Nº20 | marzo | 2009 - Mass Cultura

CINE¡No al cierre del cine Víctor!Por Marco Arrocha. Fotografías cedidas y de Guillermo RodríguezEsta es la consigna que ha sido lanzada a grito pelado,estos meses atrás, por un bullicioso grupo de cinéfilos dela vecina isla de Tenerife para que no cierre definitivamentesus puertas el histórico cine Víctor de la capital santacrucera,un cine de los de verdad, de los de antes, el único deuna sola pantalla que existe en Canarias, que ha conseguidomantenerse en pie, casi intacto, todos estos años. Protesta ala que se han venido sumado cineastas, profesores, gentesdel mundo de la cultura, gente de todos los mundos, de éstay otras islas, que se han solidarizado y juntado fuerzas, manifestándosedesde los foros más diversos. Pero será mejorempezar explicando qué es lo que ha pasado.El motivo de tal cierre no tiene que ver directamente con estacrisis económica que está poniendo el mundo al revés, puesya hace tiempo que el cine Víctor había dejado de ser explotadocomercialmente. Fue en 2003 cuando el Cabildo insulardecidió alquilárselo a sus propietarios y reabrirlo para quefueran aquí proyectadas esas películas del circuito en versiónoriginal que nos llegan a las islas a trompicones y a cuentagotas, gracias a estas mismas instituciones públicas. La noticiafue saludada entonces como la más brillante e inteligente iniciativatomada por ese Cabildo en toda su historia, o al menosesa fue la valoración de la cinefilia chicharrera.Habituados, como todos, a contemplar este tipo de cine enlocales que no se merecían ni los espectadores ni las propiaspelículas, nadie terminaba de creerse que las obras más ejemplaresque todavía hacen digno a este noble arte del cinematógrafopudieran colarse en un cine de lujo, en un rutilantecine de estreno, con capacidad para más de 800 personas,donde poder estirar tranquilamente las piernas sin temertropezarse con nada, donde poder arrullarse en una mullidabutaca para concentrarse en lo esencial: ver una película,restituida ahora en lo más próximo a los colores y los sonidosen que fue concebida. Casi no se recuerdan precedentes enCanarias de una conjunción tan milagrosa: el Yaiza Borgesen la misma Santa Cruz antes de cerrar y reconvertirse en ungimnasio, a mediados de los ochenta.Por si la dicha fuera poca, el Cabildo subarrendaba estas instalacionesdel Víctor al Gobierno autónomo para que asimismoacogieran las proyecciones de la Filmoteca canaria, como susede oficial en Tenerife, con lo que la oferta del cine más audazy moderno se completaba con otros ciclos de películas clásicas.Y como el que siembra, recoge, la pantalla del cine Víctor,por la que han desfilado películas tan importantes a lo largode su más de medio siglo de vida, sirvió también últimamentepara apadrinar el trabajo de los novísimos cineastas canarios,y otros no tan nuevos, que se allegaban aquí con su peliculitadebajo del brazo a pasar la prueba de fuego de su presentaciónal público, y a exponer y compartir la experiencia.Pero lo bueno se acaba pronto, reza uno de los dichos másodiosos que se conocen. En octubre pasado, el Cabildo anuncióque no iba a renovar el contrato por el alquiler del inmueble,y que en cuanto éste expirara, a finales de año, las proyeccionesdel las películas en V.O. se trasladarían al reciéninaugurado TEA (Tenerife Espacio de las Artes), un imponentey vanguardista edificio, auspiciado por el propio Cabildo,destinado a albergar un importante museo y una considerablebiblioteca. Concretamente, se trasladarían al salón de actos deeste espacio de las artes, con capacidad para 196 butacas. LaFilmoteca ha corrido parecida suerte y ha debido guarecerse,por el momento, en una de las salas del multicines Renoir-Pricede la capital. Respecto a las demás actividades, quién sabe.Argumentos como el de la “poca rentabilidad” desmerecena todos los demás que han sido esgrimidos por los gestoresculturales del Cabildo, que han dado un paso adelante pararetroceder dos pasos atrás. Incluyendo lo de “pensar en elahorro de todos los tinerfeños”, en medio de los fastos por lainauguración de un edifico nuevo. Cualquiera con dos dedosde frente celebraría con júbilo que se abran nuevas infraestructurasculturales si ello no supusiera la condena al ostracismoy al olvido de las que ya existen, que han sido y son los32marzo 2009