</strong> entre las cenizas,<br />

se le ponían cerca papeles, pajas u hojas secas y se soplaba, con la<br />

boca o con el fuelle <strong>de</strong> mano <strong>que</strong> había en todas las casas antiguas,<br />

se hacía el fuego. Otro sistema era encen<strong>de</strong>r un papel en la llama <strong>de</strong><br />

los candiles <strong>que</strong> se utilizaban para po<strong>de</strong>r ver por las noches en las<br />

casas. Candiles <strong>de</strong> aceite con torcía empapada en aceite, o candiles<br />

<strong>de</strong> carburo, más mo<strong>de</strong>rnos, por<strong>que</strong> al meter los trozos <strong>de</strong> carburo en<br />

el agua, producía un gas (acetileno) <strong>que</strong> pasaba a una especie <strong>de</strong><br />

campana - una <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> otra- y por un pe<strong>que</strong>ño tubo <strong>que</strong> salía en la<br />

parte <strong>de</strong> arriba <strong>de</strong> la campana se encendía con alguna llama viva -<br />

cerilla- y producía la llama. Antes no había luz eléctrica en las casas.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 21<br />

GOLPEANDO PIEDRAS – PEDERNAL PARA HACER FUEGO<br />

Otra forma primitiva <strong>de</strong> hacer fuego fue por rozamiento, entre<br />

ma<strong>de</strong>ra, varilla y trozos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra en <strong>de</strong>scomposición -yesca- se<br />

producía un calor <strong>que</strong> terminaba haciendo una brasa, a la <strong>que</strong> se le<br />

acercaban hojas o pajas secas y como al otro método ya comentado,<br />

había <strong>que</strong> soplarle con la boca para avivarlo, primero salía humo y<br />

<strong>de</strong>spués llama viva.<br />

Cuando ya aprendieron a hacer fuego, hacían lumbre <strong>que</strong><br />

controlaban en las partes <strong>que</strong> les parecía mejor, normalmente cerca o<br />

incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus cabañas, para hacer sus asados y calentarse.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 22<br />

Asa para cogerlo<br />

Llama para alumbrar<br />

Tapón <strong>de</strong> seguridad<br />

Regulador <strong>de</strong> llama<br />

Gas acetileno<br />

Rosca para acoplar las dos campanas<br />

Agua<br />

Terrones <strong>de</strong> carburo<br />

CANDIL CON CARBURO<br />

CANDIL FAROL PALMATORIA<br />

CON ACEITE CON ACEITE CON VELA DE CERA<br />

Una vez vieron <strong>que</strong> don<strong>de</strong> habían hecho la lumbre, en el suelo,<br />

había algo <strong>que</strong> no era piedra ni carbón, era algo raro para ellos. Lo<br />

metieron otra vez en la lumbre y vieron <strong>que</strong> cambiaba <strong>de</strong> estado:<br />

tocho, trozo, algo <strong>que</strong> no era agua, pero <strong>que</strong> parecía líquido y espeso.<br />

Fue muy comentado en el grupo, pero no sabían <strong>que</strong> era esa cosa<br />

<strong>que</strong> en frío tenía una forma, pero si se calentaba cambiaba. Así fue<br />

como <strong>de</strong>scubrieron un metal <strong>que</strong> se llamó hierro. Aprendieron a<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 23<br />

dominarlo y trabajarlo, haciendo muchos utensilios, puntas <strong>de</strong> lanza y<br />

herramientas manuales para trabajar la ma<strong>de</strong>ra y el hierro.<br />

Después fueron <strong>de</strong>scubriendo otros metales. Hacía tiempo <strong>que</strong><br />

habían aprendido a trabajar el barro, cosas sencillas. Pero fue<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir el fuego cuando empezaron a meter esas<br />

vasijas -cuencos- y vieron <strong>que</strong> se endurecían tanto <strong>que</strong> ya empezaron<br />

a utilizarlos para coger agua y hacer algunas comidas en ellos.<br />

Comenzó así también la industria, a escala <strong>de</strong> poblados, <strong>de</strong> la<br />

cerámica, <strong>que</strong> tan útil fue para ellos y para sus <strong>de</strong>scendientes.<br />

