Vivir, es soñar, y es caminar, con fe, por caminos de ... - Passio Christi

RINCÓN DE ORACIÓNLA PUERTA DE LA FE15 de noviembre del año del señor2011. En aquel día en que mi queridoabuelo recibe cristiana sepultura comole gustaba decir a él, me siento llena degratitud a Dios por su vida –larga y ejemplar–y por su santa muerte.Padrino y madrina (mis abuelos maternos)influyeron poderosamente en mi viday en mi vocación. Tengo grabadas en mialma palabras suyas, bondadosas miradas,gestos, consejos, su misma vida humilde ysencilla. Su profunda piedad y su sacrificio,la aceptación cristiana del dolor, suconfianza en la Providencia, su firme ycompasiva educación, su rectitud moral,su buen ánimo y santa paciencia con nosotrosy nuestras cosas de niños, su abnegadotrabajo y su amor a los pobres. Para miabuelo todo estaba bien: comida, vestido,etc., Él me decía que Dios era su amigo.Recuerdo una noche de invierno que,alrededor de una cesta, desgranábamosmaíz; llamó a la puerta un pobre que misabuelos conocían. Se le hizo entrar, se sentócon nosotros a desgranar el maíz, se ledio de cenar y creo que durmió en casa.Mi abuelo me visitó muchas vecesaquí, en el Monasterio; cuando se despedíasiempre me decía: “Cati, hasta la próxima,si no me llaman antes”. Él se referíaa la llamada de Jesús en la hora de lamuerte.Mis abuelos mehan dado a mi madre.Ellos han sidolas raíces humanas de mi vocación. Poreso, en este primer aniversario no físicamente,sí con la oración, mi corazón ycariño lo siguen recordando cristianamente:–Que él reciba de mi plegaria –por lamisericordia de Dios– ya desde el cielo.–Y mi gratitud al Señor, y a él, por tantoque yo misma no sabré agradecer bastante.Descanse en paz. Amén.A todos vosotros que leéis esta página os invito a agradecerel don de la familia, de nuestra familia cristiana,el don de nuestros seres queridos y del hogar donde hemosrecibido no sólo la vida, sino la fe, donde se noshan enseñado las primeras oraciones, y sobre todo, dondeel testimonio de los valores humanos y cristianoshan hecho de nosotros las personas que hoy somos.✒ Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P., OviedoRevista Pasionario/300