Revista Turismo Humano 26. ESPAÑA EN SEMANA SANTA 2015

sión del viajero de Caminos de Pasión será
de que la Semana Santa va unida al arte
Priego de Córdoba
o los Santeros
de
Lucena.
Desde el siglo
XVI, en Alcalá la Real,
se celebraban representaciones
de la vida, pasión y
muerte de Jesús con motivo
del Jueves Santo, Navidad
o Corpus. Su principal característica
es la unión de
religiosidad y algarabía
popular. En la actualidad,
los pasos se representan en
la calle por los hermanos
del Ecce Homo y Jesús en la
Columna y la Hermandad de
penitencia de los Apóstoles
y discípulos de Jesús.
“Echar las cajas”, así se
llama en Baena al momento
en que los judíos inician su
actuación en la madrugada
del Miércoles Santo. Desde
esas horas de la madrugada
hasta media hora antes de
recoger las turbas, la localidad
se inunda de coliblancos
y colinegros que tocan el
tambor llenando de ritmo la
ciudad.
La Semana Santa de Lucena
no puede entenderse sin el
fenómeno de la “santería”,
que se reduce en esencia
al modo de procesionar las
imágenes. Santear podría
definirse como el hecho de
portar sobre el hombro las
andas, a ritmo de un toque
preciso de tambor, de acuerdo
con unas estrictas y no
escritas normas de respeto
y severa solemnidad que,
llevadas a sus últimas consecuencias,
pueden convertir
este hecho en un logro
estético capaz de generar
y transmitir emoción a los
propios santeros y espectadores.
Cualquier viernes santo
adquiere en Caminos de
Pasión trascendencia casi
infinita, pero en Osuna una
larguísima penitencia de
hombres y mujeres con
cruces impide que la Virgen
salga a su hora.
Nacidas con el objetivo de
pedir a Dios la lluvia, durante
casi cuatrocientos años,
CAMINOS DE PASIÓN
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