ENCENDIENDO LA MECHA CON PEDERNAL E HIERRO Y EL CIGARRO<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 24<br />

Pasaron muchos años hasta <strong>que</strong> el Homo Sapiens paso a ser Homo<br />

Sapiens Sapiens, con lo cual empezaron lo <strong>que</strong> ahora llamamos<br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>scubrimientos.<br />

Fueron varios personajes, en la antigua Grecia, sobre el siglo V antes<br />

<strong>de</strong> Cristo, los <strong>que</strong> nos aportaron los principios <strong>de</strong> los conocimientos<br />

actuales: TALES, PITÁGORAS, DEMÓCRITO, PLATÓN, ARISTARCO,<br />

ERATOSTENES y otros muchos. Los astrónomos empezaron a conocer<br />

parte <strong>de</strong>l universo. Siguieron los <strong>de</strong>scubrimientos:<br />

La navegación. <strong>El</strong> transporte terrestre. La imprenta.<br />

La electricidad.<br />

Los motores <strong>de</strong> vapor. De explosión y más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> propulsión.<br />

<strong>El</strong> átomo.<br />

La radio. <strong>El</strong> teléfono. <strong>El</strong> gramófono. La fotografía.<br />

La televisión.<br />

La aviación.<br />

La astronáutica<br />

La informática<br />

Los or<strong>de</strong>nadores y otros.<br />

También en la medicina los <strong>de</strong>scubrimientos han sido muy<br />

importantes:<br />

Las vacunas. Los rayos X.<br />

Los antibióticos.<br />

Los transplantes<br />

<strong>El</strong> DNA.<br />

<strong>El</strong> genoma humano o mapa genético.<br />

¿Hasta dón<strong>de</strong>?...<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 25<br />

VOCABULARIO:<br />

Hemos visto reportajes o películas hechas por personas en las<br />

<strong>que</strong> aparecen primates: orangutanes o chimpancés. Que ellos emiten<br />

una serie <strong>de</strong> sonidos para comunicarse. Estos sonidos y gorjeos uno<br />

<strong>de</strong> ellos recuerda a cómo pronunciamos nosotros las letras vocales,<br />

pero ellos para hacerse enten<strong>de</strong>r las repiten. Ejemplos: a - a- a- a ;<br />

o - o - o -o. Otro tipo <strong>de</strong> sonidos <strong>que</strong> emiten don<strong>de</strong> apreciamos <strong>que</strong> lo<br />

hacen con sus gorjas. Ejemplo: jo- jo- jo. Al parecer ellos lo<br />

aprendieron <strong>de</strong> sus antepasados y siguen, pero ¿qué le ocurrió al<br />

Homo Sapiens?. Como indica su <strong>de</strong>nominación empezó a pensar,<br />

por<strong>que</strong> fue obligado a ello, a medida <strong>que</strong> iban haciendo cada vez más<br />

cosas nuevas. Su cerebro se <strong>de</strong>sarrollaba cada vez más y dijo:<br />

Tenemos <strong>que</strong> hacer algo para no llamar a todo igual. Creo <strong>que</strong> una <strong>de</strong><br />

las primeras palabras <strong>que</strong> inventó fue "ajo". Uniendo la vocal "a" con<br />

la consonante "jo". Por cierto, el primer tajo <strong>que</strong> hicieron lo llamaron<br />

ajo, como llamaban a casi todo. Total, <strong>que</strong> así empezó el vocabulario.<br />

Yo he reflexionado sobre esto y me dije: los niños y las niñas<br />

actuales al nacer, ya empiezan a <strong>de</strong>cirle los padres y familiares<br />

"papá", "mamá" y otras palabras <strong>de</strong> cariño como "guapo", "guapa",<br />

"hermoso", "hermosa" y alguna vez "ajo". Pues lo primero <strong>que</strong> dicen<br />

(cuando están contentos) es, <strong>que</strong>riendo cantar, a- a- a- a y pasados<br />

unos meses, la primera palabra <strong>que</strong> dicen es ajo. Si la oye cualquiera<br />

