India: la mayor base de datos del mundo - especiales.prensa...

8 Domingo, 18 DE Septiembre DE 2011
La economía india pasa
inadvertida para chinos
dinero y negocios
La democracia más
grande del mundo
ansía método chino.
POR VIKAS BAJAJ
MUMBAI, India — Parece ser
una obsesión nacional: medir el
desarrollo económico de India con
la vara de China.
Este vecino, con el que India ha
tenido una relación espinosa durante
mucho tiempo, también es
una de las pocas economías que ha
registrado un crecimiento anual
del 8 por ciento o mayor en años
recientes.
Sin embargo, la rivalidad parece
ser principalmente unilateral.
“Los indios están obsesionados
con China, pero los chinos le ponen
muy poca atención a India”, dijo
Minxin Pei, un economista nacido
en China y que escribe una columna
para The Indian Express, un
periódico nacional. (No se sabe de
ningún indio que tenga una columna
regular en una publicación de
China continental.)
Los chinos, en su mayoría, no
están interesados en India porque
prefieren comparar a su país con
Estados Unidos y Europa, indicó
Pei, profesor en el Claremont Mc-
Kenna College, cerca de Los Ángeles.
Liu Yi, propietario de una tienda
de ropa en Pekín, reflejó los sentimientos
de una docena de chinos
al desestimar la noción de que los
países podían ser comparados.
Sí, dijo que India era un “líder
mundial” en tecnología de la información,
pero que tenía muchos
Xu Yan contribuyó con información
desde Shanghai, y Joshua
Frank desde Pekín.
“lugares atrasados y no desarrollados”.
“La economía de China es especial”,
dijo Liu. “Si acaso el desarrollo
de China tiene un modelo, se
podría decir que es el de EE. UU. o
Inglaterra”.
Podría ser natural que los chinos
vieran hacia EE. UU., ahora que es
la única nación con una economía
más grande (India se ubica en el
noveno lugar). Y aunque China es
el socio comercial más grande de
India, la mayor parte de las exportaciones
chinas va a EE. UU.
Al igual que India, China tiene
más de mil millones de habitantes.
Pero tiene lecciones que ofrecer
porque inició la transición a una
economía más abierta y competitiva
más de 10 años antes que India.
Los indios comparan prácticamente
todos los aspectos de su nación
con su vecino. Infraestructura
(se reconoce que China está más
adelantada), fuerzas armadas (las
chinas son más poderosas), universidades
(China ha invertido más en
sus instituciones), industria de software
(India lleva una gran ventaja)
y aptitud en el idioma inglés (India
tiene la ventaja, pero China la está
alcanzando).
Las ciudades indias están llenas
de restaurantes de comida china,
pero hay pocos restaurantes de
comida india en Pekín o Shanghai,
y aún menos en ciudades más pequeñas.
En 2009, más de 160 mil indios
visitaron China continental, de
acuerdo con el Gobierno chino.
Apenas 100 mil turistas chinos viajaron
en sentido contrario, reporta
el Gobierno de India.
Prakash Jagtap, propietario de
una firma de ingeniería en la ciudad
india de Pune, ha viajado cinco
veces a China. Alaba la diligencia
en ese país, al decir: “tenemos que
cambiar nuestra cultura de trabajo”.
La declaración de Jagtap refleja
una opinión ampliamente sostenida
entre los indios de que China
ha tenido un mejor desempeño en
gran parte porque su sistema unipartidista
es más “disciplinado”
que la vibrante, pero desordenada,
democracia india.
Pero la fascinación de India con
China también es simplista, en
opinión de Pei. Aunque el gobierno
unipartidista puede haber ayudado
al país a construir infraestructura
y fábricas, también fue responsable
del Gran Salto Adelante
y de la Revolución Cultural, cuando
millones de personas murieron
de hambre o fueron asesinadas o
perseguidas.
Los puntos de vista de India también
han sido moldeados por una
guerra de 1962 que concluyó con
China apoderándose de una parte
del estado norteño indio de Cachemira.
Raghav Bahl, ejecutivo de medios
en India, dijo que sus compatriotas
“han alimentado un severo
sentimiento de humillación” desde
la guerra, que se acrecentó con el
ascenso económico de China.
“Hay una sensación de que ésta
es una competencia en la que nos
podía haber ido mucho mejor”, dijo
Bahl, quien escribió Superpower?
The amazing race between China’s
hare and India’s tortoise (¿Superpotencia?
La asombrosa carrera
entre la liebre de China y la tortuga
de India).
