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int encuentro 8-9 A - cubaencuentro.com

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Música y nación vés de los mares y caminos del mundo. Como dice Natalio Galán, «Un brevemotivo rítmico obsesionante... encierra un misterio de siglos.» 5 Así las cosas,hablemos sólo de sus logros, pues fue la música del son, la música mulata delson, la música polirrítmica del son (cada instrumento siguiendo una línea rítmicaindependiente), la música cantada y coreada del son, y sobre todo su flexibleestructura que permitía a los bailadores moverse, contonearse, girar, alejarsey estrecharse por tiempo indefinido, lo que empezó a construir la nuevacultura nacional, la cultura blanquinegra.No obstante, habría que agregar que tal conquista, si bien efectiva e irreversible,había sido el resultado de una larga contienda sociocultural. Los prejuicioscontra todo aquello que sonara a «música de color» siempre habíansido enormes. Basta recordar que en 1884 se prohibió definitivamente la fiestaafrocubana del Día de Reyes; que en 1900, bajo el gobierno de ocupaciónde los Estados Unidos, la alcaldía de La Habana prohibió «el uso de tamboresde origen africano en toda clase de reuniones, ya se celebren éstas en la víapública <strong>com</strong>o en el <strong>int</strong>erior de los edificios»; que en 1903 quedó prohibida lasociedad Abakuá, con lo cual quedaron reducidos a la clandestinidad susplantes, tambores y diablitos; que en 1913, al infiltrar las <strong>com</strong>parsas de negroslos desfiles de carnaval, aquéllas habían sido suprimidas; que en 1922 unaresolución del Secretario de Gobernación prohibía las fiestas y bailes ceremonialesde las creencias afrocubanas en toda la isla, «especialmente el llamado‘Bembé’, y cualesquiera otras ceremonias que, pugnando con la cultura y lacivilización de un pueblo, están señaladas <strong>com</strong>o símbolo de barbarie y perturbadorasdel orden social.» 6El son mismo había sido objeto de discriminación, oponiéndosele la músicadel jazz-band –sobre todo el fox-trot– <strong>com</strong>o bailes más apropiados para losblancos. Es revelador el título de una pieza para piano de 1924: Mi mamá noquiere que yo baile el son.¿Por qué este honor le correspondió al son y no a los géneros de la conga,la rumba o el danzón? Porque la conga es música colectiva, música callejera,música de carnaval, de alegrías populares e incluso de campañas políticas –lachambelona. El paso básico de la conga no es sólo un paso de baile; es el llamado«arrollao», paso de baile y de marcha a la vez. La conga verdaderarequiere centenares de participantes, incluyendo gentes en las aceras, azoteas,portales, ventanas y balcones. Su carácter desaforado, <strong>com</strong>o vimos, la hizofácil víctima de prohibiciones municipales. Aun en su variedad de salón –losbailadores tomados por la c<strong>int</strong>ura serpenteando por entre las mesas del cabareto a través de las escaleras y aposentos de una casa– la conga es multitudinaria,irrevocable, excluyente; por lo general sólo se toca para terminar unafiesta. ¿Y la rumba? Porque es todo lo contrario: baile de ruedo cerrado, de5Natalio Galán, Cuba y sus sones (Valencia: Soler, S. A., 1983), pág. 12.6 Citado por Cristóbal Díaz Ayala en su informativa Música cubana: del Areíto a la Nueva Trova(Miami: Ediciones Universal, 1993), pág. 85.47<strong>encuentro</strong>

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