<strong>de</strong> la familia, padre, madre o hermanos, o el <strong>que</strong> sea, lo comunica al<br />

resto <strong>de</strong> la familia lo cual es motivo <strong>de</strong> alegría. Es posible <strong>que</strong> en<br />

nuestros genes hereditarios venga escrito cosas tan primitivas como<br />

esta <strong>de</strong> a- a- a- a y ajo ya <strong>que</strong> el pe<strong>que</strong>ño cerebro <strong>de</strong> los niños- niñas<br />

está en fase <strong>de</strong> formación y aprendizaje como le ocurrió en el pasado<br />

al Homo Habilis.<br />

Pasada esa fase <strong>de</strong> aprendizaje en el niño- niña (unos cuantos<br />

años) llega a apren<strong>de</strong>r el vocabulario <strong>que</strong> tenemos los españoles, <strong>que</strong><br />

pue<strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> los más antiguos, ya <strong>que</strong> nos parecemos algo en el<br />

pronunciamiento <strong>de</strong> las vocales. Este proceso calculan los expertos<br />

<strong>que</strong> empezó hace unos dos millones <strong>de</strong> años hasta nuestros días. Nos<br />

dicen <strong>que</strong> el castellano (lengua universal) empezó allá por el siglo X<br />

en San Millán <strong>de</strong> la Cogolla (La Rioja) en unas tierras altas <strong>de</strong>l Duero.<br />

Fue dando pasos a<strong>de</strong>lante y en ese mismo siglo lo convirtió en lengua<br />

oficial Alfonso X el sabio. Gonzalo <strong>de</strong> Berceo fue uno <strong>de</strong> los<br />

promotores <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo. Pasaron muchos años y se consolidó<br />

como lengua o idioma en la Universidad <strong>de</strong> Salamanca, don<strong>de</strong> en el<br />

año 1492, el humanista Helio Antonio <strong>de</strong> Nebrija dijo <strong>que</strong> era<br />

necesario poner or<strong>de</strong>n en nuestro vocabulario e hizo una selección <strong>de</strong><br />

las palabras dando lugar a la primera GRAMÁTICA <strong>de</strong>l idioma<br />

castellano, conocida como la gramática <strong>de</strong> Nebrija. Siguió avanzando<br />

y en la Universidad <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> Henares, colaboró junto con el<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 26<br />

Car<strong>de</strong>nal Cisneros y otros a hacer la Biblia Políglota. Una joya<br />

universal.<br />

Fueron muchos personajes célebres los <strong>que</strong> contribuyeron a la<br />

expansión y el enri<strong>que</strong>cimiento <strong>de</strong>l idioma castellano- español. Entre<br />

otros: Fray Luis <strong>de</strong> León, San Juan <strong>de</strong> la Cruz, Fernando <strong>de</strong> Rojas con<br />

La Celestina o el alcalaíno Miguel <strong>de</strong> Cervantes Saavedra con su obra<br />

universal: Don Quijote <strong>de</strong> la Mancha. Otro personaje célebre <strong>que</strong><br />

influyó mucho a la expansión <strong>de</strong> nuestro idioma fue Cristóbal Colón y<br />

los <strong>que</strong> le siguieron en el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> América. En América se<br />

ha expandido tanto <strong>que</strong> en la actualidad, se calcula <strong>que</strong> ya lo<br />

hablamos unos cuatrocientos millones <strong>de</strong> personas en el mundo.<br />

He avanzado mucho referente al vocabulario y a los<br />

<strong>de</strong>scubrimientos, pero quiero retornar a algo más sencillo y primitivo<br />

<strong>que</strong> es referente al título <strong>que</strong> lleva este relato: <strong>El</strong> <strong>Tajo</strong> <strong>que</strong> habló.<br />

<strong>El</strong> diccionario nos dice, entre otras <strong>de</strong>finiciones:<br />

TAJO: corte hecho con un instrumento.<br />

TAJO: trozo grueso <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>que</strong> afirmado en tres pies sirve para<br />

partir y picar carne.<br />

<strong>El</strong> tajo <strong>que</strong> hicieron los primitivos (sin saberlo), era un trozo <strong>de</strong><br />

tronco y con un trozo <strong>de</strong> ramas unido. Cuando lo pusieron patas<br />

abajo también lo empezaron utilizando para partir ramas <strong>de</strong> árbol u<br />

otras cosas como partir carne o para sentarse en él.<br />

De lo <strong>que</strong> quiero yo escribir es <strong>de</strong> una variación <strong>de</strong> ese tajo, es<br />

el tajo <strong>que</strong> se utiliza o se utilizó en Castilla- León para sentarse las<br />

personas <strong>que</strong> es el equivalente al taburete <strong>que</strong> llaman en otras zonas<br />

