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● Montaigne, decía que el
principio más importante de la
educación es el respeto a la
inteligencia y dignidad del niño,
a tal punto que nada debería
serle impuesto sin que antes lo
examine y acepte. Para que el
niño adquiera un aprendizaje
es necesario que este llegue
de manera natural, sin ser
forzado, se trata de que lo
disfrute y se divierta al
explorarlo, porque lo que es
forzado sólo es impuesto ante
las ideas que los demás
quieren que se tengan, y eso
no se le puede llamar
aprendizaje,
sino
adoctrinamiento.
● Es muy beneficioso
enseñar filosofía en la etapa
preescolar, porque a partir de
esta enseñanza los pequeños
desarrollan su capacidad de
pensamiento y de reflexión,
haciéndolos que piensen de
una manera crítica y
razonable. Es importante que
sean ellos mismos quienes
investiguen, indaguen y
analicen la situación en la que
se encuentran, para que ellos
respondan a sus propias
preguntas y que no seamos
nosotros quienes les
brindemos las respuestas, sino
darles esa oportunidad en la
que sean partícipes de su
aprendizaje.
● Como se menciona en
la lectura “Filosofía e infancia”,
a partir de la filosofía es como
los niños van conociendo el
mundo, gracias a su curiosidad
y a las conclusiones a las que
llegan, poco a poco van
descubriendo cómo está
conformado su entorno. Es por
esto que no se les puede
impedir filosofar sólo porque
son niños, de hecho en esta
etapa es cuando mejor lo
hacen.