páginas 8 - Prensa Libre

La nutrición de las familias
ha mejorado en 2 años.
munitarias.
“Al principio nos dio pena
porque no teníamos ni idea de
la crianza y cuidados de las gallinas,
ni de la recolección de
huevos o las formas de venderlos.
Pero ellos nos dieron talleres
para aprender”, cuenta.
Turnos de día y de noche
La casa de Ana María es bodega
y patio de sesiones. En la
pared hay cartulinas con nombres
y turnos. “Cuidamos el gallinero
las 24 horas”, dice doña
Francisca, a quien le toca el
martes. Igual se turnan para ir a
vender los huevos o ir a traer
concentrado a Chimaltenango.
Subimos por las lomas, las
mismas que en 1980 sonaban a
dolor y muerte por la guerra.
Ana María dice que el Ejército
mató a varios de sus hermanos e
incluso a su papá, quien estaba
ciego y no pudo salir huyendo.
Pero el mal recuerdo se aleja
cuando llegamos a las galeras.
Otra señora nos fumiga los pies
con una bomba manual: precaución
para proteger a las aves de
potenciales virus o bacterias.
Siguen murmurando
Mientras se toman las fotos,
la alharaca de las gallinas aumenta.
Algunas aletean y vuelan
escandalosas. La mayoría se
agolpa alrededor de las señoras
que renuevan el concentrado y
el agua. Al salir, tenemos los
pies blancos por la cal que hay
en una caja cerca de la puerta:
una desinfección adicional.
Las gallinas son de la raza
alemana Lohmann Brown. Es la
única especie criada en todos
los proyectos avícolas apoyados
por Cokadi. “Actualmente, hay
unas 750 familias beneficiadas
con créditos para granjas de ponedoras”,
cuenta Simeón Taqui-
¿Cómo ganaron el premio Slow Food?
“COMIDA LENTA”
Un concepto opuesto al de
“comida rápida”. Buscan recetas
nutritivas, preparadas de manera
original y sana. Este año hubo unos
300 candidatos al premio
UNA COSA TRAE LA OTRA
◆ En una visita de rutina a los proyectos,
una voluntaria estadounidense
notó que las mujeres
de AMIDI cocinaban
los huevos de muchas
maneras, con diversos
ingredientes naturales, sin
condimentos artificiales ni
aceite.
◆ Se lo comentó a una hermana
residente en Italia,
quien propuso a AMIDI
para el concurso de la fundación
Slow Food, cuya
DESARROLLO
Actualmente tienen 2 mil gallinas, en dos galeras. Recolectan
mil 500 huevos diarios, que se reparten para comer o vender.
rá, director técnico de Cokadi.
En su granja de crianza, ubicada
en Tecpán, pronto recibirán
un lote de 14 mil pollitas de
una semana. Las cuidan hasta
que tienen 18 semanas, cuando
sede está en Italia.
◆ Los otros finalistas eran de Nueva
Guinea, Grecia, Japón y Turquía.
El 23 de octubre, en Turín,
Ana María Chalí recibió el premio,
dotado con 80 mil euros, que destinarán
a ampliar su proyecto avícola
en Pachay.
empiezan a poner. Es entonces
el momento de entregarlas a las
comunidades favorecidas. “Recibimos
muchísimas solicitudes,
pero sólo podemos favorecer
unas cuantas. No sólo por
nuestra limitación de presupuesto,
sino porque debemos
estar seguros de que la gente está
suficientemente comprometida
a devolver el crédito”, explica
Taquirá.
Sueños para el futuro
Las señoras de AMIDI no se
duermen en sus gallinas. Sueñan
con tener un pozo propio
para abastecer de agua su granja
y su comunidad. Quieren mejorar
el nivel educativo de los
niños y también llegar a las cinco
mil gallinas, que es el número
estimado de animales necesarios
para generar una producción
autosostenible. Para empezar,
con el premio de Slow Food
van a construir otros gallineros,
otros sueños.
¿Qué es Cokadi?
Simeón Taquirá, director
técnico de Cokadi.
Coordinadora Kaqchikel
de Desarrollo Integral,
fundada en 1984. Dirigida
actualmente por Simeón
Taquirá, quien explica:
4 “Al principio sólo se promovía
la cosmovisión maya y las
tradiciones culturales, pero
nos dimos cuenta que no se
podía cuidar lo espiritual si la
gente estaba mal alimentada,
en pobreza”
4 “Apoyamos a las comunidades
con capacitación, asistencia
veterinaria y en la comercialización
de los productos.
También en el manejo ecológico
de sus granjas, para no
contaminar y producir huevos
orgánicos, sin químicos ni hormonas”.
4 Cada mes, Cokadi produce
unos 3,500 quintales de concentrado
avícola, que venden
a las comunidades a un precio
favorable. Lo mismo con las
gallinas, que costarían unos
Q40 cada una. Ellos las entregan
a Q23 como un crédito
que se va pagando paulatinamente.
4 Para la toma de decisiones,
en Cokadi se rigen por el
Calendario Maya o Tzolkin.
4 Cokadi recibe ayuda de
varias agencias extranjeras,
especialmente Norad, de
Noruega y Fundación Interamericana,
de Estados Unidos.
Hay que fumigarse
antes de entrar a los
gallineros.
DOMINGO Guatemala, 10 de noviembre de 2002 • 13 •