<strong>de</strong> España.<br />

Este tajo (asiento), está formado por una tabla, suele ser<br />

redonda, y tres patas <strong>que</strong> están metidas en la tabla en unos agujeros<br />

repartidos proporcionalmente a un espacio <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la tabla<br />

circular.<br />

Los tajos los hacían los carpinteros- artesanos- <strong>de</strong> los pueblos.<br />

Para hacerlos empleaban troncos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ras duras y sanas, sin rajas<br />

ni co<strong>que</strong>ras como la encina, el fresno o el negrillo-álamo negro-. Las<br />

patas las hacían <strong>de</strong> ramas <strong>de</strong> los árboles, también <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ras duras.<br />

<strong>El</strong> tipo <strong>de</strong> rama era no muy gruesa y con algo <strong>de</strong> curva, para <strong>que</strong> una<br />

vez metidas en la tabla, algo inclinadas hacia fuera, salieran más en<br />

la parte <strong>de</strong> abajo y fueran más estables. La tabla tenía unos treinta<br />

centímetros <strong>de</strong> diámetro y tres o cuatro <strong>de</strong> gruesa. Normalmente la<br />

tabla se cortaba <strong>de</strong> la testa <strong>de</strong>l tronco, <strong>que</strong>dando el corazón <strong>de</strong>l árbol<br />

en su centro y se veían los anillos anulares formando círculos, cuando<br />

el carpintero lo había cepillado y limado. Una vez <strong>que</strong> tenía hechos<br />

los agujeros, para acoplarle las patas, <strong>que</strong> antes había mol<strong>de</strong>ado, las<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 27<br />

metía <strong>de</strong> tal forma <strong>que</strong> <strong>que</strong>daban juntas al agujero, sin forzarlas<br />

mucho. La ma<strong>de</strong>ra <strong>que</strong>daba en su color sin tintes ni pinturas. Cuando<br />

los terminaba, se los llevaba a la casa <strong>de</strong>l <strong>que</strong> se los había encargado<br />

y la <strong>de</strong>cía: si los utilizáis y cuidáis bien, estos tajos os durarán<br />

muchos años.<br />

Los tajos se hacían con tres patas y no con cuatro por<strong>que</strong> tres<br />

patas se acoplaban mejor a los suelos <strong>de</strong>siguales o <strong>de</strong>snivelados.<br />

Todos hemos comprobado <strong>que</strong> una mesa o una ban<strong>que</strong>ta <strong>que</strong> tiene<br />

cuatro patas en los suelos <strong>de</strong>siguales, <strong>que</strong>da lo <strong>que</strong> <strong>de</strong>cimos coja y<br />

hay <strong>que</strong> meterle algún tipo <strong>de</strong> cuña o suplemento en una <strong>de</strong> las patas<br />

para <strong>que</strong> <strong>que</strong><strong>de</strong> asentada.<br />

Normalmente las casas en los pueblos <strong>de</strong> Castilla se hacían en<br />

terrenos llanos. Si el terreno <strong>de</strong> arcilla era algo arenoso, cuando llovía<br />

mucho en invierno subía el nivel freático tanto <strong>que</strong> en las calles <strong>de</strong><br />

tierra se hacían atolla<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>jándolas intransitables, especialmente<br />

para los carros tirados por bueyes o mulas. Después llegaban los<br />

aires <strong>de</strong> marzo y se secaban los barrizales, pero por encima. Debajo<br />

seguía la humedad, era necesario <strong>que</strong> pasaran unos meses más para<br />

<strong>que</strong> las calles fueran otra vez transitables (para los carros). Este<br />

proceso se repetía todos los años a excepción <strong>de</strong> los años muy secos.<br />

Esta humedad también le afectaba a la mayoría <strong>de</strong> las casas.<br />