Sin embargo, añadió que los indios
habían recuperado la confianza
recientemente gracias a la fuerte
economía de este país.
Muchos han sugerido que India
pronto podría crecer a un ritmo
fotografías de Kainaz Amaria para The New York Times
Los indios
comparan
sin cesar su
desarrollo
económico
con el de
China. Un
tren con
empleados
y un aula
universitaria,
en Bombay.
más rápido que China, cuya economía,
de US$5.9 billones, es casi
tres veces mayor que la india, pero
la población china es mucho más
vieja.
Al menos varias personas entrevistadas
en China reconocieron
una competencia inherente entre
ambos países. “Es bueno”, expresó
Hu Jun, maestro en Shanghai.
“Si competimos en las áreas de
alta tecnología y ahorro de energía,
creo que será benéfico para
todos”.
Clase marginada de alemanes vive en situación precaria
Ayuda estatal cuesta
11 mil millones de
euros al año.
POR JUDY DEMPSEY
BERLÍN — Su bajo nivel de desempleo
y crecimiento continuo a
pesar de la recesión mundial han
convertido a Alemania en la envidia
de sus socios europeos menos
fuertes.
Sin embargo, detrás del así llamado
milagro económico alemán
se oculta una clase marginada de
empleados mal remunerados, cuyos
ingresos se han beneficiado
poco con la estabilidad del país y
de hecho se han reducido en términos
reales durante la última
década.
Y debido a las políticas gubernamentales
que buscan mantener
los salarios bajos para desalentar
el outsourcing y fomentar la capacitación
de la mano de obra, es
poco probable que los ingresos de
estos trabajadores aumenten muy
pronto.
Eso, a su vez, significa que probablemente
continuarán dependiendo
de programas de ayuda del
Gobierno para poder subsistir, lo
que les cuesta a los contribuyentes
11 mil millones de euros al año.
En parte, esto se deriva del hecho
de que Alemania no tiene un salario
mínimo federal. Pero también tiene
sus raíces en la política alemana
reciente, que ha favorecido medidas
para mantener bajo el nivel de
desempleo y ganar el apoyo de los
patronos.
Aunque el ingreso neto superior
para los alemanes con salario medio
a alto, generalmente definidos
como los que ganan 3 mil 400 euros
al mes, o US$4 mil 879, aumentó ligeramente
en términos reales entre
2000 y 2010, el ingreso neto para
los trabajadores de bajos salarios,
o los que ganan 960 euros o menos
al mes, ha caído un 10 por ciento, de
acuerdo con un nuevo estudio de
Markus Grabka, economista en el
Instituto Alemán de Investigación
Económica (DIW, en alemán).
Y a pesar de los esfuerzos renovados
de Alemania para combatir
la inflación, más alemanes de bajos
ingresos reportan que no les
alcanza su sueldo a pesar de tener
empleo, y que deben depender de la
ayuda del Estado.
De acuerdo con el Instituto de
Investigación del Empleo, 1.37 millones
de personas que trabajan de
tiempo completo, medio tiempo o
trabajan por su cuenta dependen
de la ayuda del Estado para complementar
sus ingresos.
El historial de sindicatos fuertes
en Alemania ha permitido que el
Estado se mantenga fuera de las
Benjamin Kilb para The New York Times
Hay empleados del sector de
servicios alemán que ganan
apenas 640 euros mensuales.
negociaciones salariales.
El sistema aún funciona para
sectores como la industria de la
construcción, donde incluso un
trabajador no calificado gana 11
euros por hora. Sin embargo, en
el sector servicios, los empleados
ganan apenas 640 euros al mes. El
salario mensual promedio en Alemania
fue de 2 mil 366 euros en el
año 2010.
La Confederación de Asociaciones
Patronales Alemanas afirma
que introducir un salario mínimo
elevaría los costos de la mano de
obra y resultaría en un mayor desempleo.
Los trabajos se trasladarían
a otros países.
Sin embargo, los economistas dicen
que si los salarios para la mano
de obra no calificada se mantienen
tan bajos, entonces el Estado tendrá
que continuar subsidiando a
estos empleados.
“Estaría encantado con la idea
de un salario mínimo”, dijo Thorsten
Schulz, un mecánico de 60 años,
mientras le ponía candado a su vieja
bicicleta afuera de la Oficina del
Trabajo.
Tiene un empleo temporal donde
gana alrededor de 7 euros por hora.
“Si tuviera un trabajo con un salario
decente”, dijo, “hasta podría tomar
el autobús”.