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“Filosofía e Infancia”
Diego Antonio Pineda y Walter Omar Kohan
Esta lectura muestra una idea de
cómo se puede ver o percibir la infancia,
desde concepciones como las de
Platón, él decía que el tipo de
educación que los niños reciben estaba
ligada a lograr cambios en la pólis. En
ese contexto, establece que la etapa de
la infancia tiene tres características
principales, la primera
se refiere, a) La
posibilidad frente a la
realidad, es decir, que
un niño es sólo la
forma que se le va dar.
La segunda se refiere
al niño como b) Un ser
inferior frente al adulto,
dice que la infancia forma parte de lo
que no somos, pero que se centran en
ella para lograr un cambio en la pólis, y
la tercera, la llaman como c) Un material
para los sueños políticos, porque es a
través de la educación de las mejores
naturalezas (los mejores niños) como
llegan al mundo que se transformará,
los preparan para una nueva pólis, más
justa, más bella, mejor.
Otra idea que fue encontrada es
la de Montaigne, en el siglo XVI, decía
que el principio más importante de la
educación es el respeto a la inteligencia
y dignidad del niño, a tal punto que
nada debería serle impuesto sin que
antes lo examine y acepte. Se
considera que, para que el niño
adquiera un aprendizaje
es necesario que este
llegue de manera natural,
sin ser forzado, porque lo
que es forzado solo es
impuesto ante las ideas
que los demás quieren
que se tengan, y eso no
se le puede llamar
aprendizaje, sino adoctrinamiento.
Quienes apartan a los
niños del filosofar les
quitan el único saber que
les podría enseñar a vivir.
Para Montaigne dejar la filosofía
fuera de la educación de los niños
significa expulsar la posibilidad de
aprender a vivir mejor, de forma alegre,