Se hacían con tierras apisonadas o adobes y los suelos eran <strong>de</strong> tierra<br />

apisonada, lanchas <strong>de</strong> piedra o baldosas <strong>de</strong> barro cocido en los<br />

hornos <strong>de</strong> las cerámicas. A<strong>de</strong>más tenían el problema <strong>de</strong> <strong>que</strong> la calle<br />

estaba al mismo nivel <strong>que</strong> las casas, no existían aceras.<br />

Por el motivo <strong>de</strong> la humedad, las ma<strong>de</strong>ras <strong>que</strong> había en la casa,<br />

muebles y asientos, sufrían ese proceso <strong>de</strong> hincharse en invierno y al<br />

secarse en verano mermaban. Esto a los tajos les afectaba mucho<br />

con lo cual en verano se le aflojaban las patas y algunas se salían <strong>de</strong><br />

su agujero. Los mayores conocían esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía muchos años y lo<br />

transmitían diciéndoselo a los jóvenes, <strong>que</strong> si se volvía a meter la<br />

pata <strong>de</strong> nuevo en su agujero sin darle golpes o presionar fuerte no<br />

pasaba nada, pero si se daban golpes se rajaba la tabla <strong>de</strong>l tajo y ya<br />

<strong>que</strong>daba inutilizado, no servía. Pero siempre había alguno o alguna<br />

<strong>que</strong> no lo entendía o no se acordaba y cuando veía <strong>que</strong> se le había<br />

salido una <strong>de</strong> las patas la metía <strong>de</strong> nuevo golpeándola con mazas o<br />

martillos y rajaba la tabla <strong>de</strong>l asiento <strong>que</strong>dando inutilizado. Después<br />

cuando se enteraban los mayores le regañaban y le <strong>de</strong>cían: YA HAS<br />

METIDO LA PATA, forzada y se ha roto la tabla. De ahí viene el dicho:<br />

he metido la pata o has metido la pata. Cuando hacemos todos algo<br />

mal hecho se dice mucho eso <strong>de</strong>: reconozco <strong>que</strong> he metido la pata.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 28<br />

Metiendo la pata <strong>de</strong>l tajo, <strong>que</strong> estaba floja, con golpes suaves.<br />

Se ha metido bien.<br />

Metiendo la pata <strong>de</strong>l tajo, <strong>que</strong> estaba floja, con golpes<br />

más fuertes. Se ha rajado la tabla, se ha metido mal.<br />

En la casa don<strong>de</strong> se encontraba el tajo <strong>de</strong>l relato, junto con<br />

otros cuantos más y varios tipos <strong>de</strong> asientos distintos, no ocurría esto<br />

<strong>de</strong> hincharse ya <strong>que</strong> la casa estaba hecha unos cuarenta o cincuenta<br />

centímetros más alta <strong>que</strong> la calle (se entien<strong>de</strong> el suelo <strong>de</strong> la casa) y<br />

no había humedad. También esa zona <strong>de</strong>l pueblo era menos húmeda<br />

<strong>que</strong> otras.<br />

La casa conservaba una temperatura durante el año <strong>que</strong><br />

oscilaba <strong>de</strong> ocho grados centígrados en invierno a los dieciséis grados<br />

centígrados en el verano.<br />

Los asientos más corrientes como el tajo; la tajuela; la<br />

ban<strong>que</strong>ta; la silla o el sillón <strong>de</strong> mimbre se utilizaban mucho a diario<br />

en la cocina, pero si se cuidaban duraban muchos años. Esto le<br />

ocurrió al tajo <strong>que</strong> había en esta casa, <strong>que</strong> hacía muchos años <strong>que</strong><br />

estaba en ella.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 29<br />

Un día una joven <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> la casa pensó <strong>que</strong> probaría<br />

con un tajo viejo, en muy buen estado pero manoseado, a hacerla<br />

una buena limpieza. Para ello escogió un día bueno <strong>de</strong> sol por la<br />

mañana y dijo: hoy voy a limpiar este tajo. Llenó un barreño <strong>de</strong> agua<br />

preparó un trozo <strong>de</strong> jabón hecho en casa con aceite y grasas usadas,<br />

