Vivir, es soñar, y es caminar, con fe, por caminos de ... - Passio Christi

El día es bastante intenso, la verdad,y da para todo. En la mañana, los mayorestratamos algún tema de formación,mientras los niños disfrutan consus monitores de distintos talleres yjuegos y en las tardes compartimos todosjuntos olimpiadas, veladas, bailes, ycantos. Este año en la formación tuvimosla suerte de hablar y profundizarsobre el Jesús de los evangelios y, almenos yo, aprendí muchas cosas que nosabía y que me ayudan a entender y amirar la historia de la buena noticiacon otros ojos. Además, la persona encargadade este tiempo de formaciónfue José Luís Quintero, y también fueun gran descubrimiento porque tiene lacapacidad de hacer que hora y mediahablando parezcan 5 minutos y transmitetanta pasión en lo que dice que sevuelve contagioso. También disfrutamosjuntos de oraciones, eucaristía, excursiones,regalos y mil momentos inolvidables,y en un entorno que es un regalode Dios constante.–¿Qué crees que es lo que más llenade sentido esa semana de convivenciacon otras familias? ¿Qué leaporta a vuestra vida?Creo que lo que llena de sentido el campamentoes el compartir fe y vida, es lacomunión de experiencias y vivenciasde familias que buscamos vivir y transmitira nuestros hijos lo que sentimoscomo fundamento de nuestras vidaspero que muchas veces en nuestro día adía no tenemos suficiente tiempo ni capacidadpara hacerlo porque la sociedadnos empuja con fuerza hacia otrosobjetivos.Es algo así como un balón de oxigeno,con el que recargar fuerzas, afianzarcimientos y disfrutar de la experienciade la fe de una forma completamentediferente. El campamento teaporta mucho mientras lo vives y teayuda a llenar la alforja para el restodel año.–¿Qué momento destacarías? ¿Ypor qué dirías GRACIAS?Es difícil elegir un momento porque todoslos que me vienen a la cabeza sonbuenos pero me quedo con la eucaristíadel domingo y con un árbol lleno de globosporque para mí fue el momento enque se podía sentir la alegría del encuentrocon Dios en la cara y la miradade los que allí estábamos.Revista Pasionario/312