Génesis 27:3 - Haas Automation, Inc.
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Rochester<br />
Medical<br />
Implants<br />
Texto y fotografías de Matt Bailey<br />
La población mundial está envejeciendo muy rápido. La ONU prevé que en el año 2050 una de cada tres<br />
personas del primer mundo tendrá más de sesenta años y una de cada diez habrá superado los ochenta años.<br />
Por supuesto, es positivo que la gente tenga una vida más larga y sana, pero un número cada vez mayor de<br />
personas padecerá dolencias relacionadas con el envejecimiento de los huesos y las articulaciones. Por suerte,<br />
los avances en la tecnología médica permiten que los cirujanos puedan sustituir los huesos y las articulaciones<br />
dañadas por piezas fabricadas por empresas como Rochester Medical Implants (RMI). “La gente anhela<br />
tener nuestros productos, pero, el día que los necesite, se alegrará de que los fabriquemos”, dice James Evans,<br />
presidente y director general de la empresa.<br />
James Evans entró en RMI (http://www.rmi.us.com) en 2007 después de una larga carrera en el sector,<br />
incluido el puesto de vicepresidente de una de las divisiones de la empresa Corning, encargado del márqueting<br />
y del desarrollo de productos. “RMI inició su andadura en 1996”, dice, “pero mis socios Marv Selge y Michael<br />
Method no entraron en la empresa hasta 2005. Enseguida se dieron cuenta de que su participación no podía<br />
limitarse a la de unos inversores pasivos, así que me pidieron que los ayudara. La empresa era proveedora de<br />
implantes e instrumental quirúrgico para un gran fabricante de equipos originales. Pero, aunque el listón de<br />
calidad de los productos era alto, los procesos internos no funcionaban bien. Era una empresa pequeña, pero<br />
faltaba disciplina y la tasa de desperdicio era enorme.” Evans sólo tardó cinco días en darse cuenta de que<br />
tendría que cortar por lo sano.<br />
“No fue agradable”, admite, “pero hubo que actuar rápido para salvar la empresa. Había veinticuatro<br />
empleados y sólo queríamos quedarnos con dieciséis. Así que, en mi quinto día, liquidamos a todo el mundo<br />
y pedimos a quince de ellos que volvieran el lunes siguiente para que los volviéramos a contratar. Así fue<br />
como refundamos la empresa. Por suerte, ya teníamos algunos equipos buenos, como varias máquinas y<br />
tornos <strong>Haas</strong>, pero nadie les estaba sacando verdadero partido. Entonces, Tim Taylor, director comercial de<br />
CNC MACHINING | 15