un trozo <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> arenaza (<strong>de</strong> fregar) y el estropajo. Primero lo<br />

hume<strong>de</strong>ció todo él con agua y el estropajo empapado, <strong>de</strong>spués lo<br />

enjabonó bien pasándole varias veces por las superficies <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<br />

la piedra frega<strong>de</strong>ra hasta <strong>que</strong> vio <strong>que</strong> ya no tenía suciedad. Lo aclaró<br />

bien todo él con agua y le puso a secar al sol. Al principio ella se<br />

sentía orgullosa <strong>de</strong> su obra por<strong>que</strong> veía <strong>que</strong> <strong>que</strong>daba limpio y bien<br />

pero cuando ya se secó notó <strong>que</strong> en la tabla apareció una raja <strong>que</strong><br />

iba <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> la tabla y <strong>que</strong> pasaba por el medio <strong>de</strong>l agujero <strong>de</strong><br />

una <strong>de</strong> las patas y eso hizo <strong>que</strong> se saliera <strong>de</strong> su sitio.<br />

Se enteró el resto <strong>de</strong> la familia. <strong>El</strong>la se disgustó por<strong>que</strong> se<br />

consi<strong>de</strong>raba culpable <strong>de</strong> lo <strong>que</strong> le había ocurrido al tajo. Los mayores<br />

le regañaron pero a su vez le animaron. Metieron la pata en el<br />

agujero, pero sin forzarla, eso sí, <strong>que</strong>dó sobresaliendo la pata como<br />

un centímetro <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> la tabla pero lo siguieron usando.<br />

<strong>El</strong> tajo siguió junto al resto <strong>de</strong> los asientos, pero ya cuando lo<br />

cogían para sentarse en él lo miraban <strong>de</strong> no muy buena gana por<strong>que</strong><br />

al sentarse en él tenían <strong>que</strong> esquivarle el saliente <strong>de</strong> la pata y a su<br />

vez como también tenía la tabla inclinada hacia esa parte- pata y<br />

resultaba <strong>de</strong>sagradable esa postura.<br />

Así siguieron sentándose en él los más jóvenes <strong>de</strong> la familia. En<br />

la utilización <strong>de</strong> los asientos existían unas normas <strong>de</strong> conducta<br />

familiares <strong>que</strong> se cumplían entonces. Los abuelos se sentaban en los<br />

sillones <strong>de</strong> mimbre <strong>que</strong> tenían apoyabrazos y respaldo. <strong>El</strong> matrimonio<br />

o jefes <strong>de</strong> la casa en las sillas con respaldo. <strong>El</strong> resto <strong>de</strong> la familia<br />

jóvenes, niños- niñas, se sentaban en los tajos, las tajuelas o<br />

ban<strong>que</strong>tas sin respaldo. Eran ellos los <strong>que</strong> menos paraban en la casa,<br />

especialmente en el buen tiempo.<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 30<br />

COCINA CON ENSERES, PERSONAS, LUMBRE Y TAJO ARDIENDO<br />

<strong>El</strong> tajo <strong>de</strong> la raja, la pata saliente e inclinado lo seguían<br />

utilizando pero <strong>de</strong> mala gana. Le lanzaban improperios y le pusieron<br />

motes como el cojo, el "esculao", el <strong>de</strong> la pata "salía" o el "la<strong>de</strong>ao".<br />

Pero cuando venían vecinos o familiares había <strong>que</strong> utilizar todos los<br />

asientos <strong>que</strong> había, entre ellos el tajo con <strong>de</strong>fecto.<br />

Una vez vinieron unos familiares y uno <strong>de</strong> ellos se sentó en él.<br />

Ya al cogerlo lo miró <strong>de</strong> una forma un poco rara, no lo conocía, pasó<br />

algún tiempo sentado encima pero se movía con frecuencia haciendo<br />

gestos. Después <strong>de</strong> pasado un rato dijo: oye hermano, este tajo es<br />

algo... vaya con el tajo. <strong>El</strong> hermano le dijo a uno <strong>de</strong> sus hijos<br />

pe<strong>que</strong>ños: anda vete a la habitación don<strong>de</strong> está la camilla y traes una<br />

silla a tu tío y tu te sientas en el tajo. <strong>El</strong> chico fue a buscarle y traerle<br />

la silla pero al llegar a la cocina dijo: siempre me toca a mí sentarme<br />

en el tajo esculao, le tengo un asco al tajo... y a regañadientes se<br />

sentó en él. <strong>El</strong> tajo cada día era más <strong>de</strong>spreciado. Así pasó un tiempo<br />

apartado en un rincón y casi olvidado hasta <strong>que</strong> un día hizo mucho<br />

frío y estaba toda la familia sentados al amor <strong>de</strong> la lumbre. <strong>El</strong> marido<br />

Antonio Gordillo Asunción


EL TAJO QUE HABLÓ, pág. 31<br />

y la mujer comentaron entre ellos <strong>que</strong> iban a echar a la lumbre el<br />

tajo cojo para <strong>que</strong>marlo. Y dicho y hecho lo echaron a la lumbre.<br />

Los <strong>de</strong>más <strong>de</strong> la familia, menos la abuela <strong>que</strong> también estaba<br />

con ellos esa noche, dijeron <strong>que</strong> sí <strong>que</strong> así <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> dar guerra y<br />

terminaba para siempre.<br />

La abuela miraba muy fija al tajo mientras se iba <strong>que</strong>mando y<br />

le dijo mentalmente: yo hace muchos años <strong>que</strong> te conozco y sabes<br />

<strong>que</strong> formaste parte <strong>de</strong> la hijuela <strong>que</strong> me <strong>de</strong>jaron mis padres y como<br />

ves ya soy mayor, esto quiere <strong>de</strong>cir <strong>que</strong> has estado muchos años<br />

conmigo y con mi familia. Nos has servido día a día fielmente, hasta<br />

ese día <strong>que</strong> te quisieron poner guapo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese día caíste en<br />

<strong>de</strong>sgracia por la herida <strong>que</strong> te apareció. Creo <strong>que</strong> no hemos sido<br />

buenos contigo al final, especialmente los jóvenes. Yo lo reconozco y<br />

te pido <strong>que</strong> nos perdones a todos.<br />

Entonces, la abuela(solamente), oyó una voz <strong>que</strong> salía <strong>de</strong>l tajo <strong>que</strong> se<br />

estaba <strong>que</strong>mando y <strong>que</strong> dijo: yo estaba muy apenado por<strong>que</strong> veía<br />

<strong>que</strong> tenía un final triste, pero por lo <strong>que</strong> me has dicho antes veo <strong>que</strong><br />

has hecho un juicio justo, sabiendo reconocer mis servicios prestados<br />

a ti y a tu familia. Ahora ya estoy alegre y así quiero terminar por <strong>que</strong><br />

tú, mujer, me has <strong>que</strong>rido. Gracias.<br />

<strong>El</strong> tajo siguió <strong>que</strong>mándose y <strong>de</strong>sprendiendo calor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

interior, para a<strong>que</strong>lla familia <strong>que</strong> él también había <strong>que</strong>rido, hasta<br />

convertirse en cenizas.<br />

A la mañana siguiente, como <strong>de</strong> costumbre, muy temprano el<br />

marido o jefe <strong>de</strong> la casa recogió las cenizas producidas por la lumbre<br />

<strong>de</strong>l día anterior y antes <strong>de</strong> poner la nueva para ese día, las sacó fuera<br />

y las echó en el muladar <strong>que</strong> había en el corral <strong>de</strong> la casa.<br />

Pasado un tiempo, un día sacaron las cenizas y el resto <strong>de</strong> la<br />

basura <strong>de</strong>l mulador, echándolas en un carro tirado por bueyes las<br />

llevaron a sus tierras <strong>de</strong> labranza. Las extendieron con torna<strong>de</strong>ros y<br />

palas por la tierra, sembraron el trigo, <strong>de</strong>spués, araron la tierra para<br />

entoñar el grano y sepultar las basuras- cenizas las cuales servían <strong>de</strong><br />

abono para las nuevas plantas <strong>que</strong> nacerían en el Otoño.<br />

Antonio Gordillo Asunción.<br />

Abril <strong>de</strong> 2001<br />

Antonio Gordillo Asunción

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!